Jonathan Flores Martínez
La región de Medio Oriente ha resonado en el mundo occidental como una región de conflictos inacabables y que por su lejanía geográfica pareciera que Occidente no tuviera nada que ver en el origen y permanencia de tales conflictos; sin embargo, Medio Oriente ha sido una región que -al igual que América- fue sometida al dominio colonial europeo, de modo que, para entender las dimensiones de cualquier conflicto en estas tierras es fundamental adentrarnos en la historia.
Desde el siglo XVII las potencias europeas, principalmente Reino Unido y Francia, ocuparon vastas regiones de Medio Oriente con el propósito de expandir sus dominios imperiales e interés comerciales monopólicos. Después de la Primera Guerra Mundial, tras la derrota y ruptura del imperio Otomano, fue cuando el dominio colonial europeo sobre el mundo árabe se consolidó.
El reparto de Medio Oriente entre Reino Unido y Francia
El 16 de mayo de 1916, mediante un acuerdo secreto conocido como el tratado “Sykes-Picot”, las potencias coloniales de Reino Unido y Francia se repartieron y demarcaron arbitrariamente los territorios árabes que dieron lugar a los países que hoy conocemos en la actualidad. Francia mantuvo bajo su dominio los territorios de Irak, Siria y el Líbano, mientras que Reino Unido ocupaba los territorios de Transjordania, el sur de Irak y Palestina.
Las consecuencias de este reparto colonial fue la creación de diversas entidades políticas, entre ellas el Estado de Israel, que dieron origen a diversos conflictos que permanecen hasta la actualidad. Lo anterior demuestra que la conflictividad de una región rica en cultura y en recursos naturales estratégicos no obedecen, como nos lo han hecho creer desde la retórica occidental, a cuestiones interreligiosas o extremismos culturales locales, sino que las causas son estructurales como resultado de la herencia colonial que expandía hacia los cuatro puntos cardinales la “misión civilizadora” de Europa.
El dramático conflicto palestino -israelí
El conflicto palestino- israelí no es solo uno de los conflictos actuales más complejos del mundo, sino uno de los más dramáticos en términos de costos humanos, patrimoniales y de transcendencia internacional. Para dimensionar este conflicto es necesario que las personas logren despejar algunos prejuicios religiosos fundamentalistas y darles el lugar a los hechos históricos.
Para empezar, tendríamos que reconocer que el Estado de Israel es una entidad política creada de manera unilateral el 14 de mayo de 1948, siendo impulsada por el movimiento sionista ultranacionalista que pretendía crear un refugio o llamado “hogar nacional” para los judíos en tierras palestinas.
También hay que recordar que antes de la creación del llamado Estado de Israel, esta región estaba bajo el dominio de Londres conocido como el Mandato Británico de Palestina. Reino Unido ya había manifestado en 1917, mediante la Declaración de Balfour, su apoyo al movimiento sionista para la creación de dicho “hogar nacional judío”.
Sin embargo, pese a la presión del movimiento sionista y la demora de Reino Unido, fue que en 1948 la Organización de Naciones Unidas aprobó la Resolución 181 que ofrecía un Plan para la partición de Palestina en un Estado árabe-palestino y un Estado judío, y al mismo tiempo establecía una zona bajo régimen internacional de administración fiduciaria que incluía a Jerusalén, epicentro de la disputa palestino-israelí.
La ONU consideraba que con la Resolución 181 pondría fin a las tensiones y hostilidades entre palestinos y judíos una vez creado ambos estados. Sin embargo, ese mismo año, tras la creación unilateral del Estado de Israel y el fin del mandato británico, se produjo el primer conflicto militar entre países árabes e Israel, sucediendo a lo largo de los últimos 75 años una serie de hostilidades y ataques sistemáticos por parte de Israel al pueblo palestino, negando no solo la posibilidad de un Estado palestino, sino la manifestación de una política de extinción de la nación palestina.
A lo largo de las últimas siete décadas, Israel ha contado con el apoyo y complicidad de las potencias europeas y de Estados Unidos que han logrado establecer un Estado-enclave en medio del mundo árabe; es evidente que, a la luz del análisis geopolítico, Israel juega un rol permanente de desestabilización de la región de Medio Oriente favorable para los intereses de Occidente.
La permanencia del conflicto palestino- israelí es parte del status quo que Occidente ha instalado en Medio Oriente con la complicidad burocrática e inoperante de las Naciones Unidas. Es interesante preguntarse ¿Por qué si a Israel se la ha reconocido como Estado miembro pleno de la ONU, a Palestina no?
Zona de emergencia humanitaria
Fue el 11 de mayo de 1949, prácticamente un año después de su creación unilateral, que Israel fue admitido como un Estado miembro de la ONU y apenas en el año 2012 la Organización para la Liberación de Palestina logró que la ONU admitiera a Palestina como Estado Observador no miembro, con 138 votos a favor, 9 en contra y 4 abstenciones.
Legalmente y desde la Resolución 181 de la ONU que establecía los límites entre Israel y Palestina se puede considerar que Palestina es un Estado ocupado ilegalmente por Israel, existen centenares de resoluciones que condenan las arbitrariedades e ilegalidades de Israel contra el derecho de autodeterminación y soberanía de Palestina.
El Estado de Israel ha aplicado de forma sistemática políticas de apartheid contra el pueblo palestino, vulnerando deliberadamente no solo la integridad territorial, sino su propio derecho a existir como nación libre y soberana y con identidad propia de conformidad con los principios del derecho internacional público.
Las políticas de ocupación por parte de las milicias israelíes a territorios palestinos han convertido a la región de Gaza en una zona de emergencia humanitaria indefinida, debido a las condiciones de bloqueo y asedio por parte de la fuerza militar de Israel, sumado a ello, el conjunto de medidas y políticas de control y segregación implementadas por Israel hacia las personas palestinas que habitan en las regiones bajo su dominio gubernamental.
Los dramáticos acontecimientos del 7 de octubre son el reflejo de una cronología de terror de más de setenta años y manifiesta las dimensiones humanas del conflicto que parece no tener un horizonte claro para poner fin a décadas de sufrimientos, políticas de ocupación, segregación colectiva y exilio forzado en flagrante violación del derecho internacional humanitario. Es el reflejo del exterminio de un pueblo a plena luz del día, con la desidia de la comunidad internacional y la distorsión mediática occidental que transmite la idea que las operaciones israelíes son medidas legítimas.
La causa palestina es la causa de la humanidad porque los pueblos que han experimentado el yugo colonial, que han sufrido las intervenciones imperialistas y neocoloniales reconoce el derecho irrenunciable a vivir libremente. La solidaridad es la bandera universal de los pueblos libres que defienden firmemente los derechos por la independencia, la paz y la justicia.
Palestina, al igual que todas las naciones libres del mundo, merece construir su propio proyecto de nación, tiene el derecho a existir como Estado soberano y que su integridad territorial sea respetada. La causa palestina es una herida abierta de la humanidad que debe cerrarse con los hilos de la paz y la solidaridad.
Fuentes consultadas
-Morales, G. (2022). El colonialismo europeo y Oriente Próximo: el desmembramiento del Imperio otomano. El debate. https:// www.eldebate.com/historia/20220420/ colonialismo-europeo-oriente-proximo.html
-ONU. (1945). Carta de las Naciones Unidas. Su mundo de Inteligencia Jurídica. https:// international.vlex.com/vid/carta-naciones- unidas-215807593
-Petrino, J. (s.f). Sykes-Picot: a cien años del acuerdo que dividió a Medio Oriente. Instituto de Relaciones Internacionales. chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/ https://www.iri.edu.ar/wp-content/uploads/2016/05/efemerides-mayo-sykes- picot.pdf
-Salamanca, A. (2016). La colonización europea de Medio Oriente. Desvelando Oriente. https:// desvelandooriente.com/2016/04/26/la- colonizacion-europea-de-oriente-medio/
(*) Máster Jonathan Flores Martínez: docente-investigador y analista geopolítico de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua.