Manuel Espinoza Jarquín (*)
Show must go on. (El Show debe continuar)
Desde finales del 2021, hasta mediados de enero del corriente, unas 150 mil tropas rusas se habían dislocado cerca de las fronteras con Ucraina en realización de ejercicios militares. Los norteamericanos advertían, que estas atacarían a Ucraína y que la respuesta de Occidente sería destructiva para Rusia.
¿Por qué, aun cuando las tropas rusas, comenzaron a desmovilizarse, tras el fin de los ejercicios, los voceros de la Casa Blanca insistían en que la invasión era inminente? Fue algo, que causaba risa en los analistas y seguidores de las noticias internacionales, pues habían errado muchas veces en las diversas fechas, en que habían anunciado la invasión rusa.
La realidad, es que las tropas rusas iniciaron a moverse en dirección a sus bases militares al interior de Rusia, pero se regresaron y esta vez incursionando al territorio ucraniano en liberación de los pueblos pro-rusos en la parte oriental de Ucraína, desconociendo las verdaderas razones de Rusia, analistas y resto de seguidores de la situación coyuntural internacional evaluaron como sobresaliente las previsiones de la CIA y el Pentágono.
En ese juego de retóricas, hay miles de secretos y verdades ocultas, que solo las estructuras secretas de cada una de las partes conocían. Unos aseguran, que pudo existir la fuga de información desde el Kremlin, producto de agentes informantes rusos al servicio de la CIA, el Servicio de inteligencia británico (MI-6), el servicio alemán (BDN) o del israelí (Mossad).
Otros estiman, que son jugadas magistrales de la inteligencia rusa que, por diversos canales secretos, que incluyen hasta a “posibles” traidores o desertores de “doble bandera”, que les dieron a entender la posibilidad de esa acción militar a los occidentales. Lo anterior, en el entendido de una operación psicológica de inteligencia, en función de procurar respuestas a las serias demandas diplomáticas presentadas por Rusia a la OTAN en diciembre del 2021.
No sería la primera vez, que la inteligencia rusa opera así. Basta con recordar el caso del desertor de la inteligencia militar soviética (GRU), Oleg Penkovsky, que les alertó sobre la posibilidad de la instalación de cohetes nucleares en Cuba en 1962, pero que al final con toda la trama, que tuvo la operación “Anadir”, que logró evitar, que los EEUU invadiera Cuba y destruyera al gobierno cubano.
Desde luego, que tanto los EE. UU y Rusia han estado planeando y preparando diversas acciones estratégicas, que modifiquen la estructura y el orden hegemónico global para unos o que éste, se mantenga en el status actual, para otros. Son casualmente los motivos y objetivos de cada parte beligerante, que justifican su accionar y conducta internacional. Recordemos, que “el fin justifica los medios y las formas”.
No hay duda, que La crisis alrededor de Ucraína, ha sido creada por las estructuras de poder gubernamental occidental, conocido como el “Estado Profundo”, en defensa y promoción de los intereses de las élites del “Poder Profundo” económico oligopólico occidental con claros fines de reforzar el orden de supremacía y hegemonía global a su favor, heredado tras la desaparición del sistema socialista, hace 30 años.
Pero, el 24 de febrero de este año, el mundo cambió para siempre. El orden político y de seguridad de post-guerra fría, empieza a mutarse o colapsar después de 3 décadas. Y no es que “LA OPERACIÓN ESPECIAL MILITAR DE RUSIA EN UCRAÍNA” tomara a las potencias principales occidentales por sorpresa. Solo era cuestión de tiempo, de nueva acumulación de fuerzas, recursos y de macro-planificación secreta.
Los norteamericanos esta vez, no solo esperaban la reacción rusa, sino que la venían provocando. Para eso desde el 2015, unos 33,000 mil soldados ucranianos, se habían estado preparando, especializándose en subversión y sabotaje en bases norteamericanas en la Florida y dentro de la misma Ucraína a la espera del ejército ruso.
Además, el Servicio Nacional Clandestino de la CIA, más conocido entre los expertos como, la División de Operaciones y sus análogos en la Agencia de Inteligencia Militar (DIA) del Pentágono y el Servicio Secreto de Inteligencia británico (MI-6), han estado desde hace más de 10 años desarrollando un sinnúmero de operaciones secretas por toda Europa en función de su estrategia en Ucraína contra Rusia.
Estas operaciones, van desde las acciones básicas como, la recolección de información abierta y secreta de diversos objetivos de interés operativo y estratégico, el reclutamiento de individuos en función de la penetración de todo tipo de instituciones públicas (incluyendo ejército y órganos de seguridad), privadas y civiles, que incluyen las mediáticas, de la sociedad civil y organizaciones políticas.
El golpe de Estado orquestado por los EE. UU en el 2014, contra el gobierno legítimo ucraniano de Víctor Yanukovich, demostró lo eficaz de todas esas actividades, arriba mencionadas de los servicios de inteligencia anglosajones, sobre todo con el uso de agencias fachadas para la cooperación internacional para el desarrollo como la NED, USAID, Freedom House, OXFAM y otras muy bien conocidas en nuestro país.
Como bien sabemos, el motor de toda operación, son los recursos económicos con los que se cuenta y estas agencias, dinero es lo que más tienen hasta para tirar al aire y las filas de los que quieren recibirlo son también enormes. Solo en las cajas fuertes de los jefes de estación de la CIA y MI-6 en diversos países, tienen millones de dólares en efectivo, en sus oficinas ubicadas dentro de sus embajadas, como en los centros ilegales de inteligencia (oficinas secretas que los servicios de contrainteligencia locales no pueden ubicar) para reclutar a presidentes, ministros de defensa, diputados, magistrados, y todo aquel agente colaborador, que valga el precio por la información o su gestión a favor del servicio secreto.
De estas capacidades, no hay ningún país, que se escape y de que agenturas completas (redes de agentes) colaboren en función de los objetivos de política exterior de los países que representan esos servicios secretos. Ni Rusia se escapa de la capacidad de penetración a todo nivel, como tampoco los británicos, norteamericanos de la actividad de la inteligencia rusa en sus propios países.
Este viejo juego, se ha conducido hasta la saciedad en Ucraína y por eso este país, hoy es el campo de batalla de las potencias. Y como solía decir Willian Casey, (archienemigo del sandinismo) ex director de la CIA; “ Sometimes you win, sometimes you loose!”. (¡A veces se gana y a veces se pierde!). Por eso, aunque la CIA y el MI-6 lograron ganar en su segundo intento de revolución de color (naranja #2) en Ucraína en el 2014, colocando en el poder a los que ellos deseaban instalar con la clara ayuda fachada del Departamento de Estado, la respuesta rusa fue pronta y contundente.
La guerra tradicional de inteligencia (descrita arriba) entre la CIA, el MI-6 en contra del Servicio Ruso e Inteligencia Exterior Rusa (SVR) por el poder político y económico en Ucraína, fue superada por operaciones geopolíticas de política exterior, como la integración de la Península de Crimea a la Federación Rusa y la separación de Ucraína de las regiones pro rusas de Lugansk y Donetsk, que se declararon independientes de Kiev.
De todas maneras, no es la primera vez, que la contrainteligencia e inteligencia rusa, usa a Ucraína como queso, para el ratón en su lucha contra la OTAN. Desde los años 50, usan una estrategia de gambito en Ucraína, donde debes decidir o “la tomas o la dejas”. Inclusive los rusos aprovecharon el golpe de Estado montado por la CIA del 2014 en Ucraína, para ampliar el abanico geográfico en su accionar y producto del paquete de sanciones impuestas a Rusia tras Crimea, en el 2015, Rusia respondió también entrando a asistir a su aliado en Siria, tras haber jugado un papel pasivo en Libia.
Y no es que Rusia no estaba preparada, o no quisiera antes entrar a esa guerra en Siria. Era solo una cuestión de tiempo y este se le acababa al gobierno sirio, pues sus pérdidas eran más que considerables y con el enemigo a las puertas de Damasco. Toda acción de ese tipo, tiene su tiempo, sus costos y las excusas razonables, que eviten aumentar el deterioro de las relaciones de conveniencia sobre todo económico, comercial y financiero entre las potencias.
Si recuerdan, en el 2015, Sergei Lavrov, ministro de asuntos exteriores y Mijaíl Fradkó, en ese entonces, jefe del SVR, llegaron en coche abierto y en caravana, desde el aeropuerto hacia la casa presidencial dando a conocer su entrada en el conflicto USA (+ OTAN e Israel + Turquía y Arabia Saudita) vs Siria y acentuando, que lo sucedido en Libia, no ocurriría, más aún si en este país Rusia tiene una base naval.
Por su lado, los servicios secretos anglosajones, desarrollaron, por poner un solo ejemplo, una colosal operación psicológica-cognitiva tipo (PR) para la masificación de la ruso-fobia (odio instalado), no solo en Ucraina sino en los países colindantes a Rusia, como Polonia, Rumania, la Republica Checa etc. Miles de millones de dólares fueron destinados durante los últimos 8 años, para financiar toda la red mediática, (prensa escrita, programas radiales, programas de televisión, redes sociales), ONGs, partidos políticos, logrando instalar así la ruso-fobia y hasta el nazismo en Ucraína.
La Directrices Centrales de Política Exterior
Estas tareas de inteligencia, pueden parecer aisladas, y no muy percibidas y hasta increíbles, pero pertenecen a acciones u operaciones de viejos planes Hitlerianos y polacos desde 1934 y durante la Guerra Fría contra la URSS, (El Proyecto Harvard para la desintegración de la Unión Soviética vía la gestación de las contradicciones multiculturales) o el proyecto Houston de los 90 contra Rusia ya tras el fin de la Guerra Fría, pero con los mismos fines.
Basta con echarle un ojo al plan estratégico de la “RAND Corporation” presentado en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos el 5 de septiembre de 2019, bajo el título «Overextending and Unbalancing Russia» (Sobre-esforzando y Desbalanceando a Rusia), que plantea como estrategia imponer a Rusia un despliegue excesivo para desequilibrarla y destruirla económicamente.
Hacer, que se maten entre rusos-eslavos (otro objetivo alcanzado de los servicios occidentales). Avanzar hacia la frontera rusa lo más posible integrando a la OTAN a países colindantes de Europa Oriental con Rusia (otro objetivo militar logrado) y dar el golpe masivo nuclear sorpresivo o simplemente amenazar a Rusia de tal manera, que logre de nuevo, el cambio estructural y de régimen como el logrado en 1991 contra la URSS.
Es el mismo motor, que mueve a la oposición en Kazajistán y que la inteligencia británica (MI-6) desde sus estaciones de operaciones en Ucraína trataron de primeramente dirigir un golpe de Estado a finales del 2021 y que los servicios de seguridad ruso y kazajo cortaron con gran éxito en pocos días. En segundo lugar, esta operación de “cambio de régimen”, tenía por objetivo dilatar la estrategia rusa de liberar militarmente al Dombas.
Los norteamericanos, ya sabían de los planes de liberación de Lugansk y Donetsk, por eso el director de la CIA, viajó a Rusia buscando como reunirse con el presidente Putin, pero tuvo que conformarse con encontrarse con su homólogo del SVR y del consejo de seguridad ruso. Ahí informó, que conocían sobre los planes y advirtió sobre la respuesta norteamericana y los aliados occidentales.
Simplemente era, otra medida para dilatar la acción rusa, pues la OTAN, tenía planeado invadir a inicios de marzo el Dombas y solucionar militarmente (genocidamente) los intentos de independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. De nuevo los rusos, que ya sabían de los planes militares occidentales, se anticiparon a la fecha e incursionaron primero en el Dombas. Simplemente era imperante actuar.
En los planes de la élite de poder económico-financiero occidental, (sobre todo el anglosajón), el uso de Ucraína como peón de ajedrez, se ha manifestado de diversas maneras en función de provocar a Rusia a reaccionar militarmente, solo que después, que ellos dieran la sorpresa militar, de tal manera, que generara la situación propicia a una respuesta económica financiera contundente para destruir la economía rusa y de estos planes, también estaban enterados en el Kremlin.
Al igual, que las razones de amenazas creadas por la CIA en Afganistán en 1978, (recomendadas por la misma RAND Corporation en su momento, que provocaron la entrada y la permanencia por diez años de un enorme contingente militar soviético), Rusia ha tenido nuevamente que entrar en una guerra en defensa de toda Ucraina y la propia supervivencia de la Federación Rusa.
Los intentos de integrar a Ucraína a la OTAN, los amenazantes ejercicios militares cercanos a la fronteras marítimas, terrestres y aéreas rusas con armamento nuclear en aviones y fuerza naval y los planes de instalación de armamento nuclear desde Europa Oriental apuntando a Rusia, la consolidación del nazismo en el poder político en Ucrania, el genocidio autorizado por el gobierno ucraniano durante los últimos 8 años, contra las poblaciones rusas y pro rusas del Dombas, la instalación de 30 laboratorios biológicos del Pentágono con fines de guerra biológica y bacteriológica, instalaciones secretas para la producción de armamento nuclear en Ucraína, es apenas parte del plan estratégico de la RAND Corporation y a su vez parte de las razones de la respuesta militar rusa y de la internacionalización de guerra global actual.
Todo esto estaba planeado por las agencias norteamericanas arriba descritas incluyendo al Departamento del Tesoro. Para muestra las 5,500 sanciones de todo tipo y sobre todo las de corte comercial y financiero, que occidente ha dirigido contra Rusia, según el plan de la RAND Corporation, que debe atacar su economía fuertemente dependiente de la exportación de gas y petróleo y lograr que Europa occidental disminuya su importación de gas ruso, reemplazándoles, por el gas natural licuado (GNL) estadounidense.
Igual, que en el plano de la guerra informativa. Las expresiones de odio contra los rusos y que son permitidas en las redes sociales estaban ya planeadas. Por eso no es nada raro, que senadores norteamericanos pidan, se asesine al presidente ruso. Son medidas, que establecen una seria ruptura en las relaciones de occidente con Rusia a nivel de 1946 cuando inició la Guerra Fría.
No es para menos la rabia de Occidente. A pesar de provocar a Rusia en base al conocimiento de su modus operandis de respuesta, tipo Abjasia, Osetia del Sur y la Península de Crimea y los supuestos planes de Rusia solamente hacia Donetsk y Lugansk, Occidente, albergaba cierta seguridad, que, por los niveles de dificultad económicas en la Federación Rusa, esta desistiría de accionar militarmente.
Un grave error de lectura y percepción de las nuevas capacidades militares, de respuesta económico-financiera y comercial y de los planes rusos de reconfigurar el orden global en un orden que la incluya y no la discrimine, ni le amenace más. Sobre todo, el actuar de Rusia es defensivo, no tiene 800 bases alrededor del mundo ni 7 flotas patrullando por todo el planeta. Ni está en la frontera con México o Canadá realizando operaciones de cambio de régimen para desde ahí amenazar letalmente con 30 laboratorios a los EE.UU.
La Asimétrica Respuesta Sorpresiva Rusa
Los servicios secretos rusos SVR, GRU y el FSB, sucesor del KGB, operaron de igual manera que sus homólogos occidentales, reclutando a tantos como podían y en todos los niveles en toda Europa, Canadá y los EE.UU. Sobre todo, en Polonia y la misma Ucraina, donde el éxito militar ha sido colosal. Casi el 50% de las armas entregadas por la OTAN a Ucraína ya están en manos del ejército ruso.
Estos servicios secretos por años han estado monitoreando las acciones de sus adversarios, los planes secretos y a su vez desinformándolos a tal punto, que le permitieron al presidente ruso, Vladimir Putin golpear la mesa muy fuerte, pasar a la ofensiva y con todas las opciones aún sobre esta.
La operación especial militar rusa, ya liberó la parte oriental pro rusa de Ucraína. Más de 6,000 bajas, que incluyen mercenarios y personal de la OTAN. De hecho, habría liberado toda Ucraína desde hace semanas, solo que ha conducido un tipo de guerra de ataque selectivo a objetivos militares tratando de evitar los daños colaterales en civiles. Avanza en la profundidad en territorio ucraniano, destruyendo al máximo, las capacidades del ejército en el que los EE. UU habían invertido miles de millones de dólares en casi una década. La operación tiene ya una lógica de liberación total de Ucraina del nazismo y de neutralizarla de los planes militares macabros de la OTAN.
Los negocios de los Biden y similares occidentales en Ucraína están destruidos. También la multimillonaria inversión en 30 laboratorios biológicos del Pentágono descubiertos y develadas sus intenciones macabras en la manipulación de patógenos y de su guerra biológica y bacteriológica contra Rusia. Bases navales y de entrenamiento de la OTAN construidas en puertos ucranianos destruidas y muchos asesores militares y mercenarios extranjeros aniquilados.
Las redes y estructuras golpistas como ONGs, y organizaciones políticas e ideológicas de odio en las que también han invertido millonadas están siendo desmanteladas, al igual, que el capital ucraniano anti-ruso. Alrededor de dos millones de ucranianos emigrantes refugiados en países anti rusos como Polonia y Alemania. Lo que generará serios problemas a las economías de estos países.
Ya ni se diga el efecto aleccionador a los países del báltico. A partir de esta experiencia deben de estar claros, si la OTAN los dejará a la indefensión como ha dejado a Ucraína. Casi destruida la estrategia de la OTAN de luchar de manera falsa contra el nacismo ucraniano, como lo hizo contra el terrorismo, en el entendido, que ambas fuerzas fueron creadas por ellos mismos, como una excusa para intervenir en tanto lugar aparezcan estos y erigirse como los libertadores.
Sorpresivamente la respuesta a las sanciones, han tenido un efecto bumerang sobre todo en Europa y los EEUU, que económicamente están muy mal y donde los efectos de las alzas de los precios del gas, la energía y el petróleo han sacudido el bolsillo de sus ciudadanos. Esto a largo plazo podría generar la tormenta perfecta para el levantamiento social que amenacen las estructuras de poder gubernamental.
Por muy extraño, que parezca, Alemania, Francia e inclusive Italia muestran serias tendencias de reusar a la política de los anglosajones contra Rusia, afirmando la posibilidad de una alianza geopolítica posible continental euro-asiática. Lo que en una situación de pre 3ra guerra mundial es indispensable analizar.
La Internacionalización de la Guerra
Muchos países de alta influencia global como China, la India, Pakistán, Emiratos Árabes, Brasil, México y Venezuela, se han unido a criticar el sistema de sanciones occidentales contra Rusia. Países de alto rendimiento en la producción del petróleo en Medio Oriente, han rechazado las propuestas de los EE. UU de palear la demanda del oro negro ante la ausencia del petróleo ruso. Para nadie es secreto, que esta es la oportunidad de golpear al dólar y toda la estructura financiera global occidental.
El 11 de marzo, Irán lanzó una docena de misiles a instalaciones israelíes y norteamericanas ubicadas en Irak. Con esta acción se abrió el segundo frente de la situación de preguerra mundial. Recordemos, que además de Ucraína, ya se libra una serie de conflictos de mayor nivel militar en Medio Oriente. Arabia Saudita vs Yemen, Arabia Saudita vs Irán, Israel vs Siria, Palestina e Irán, Turquía vs Siria.
Bienvenidos a la Guerra Fría 2.0
¿Hacia dónde nos lleva la Crisis en Europa? Todo lo anterior apunta a la extensión de un conflicto a una mayor escala y en formatos económicos-financieros, comerciales, informativo – psicológico, de alto riesgo, que nadie puede asegurar ni cuando, ni cómo terminará y sobre todo que orden repondrá al orden de post Guerra- Fría actual y por quien estará dominado.
15 marzo, Biden firma un decreto sobre asistencia a Europa Oriental por un monto de 13.600 millones de dólares en ayuda humanitaria y militar para contener a Rusia. De estos, 1,000 millones serán destinados en armamento antiaéreo de “mayor alcance” y drones norteamericanos para Ucraína. Esta ayuda “no tiene precedentes”…, “Esta puede ser una batalla larga y difícil, estamos decididos a que Ucraína no sea una victoria para Putin”, dijo Biden.
16 de marzo, Rusia dejó de ser miembro del Consejo de Europa, lo que significa “manos libres para todos” a partir de adelante.
Hace tres meses nadie podía asegurar lo que vendría. Solo los servicios secretos de las potencias y pocos estadistas principales del planeta saben hasta donde desean y podrán llegar en el nuevo período de enfrentamiento. Mientras tantos más planes y más acciones se desarrollan por dar la sorpresa, generar la ventaja y alcanzar victorias estratégicas.
En todo caso, la principal lección aprendida para nuestro país, es no permitir los cambios de régimen que promueve la CIA y sus agencias de apoyo, como el que coronaron en el 2014 y que intentaron llevar a cabo en Nicaragua en el 2018. Todos los males, que padece hoy Ucraína, tienen una sola fuente y un solo origen. Es la vieja estrategia de los EEUU de dominar al mundo.
(*) Especialista en Relaciones Internacionales.