Edgar Palazio Galo *
“La firma del Tratado de Libre Comercio entre Nicaragua y China marcará un antes y un después para el pueblo nicaragüense. Nos abre las puertas a un enorme mercado y nos permitirá enlazarnos con las empresas y empresarios de este país hermano”, Laureano Ortega Murillo, Asesor Presidencial para la Promoción de Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional”.
En el actual contexto de transformaciones en las alianzas geopolíticas y la configuración deasociaciones estratégicas, la firma del Tratado de Libre Comercio con la República Popular de China adquiere particular relevancia para Nicaragua. Este fenómeno se manifiesta en concordancia con la evolución del equilibrio de poder a nivel global, proporcionando nuevas plataformas para la cooperación internacional.
La dinámica económica mundial experimenta un continuo cambio, marcado por el desarrollo de mercados emergentes en un marco de creciente multilateralismo. Es crucial considerar que la emergencia de un sistema multipolar no implica necesariamente un equilibrio perfecto entre los diversos polos; sin embargo, la tendencia general apunta hacia una distribución más equitativa del poder en el ámbito internacional.
La diplomacia multilateral adquiere una significativa relevancia al contrarrestar la práctica de la política de las cañoneras y el garrote, inherentes al accionar imperialista caracterizado por avasallar a los pueblos. En este contexto, el comandante Daniel Ortega ha señalado:
“Si todas las potencias en lugar de promover guerra y terrorismo, adoptaran la práctica que tiene la República Popular China, vinculándose con los pueblos en vías de desarrollo en África, Asia y América Latina, desarrollando relaciones sin condiciones políticas y contribuyendo al desarrollo de estos países, el mundo sería otro; estaríamos en paz y seguramente no veríamos problemas de hambre, miseria y pobreza”.
Oportunidades con el TLC con China
La decisión de Nicaragua de firmar el Tratado de Libre Comercio con la República Popular de China, efectuada el miércoles 30 de agosto de 2023 y puesto en marcha el 1 de enero de 2024, demuestra la determinación de ambos países para promover el libre comercio, la inversión y profundizar la integración económica. Esta alianza estratégica no solo refleja la adaptación de Nicaragua a las cambiantes dinámicas geopolíticas, sino que también abre las puertas a un amplio abanico de oportunidades comerciales capaces de impulsar el desarrollo económico del país.
Las relaciones comerciales, entrelazadas en una compleja red de interconexiones, superan las transacciones comerciales convencionales y este tratado representa una estrategia visionaria para el futuro económico del país, posicionando a Nicaragua como un actor versátil y progresista en el escenario global.
Se prevé un aumento significativo en el intercambio de bienes y servicios entre ambos países. Nicaragua, con su amplia diversidad de productos agrícolas, identifica en China un mercado extenso y ávido de productos de calidad. Este intercambio comercial promete fortalecer la base económica nicaragüense, generando empleo y dinamizando sectores clave de la economía.
Para comprender la magnitud de este tratado, consideremos que Nicaragua cuenta con 13 acuerdos comerciales, que incluyen TLC, acuerdos bilaterales y acuerdos de integración, abarcando a 1,500 millones de consumidores con acceso preferencial. Con la implementación del Tratado de Libre Comercio con China y su población de 1,400 millones de habitantes, se duplicará la posibilidad de acceder a consumidores para nuestros productos de exportación.
Además, la cooperación económica entre China y Nicaragua no se limitará al intercambio de bienes y servicios. También abrirá oportunidades para facilitar la transferencia de tecnología y conocimientos entre ambos países, generando efectos positivos en el crecimiento económico . Esta transferencia no solo beneficiaría al desarrollo y la modernización de sectores específicos en Nicaragua, sino que también contribuiría al crecimiento sostenible y la competitividad del país.
Este enfoque estratégico no solo abre puertas a nuevas oportunidades comerciales, sino que también coloca a Nicaragua en una posición ventajosa para capitalizar el dinamismo de la economía china. La capacidad de adaptación a un mercado en constante evolución se convierte en un activo invaluable para el crecimiento sostenible del país.
Asimismo, se vislumbran oportunidades para las pequeñas y medianas empresas. El acceso a nuevos mercados representa vastas posibilidades para aquellas con una mentalidad emprendedora y capacidad de adaptación. La habilidad de nuestras PYMEs y pequeños y grandes productores para enfrentar estos desafíos y capitalizar estas oportunidades emergentes será crucial en el marco del Tratado de Libre Comercio con China.
Diversificación de mercados y socios comerciales
La firma del tratado hace que Nicaragua sea más atractiva para la inversión extranjera china, la eliminación de barreras comerciales crea un entorno propicio para que las empresas chinas vean oportunidades e inviertan en Nicaragua para establecer operaciones y participar en proyectos, lo que va contribuir al crecimiento económico y la creación de empleo.
En este sentido el comandante Daniel Ortega ha reafirmado que este tratado “(…) beneficia a todos los sectores, beneficia a las familias más pobres, al que no tiene trabajo, porque habrá más trabajo, beneficia a los empresarios, pequeños, medianos, grandes, porque al haber inversiones va haber más desarrollo, más fortaleza para la economía nicaragüense”.
La diversificación de mercados y socios comerciales emerge como un imperativo para la economía nicaragüense. Este tratado con China se presenta como una oportunidad dorada en ese sentido, buscando reducir la dependencia de los mercados tradicionales y explorar nuevas fronteras económicas en una de las economías más grandes y de crecimiento más acelerado del mundo. Tengamos en cuenta que, en el 2022, el comercio bilateral entre China y Nicaragua ascendió a 760 millones de dólares, siendo China el segundo socio comercial de Nicaragua y la segunda fuente de importaciones.
Nicaragua ingresará al mercado chino bajo condiciones preferenciales. La eliminación de barreras arancelarias y otras restricciones comerciales facilitará la exportación de productos nicaragüenses a China. Aproximadamente el 60 por ciento de los bienes en el comercio bilateral quedarán exentos de aranceles, mientras que los aranceles sobre el 95 por ciento de otros productos se reducirán gradualmente a cero. Los productos principales de cada país, como la carne vacuna, los camarones y el café nicaragüenses, así como los vehículos y motocicletas de nueva energía chinos, estarán exentos de aranceles.
De manera que el 91.4 por ciento de todo lo que Nicaragua exporta actualmente al mundo entero, quedó con preferencias arancelarias para ser exportado a China. Dentro de este porcentaje, el 71% tiene acceso inmediato, lo que significa que Nicaragua puede exportar el 71% de todos los productos que actualmente envía al mundo directamente a China con un arancel del 0%. Este aspecto es sumamente relevante, ya que en ese 71% se encuentran nuestros principales productos de exportación, que actualmente representan aproximadamente el 80% de nuestra oferta exportable.
Es importante señalar que el Tratado fue negociado de manera que el acceso fuera lo suficientemente amplio para que también se pudieran desarrollar otros productos que quizás aún no se estén exportando, pero que tienen un potencial de exportación.
Asociación estratégica en pro del desarrollo y beneficio mutuo
La relación estratégica entre Nicaragua y la República Popular de China encuentra sus raíces en la conexión histórica que ha prevalecido entre el Partido Comunista de China y el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Esta relación, forjada a lo largo del tiempo, ha sido un componente fundamental que ha contribuido al establecimiento de una asociación estratégica mutuamente beneficiosa entre ambas naciones.
El vínculo entre el Partido Comunista de China y el FSLN ha perdurado a lo largo de los años, basándose en la hermandad compartida y la colaboración en la defensa de los derechos de los pueblos, la soberanía, la integridad territorial y el desarrollo con justicia social. Esta relación partidaria ha actuado como un cimiento sólido sobre el cual se ha construido la asociación estratégica actual entre China y Nicaragua, cuyo fruto principal es el Tratado de Libre Comercio.
La continuidad de esta relación partidaria ha desempeñado un papel significativo en la consolidación de la confianza mutua y la comprensión entre ambas naciones. Además, ha contribuido a la promoción de objetivos comunes y al fortalecimiento de la cooperación en diversas áreas, desde aspectos políticos y económicos hasta la búsqueda conjunta de soluciones para desafíos globales.
En consecuencia, la relación estratégica entre China y Nicaragua se ha visto enriquecida por la conexión histórica entre el Partido Comunista de China y el FSLN, destacándose como un testimonio de la importancia de las relaciones partidarias en la configuración de las relaciones internacionales y el desarrollo de asociaciones estratégicas a largo plazo.
En el centro de esta alianza estratégica yace la confianza mutua política y la filosofía de desarrollo centrada en el pueblo. A medida que esta asociación se fortalezca, emergerán nuevas perspectivas; la colaboración en energías renovables, la profundización de la cooperación tecnológica y la búsqueda de soluciones conjuntas para desafíos globales son áreas que podrían adquirir mayor relevancia en el futuro, de manera que esta relación no solo beneficia a ambos países, sino que también contribuye a la construcción de un orden mundial más equitativo y sostenible.
En este sentido, el compañero Laureano Ortega ha puntualizado acertadamente que: “El vínculo partidario siempre estuvo (…) esa hermandad que había entre nuestro Partido el Frente Sandinista y el Partido Comunista de China; estuvo siempre vivo, latente el vínculo de nuestros partidos, trabajando por los derechos de nuestros pueblos, por los derechos de nuestros países, por nuestra soberanía, por nuestra integridad territorial, por los derechos de los trabajadores, por el derecho de poder desarrollarnos con nuestros propios modelos y alcanzar la prosperidad de nuestros pueblos, de un desarrollo con justicia social, un desarrollo responsable”.
*Profesor Titular UNAN Managua, cientista social y extensionista