India, mestiza y antimperialista
Bolívar en Nuestramérica

India, mestiza y antimperialistaBolívar en Nuestramérica

Xavier Díaz-Lacayo Ugarte(*)

El Libertador Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, es la figura esencial de la emancipación hispanoamericana frente al Imperio Español.

Procurando una América independiente, lideró las campañas que dieron la independencia de Venezuela, Colombia y Ecuador; fue de gran ayuda para la de Perú; fuerte inspiración para la de Panamá; y elemental referente para la de Bolivia, llamada así en su nombre.

Fue ambientalista, legislador, jurista y redactor de constituciones. Llevó a cabo el Congreso Anfictiónico de Panamá, para crear una confederación hispanoamericana que uniría lo que hoy conocemos como una América Latina y las Antillas. Su Supremo Sueño fue desarrollar las naciones nuestramericanas, integradas en su identidad de origen para beneficio de sus propios pueblos. Complementadas en la dignidad de sus respectivas soberanías.

Nació en Caracas (1783) y este 17 de diciembre conmemoramos 193 años del paso a su eternidad, confiando que estudiar su legado nos compromete con la libertad responsable.

Del ilustrismo al juramento por la independencia

Rompió sus paradigmas de iluminación y fe en el progreso, en la Europa del siglo XVIII. Absorbió la autenticidad de la soberanía de la razón, la búsqueda de la felicidad y la evidencia que nuestros sentidos son fuentes primarias para el aprendizaje y la oportunidad.

Dignificó el potencial del ser humano de rescatarse hacia su evolución, con instrucción. Experimentó allá la transición espiritual del dolor del luto de su esposa (1803) hacia el amor por la independencia de América. Reparando su pena en el Monte Sacro, Italia, juró liberar Nuestramérica del colonialismo: “(…) no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español (…)”.

Bolívar fue desde entonces iluminado. En una demostración de su extraordinaria capacidad visionaria -vigente hasta nuestros días- se convenció de alcanzar un gobierno constitucional de valores universales y de las justificaciones de separar la influencia de la Iglesia al Estado.

Nítida visión geopolítica

Entre 1808 inició un conflicto bélico que enfrentó a las potencias aliadas de España, Reino Unido y Portugal contra pretensiones del Imperio Francés de instalar en el trono español al hermano de Napoleón Bonaparte. Aprovechando ese desorden, Bolívar inició actividades por la independencia de América (1810) pronunciando su primer discurso a favor de la emancipación: “(…) acaso trescientos años de dominio no bastan (…), pongamos la piedra fundamental de la libertad suramericana (…), vacilar es perdernos (…)”.

A la par, Bolívar anticipó -en otro acierto- que una vez lograda la independencia- parcialmente y en la totalidad de esa Hispanoamérica- los Estados Unidos se convertirían en el verdadero enemigo estratégico de los nacientes países americanos y de sus pueblos.

La doble moral norteamericana: enemigos del bien común

La política exterior norteamericana orientó su amor al dinero fácil y al poder a la fuerza desde las luchas por independizarse de las colonias inglesas. Así, desde su propia experiencia, la actitud de los Estados Unidos con relación a las luchas independentistas de las naciones de la América anteriormente española fue oficialmente de aislamiento, pero de práctico rechazo efectivo; en la gestación de su doctrina para invadir nuestras naciones.

Decía Bolívar en 1810: “(…) ninguna atención se prestó a las solicitudes de apoyo hechas por próceres hispanoamericanos (…), (…) una política dual que defendía la independencia norteamericana, pero rechazaba alianzas políticas entre otras naciones del continente (…)”.

De nuestra historia moderna conocemos que a partir de la Doctrina Monroe sí se firmarían alianzas entre los países de la región, pero con Estados Unidos como socio hegemónico.

Latinoamérica en el mundo multipolar: un sueño supremo

Justificó la independencia efectiva para una sociedad de naciones hermanas “(…) unidas, fuertes y poderosas para sostenerse contra las agresiones del poder extranjero (…)“. En la Carta de Jamaica (1815) reclamó a Europa de desatenderse de la independencia de América “(…) no solo porque el equilibrio del mundo así lo exige, sino porque éste es el medio legítimo y seguro de adquirirse establecimientos ultramarinos de comercio (…)”

El Libertador estaba gestándose para 1818 hacia las independencias de cada nación y a la par a la unidad de éstas con condiciones de complementariedad. Un Supremo Sueño de cómo hacer de la América anteriormente española una unidad político-jurídica, una nación de repúblicas; cómo asumir e imponer frente a terceras potencias la soberanía plena, ejercida en nombre de una ciudadanía americana común; cómo hacer de esta nueva entidad una unidad geopolítica que promoviera y lograra un nuevo equilibrio mundial, un polo de contrapeso al tradicional poder de Europa, y al naciente de los Estados Unidos.

La gran Colombia: primera integración

Creada durante el Congreso de Angostura (1819) vio la luz como Estado hasta el Congreso de Colombia (1821) y se configuró en los territorios de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela, además de la Guayana y otros territorios en disputa con la entonces República Federal de Centroamérica, el Imperio de Brasil y el Perú.

Bolívar, en su dimensión humanista y espiritual la declara así: “(…) Señor. Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta. Yo, pues, me cuento entre los seres más favorecidos de la Divina Providencia, ya que he tenido el honor de reunir a los representantes del pueblo de Venezuela en este augusto Congreso, fuente de la autoridad legítima, depósito de la voluntad soberana y árbitro del destino de la nación (…)“.

Profetizando su vigencia en la prioridad latinoamericana señala: “(…) la educación popular debe ser cuidado primogénito del amor paternal del congreso. Moral y luces son los polos de una República (…)”. Y después hace hincapié en que la unión es fundamental y esencial para garantizar la paz, la grandeza y el poderío de América. Bolívar cierra el discurso con las palabras: “(…) Señor, empezad vuestras funciones, yo he terminado las mías (…)“.

El Congreso Anfictiónico

Asamblea diplomática que tuvo lugar en 1826 en la ciudad de Panamá. Fue la convocatoria a 21 estados americanos emancipados de la colonia española para hacer una Confederación. Asistieron la Gran Colombia, México, Perú y la República Federal de Centro América. Bolivia y Estados Unidos no llegaron a tiempo.

El Imperio del Brasil tampoco mostró interés. Gran Bretaña envió un observador y los Países Bajos otro a título personal. Debido a los desacuerdos entre los participantes, fracasó el proyecto.

El Libertador anticipaba: ”(…) es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo en una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene su origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse (…), (…) Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras tres partes del mundo (…)”

Sandino y el plan de realización del supremo sueño de Bolívar

Bolívar es influencia moderna para la defensa contra el Capitalismo Salvaje y el Terrorismo como enemigos de la humanidad y América, desde los Estados Unidos de siempre. Desde nuestra Nación se ha heredado la mejor interpretación del legado espiritual e intelectual del Libertador en la mente y en el alma de Augusto Nicolás Calderón Sandino, máximo héroe de Nicaragua. Y de éste a los revolucionario y connacionales que procuramos el amor por la vida, la promoción de la identidad y la soberanía.

Sandino reivindicó para cada país de América y las Antillas -como idealismo político y humanístico- el nacionalismo, el anti colonialismo, el anti injerencismo, el anti imperialismo, el anti showinismo, la defensa de la soberanía y la promoción del desarrollo humano local.

Aunque Bolívar fallecía en 1830 su sueño hoy se materializa en las revoluciones mexicana, cubana, nicaragüense y venezolana. Además, en la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA). Gracias a la reivindicación de nuestros pueblos, Bolívar ya no está clandestino ni falsificado por las oligarquías tradicionales sumisas a la voluntad yanqui. También en la esperanza del mundo multipolar donde Centroamérica y otras naciones pequeñas evidencias su grandeza en la defensa de su dignidad.

(*) Especialista en Políticas Públicas

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