Avances en la normalidad económica de Nicaragua

Avances en la normalidad económica de Nicaragua

Fredy Franco (*)

Los golpistas alteraron negativamente la vida, la paz, la estabilidad y la economía de Nicaragua, pero fueron derrotados en su intento perverso, y el país de nuevo camina recuperando la paz y el progreso para los nicaragüenses.

Es innegable el progreso económico de Nicaragua en los últimos 10 años de gobierno sandinista, que condujo a que -junto al crecimiento de la economía- se produjera un sostenido proceso de desarrollo social, con las políticas redistributivas y de combate a la pobreza impulsadas por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional que encabeza el presidente Daniel Ortega.

Progreso con una visión integral sustentada en un Plan Nacional de Desarrollo Humano, que atendió todos los componentes estratégicos del desarrollo: la educación, la salud, la inversión, la infraestructura, la tecnología, el desarrollo de todos los sectores económicos y sociales, la diversificación internacional y la sintonía jurídica-presupuestario e institucional para hacerlo realidad.

Incluso, el país era objeto de estudio por los organismos internacionales y especialistas, por el “milagro” económico de Nicaragua, y la clave estaba (y está) en la vocación social y nacional del FSLN, que permitió un proceso de unidad nacional (el modelo de diálogo, alianzas y consensos) y su compromiso social (restitución de derecho para el pueblo, los trabajadores, los micro, pequeños y medianos productores, de mujeres, jóvenes…).

Todo ese esfuerzo integral, unido y comprometido en el campo nacional e internacional para desarrollar la economía y combatir la pobreza, produjo el progreso del 2008 al 2018. Precisamente el desprecio al pueblo, al desarrollo nacional, la irracionalidad de la derecha nicaragüense subordinada al imperio yanqui, produjo este momento doloroso y trágico en la historia de Nicaragua.

Los golpistas pretendían quebrar la economía y rendirnos por esa vía, pero se equivocaron; su estrategia de violencia, guerra psicológica y destrucción a la economía fue derrotada. Se impuso la vocación de paz de los nicaragüenses, se desenmascaran sus mentiras y manipulaciones y el espíritu de trabajo y progreso económico del pueblo ha ido imponiendo la normalización junto al manejo responsable de la economía por parte del Gobierno.

Golpistas no contaban con fortaleza económica

Incluso, en medio de la violencia y los tranques, muchos sectores de la economía mantuvieron su funcionamiento y dinámica. Los golpistas no contaron con ese espíritu y con la fortaleza económica que se vino construyendo, lo que ha permitido el manejo sostenible del presupuesto público y una bastante rápida normalización económica.

En medio de la adversidad y con el compromiso de los trabajadores y los productores, se ha comenzado a reconstruir lo destruido y dado continuidad al compromiso con la producción, lo que ha permitido el rápido y sostenido funcionamiento de las empresas y negocios, y demás actividades sociales, culturales y recreativas a ellas vinculadas o derivadas.

Es innegable que la economía nicaragüense sufrió un serio daño producto de la irracionalidad golpista, afectación en el inmediato y mediano plazo, sobre todo los sectores de servicios y de turismo, y la inversión; afectación del 10% de lo que crecería el PIB este año; y de mediano plazo (2019-2022) de más de 3 mil millones 356 millones de dólares, una afectación del 4% en relación al 5% previsto.

Las afectaciones provocadas por las acciones terroristas entre abril y julio 2018, como señaló el ministro de Hacienda y Crédito Publico Iván Acosta fue de “208 millones de dólares en destrucción de edificios públicos y universidades, 209 kilómetros de caminos y carreteras, 278 maquinarias, así como graves daños al sector turismo por los 231 millones de dólares (lo equivalente a un tercio de lo captado al año); transporte, 525 millones de dólares; y cotizaciones al INSS por 62.4 millones”. Esas afectaciones económicas provocaron la pérdida de más de 120 mil empleos, en perjuicio de los trabajadores y sus familias.

Por eso se hizo necesario una reforma presupuestaria, derivada de la afectación al ingreso público de más de 7,500 millones de córdobas y al gasto público por 5,800 millones de córdobas; aún así, el gobierno mantuvo el funcionamiento básico de las instituciones públicas, los programas sociales y la estabilidad laboral; distinto a lo que se hubiera hecho en otros países con gobiernos neoliberales, que hubieran afectado los programas sociales y el empleo público.

Se priorizará la economía popular

En el  Presupuesto 2019 se asegura la protección social del pueblo, en gasto social, el subsidio al transporte urbano, al consumo de energía, el subsidio a los jubilados, los compromisos con el INSS, el empleo de los trabajadores del sector público y la  inversión pública para el próximo año; un reajuste del 5% de los salarios del sector público para proteger los salarios de los trabajadores; el control de la inflación y del deslizamiento de la moneda, factores importantes para la estabilidad económica y para la economía familiar.

Aunque la economía no crecerá el 6% proyectado para el 2019, pero sí se sostendrá y permitirá atender los aspectos básicos del desarrollo del país, lo cual con el compromiso colectivo de los micros, pequeños y medianos productores que representan el 70% de la economía del país, ese desarrollo se irá dinamizando y poco a poco impactando en la generación de riqueza y empleo.

Se mantendrá el modelo de diálogo, alianzas y consenso, el cual es Constitucional, pero priorizando la economía popular, la economía social, que permita ese crecimiento económico con más equidad social.

Efectivamente se comenzarán a implementar medidas que permitan trabajar en esa dirección. La creación de la nueva Empresa Nicaragüense de Importaciones y Exportaciones (Nimex), que antes beneficiaba a los grandes empresarios, ahora beneficiará a la economía social y la necesidad de su dinamización y crecimiento.

Junto a ello se ampliarán los programas de capacitación, financiamiento y mejoramiento tecnológico, que incidan en el crecimiento de este sector para su impacto en la dinamización del mercado interno y su inserción internacional.

Como dijo el Presidente de la Republica, trabajaremos con todos los sectores económicos, pero priorizando a los pequeños. Siempre con el compromiso de seguir asegurando el progreso económico de Nicaragua para combatir la pobreza, generar mayores empleos y sostener las políticas sociales en beneficio de las mayorías populares de Nicaragua.

(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.

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