Jonathan Flores M
Cada vez más los medios de comunicación y la opinión pública internacional se han interesados en resaltar diversos acontecimientos relacionados con África. Este continente tiene una relevancia histórica incuestionable y representa un eje central de la geopolítica actual. En las últimas décadas África se ha venido posicionando como una región clave en la gestación del nuevo sistema mundial multipolar.
La estructuración de este nuevo sistema-mundo trae consigo una tensión global por los recursos naturales y ha evidenciado últimamente el reposicionamiento de las potencias tradicionales por mantener su hegemonía en regiones donde han impuesto procesos coloniales bajo políticas de ocupación, segregación racial, guerras internas e imposiciones culturales y regímenes políticos proclives.
El agotamiento de los recursos estratégicos que sustentan el modelo de producción global ha llegado a su punto crítico y las potencias extranjeras compiten para garantizar el suministro. África es un continente abundante de recursos, su mayor riqueza esta en su suelo, posee el 24% de las tierras cultivables a nivel mundial, tiene el 46% de las reservas de diamantes y el 40% de reservas auríferas (oro). En esto radica la gran paradoja de África, son países ricos en recursos con pueblos muy pobres.
África es el claro ejemplo de lo que se conoce como la “maldición de los recursos”, casi el 90% de las ganancias que resulta de la explotación de los recursos por empresas transnacionales es repatriada hacia los países fundamentalmente occidentales, mientras un alto porcentaje de sus poblaciones viven en la miseria y no tienen un futuro prometedor.
El control por los recursos mineros se ha convertido en el eje central de la geopolítica africana, actualmente este continente representa un lugar relevante para la reconfiguración de las relaciones internacionales y principalmente el juego entre potencias tradicionales y las potencias emergentes.
El acercamiento de China en África ha puesto en alerta a países europeos y a Estados Unidos, puesto que China ha logrado establecer relaciones estratégicas con diversos países africanos garantizando una relación de intercambio de recursos, tecnologías, infraestructura, préstamos y cooperación diversificada. Las relaciones entre África y China han incrementado la actividad de la geopolítica occidental, en un momento en que su influencia se ha mermado en diversas regiones del mundo.
Escenarios posibles y complejos
Los recursos naturales de África la sitúan en dos grandes escenarios posibles y complejos a la vez: en primer lugar, estos países pueden definir una política de gestión estratégica de sus recursos naturales para posicionarse como un actor relevante en la política mundial, estableciendo nuevas relaciones de intercambio con diversos actores emergentes que le permitan romper con el dominio neocolonial occidental.
El segundo escenario es que la disputa por el dominio de los recursos estratégicos por parte de actores hegemónicos pueda incrementar y volatilizar los conflictos internos que afecten la gobernabilidad soberana de la región africana, favoreciendo la injerencia extranjera y la instalación de gobiernos alineados a las potencias occidentales.
La geopolítica actual de África se caracteriza predominante por ser una geopolítica de los recursos naturales, situándola como una región estratégica para el funcionamiento del modelo productivo global. El acceso y propiedad de los recursos naturales ha propiciado la rivalidad entre potencias mundiales y, al mismo tiempo, pone en vilo la seguridad energética de Europa, por lo que África -como ya se ha venido afirmando- es una región en disputa.
Con la salida del poder del presidente pro-occidental Mohamed Bazoum y el control del país por parte del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria en Níger, se ha puesto en evidencia los intereses y el rol de los países occidentales en África. Incluso la amenaza a sus intereses e influencia en la región ha llegado a considerar el apoyo de una invasión militar por parte de Francia y sus aliados para recuperar su control sobre la política nigerina y garantizar sus intereses en la región, que han sido claramente amenazados.
El Sahel es una región estratégica para Europa y principalmente Francia. El Sahel es una franja territorial que se extiende desde el océano Atlántico hasta el Mar Rojo, atraviesa los países de Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso, Níger, norte de Nigeria, Camerún, Chad, Sudán y Eritrea, países que en su mayoría fueron colonias francesas. Es una región rica en recursos mineros, pero se le conoce como el cinturón del hambre debido a las múltiples crisis que atraviesan estos países que todavía no se han despojado completamente de la influencia las potencias coloniales europeas.
Níger y los intereses occidentales en el Sahel
La región del Sahel representa la frontera sur de Europa, por tal motivo ocupa un papel relevante para sus intereses geoestratégicos no solo en términos de seguridad regional, sino de acceso, explotación y contrabando de los recursos estratégicos de los que se han apoderado desde hace más de dos siglos. Desde mediados del siglo XIX varios países del Sahel incluyendo Níger fueron colonizados por el imperio francés.
El colonialismo europeo sobre África es reciente y a pesar de que estos países lograron encabezar procesos de independencia, la influencia de las potencias coloniales en la región sigue vigente. Las múltiples crisis que atraviesa esta región africana tienen sus causas en la injerencia política, militar y geopolítica impulsada por Europa.
Níger es un país rico en uranio, un mineral cada vez más cotizado y codiciado por las potencias industriales. Este país africano es el cuarto productor de uranio a nivel mundial y es el principal proveedor de este mineral para Francia, mineral estratégico para la seguridad energética de este país europeo.
No es casual que la militarización y ocupación extranjera de países europeos encabezada por Francia se haya extendido desde Mali hasta Níger. La presencia de bases militares francesa y estadounidense en Níger han permitido el control y explotación las minas de uranio; por mencionar dos de las más importante, las minas de Arlit y Imouraren que están bajo el control de Francia.
En el contexto actual, la seguridad energética es el talón de Aquiles de la Unión Europea. En primer lugar, el conflicto entre Rusia y Ucrania tensaron mucho más las relaciones entre Moscú y los países miembros de la OTAN, reduciendo sustantivamente el suministro de petróleo y gas natural por parte de Rusia como resultado de una artillería de sanciones impuestas a Rusia con efecto bumerán para la propia Unión Europea.
Por otra parte, el cambio de regímenes políticos en la región del Sahel ha puesto en jaque el suministro de minerales importantes para la industria tecnológica y energética de Europa, desencadenando la posibilidad de una mayor injerencia extranjera.
La abundancia de los recursos naturales en regiones como África es contradictoria con los niveles de desarrollo alcanzados en la región, sus causas son históricas y geopolíticas, se vinculan al pasado colonial y al neocolonialismo al que todavía están sometidos muchos de sus países.
El saqueo sistemático neocolonial no ha permitido vincular la gestión de sus recursos naturales con sus proyectos nacionales. Lo que indica que la independencia, la soberanía y la autodeterminación son principios y condiciones universales para la realización de los pueblos del mundo.
Fuentes consultadas
Lozada, A. (2018). El Sahel: un enfoque geoestratégico. Real Instituto Elcano. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/el-sahel-un-enfoque-geoestrategico/
Ramdoo, I. (2019). El África de los recursos naturales. IISD. https://www.iisd.org/system/files/publications/africa-recursos-naturales-vangaurdia-es.pdf
Resumen Latinoamericano. (12 de agosto de 2023). Níger. Francia y el saqueo del uranio. https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/08/12/niger-francia-y-el-saqueo-del-uranio/
*Máster, docente e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua.
Las relaciones de Africa con CHina y Rusia crean las nuevas reglas de juego en el derecho internacional que ponen fin a la política de dominación y emerge una una relación de justicia y dignidad para los pueblos africanos y del mundo.
El apoyo de china para un país que ante el mundo entero está sumergido en la miseria, ayudará a que los recursos y bienes que poseen sean,de utilidad para surga una África libre y de gran crecimiento económico, político y social.