Oposición paramilitar, Los Zetas y fechas para el golpe

Oposición paramilitar, Los Zetas y fechas para el golpe

Este es un cronograma de los actores golpistas más importantes. “La Alianza sabe que los obispos, la creamos, si la Alianza existe es porque nosotros la hicimos”, dijo el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez ante siete campesinos opositores al gobierno de Daniel Ortega. Uno de los siete filtró la grabación, lo que reveló en forma flagrante los planes conspirativos por una parte de los obispos nicaragüenses.

Dick Emanuelsson (*)

“No hay que tapar el sol con un dedo, no hay que estar diciendo mentiras, que no usamos armas”. (El Burro, jefe de los Zetas de Monimbo).

A principio de las protestas que iniciaron el 18 de abril, la oposición nicaragüense se declaraba públicamente como “pacífica y autoconvocada”, pero bajo la mesa elaboraba un plan insurreccional desde 2011. Ya tenía miles de cuadros, sobre todo jóvenes manipulados y preparados con recursos económicos de las diferentes fachadas de la CIA como Usaid, NED, NDI o IRI para levantar ´tranques´, barricadas, para estrangular a la economía y presionar para desmoralizar a los militantes del Frente Sandinista, la Policía Nacional y el Ejército.

Para el 27 de junio tenía previsto “la ofensiva final” contra el gobierno sandinista: “En vez de repliegue táctico será la Ofensiva Final contra la Dictadura Orteguista”, dice el documento que publicamos acá.

Los tranques eran claves. De ahí debería surgir “la autodefensa” de la contrarrevolución que poco a poco se reforzaría. Como fue el caso de los tranques en el municipio de Masaya, 30 kilómetros de la capital, Managua, donde operaban “Los Zetas de Monimbó”. Eligieron el bastión histórico del sandinismo, el barrio de Monimbó. Muy bien armados, los tranques en Masaya fueron un ejemplo a seguir para otros tranques en el país.

En las investigaciones de los celulares y computadores de los opositores detenidos, se ha desenmascarado que los casi 100 tranques en todo el país estaban conectados entre sí en una red por dirigentes opositores como Medardo Mairena, Pedro Joaquín Mena y Francisca Ramírez. Recibieron fondos financieros del organismo Hagamos Democracia, financiado anualmente con miles de dólares de NED (National Endowment for Democracy), la fachada civil de la CIA, dirigido por el señor Luciano García Mejía, hoy refugiado en EEUU.

Es decir, para la fecha 27 de junio ya estaría listo el Plan para derrocar al gobierno popular. Desde los tranques irían las marchas hacia la capital para la “Ofensiva Final”.

Durante el segundo trimestre de ese año (2018) se llevaron a cabo violentas protestas en Nicaragua en lo que muchos analistas consideran como un intento de derrocar al gobierno popular de Daniel Ortega. No todas las barricadas, los llamados “tranques”, se mantuvieron con armas, aunque la mayoría estaba bajo el control armado de una oposición, que en muchos casos consistía en una mezcla de elementos de la oposición política derechista con elementos criminales.

En Masaya se armaron casi inmediatamente barricadas (tranques) en el inicio de las protestas, en la segunda mitad del mes de abril. Con los días los tranques rodearon prácticamente la estación de policía, aislándola de la población.

El trasfondo a ese singular acontecimiento fue el aprovechamiento del acuerdo en el Diálogo entre el gobierno y la oposición, con los obispos como mediadores. El Acuerdo consistía en que la oposición derrumbara todas las barricadas mientras la Policía Nacional se quedara encerrada en sus comisarias. Pero mientras la Policía quedó encuartelada, la oposición armó más tranques y se preparó para defenderlas con armas.

Declarar Masaya Territorio Libre de Sandinismo

La oposición en Masaya-Monimbó construyó barricadas en lugar de desmontarlas como fue la decisión entre el gobierno y la oposición en el Diálogo.

Para la oposición la tarea no solo era consolidar Monimbó y así dar una bofetada política humillante al gobierno sandinista, sino declarar desde Masaya un “Territorio Libre de Orteguismo” y de una u otra manera declarar ese pedazo del país como “Nicaragua Libre”, como hicieron en Libia con la ciudad de Benghazi, o como lo hizo el propio Frente Sandinista en la lucha contra Somoza al declarar la ciudad de León territorio liberado y permitir allí la instalación de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.

En el caso de Libia y en el caso de Masaya la idea era la de montar una cabeza de playa dando entrada al manual “Made in USA” a la clásica oportunidad de pedir asistencia internacional “para evitar la Catástrofe Humanitaria” o “un baño de sangre”. Eso no significaría otra cosa que una intervención militar de EEUU o de una expedición mixta de los más reaccionarios gobiernos latinoamericanos contra Nicaragua.

“La ofensiva final”

El 1º de junio circuló un manifiesto en las redes sociales: “Llamamiento al pueblo de Nicaragua a preparar la ofensiva final contra el Orteguismo” (1), con el emblema “MRS”, el llamado partido Movimiento de Renovación Sandinista, impreso en la convocatoria.

La oposición sintió la victoria cercana; “Ganamos”, expresó al público casi eufórico, haciendo entender que el gobierno sandinista ya estaba por caer. La oposición afilaba los últimos detalles para derrocar al gobierno.

Ya no se trataba de un diálogo que solo Ortega había cumplido. Tampoco se trataba de acordar adelantar una fecha para la elección presidencial sino una fecha para derrocar al gobierno: “Estamos claros que no hay otra solución que la renuncia de Ortega y su aparato de gobierno. ¡No podemos seguir esperando más! A esta situación debemos ponerle punto final, la cual sólo puede ser posible a través de la acción organizada del pueblo de Nicaragua en lucha por el derrocamiento y el desmantelamiento de los aparatos de poder de la dictadura orteguista”, enfatizó el manifiesto.

‘Los Zetas’ de México y de Nicaragua

Tim Rogers es un reportero estadounidense “freelance”, lo cual no significa “independiente”. En los sectores sandinistas es tildado de ser un agente de la CIA.

“Lo conocemos desde hace años ya que todas las semanas escribía cosas desde la misma óptica de Confidencial y La Prensa”, nos cuenta un sandinista. Tim Rogers viajó a Costa Rica para entrevistar a “Los Zetas de Monimbo”, un grupo armado paramilitar de la oposición que fue el principal actor en los tranques de Masaya. Los miembros del grupo cruzaron la frontera con Costa Rica después de haber sido derrotados en el mes de julio en Masaya tras cinco horas de combate, con una fuerza combinada de la Policía y el pueblo sandinista de la defensa popular.

Ya estaba harto el pueblo de encontrarse secuestrado meses tras meses. Los sandinistas organizados se agruparon e iniciaron la contraofensiva a los violentos de la oposición que se escondían detrás de los tranques. Desplomaron las barricadas que cayeron en cuestión de días en todo el país, como una casa de naipes. Para evitar ser llevados ante la justicia por los actos bestiales que habían realizado grupos como “Los Zetas de Monimbo”, optaron por cruzar la frontera hacia Costa Rica.

El reportero Tim Rogers publicó en su cuenta de Twitter la entrevista con los paramilitares de la oposición que en partes fue presentado en el programa del periodista Jorge Ramos, que trabaja para el canal Univisión con sede en Miami. ¿Por qué eligieron el controvertido nombre “Zeta”? Pues los reporteros realmente no tienen respuesta, solo dicen los paramilitares, cosa que no tiene nada que ver con el cartel de asesinatos psicopáticos de los Zetas en México, que es un grupo que originalmente consistía en policías mexicanos despedidos y corruptos.

Miles de inmigrantes mexicanos o centroamericanos han sido víctimas de este odiado grupo de delincuentes profesionales que a menudo torturan y mutilan a sus víctimas. Pero ¿por qué bautizar a su propio grupo paramilitar en “Los Zetas de Monimbo”? Nunca presentan una respuesta adecuada.

Los autores intelectuales huyeron

La existencia de este y otros grupos paramilitares a favor de la oposición nicaragüense, que se jacta públicamente por ser “pacífica” y hasta “autoconvocada”, es hoy un tema delicado.

Los comentarios en la cuenta de Twitter de Tim Rogers atestiguan una creciente irritación dentro de la misma oposición, especialmente entre los aproximadamente 25,000 nicaragüenses que, como Los Zetas, han atraído a Costa Rica después de que la oposición en Nicaragua, apoyada por Estados Unidos, se desinfló.

Sin embargo, otros dicen que en la oposición que todavía se encuentra en Nicaragua y que hoy tiene que responder por la bárbara acción violenta llevada a cabo entre el 18 de abril y mediados de julio, los que rápidamente huyeron a Costa Rica son los que en muchos casos fueron los autores intelectuales de los
crímenes violentos en los tranques. Eran los dirigentes políticos y organizacionales pero se asilaron en Costa Rica, EEUU o España. Fueron los máximos responsables de la violencia.

El Manifiesto del llamado a intensificar la insurrección contra el gobierno electo lleva el emblema de MRS. Y tiene exactamente la línea política defendida por este partido y que controla una gran parte del mundo ONG en Nicaragua financiada por Estados Unidos.

Disparó y quemó a su víctima

Cuatro miembros de los nicaragüenses, “Los Zetas de Monimbo” que aterrorizaron a la gente de Masaya, donde incluso rociaron a un policía con gasolina que fue quemado en vía pública. Facsímil de la cuenta de Twitter de Tim Rogers.

‘El Burro’ es uno de los líderes de ‘Los Zetas’ con su chaqueta Reebok con una capucha negra en la cabeza dice al
reportero estadounidense, desde Costa Rica:

“No hay que tapar el sol con un dedo, no hay que estar diciendo mentiras, que no usamos armas. Al principio sí, era cierto, pero tuvimos que armarnos”, asegura El Burro. Pero el argumento de que tuvieron que armarse es una mentira descarada.

El 14 de julio el policía Gabriel de Jesús Vado Ruiz fue secuestrado y torturado. El 15 de julio fue trasladado a otra barricada donde fue asesinado a tiros por los terroristas que coronaron su trabajo macabro al rociar el cuerpo con gasolina. Tiraron el cuerpo encendido de Vado en medio de la calle.

El policía Gabriel de Jesús Vado Ruiz fue secuestrado, torturado y quemado por los terroristas de la oposición el 15 de julio.

Las propias imágenes y videos publicados de los terroristas y otras pruebas incautadas por la Policía, ahora se vuelven contra los “pacíficos” acusados. En una de las fotografías, también se ve a los Zetas junto a Lester Alemán, Víctor Cuadras, Yubrank Suazo y Jean Carlos López, los voceros visibles de la oposición nicaragüense.

Incluso el propio obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, declaró abiertamente su apoyo a la oposición y viajó a Masaya para actuar como una especie de “escudo espiritual protector” cuando la gente ya estaba harta y decidió derrotar a la oposición de una vez por todas. El obispo fue recientemente desenmascarado como una herramienta al servicio de la oposición en el intento de “Golpe de Estado Suave”, según el clásico manual de Gene Sharp (2).

La guerra psicológica y los cubanos

Para los medios de comunicación leales al golpe de Estado, como el diario La Prensa, se ha vuelto cada vez más difícil tratar de explicar el terror opositor que se produjo en el segundo trimestre de ese año. El tema de ‘Los Zetas de Monimbo’ es tratado desde otro ángulo en La Prensa. Es la misma diagramación y selección política que vemos a menudo en los medios latinoamericanos, son las teorías de conspiración que ven que “Cuba y Venezuela están detrás de todos los demonios en el mundo”.

El 19 de octubre, La Prensa intentó convertir a los terroristas en Masaya en víctimas y viceversa. En el artículo: “Monimboseños en Costa Rica aseguran que cubanos estaban entre los paramilitares que reprimieron a la población” (3), uno de los entrevistados asegura que había un francotirador cubano que se ubicó en los tanques de Mebasa.

´Lo detecté y pues le di; y cuando ya pasó el ataque recuperamos el cuerpo de él. Era un cubano como de 1.78 (metros)´, relata el terrorista con precisión casi milimétrica, según La Prensa. ¿Cómo supo identificar al muerto como “cubano”?, no lo dice. ´El Burro´ afirma que mataron otros dos cubanos a quienes La Prensa sostiene haberse infiltrados en la región al comprar una granja. No se reportan nombres ni fuentes.

“Se estaban haciendo pasar como que estaban alquilando una finca sobre Catarina”. El hombre asegura que los empezaron a investigar y dieron con ellos. El periodista (Tim Rogers) le consultó qué pasó con los cubanos y éste le respondió que “se quedaron tirados en la pila, muertos, los mataron”. Subraya La Prensa que “no es la primera vez que ciudadanos que participaron en las protestas o que fueron atacados por policías o paramilitares (policías voluntarios, que la prensa opositora tilda de ´paramilitares´) denuncian la presencia de extranjeros, venezolanos y cubanos, entre las fuerzas de represión”, relata y agrega la declaración de justificación de las armas por El Burro: “Tuvimos que armarnos”.

Así se siembra la semilla de simpatía en favor a los terroristas de “Los Zetas de Monimbó”. Así se convierte a los terroristas en defensores de la población, atacada por los peores de extranjeros; cubanos y venezolanos.

¿Cómo es posible que la supuesta muerte de tres cubanos en el mes de junio o máximo hasta mediado de julio NO haya sido reportada hasta el 19 de octubre, un día después que Tim Rogers, el supuesto agente de la CIA que actúa como reportero “freelance”, publicó su entrevista en Twitter con ´los Zetas de Monimbo´ desde territorio costarricense?

Esta es una pieza fundamental en la guerra psicológica. Porque este “episodio” nunca ha sucedido. Es un burdo montaje de los autores intelectuales del golpe de Estado con la entrega de una “entrevista” con los supuestos justicieros de la muerte de los cubanos de un “freelance” estadounidense.

Así se “internacionaliza” y juegan “la Carta Cubana-Venezolana” para apuntar a estos dos países como los “verdaderos gobernantes de Nicaragua”, cuando en realidad los que halan los hilos de una intervención flagrante y abierta son los Estados Unidos y sus ´pitiyankies locales´ preparados y financiados por EEUU desde años para derrocar al gobierno elegido por el pueblo nicaragüense.

Mujer estadounidense entregó dinero y armas

La entrevista con Los Zetas de Tim Rogers es interesante porque revela que los Zeta en Masaya habían recibido apoyo activo de una ciu’dadana estadounidense que entregó dinero, armas, municiones y alimentos a los terroristas. Su alias es ‘La Patrona:

“Al principio no confiaban en mí. Pero comencé a darles dinero, armas, municiones y comida. Me convertí en una especie de madre para ellos”, dice. Ella le asegura a Tim Rogers que sacó el dinero de su propio bolsillo.

‘El Burro’, por su parte, asegura al periodista estadounidense que la pandilla Zeta no estaba buscando un golpe de Estado.  “Sólo traería más pobreza para Nicaragua”, dice.

– ¿Pero quieres sacarlo (Daniel Ortega) del poder? pregunta Tim Rogers.
– “Claro, si”.
– ¿Pero eso no significa un golpe de Estado?

– “No, para mí no, porque no lo hicimos por hacerlo contra la injusticia y porque matar al pueblo. Defenderse contra el Ejército, la Policía o los paramilitares no es terrorismo para mí”.

– ¿Por qué están en Costa Rica y no en Nicaragua?

– “Para vivir. Si tuviéramos financiamiento y armas, nadie pensaría dos veces, ¡regresamos”!

´El Fantasma´ es otro integrante de Los Zetas de Monimbó. Él dice que se siente supervisado, que hay una infiltración de “los espías de Ortega” como si estuviera en Nicaragua. “Les suplico que nos ayuden”, es el pedido del Fantasma.

¡“Trump, necesitamos armas”!

En el video publicado el 18 de octubre por Tim Rogers y Jorge Ramos, ‘El Culebra’, un líder de los Contras de la década de los 80´, cuando Estados Unidos creó, financió, entrenó y armó a unos 25,000 nicaragüenses en el grupo contrarrevolucionario, habla y apela a la Casa Blanca:

“¡Gobierno de los Estados Unidos, presidente Donald Trump! ¡Por favor, necesitamos armas! Si quiere ayudarnos, nos encontrará en Costa Rica. Yo soy el comandante Culebra de los ‘Contras’.

Una “Junta Patriótica de Gobierno Provisional”

En su Manifiesto de insurrección, los conspiradores pusieron varias fechas para el inicio de la ofensiva final contra el gobierno de Ortega:

“La siguiente fase arranca a más tardar el 15 de junio, fecha en que se concluye el plazo dado al Diálogo Nacional por la Comisión Mediadora (léase la Conferencia Episcopal) y finalizar las expectativas de esta vía, pasando a la profundización del Paro Nacional Activo y Combativo con la auto-organización de los sectores populares, principalmente en Managua, lo que será el mantenimiento de posiciones”, escribieron los autores que firmaron la convocatoria en nombre de ´Comités de Resistencia Ciudadana´. Las tareas que proponen los mencionados comités están acordes con el Manual de golpes de Estado de Gene Sharp en cinco etapas. Se trataba de:

* “Paralización general del transporte a través de tranques generalizados en todo el país y barricadas en cada barrio”.

* “Tomas de rotondas, centros de reunión comunitaria, parques y universidades hasta que se alcance el derrocamiento de la dictadura orteguista”.

* “Implementación de la defensa de cada punto de lucha a través de las brigadas de autodefensa popular”, que pueden compararse con ´Los Zetas de Monimbó´; es decir, una oposición paramilitar armada para hacer fragmentar a la Policía y al Ejército del país, pero también a los militantes experimentados del sandinismo, odiados y temidos por la oposición porque son los cuadros sandinistas más convencidos que luchan con la consigna ¡“Patria Libre o Morir”!

El Llamamiento contrarrevolucionario también allana el camino para crear una “Junta Patriótica de Gobierno Provisional”, expresó el llamamiento de la oposición nicaragüense, respaldada por Estados Unidos.

Ofensiva final el 27 de junio

Paso a paso, la lucha contra el gobierno se intensificaría:

“La fase final, si no se ha alcanzado antes, concluye con la marcha nacional desde todos los puntos del país hacia El Carmen (la sede del Frente Sandinista y del presidente Daniel Ortega) y la instauración definitiva de la Junta Patriótica de Gobierno Provisional. La fecha prevista será para el 27 de junio, en vez de repliegue táctico será la Ofensiva Final contra la Dictadura orteguista”.

Pero la Ofensiva Final se convirtió en una Retirada Final en el mes de julio en que la oposición no ha podido recuperarse y que ha causado una lucha interna con grandes divisiones.

¿Prisioneros políticos o terroristas?

Uno tras uno de los terroristas han sido arrestados, los que asesinaron, torturaron, secuestraron, robaron o dispararon en los tranques o en las universidades tomadas. Los perpetradores son llevados ante la justicia con todos los derechos como acusados. Se debe presentar evidencia que muestre claramente los delitos de los acusados que deben tener el derecho universal de defenderse.

Pero a pesar de las evidencias, innumerables testimonios, fotos, videos de cómo se torturó a las víctimas de los terroristas, a pesar de que la oposición se expande a nivel internacional, porque en Nicaragua la confianza en la oposición ha disminuido drásticamente al convertir a los victimarios en “victimas indefensos de una dictadura”.

Como Rafael Agustín Sequeira, alias “El Payo” y su compañero Washington Alexander Martínez, quienes fueron llevados a juicio a principio del mes de noviembre, acusados de matar a cuatro policías y a herir a otros doce el 12 de julio en Morrito, una comunidad del departamento de Chontales, un evento que sacudió al país. Ese mismo día, el profesor de primaria Marvin Ugarte también fue asesinado en el mismo municipio, mientras cinco empleados de la alcaldía fueron heridos por las balas terroristas de la oposición.

Es el mismo Washington Martínez quien participó en el secuestro, tortura y en la quema del teniente de la policía, Gabriel de Jesús Vado Ruiz, secuestrado, torturado y robadas todas sus pertinencias.

Washington Martínez fue fotografiado con Víctor Cuadras, vocero oficial de la oposición que visitó el Partido Arena de El Salvador el 2 de julio, responsable del asesinato de Monseñor Romero, y los otros voceros como Lester Alemán, Jean Carlos López, Yubrank Suazo, Santiago Fajardo.

Lo anterior confirma las acusaciones de los sandinistas en el sentido que la oposición nunca tuvo interés en cambiar el contenido de la propuesta de financiación de un nuevo Seguro Social y una Reforma de las Pensiones, reformas que inicialmente fueron los pretextos de las protestas el 18 de abril pasado.

El verdadero objetivo de la oposición era derrocar al gobierno. Para ese propósito, se había preparado desde 2011 con fondos de Estados Unidos, sostiene el reportero e investigador estadounidense Max Blumenthal.

La afirmación formal y externa de la oposición, de que se trataba de un “movimiento pacífico espontáneo de estudiantes” podría haber impactado a Nicaragua durante las dos primeras semanas y en el extranjero, por supuesto, con una derecha internacional que reaccionó inmediatamente al lado opositor.

La izquierda traidora y su tiro de gracia

Pero también, irónicamente, existe una corriente de la izquierda internacional que tiene una obsesión personal con Ortega-Murillo, pero cuando se le pregunta: “Aparte de Ortega-Murillo, ¿cómo valora el desarrollo social y económico en Nicaragua durante los once años de los gobiernos sandinistas en el poder (enero de 2007-abril de 2018)”? la mayoría dice que es un saldo positivo, como se ha demostrado en los resultados electorales.

También hay una pequeña corriente de la izquierda internacional que con un tono nostálgico quedó en los años de los 80. Ataca al gobierno sandinista por ser “neoliberal”, como dicen ellos mismos, “desde la izquierda”, que Ortega-Murillo tienen pactos con los empresarios y los obispos sin ver en absoluto que los que han convocado paros nacionales y protestas contra el gobierno han sido los empresarios afiliados al Cosep, mientras la mayoría de los obispos han dado su respaldo a la oposición golpista.

Es más, la verdadera razón de la crisis fue la ruptura del Pacto Táctico entre el gobierno sandinista y el Cosep porque el gobierno no quiso aceptar la receta del FMI en el seguro social y las pensiones. Pero la izquierda miope acusa al gobierno. Esa “izquierda ultra” no entiende que el campo internacional y sus correlaciones de fuerza han cambiado mucho desde el desplome del campo socialista, y que los errores políticos y económicos de los sandinistas en los años 80 causaron muchos problemas para el gobierno sandinista que han sido corregidos como buenas lecciones en los tres gobiernos sandinistas, de enero de 2007 hasta hoy.

Aunque hay calma en la superficie del país y la mayoría de las actividades de la sociedad han vuelto a la normalidad, existe una oposición como la nicaragüense que solo ve una “intervención humanitaria” de los Estados Unidos como la única solución. Y con Trump en la Casa Blanca, vemos una perspectiva peligrosa. Especialmente a raíz de las recientes declaraciones del asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, John Bolton, que definió a Venezuela, Cuba y Nicaragua como la “Troika de la Tiranía”.

No hace mucho, el director del canal opositor “100% Noticias”, Miguel Mora, dirigió esa solicitud al reportero estadounidense Max Blumenthal. Este se había infiltrado en la oposición en junio-julio y se reunió con Mora, quien le pidió a Blumenthal que le llevara el mensaje a Trump de que la oposición deseaba una intervención de Nicaragua como la invasión de Estados Unidos a Panamá en diciembre de 1989.

¿Permitiremos que la historia se repita?

(*) Periodista sueco, corresponsal de Resumen Latinoamericano en Centro América.

NOTAS:

(1). Llamamiento al pueblo de Nicaragua a preparar la ofensiva final contra el Orteguismo
(2). En Evidencia: Silvio Báez infraganti en planes golpistas y criminales contra el pueblo de Nicaragua.
(3) “Monimboseños en Costa Rica aseguran que cubanos estaban entre los paramilitares que reprimieron a la población”

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