Por: Manuel Salvador Espinoza
28 febrero 2022.
La OTAN inicia la Guerra fría 2.0 contra Rusia.
Estamos presenciando de manera muy cruda la reconfiguración del orden mundial como un proceso, que pasa de las aspiraciones norteamericanas de su poder en un mundo unipolar al multicentrista. Asombrosamente su modificación se está dando, desde el desafío a los fundamentos construidos a partir de 1945, tras el fin de la IIGM, que dieron lugar a un periodo bipolar en las relaciones internacionales. En este periodo, se trata de la contención de una de las estructuras por excelencia del poder occidental capitalista como es la OTAN.
Comúnmente hablamos de traslapes en el proceso de modificación de un tipo de orden a otro, sin embargo, es muy complejo percibir cambios abruptos como el que se estan llevando a cabo en estos últimos dias. Inclusive, el ejemplo en el campo económico, comercial y global a favor de China, nos sugiere un serio debilitamiento de las estructuras de occidente, sin embargo, no ha tensado tanto al planeta como el formato militar, que inició el 24 de febrero con la operación especial rusa en la región del Dombas en Ucrania.
Todo nos está sugiriendo, que para, que un orden multicentrista se establezca, la lucha tal y como estaba establecida durante la Guerra Fría, tiene aún una continuidad en mucho de sus causales, componentes e inclusive formatos aún más peligrosos. Basta con ver el nuevo paquete de sanciones económica , que pretenden aislar tras una cortina de hierro a Rusia, como lo hicieron con la URSS. Y la URSS logró romper el cerco. Por eso, no es correcto analizar las acciones de Rusia, bajo el pesimismo y agresividad o solo bajo la óptica del poderío occidental. En todo caso una visión holística es la primera, que se debe de interpretar a la luz de las condiciones existentes, que pueden modificar al sistema internacional.
Fin de la Gran Europa.
Rusia ha emprendido una macro acción revisionista de su política exterior hacia Europa y de su estrategia de la construcción de la “Gran Europa” y está más, que clara de lo que deberá contener tras la respuesta de occidente. ¿Era esta necesaria ahora y por qué? ¿Qué tanto fue obligada o inducida, para que Rusia rompa con Europa? ¿Podrá Rusia rescatar algo de lo construido en los últimos treinta años a nivel bilateral con alemana, Francia e Italia? Aún está por verse.
Escuchando con atención al presidente, Vladimir Putin, no le han dejado otra opción, que romper con una estrategia, que buscaba ser parte del concierto pro occidental conducida con mayor acento desde el periodo de Gorbachov, pero ante las constantes medidas ilegales de sanciones y amenazas militares, inminentes a la sobrevivencia de la soberanía rusa, no habia otro camino, que el de fracturar el poderío militar europeo en función de estructurar un nuevo sistema de seguridad europea, un tanto parecido al creado en febrero de 1945, meses antes del fin de la IIGM durante la conferencia de Yalta.
La única diferencia de este nuevo sistema a construir con el anterior, es que puede ser construido después de una costosa guerra en vidas humanas y el atraso económico para todos o antes de una conflagración global. Que tanto la OTAN está dispuesta a modificar su propia visión de seguridad exclusiva, solo podrá ser definido por el juego de la “gallina” muy estudiado en las teorías de las relaciones internacionales.
Con el paquete de sanciones en aumento, que están iniciando a implementar, tras el reconocimiento por parte de la Federación Rusa a las repúblicas de Donetsk y Luhansk, occidente puede avanzar en varias etapas en el juego de “la gallina” y golpear duramente a Rusia, hasta decidir cuando decide detenerse o continuar aun con muchas pérdidas para occidente tambien. Occidente está claro, que Rusia por los golpes económicos recibidos, jamás responderá militarmente con su arsenal convencional y nuclear. Ellos ven a la “confrontación controlada” como la clave del éxito.
Mientras tanto, Rusia está obligada ahora, no solo llegar hasta el final, de lo que inicio, sino ir con rapidez en la consecución de sus objetivos planteados en los muchos niveles de su estratagema construida. Esta está basada en “la Disuasión y la Contención” de Occidente.
Hasta al limite de la Ucrania Oriental.
Lamentablemente, para Rusia y más para Ucrania, tienen que lidiar con la estrategia de la OTAN, de llevarlos al enfrentamiento y al odio con perspectivas históricas. Ahora es cuando la OTAN, inicia acciones de tipo tenaza, que le permita regar combustible de manera permanente y prolongada al conflicto entre rusos-eslavos. De ahí, que Rusia, debe de graduar el alcance de sus objetivos en tiempo y forma. O sea, entre la guerra rápida o la prolongada.
El primer intento de entender los planes de Rusia en este nuevo conflicto con Occidente, para instalar un nuevo sistema de seguridad, está basado en:
La liberación y el reconocimiento de la parte oriental de habla rusa de Ucrania como una nueva república federativa. Llámese esta “Ucrania Oriental”.
Este es el plan, que menos problemas le traería a Rusia, pues el establecimiento del orden interno y la aceptación de la población en su gran mayoría de habla rusa, le permitiría cumplir con los tres objetivos planteados.
- Salvar del genocidio gubernamental al que han estado expuesto los pueblos de las regiones independentistas de la parte oriental de Ucrania.
- Desmilitarización del ejercito ucraniano, sustituido por uno local.
- Desnazificación del territorio oriental.
Hasta ahora dos de los tres objetivos casi han sido cumplidos y no se ve ningún impedimento en lograrlos. El conteo de la cantidad de los objetivos de infraestructura, instalaciones de radio localización, medios aéreos, terrestres y navales militares, destruidos a Ucrania son ya colosales y a pocos kilómetros de Kiev, la capital.
En cuanto al tercero, será una cuestión de tiempo, el limpiar del nacismo en el territorio oriental. De ahí, que el avance de las tropas rusas debe de ser preciso y decidido para repeler cualquier tipo de ofensiva de ucrania y sus aliados, al lograr instalar un régimen pro-ruso, con una nueva constitución y hasta una nueva capital reconocida por la misma Ucrania en los próximos encuentros de negociación diplomática.
De ahí, que es vital la toma de Kiev, que bien puede ser temporal, mientras se firman los nuevos acuerdos. Mientras Rusia se toma Kiev, ha logrado sentar a Ucrania por el camino de las negociaciones bilaterales, sacando así a los EE.UU y a la UE fuera del proceso de solución. Dejarle un Kiev como capital a la “Ucrania Occidental Neutral”, con nuevo gobierno pro-ruso, facilitaría su reconocimiento de la Ucrania Oriental, que desarticularía todo intento de no reconocimiento por parte de occidente y su afán de mantener la guerra en las costillas de Rusia.
Basta con ver el mapa electoral en Ucrania entre el 2010 y el 2014 para entender el resentimiento de la población de la Ucrania Oriental pro rusa, tras el golpe de estado dirigido por los EE. UU, en el vivo rostro de la Sub-secretario del Departamento de Estado norteamericano, Victoria Nuland, quien repartía galletas alentando al levantamiento en la Kiev ese año, tras la victoria electoral de Yanukovich. El mapa político electoral, nos permite entender, que la creación de la “Ucrania Oriental” en esta fase del accionar de la Federación Rusa, es el plan más apropiado a lograr.
Una Ucrania Oriental, por mucho, que occidente grite y alardee con amenazas de más sanciones aun, es algo que pueden aceptar al final, como ha sido con Abjasia, Osetia del Sur y Crimea anteriormente. No significa, que este resultado les obligaría a bajar los niveles y cantidad de sanciones, pero si contribuiría a no escalar más el conflicto entre la OTAN y Rusia en varios niveles.
La Liberación de toda Ucrania.
El cumplimiento de un plan mayor, que integre la liberación de toda Ucrania, en los tres objetivos planteados por el Kremlin, será más que desgastante para Rusia, mas no un imposible, si realmente tiene a China en su retaguardia. Sin embargo, este sería el mejor de los escenarios para los planes de la OTAN que tiene por objetivo la destrucción de Rusia a largo plazo.
De igual manera el cambio de régimen, que procure la desmilitarización del país, cambio en la constitución, y una Ucrania neutral, son objetivos siempre a alcanzar, sin embargo, Rusia no puede económicamente hacerse cargo de todo el país y más con el paquete de sanciones desde ya impuestas por occidente y un vasto territorio anti ruso, que socavaría sus bases desde adentro, manteniendo un circulo vicioso al igual, que en Libia o Siria. O más fácilmente dicho, un nuevo Afganistán para Rusia, como lo fue para la URSS. De ahí, que lejos está vislumbrar, a una triada armoniosas que integre a Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
Rusia necesita con mayor rapidez, lograr objetivos significativos, que le procuren en la mesa de negociaciones mayores avances en sus dos niveles de estrategia, tanto para el Dombas o para toda Ucrania. No solo tiene, que aprovechar a China y las relaciones estratégicas enfocadas en destruir las capacidades occidentales, sino que aun con todo occidente que está dividido por ahora y no tiene planes en conjunto bien definidos contra Rusia.
Es posible que, a la vuelta de la esquina, se unifique más la alianza política occidental, pero que se debilite su alianza cuando en cada país, logren entender lo perjudicial, que resultará todo el conjunto de sanciones, en un mundo tan interdependiente y la entrada de china en el conflicto a favor de Rusia. Por ahora el tiempo apura a Rusia.