Edgar Palazio Galo (*)
U no de los pilares fundamentales para garantizar la estabilidad, la paz y el progreso de cualquier Estado es su fuerza armada. Cada año, Nicaragua se une para celebrar el aniversario de su Ejército, una institución fundamental en la historia y el desarrollo de la nación. El 2 de septiembre es una fecha que conmemora no solo la creación de una institución militar, sino también el papel crucial que ha desempeñado en la historia de Nicaragua al proteger su integridad y soberanía.
El 22 de agosto de 1979, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional emitió el Decreto No. 53, disponiendo en el artículo 1 la creación del Ejército Popular Sandinista, y el 29 de septiembre de 1982, mediante el Decreto N°. 1105, se estableció el 2 de septiembre el Día del Ejército Popular Sandinista, conmemorando la fecha en que, en 1927, el General Augusto C. Sandino fundó el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional.
El Ejército Popular Sandinista, del que surgió el actual Ejército de Nicaragua, se constituyó a partir de las columnas guerrilleras triunfantes en un momento crucial de la historia nicaragüense, tras una larga lucha revolucionaria liderada por el FSLN que derrocó la dictadura somocista el 19 de julio de 1979.
En la década de 1980, el EPS tuvo un proceso de maduración institucional en medio de la guerra de agresión contrarrevolucionaria dirigida y financiada por los yanquis, experiencia que puso a prueba la capacidad del Ejército para proteger la soberanía del país, forjando una doctrina militar comprometida en defender el proceso de transformación social revolucionaria, la soberanía nacional y el antimperialismo como principios fundamentales e irrenunciables.
Soberanía y estabilidad garantizada
La seguridad y la soberanía son dos bases fundamentales en la capacidad de un Estado para protegerse y tomar decisiones; en este contexto, el Ejército de Nicaragua desempeña un papel esencial. Como lo señaló el general Julio César Avilés, el Ejército constituye “un recurso de orden estratégico de la nación nicaragüense, porque sin descuidar nuestra principal misión, de manera flexible, empleamos fuerzas y medios para hacer aportes significativos a la seguridad de la nación”.
Por tanto, en Nicaragua, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional dirige una política de Estado encaminada a fortalecer la estrategia del Muro de Contención para combatir el crimen organizado, lavado de dinero, trata de personas, contrabando y otros delitos conexos. Esta estrategia se desarrolla en coordinación con diferentes instituciones estatales, logrando constituir un bloque monolítico sólido a nivel nacional que asegura un sistema de prevención compacto y fortalecido.
La lucha victoriosa contra el crimen organizado y narcotráfico es uno de los logros más destacados del Ejército de Nicaragua y las fuerzas de seguridad en general. Teniendo en cuenta que nuestro país se encuentra en una posición geográfica intermedia, los dispositivos de seguridad han desempeñado un papel crucial en la interceptación de narcóticos y la desarticulación de organizaciones criminales. Esta labor ha garantizado que tengamos el país con los indicadores más altos de seguridad ciudadana, contribuyendo también a la seguridad regional.
La participación del Ejército en operaciones de ayuda humanitaria y respuesta a desastres, es de primer orden. Ante situaciones de eventos naturales como huracanes e inundaciones, ha estado en la vanguardia de los esfuerzos de socorro en estas situaciones críticas. Su capacidad para movilizar recursos y personal rápidamente, ha salvado vidas y ha brindado apoyo esencial a las comunidades afectadas. Esto demuestra cómo el Ejército no solo defiende la soberanía del país en términos militares, sino que también trabaja para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
Hoy en día, además de su labor en materia de seguridad, el Ejército de Nicaragua cumple múltiples misiones: apoyo a la población ante desastres naturales y antropogénicos; acciones de búsqueda, salvamento y rescate; apoyo a instituciones que llevan a cabo tareas de acción social o encaminadas al desarrollo estratégico de nuestro país; cumple funciones de Policía Marítima con base a la Ley 399, Ley de Transporte Acuático; lucha contra el tráfico de emigrantes, piratería y pesca ilegal; participa en los planes de seguridad portuaria, contribuyendo a mantener la categoría de puertos seguros en Nicaragua; fomenta y participa con autoridades civiles en misiones de investigación científica y cuido de la fauna marina, entre otras misiones.
De manera que su compromiso con la protección y el servicio a la población nicaragüense es una función integral que, en el cumplimiento del deber, desarrolla con un alto sentido de solidaridad y de compromiso humanitario.
Contribución a la estabilidad en la región
Al mirar hacia el futuro, la institución está comprometida con la modernización, la capacitación y la profesionalización de sus fuerzas para estar a la altura de los desafíos del siglo XXI. El Ejército de Nicaragua continúa trabajando en estrecha colaboración con otros países y organismos internacionales para fortalecer la seguridad regional y la paz en Centroamérica.
Estas relaciones de cooperación las ha destacado el comandante Daniel Ortega al señalar: “…aquí en América Latina vemos cómo las fuerzas armadas de toda la región van logrando acercarse, van logrando integrarse, van realizando reuniones, no para planear invasión alguna, no para planear ataques contra otros pueblos, sino para fortalecer la defensa de los pueblos de la región latinoamericana y caribeña; para asegurar la paz de nuestros pueblos combatiendo el crimen, el narcotráfico; prestando solidaridad a los pueblos frente a las dificultades que provocan los fenómenos naturales. Esa es la agenda de los ejércitos latinoamericanos y caribeño, y esa es la agenda de los ejércitos centroamericanos”.
En consecuencia, el Ejército de Nicaragua trabaja en estrecha colaboración con otros países y organismos internacionales para fortalecer la seguridad regional y la paz. Asimismo, forma parte de la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas, un organismo internacional especializado formado para contribuir a la seguridad, al desarrollo e integración militar de la región, realizar operaciones humanitarias y operaciones de mantenimiento de paz en el marco de las Naciones Unidas.
En este organismo se funciona conforme a un plan de cooperación integral para prevenir y contrarrestar el terrorismo, el crimen organizado y actividades conexas, que incluye informes mensuales, trimestrales, semestrales y anuales de las amenazas y operaciones para contrarrestarlas, intercambio permanente de información y experiencias sobre operaciones militares y modus operandi del crimen organizado, entre otras coordinaciones operativas.
Este escenario de coordinación es valorado por el general Julio César Avilés, jefe del Ejército, en los siguientes términos: “(…) continuamos fortaleciendo las relaciones de amistad y cooperación con fuerzas armadas de países amigos, basadas en intereses comunes y el respeto mutuo, cumpliendo una intensa agenda internacional (…) con el anhelo de hacer de la región una zona de paz, libertad y desarrollo en beneficio de nuestros pueblos”.
El Trabajo de inteligencia para garantizar la paz
Si bien la paz es uno de los valores más preciados de la humanidad, un ideal que todos anhelamos y que es esencial para el progreso y el bienestar de las sociedades, debemos comprender que no es un estado natural, sino un logro que requiere esfuerzo, vigilancia y dedicación constante. Frente a los oscuros intentos desestabilizadores de los golpistas vendepatrias apadrinados por el imperio yanqui, el trabajo de inteligencia desempeña un papel crucial en la preservación y garantía de la paz.
La información y el análisis estratégico son de suma importancia para mantener la estabilidad en el país.
Los servicios de inteligencia trabajan incansablemente para obtener información y desempeñan un papel vital en la identificación y seguimiento de amenazas potenciales, así como el monitoreo de las actividades de grupos que pretendan atentar contra la estabilidad, sus financiadores y sus planes. Esto contribuye a evitar acciones que puedan socavar la paz y el bienestar del pueblo nicaragüense.
Nuestro homenaje a los hombres y mujeres que han dedicado sus vidas al servicio de la patria. Los caídos en cumplimiento del deber no solo representa la valentía en su forma más pura, sino que también es testimonio de un legado perdurable. Es importante que mantengamos viva su memoria para que las futuras generaciones comprendan el costo humano de la lucha por la libertad y autodeterminación.
Cada acto por la justicia y cada búsqueda de la paz son un tributo a su sacrificio y una continuación de su lucha. Su memoria vivirá por siempre, guiándonos en el camino hacia un futuro de esperanza y unidad, donde la paz y la justicia prevalezcan.
El aniversario del Ejército de Nicaragua es mucho más que una celebración militar. Es un recordatorio de la importancia de esta institución en la historia del país y su papel en la preservación de la soberanía y la seguridad nacional. Tenemos un Ejército que da vida al sentido más profundo del término nacional, como valor creador de identidad y de pertenencia comprometida con la patria, un Ejército con una doctrina patriótica y antimperialista herencia del EDSN y el EPS. Un Ejército surgido del pueblo que tiene como fundamento constitutivo de su acción aquellas palabras distintivas del sello del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional: Patria y Libertad.
(*) Profesor titular UNAN Managua: Cientista político, Investigador y Extensionista.