- 6 momentos del injerencismo y de la lucha patriótica
Fredy Franco (*)
Como en 1855, cuando los llamados democráticos o liberales pidieron, contrataron y trajeron a un grupo de filibusteros para intervenir y decidir sobre nuestros asuntos nacionales, hoy de nuevo los vendepatrias y traidores piden y se subordinan al intervencionismo yanqui, pretendiendo derrocar un gobierno constitucional y legal, y de esa manera violentar la paz y la soberanía de la patria.
El injerencismo yanqui hoy apoya y financia el Golpe de Estado y la desestabilización en Nicaragua a través de fuerzas oligárquicas vendepatrias y traidoras, y usando a la OEA como instrumento de agresión contra nuestra patria.
Se reafirma la vieja historia de intervencionismo, que ha dejado atraso, dolor, violación a nuestros derechos humanos y soberanos por más de 163 años de política interventora gringa.
Pero también nuestra historia está llena de “vigor y de gloria”, está llena de victorias contra el intervencionismo extranjero, y septiembre está en la cúspide de la defensa de la patria, de su soberanía e independencia.
El 12 de septiembre de 1856 las fuerzas políticas legitimistas y democráticas se unieron a través de un acuerdo nacional conocido como el Pacto Providencial, que fue la premisa de la victoria, actuando juntos contra el interventor extranjero, los filibusteros yanquis, el 14 de septiembre de ese mismo año en la Batalla de San Jacinto.
Batalla de San Jacinto, que fue una victoria militar estratégica, ya que desde ese momento los patriotas de todas las tendencias, incluido el aporte de los flecheros de Matagalpa, lograron una ofensiva unitaria indeclinable, y que luego, junto al apoyo de la región, permitió derrotar militarmente a los filibusteros a fines de abril del año 1857, salvando nuestra soberanía y la de Centroamérica y evitando el peligro de crear estados esclavistas, propósito fundamental de William Walker.
Enemigos siguen conspirando
El 15 de septiembre conmemoramos y celebramos la Independencia de Nicaragua, en el marco de la Independencia de Centroamérica, proclamada un 15 de septiembre de 1821, hace 197 años. Independencia de Centroamérica y de Nicaragua que debemos seguir defendiendo y construyendo, ya que los enemigos de ella, el Imperio, sigue conspirando para que como país y región seamos presa de sus políticas expansionista e impositivas.
Debemos fortalecer nuestra patria Nicaragua, nuestra patria Centroamericana en todos los ordenes, para lograr nuestra Segunda Independencia, concreción de la libertad y autodeterminación de nuestros pueblos y naciones.
En un segundo momentolos malos hijos de Nicaragua trajeron de nuevo la intervención. En este caso los conservadores, entre 1909-1910, llamaron al yanqui para derrocar al gobierno liberal-nacionalista de José Santos Zelaya, haciendo de Nicaragua una neo-colonia entre 1910-1927, cuando Sandino enfrentó con dignidad la traición de las fuerzas políticas libero-conservadoras y la intervención yanqui.
Por eso recordamos el 2 de septiembre de 1927, la fundación del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional por Sandino, hace 91 años, quien derroto la intervención militar de los marines yanquis y los obligó a salir con el rabo bajo las piernas el 1 de enero de 1933.
En el Manifiesto de San Albino dijo Sandino: Nuestra joven patria, esa morena tropical, debe ser la que ostente en su cabeza el gorro frigio con el bellísimo lema que simboliza nuestra divisa Rojo y Negro y no la violada por aventureros morfinómanos yankees traídos por cuatro esperpentos que dicen haber nacido aquí en mi Patria”.
En un tercer momento los gringos, con el beneplácito de liberales y conservadores, impuso la dictadura militar somocista, que durante 45 años obedeció a los intereses de los yanquis, creando una Nicaragua dependiente y sometida. Fue el FSLN, como movimiento de liberación nacional y social, que derrotó –a la cabeza del pueblo- a la dictadura.
Unidad derrotó a los golpistas
En un cuarto momento las fuerzas libero-conservadoras derrotadas por el pueblo con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, recuperando la soberanía y la independencia de la patria, llamaron al interventor yanqui para -desde 1980 a 1990- desplegar una guerra de agresión contra nuestro país, afectando los logros económicos, sociales y culturales generados por la revolución.
En un quinto momento los Estados Unidos impusieron su política de injerencismo y sometimiento a través de los tres gobiernos neoliberales, que -entre otras cosas- renunciaron a la demanda que Nicaragua le había ganado a Estados Unidos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 1986, que los obligaba a pagar más de 17 mil millones de dólares por la guerra y destrucción que habían generado en Nicaragua en los años 80.
En un sexto momento y pese a la buena voluntad del presidente Daniel Ortega, de establecer relaciones de respeto y cooperación en los temas de interés común, desde 2007, cuando el FSLN regresó al Gobierno, se iniciaron acciones de conspiración para evitar llevar al país en la senda del desarrollo con soberanía, prosperidad y equidad por medio de un modelo de dialogo, alianzas y consensos que ha forjado la unidad de la nación para enfrentar los retos del desarrollo.
Los gobernantes estadounidenses vinieron conspirando, unas veces apoyando a partidos políticos, otras veces a ONG’s, empresarios, y medios de comunicación, entre otras acciones, buscando el momento para desatar una situación de Golpe de Estado al estilo de Gene Sharp, lo que lograron concretizar de abril a julio recién pasado.
Sin embargo, la unidad de los sandinistas y la vocación de paz de la mayoría del pueblo, derrotó el golpe terrorista y criminal, y poco a poco nuestra nación se levanta de la destrucción y daño humano causado por el Imperio a través de sus títeres y peleles en Nicaragua.
Por eso, en este mes de septiembre, Mes de la Patria, Septiembre Victorioso, debemos reafirmar nuestra conciencia y compromiso patriótico en defensa de la soberanía y de la independencia, contra la intervención y dominación extranjera, y contra los traidores y vendepatrias.
(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.