- Ex miembro del Grupo de los 12, leal, sincero y crítico
- Ministro de Reforma Agraria de la Revolución Sandinista
- Criado en el Río San Juan, se convirtió en un experto campisto
- La trágica muerte del hermano espía durante la Guerra Fría
David Gutiérrez López
El hombre flaco, alto, chele, pecoso, se levantó abruptamente de la silla y visiblemente contrariado expresó en tono fuerte ante sus compañeros y amigos, durante una reunión sostenida en Costa Rica, a finales de 1977: “Yo no vuelvo a firmar ningún comunicado más contra Somoza, si no decidimos aquí, regresar a Nicaragua, donde debemos dar la lucha”.
Así recuerda, a sus 89 años de edad, haber protagonizado este episodio Ricardo Coronel Kautz, uno de los miembros, de los que se llegó a llamar el Grupo de los 12, el mismo número de los apóstoles que siguieron a Jesús en la búsqueda de la paz y la libertad.
Fue un día de julio del año 1977, cree recordar, cuando el empresario Felipe Mántica le invitó a él y otros nicaragüenses para reunirse en su casa de playa en Poneloya, León, donde discutirían la propuesta por parte del FSLN de constituir un grupo de apoyo, que de casualidad con el tiempo lo conformaron doce personas.
La reunión obedecía a la solicitud de un miembro del FSLN en Costa Rica y mi hermano Carlos, que ya actuaba allá, a algunas personalidades ligadas a la vida económica, social y política de Nicaragua, (no vinculados al somocismo), preocupados seriamente por el rumbo de los acontecimientos que se desarrollaban en el país, la cada vez en ascenso lucha armada y política que dirigía el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), contra el somocismo y su Guardia Nacional (G.N), para concertar una nueva reunión, esta vez en Costa Rica, donde un miembro de la DN propuso la conformación de ese grupo de forma definitiva.
Desde el 13 de octubre de ese mismo año, guerrilleros del FSLN iniciaron la Ofensiva de Octubre Victorioso con los ataques a los cuarteles de la Guardia Nacional (G.N) en San Fabián, Ocotal, San Carlos, Río San Juan, Masaya (17 de octubre). Somoza y sus guardias sintieron por primera vez los efectos de los ataques armados, al sufrir numerosas bajas y pérdidas de armas. El país se convulsionó y la represión se incrementó.
El 18 de octubre de 1977, el Grupo de los 12, constituidos en un grupo de empresarios, profesionales, intelectuales, sacerdotes y políticos, emitieron una proclama, donde establecían claramente, que, ante la situación de Nicaragua, no había salida política alguna, si no se tomaba en cuenta al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), entonces organización político-militar clandestina, perseguida por el dictador Somoza, a quienes tildaba de Sandino-comunistas.
Aterrizando en Nicaragua
En febrero del año 1978, el Grupo de los 12 aterrizó en Nicaragua en un vuelo proveniente de San José Costa Rica, (la exigencia de Ricardo se cumplió) aprovechando una tregua que el dictador Anastasio Somoza otorgó, al restablecer las garantías constitucionales, respetar los derechos humanos, la libertad de prensa y expresión.
Sobre este Grupo de los 12, pesaba orden de captura y enjuiciamiento del aparato represor del somocismo. Desde su llegada al país, comenzaron a movilizarse en círculos cerrados y abiertos explicando la lucha frontal del FSLN y anunciando que pronto surgirían sorpresas.
En las movilizaciones dentro de Nicaragua, en una ocasión, en León, mientras hablaban se cayó la tarima, finalizando el acto con algunos lesionados. En Ocotal, se reunieron los 12 en una pequeña plaza donde participaban unas 200 personas, no contaban con tarima, observaron un taburete y sobre el mismo subieron al orador.
Meses antes, en Cuernavaca, México, en casa de Carlos Gutiérrez, durante una reunión con José Benito Escobar, miembro de la Dirección Nacional del FSLN, los 12 le exigieron y lo convencieron de otorgarles la militancia de la organización, para representar con mayor fuerza al FSLN, Tendencia Insurreccional, (TI), de la que, en ese momento, Escobar era parte. Después, se reintegró nuevamente a la tendencia Guerra Popular Prolongada (GPP).
En esa reunión, Ricardo le regaló al guerrillero una camiseta, la misma que llevaba puesta el día que agentes de la Oficina de Seguridad Nacional (OSN), lo asesinaron en una calle del barrio Bella Vista de Estelí, el 15 de julio de 1978, crimen provocado por la delación del traidor Marvin Corrales Irías, quien todavía vive en Somoto.
De aquel entusiasta grupo de los 12, algunos han fallecido en santa paz, leales a Daniel, como el recordado sacerdote y canciller de la paz Miguel D ́Escoto, otros han dejado este mundo con resentimiento, algunos que siguen vivos, escriben cuentos, adversando a la revolución con la marca de la vergüenza de ser informantes de vieja data de los órganos de inteligencia del imperialismo yanqui.
Los doce estaban constituidos por dos sacerdotes católicos Miguel D ́Escoto y Fernando Cardenal, Felipe Mántica, Sergio Ramírez, Ernesto “Tito” Castillo, Carlos Gutiérrez, Ricardo Coronel, Casimiro Sotelo, Joaquín Cuadra (padre), Emilio Baltodano, Carlos Tunnerman y Arturo Cruz (padre a quién Ricardo propuso como nuevo miembro en la reunión de Cuernavaca). Ricardo es el único de los 12 que se quedó firme, leal y consecuente con la Revolución y Daniel Ortega Saavedra (DOS).
Los gemelos del Río San Juan
Ricardo creció en medio del mugido de las vacas y el bramido de los toros, montando a caballo, ordeñando en amaneceres nebulosos, elaborando quesos ahumados, arando la tierra, escuchando poemas de su padre José Coronel Urtecho (autor de obras: Rápido Tránsito, Chinfonía Burguesa, Reflexiones sobre la Historia de Nicaragua, Pequeña Biografía de mi Mujer, No Volverá el Pasado) y lecturas de escritores nacionales y extranjeros, nadando interminables jornadas en el hermoso y majestuoso Río San Juan, donde aprendió los secretos de los hombres del campo y de la pesca, cuando vivían en la hacienda San Pancho, a unos 10 kilómetros al este de San Carlos.
Es hermano gemelo de Manuel Coronel Kautz, ambos crecieron desde los 28 días de nacidos, al cuidado de una “china” (niñera) a la que llegaron a amar, respetar y llamar “mamá Teresa” o “la negra”, como le llamaría con cariño doña María Kautz, la madre biológica, descendiente de alemanes que llegaron a Nicaragua en 1873, (atraídos por la noticia de la construcción de un canal interoceánico a través del Río San Juan) quien autorizaba a la niñera que les infringiera algún castigo a los hermanitos extremadamente hiperactivos y jodedores, que este 9 enero de 2022 celebran 89 años, llenos de salud y vitalidad.
Cuando los gemelos tenían unos siete años de edad, ya eran unos diestros campistos pero tuvieron que dejar la hacienda y trasladarse a Granada en 1943, a estudiar internados en el Colegio Centroamérica, donde cursarían hasta el tercer año de secundaria. A los 17 años, en 1951 viajaron a estudiar a Honduras a la Escuela Agrícola Panamericana, conocida como El Zamorano, donde se especializaron en lo que ya conocían en la práctica desde que nacieron, cuidando y criando ganado vacuno y en la agricultura.
Ricardo recuerda aquellos viajes de 14 horas, a bordo del viejo barco a vapor El Victoria, desde San Carlos a Granada o viceversa, junto a su mamá y otros acompañantes. Quienes más disfrutaban era él y su gemelo, corriendo por todo el barco, mientras surcaban el imponente lago Cocibolca hasta que entraba la noche y caían rendidos a dormir en el piso, casi siempre húmedo, por el fuerte oleaje que mojaba a todos por igual.
Al retornar a Nicaragua, una vez concluidos sus estudios en el Zamorano, Ricardo y Manuel vivieron en Managua, en tanto, sus padres se encontraban de viaje en Estados Unidos de Norteamérica y Europa. En 1954, ambos tenían 21 años de edad, se encontraban sin un centavo en la bolsa y sin “dónde caer muertos”.
Lograron conseguir trabajo en el Servicio Técnico Agrícola de Nicaragua, (STAN), un programa de colaboración financiado por los Estados Unidos, para la asistencia de productores agropecuarios del país, con técnicos norteamericanos y nacionales.
Fue en ese primer trabajo en el que Ricardo comenzó a conocer de las intrigas, las envidias, las habladurías, la chismografía, las atracciones sexuales, los chantajes y celos profesionales que en su formación limpia y sin malicia desde su niñez y adolescencia, no había conocido.
Esos comportamientos, recurrentes en algunos seres humanos, son una realidad de la vida, quizás por la mala levadura congénita de las que escribe Darío, en Los Motivos del Lobo, situaciones, que a él y su gemelo les causó desilusiones y hasta cierta repulsa, pero aprendió a entender, aceptar, manejar y convivir en esa difícil tarea de tolerar y conllevar las relaciones con las personas y compañeros de trabajo.
A la Universidad de Florida En 1955, obtuvo una beca para viajar a la ciudad de Gainesville, Estados Unidos, a estudiar en la Universidad de Florida. Se graduó en 1958 en Ciencia Animales. Un profesor de bioquímica, conocedor de sus excelentes calificaciones y sus amplios conocimientos, le ofreció una beca para continuar una maestría y luego un doctorado en nutrición animal, pero el gran amor al terruño lo hizo declinar esa oferta académica.
De retorno a Nicaragua, a la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), poco tiempo después la abandonó por que le otorgaron una beca para estudiar en Dinamarca, en la Industria Lechera La Salud, hasta donde viajó a realizar estudios en administración de Plantas y haciendas lecheras, conocimientos que le sirvieron para llegar a ser el Gerente en la planta procesadora de leche en Managua, llamada La Salud, que recientemente se había inaugurado con la novedad de producir leche fluida pasteurizada y en polvo.
Preso, acusado de envenenar la leche para los Managua
Después de mayo de 1959, tras el fracaso de la llamada “invasión de Olama y Mollejones”, la única guerrilla cuyos hombres armados, entraron por vía aérea, aterrizando en los llanos de Chontales, acción aventurera dirigida contra Somoza, por el periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en la cual se involucró su hermano Luis Coronel Kautz y varios de sus primos Chamorro Coronel. A Ricardo, lo fueron a buscar dos agentes de la Oficina de Seguridad Nacional (OSN).
Uno de los agentes, vestidos de civil, era el tenebroso y famoso torturador sargento Gonzalo Lacayo. Lo condujeron a la “Loma” de Tiscapa, símbolo del poder donde funcionaban la OSN. A Ricardo lo ubicaron en un cuartito en el que había un catre, haciéndole esperar un largo tiempo, hasta que fue llevado ante la presencia del teniente Agustín “el Coto” Torres, quién le dijo que en su contra tenía una acusación, por intentar envenenar la leche de la planta pasteurizadora que se distribuía en Managua.
La acusación era seria y malvada. Envenenar la leche que consumían niños y adultos para causar una mortandad, no tenía ningún asidero legal, ni prueba, ni lógica alguna, inculpación que Ricardo de entrada, rechazó.
Tiempo después, se enteraría que la acusación sin ninguna prueba, se debía a una intriga de un hijo natural de Luis Manuel Debayle (apodado Tío Luz y accionista de la Planta), tío del dictador Somoza y gerente general de la Empresa Nacional de Luz y Fuerza (ENALUF). Horas después, fue liberado al no encontrársele causa que demostrara algún indicio de culpabilidad.
Trabajando en el Ingenio San Antonio y el caso de las armas
Por contradicciones en la conducción administrativa del gerente de la planta láctea, Ricardo renunció a su puesto de jefe de producción y tras pasar varios meses en el desempleo encontró trabajo en el ingenio San Antonio (ISA) en Chichigalpa, de la familia Pellas, donde ya trabajaba su gemelo Manuel, lugar donde conoció a muchos profesionales que vivían en los apartamentos para los empleados.
Recuerda especialmente a Ricardo Pasos Marciaq, (escritor, filósofo, graduado en el Zamorano, autor entre otras obras del Burdel de las Pedrarias) como un “tipo excepcional”, quién llegó a trabajar al ISA en el control de plagas, participó en un movimiento guerrillero contra Somoza liderado por Indalecio Pastora.
Pasos Marciaq guardaba en su cuarto diversas armas, entre ellas, dos ametralladoras, fusiles y pistolas, las que algunas noches, después de la jornada laboral y en medio del infernal calor de la zona, Coronel Kautz le ayudaba a limpiar y aceitar aquel arsenal.
Una noche de 1961, un buen grupo de los técnicos solteros salieron al pueblo a tomarse unos tragos. En un burdel cercano al ISA, Wicho Rivas y algunos técnicos mexicanos departían con un teniente de la Guardia Nacional, quien se desempeñaba como jefe del cuartel cercano al ingenio. Coronel Kautz que se había quedado dormido en su cuarto, despertó alterado al escuchar una discusión, al asomarse, se enteró que el militar le reclamaba a uno de los muchachos por haberle quitado a una mujer.
La discusión pasó a otro plano, cuando el teniente, quizás con alguna información sobre las armas, golpeó la puerta de Ricardo Pasos y lo conminó a salir del cuarto, quien se negó, lo insultó y retó a que, si era muy hombre, entrara a sacarlo.
El oficial de la G.N totalmente borracho, después de haber casi tirado a golpe de culata y patadas la puerta, se marchó, pero regresó con dos soldados armados y de nuevo intentó sacar a la fuerza a Pasos Marciaq, momento que aprovechó Ricardo Coronel para decirle: “Teniente, si usted cree en Dios y tiene familia no abra esa puerta”.
El guardia pareció entender el mensaje de que su existencia estaba en peligro y a punto de desaparecer, bajó el rifle y se marchó con sus soldados. Pasos, estaba atrincherado con todas las armas bala en boca. Esa misma madrugada fueron escondidas en otro sitio y de esa forma, se evitó una posible tragedia sangrienta.
El hermano espía asesinado por los órganos de inteligencia de Alemania
Al finalizar la década de los años 50, el joven José Coronel Kautz, sexto miembro de la familia, expresó su deseo de viajar a la Universidad de Múnich, Alemania, dividida en dos, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, llamadas: La Alemania Federal, (RFA) alineada a los Estados Unidos y la Alemania del Este, (RDA) alineada al bloque de países socialistas, encabezados por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Luego de algunos años de estadía en Alemania, la comunicación con José, que en esos años era por vía telegrama o cartas que podían tardar entre tres o cuatro meses en llegar, se interrumpió. Tiempo después, a través de la embajada alemana, se enteraron que el joven nicaragüense con ascendencia alemana, había sido asesinado.
– ¿Cómo y en qué circunstancias ocurrió ese asesinato?
El 19 de agosto de 1961, marcó un día trágico para la familia Coronel Kautz, lo cual se convirtió en años de investigación. José, era un muchacho de seis pies de estatura y cifraba los 23 años de edad cuando fue reclutado por los servicios de inteligencia de la República Democrática Alemana (RDA) y al parecer, también por los de la República Federal Alemana (RFA), dividida por el famoso muro de Berlín, en tiempos de la llamada Guerra Fría, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial en mayo de 1945.
José Coronel Kautz y su amigo, el también nicaragüense Julio Torrentes Avellán, fueron ejecutados de un disparo en la nuca con una pistola Makarov, 9 mm, cerca de Berlín y sus cuerpos escondidos en una vieja mina. El asesino ejecutor fue Helmunth Scheithanuer, un oficial de enlace de la policía secreta de la RDA, nacido el 21 de octubre de 1927.
El autor del doble homicidio (que servía de enlace con los nicaragüenses) fue descubierto entre 1966-1967. En mayo de 1967, fue ejecutado después de una condena a muerte, situación con la cual los alemanes dieron por cerrado el caso. Sin embargo, los familiares de las víctimas estimaron que el homicidio se ejecutó, quizás por sospechas, de que los muchachos eran dobles agentes, que espiaban para ambas Alemanias.
Las investigaciones revelaron que el agente de enlace, los asesinó para despojarlos de 3 mil 500 marcos alemanes y otras pertenencias, en tanto, continuó reportando que ambos continuaban activos, trabajando para los servicios de inteligencia, quedándose él, con el dinero que era asignado a los nicaragüenses para el desempeño de sus labores de espionaje.
El 10 de septiembre de 1961, se encontró el cadáver de un hombre en un bosque del Distrito Belzing, por los libros que se encontraban en una maleta, se determinó que pertenecían a José. Un año después, se encontró el segundo cadáver, el de Julio Torrentes.
Los cuatro millones de indemnización
Los hermanos Coronel Kautz, en enero del año 2002, dirigieron una carta al señor Hans Petersmann, entonces embajador de la República Federal Alemana en Nicaragua, en la que establecen que la muerte de su hermano José causó “trauma” en sus padres y toda la familia, en tanto para “atenuar los daños físicos y psicológicos”, iniciaron una demanda civil al Estado Alemán solicitando una compensación económica de 4 millones de euros por el asesinato de su hermano, de acuerdo con Leyes Internacionales, respuesta que los cuatro hermanos todavía están esperando. Su hermana Blanca falleció recientemente.
El personaje
Ricardo Coronel Kautz, de militar, solamente lleva el apellido, pues nunca perteneció al ejército. Nació en Granada el 9 de enero de 1933.
Está casado con Silvia Pichardo Godoy desde el 28 de septiembre de 1963, con quien procreó a Silvia, Ricardo, Alfredo, Fernando y Eduardo. Es abuelo de 16 nietos y dos bisnietos.
En sus años juveniles fue un apasionado del béisbol, jugando en varios equipos y ligas de la época, ocupando la posición de jardinero central.
En 1950, llegaron a vivir a la finca Las Brisas, en Costa Rica, en el borde fronterizo con Nicaragua. En los años 1978 y 1979 esa finca fue vital para reuniones, trasiego de armas y avituallamiento para los guerrilleros del Frente Sur.
Es ingeniero agrónomo, con especialidad en desarrollo y nutrición animal. Fue integrante del Grupo de los 12. Después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, fue ministro de Reforma Agraria y después viceministro. Fue responsable del sector pecuario en Río San Juan y director de Producción Animal.
En 1990, durante el gobierno de la expresidenta Violeta Chamorro, una gran parte de la finca familiar, San Francisco, fue invadida por unos 150 hombres armados, con quienes después de dialogar, lograron negociar que les darían la mitad de las tierras y de todos los activos incluyendo la mitad del ganado de su propiedad para que entregaran el resto. Por esa expropiación, todavía no han recibido compensación. Él dice que “son los únicos sandinistas expropiados y no compensados” en todo Nicaragua.
Formidable historia de la vida de Dn Ricardo Coronel K; historias de viejos luchadores es bueno darles a conocer por un sentido elemental de justicia y reconocimiento y para que nuestros jóvenes conozcan y tomen conciencia que para llegar a tener la Nicaragua tranquila que hoy tenemos , ha sido gracias al esfuerzo y el sacrificio de muchos compañeros que dieron gran parte de su vida y hasta su sangre en la lucha de nuestro pueblo.
Ricardo no fue ministro de la reforma agraria…sino vice-ministro para policias agricolas.del MIDINRA
https://wikileaks.org/plusd/cables/1979MANAGU06282_e.html
Fue uno de los artesanos mas prominente de la politica de kupia kumi con los grandes empresarios supuestamente no somocistas y por tanto responsable de la fallida reforma agraria junto con su jefe Jaime Wheelock y su hermano Manuel Coronel Kautz.
Una politica que condujo a muchos campesinos a combatir el FSLN en el campo, desencadenó la guerra de los 80, con saldo de decenas de miles de muertos principalmente entre los jovenes nicaraguenses.
A Ricardo y a Manuel Coronel Kautz, la historia los recordara como autenticos contra-revolucionarios, pues condujeron una politica anti-campesina, contra los intereses de la nación. El infierno es lo unico que se merecen.
El infierno es el que están viviendo ustedes por golpistas, por destructores. Entiendan de una vez, que aunque les duela este gobierno sigue avanzando y haciendo obras. Les duele ver niños en la escuela, les duele ver el desarrollo de las Pymes, les duele ver las carreteras. El infierno es donde vas a ir a parar vos…
Entonces brother, no publicas mi comentario porque chima el zapato ?
Sabia que no te ibas atrever con esto. Pues no tienen ni moral ni capacidad de critica.
Pero ya sabes que yo sé, que muchos sabemos que estos tíos hicieron desastres – del Timal hasta el canal.
Esto es lo importante. Tenemos memoria y tenemos voz !
Nunca nos callaran.
El pueblo unido jamas sera vencido.
decile a la jefa !