Daniel llama a hacer un nuevo camino de paz

Daniel llama a hacer un nuevo camino de paz
  • Durante el acto del 40 aniversario de la toma del Palacio Nacional

El presidente Daniel Ortega llamó a todos los nicaragüenses a continuar dando la batalla por la paz y la reconciliación, tras los actos criminales del golpismo terrorista. “Que se vengan sumando cada vez más nicaragüenses a hacer un camino nuevo de paz, que es la que le vendrá a dar felicidad y progreso a todas las familias”, dijo el mandatario durante el acto en conmemoración del 40 aniversario de la toma del Palacio Nacional, y en el que recordó las gestas que se han dado en el mes de agosto como la jornada heroica de Pancasán y la gran Cruzada Nacional de Alfabetización. (A continuación, su discurso).

Hermanos nicaragüenses, familias nicaragüenses, y en la familia nicaragüense, en el centro de la familia, el alma de la familia, el futuro de la familia y de la nación, los niños y las niñas; en los hijos, en los nietos, en los bisnietos, ahí está. Y para esas generaciones que vienen creciendo, tenemos que dar todo nuestro esfuerzo, todo nuestro tiempo tenemos que darlo, para que estos niños, estos muchachos puedan crecer, puedan desarrollarse en una Nicaragua en paz, en paz.

Esa es la línea, Edén, vos sabés, ¡la paz! Te estaba escuchando, sí, estaba escuchando a Edén cuando estaba hablándoles… ¡en paz! ¡En paz! Esa es la línea: ¡la paz! Y bueno, con Edén, el Jefe del Comando Rigoberto López Pérez, hoy en el 40 aniversario de esa histórica gesta, aquí están algunos de los hermanos, de extracción totalmente popular, que se han mantenido firmes, leales, vienen de familias humildes:

El compañero del Comando Rigoberto López Pérez, José Hermógenes Hernández, alias “La Tunga”; el hermano José Santiago Pupiro Nicaragua; el hermano Porfirio Jalina Sánchez; el hermano Billy Ramírez López; el hermano Israel Ramírez Guevara; el hermano Miguel Rutilio Miranda; el hermano Emilio Mena Alba; el hermano Donald Pantoja Herrera; el hermano Juan Lorenzo Hernández; el hermano Eddy Olivares Hernández, y el comandante Edén Pastora Gómez. Parte del Comando; otros hermanos han fallecido ya, murieron en diferentes circunstancias.

El mes de agosto es un mes de fechas heroicas, y es que todos los meses del año tienen fechas heroicas. En los primeros días de agosto cayó en combate nuestro hermano Selim Shible. En agosto fue la Jornada Heroica de Pancasán, ahora 26 y 27 de agosto conmemoramos esa gesta heroica, donde compañeros sandinistas, guerrilleros sandinistas dieron su vida en la lucha por la paz. Ese es el objetivo, la razón de ser del revolucionario, del sandinista: ¡la lucha por la paz!

En agosto fue aquella gran hazaña, después del triunfo de la Revolución en julio del 79 vino aquella gran hazaña, aquella gran batalla contra el analfabetismo, la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización fue la gran batalla. Y cuántas fechas más, heroicas, en agosto. No hay día de agosto donde no tengamos una fecha heroica.

Y en estos días de agosto el pueblo está celebrando la recuperación de la libertad, porque este pueblo fue secuestrado, toda Nicaragua fue secuestrada, y se llenaron de dolor las familias nicaragüenses. Días duros, días terribles, ¡días de terror! Comunidades enteras, pueblos enteros, barrios enteros sometidos al terror, de quienes por su egoísmo promovían las desapariciones… Aquí tenemos a un niño con la foto de Bismarck de Jesús Martínez Sánchez. Lo secuestraron, y lo han desaparecido.

Siempre hay traidores y vende-patrias

Les decía, todo ese terror, todo ese horror que fue tan terrible como un terremoto, pero más terrible aún, porque no era la naturaleza provocando daños, provocando muertes, provocando destrucción, provocando incendios, sino que eran otros nicaragüenses a los que les envenenaron el alma, a los que llenaron de odio y los mandaron a matar a sus hermanos, para que nos matáramos hermanos contra hermanos.

Hasta el 18 de abril este era un país en paz, un país en crecimiento económico, un país con programas sociales extraordinarios que venían sacando de la pobreza a las familias más empobrecidas, y sacando de la miseria a la gente que estaba en la miseria y pasando a la escala de la pobreza. Porque ya sabemos, el que está en la miseria está en la situación más dura que puede estar un ser humano, que puede estar una familia.

Veníamos avanzando en esa lucha y, en medio de contradicciones naturales y en medio de profundas diferencias políticas e ideológicas, logramos crear una gran alianza entre trabajadores, empresarios y el gobierno, juntos, con un objetivo: erradicar el hambre, erradicar la miseria, erradicar la pobreza de nuestro país; e invitando a los Inversionistas también, de otras naciones, de otros países, a invertir tras ese objetivo.

Un país con una seguridad extraordinaria; un país que venía creciendo en la atracción del turismo, no solamente el nacional sino que también el turismo internacional; un país altamente calificado por los organismos internacionales y por la comunidad internacional, pero claro, siempre estaban ahí los que cargan odio y veneno, descalificando al país.

Desde que llegamos al gobierno nuevamente en el 2007, esos que quieren destruir a Nicaragua empezaron a lanzar odio, veneno, destrucción contra el pueblo, contra los pobres, contra las familias, porque al final de cuenta, cuando se le aplican a Nicaragua sanciones en el orden económico, el que sufre es el pueblo. Y desde entonces empezaron a pedir sanciones contra Nicaragua. ¡Vende-patria, sí! Sandino les llamaba “vende-patria” y les llamaba “peleles”.

Siempre están esos traidores, si hasta Cristo tuvo un Judas, ¡ya no digamos nosotros! Los Judas y los traidores yendo de rodillas allá a los Estados Unidos, a Washington, a rogarle, a pedirle al imperio que castigue a Nicaragua, pensando que con eso este pueblo se va a rendir o que este pueblo se va a vender. Han desfilado ahí, y siguen desfilando los traidores, los “vende-patria”, lo siguen haciendo y son sembradores de destrucción.

Odio convertido en muerte y destrucción

Como les decía, hasta el día 18 el país, 11 años, fíjense, 11 años en paz, en estabilidad. ¡Y no se aguantaron! Sabían que era necesario, como es necesario, es imprescindible, hacer reformas en la Seguridad Social. Porque ellos la habían quebrado, nos entregaron una Seguridad Social quebrada en el año 2007 y había que hacer esas reformas.

Y cuando el Seguro aprueba las reformas, en lugar de hacer una protesta pacífica, que perfectamente están en todo el derecho de hacerla, lo que hicieron fue un levantamiento criminal, armado, en contra del pueblo, en contra de las instituciones del Estado, y luego lanzándose ya directa y personalmente contra todo el que era señalado de sandinista.

Partieron de la consigna, así como los nazis decían: hay que acabar con los judíos, aquí estos nazis decían: hay que acabar con los sandinistas; destruyendo puestos de salud, centros de atención de la niñez, centros de atención de la mujer, hospitales, escuelas, universidades; los centros técnicos donde se capacitan los hijos de las familias esforzadas, de las familias pobres, de las familias trabajadoras, destruyéndolos y convirtiéndolos en centros de tortura.

Salió ahí todo ese odio que estaba escondido. Lo sacaban con sus palabras, es cierto, los sacaban con sus insultos antes de esa fecha, pero después salió el odio convertido en derramamiento de sangre, en destrucción, en torturas, en desapariciones. ¡Y querían desbaratar la economía!

Cómo se molestan en estos momentos, porque ellos quisieran que ustedes estuviesen encerrados ahí en sus casas, temblando y ellos cazándolos, buscando cómo asesinarlos. Todavía en estos días, en algunas de esas marchas que ellos llaman “pacíficas”, han asesinado a hermanos sandinistas. Asesinaron al hijo de Bernardino Díaz Ochoa, quien a la vez fue asesinado por la guardia criminal que nos impusieron los yanquis aquí con Somoza, el compañero Lenín; y su madre es Benigna Mendiola, una heroína campesina.

Ella y Bernardino eran dirigentes campesinos de allá de las comarcas de Matagalpa, del interior, del lado de Yukul, de esos lados, de La Tronca, de todos esos lugares, dirigentes campesinos que se incorporaron a la lucha del Frente Sandinista. Entonces capturaron, torturaron a Bernardino, y lo asesinaron; a Benigna también la capturaron.

A estar unidos y vigilantes

Y luego, a lo largo de esta dolorosa historia, de este doloroso calvario que ha recorrido Nicaragua, Benigna, ya viuda de Bernardino, tuvo otros hijos que cayeron luchando contra la tiranía, otros hijos que cayeron y familiares que cayeron durante la agresión yanqui en el período de 1980 a 1990. Estábamos conversando con Benigna un día de estos, y con dos de sus hijos, y son 13 los familiares que han sido asesinados; el último, Lenín, que lo asesinaron allá en Matagalpa en una marcha “pacífica”. Fíjense bien.

Les decía que todavía está ahí ese odio, ese veneno todavía no sale de la gente que se molesta cuando ve que los pueblos, que los municipios, que las ciudades van recuperando la normalidad; se molestan cuando ven que están allí la vende rosquillas, la que tiene la fritanga, la que tiene la pulpería, los que tienen su negocito, que están con el negocio abierto.

Quisieran los negocios cerrados y quebrados, ¡eso es lo que ellos quieren! Quieren ver destruida a Nicaragua, piensan que de esa manera ellos van a tomar el poder, y no se dan cuenta que el pueblo en estos días de terror ha descubierto cuánta maldad, cuánto veneno, cuánto terror puede provocar el ser humano contra sus hermanos.

Por eso es que, más allá de las provocaciones, más allá de los crímenes que siguen cometiendo, incendiando casas de hermanos (incendiaron la casa de una familia en estos días), tenemos que estar unidos, tenemos que estar vigilantes y que no crean que porque somos amantes de la paz y queremos la paz les vamos a permitir que nos sigan asesinando, que nos sigan torturando, que nos sigan agrediendo.

Nuestras marchas son pacíficas, son pacíficas nuestras marchas, estas marchas que se han realizado todos estos días no han agredido a nadie; son marchas por la paz, por la justicia, marchas contra el odio; y tenemos que seguir dando la batalla por la paz, y que no salga de nuestros labios como sale de la boca de ellos, que no salgan palabras llenas de odio y de maldad, deseándole la muerte o amenazando de muerte al prójimo. Nosotros no amenazamos de muerte a nadie, pero sí sabemos defender la vida de las familias nicaragüenses, de los hermanos nicaragüenses.

Y la ruta para que Nicaragua se siga recuperando, porque estamos en un proceso de recuperación y gracias a Dios Nicaragua se está recuperando… Claro que hemos tenido que pagar los costos de la destrucción. Cuando año con año para estos meses se mandaba a la Asamblea Nacional la reforma del Presupuesto, porque bueno, al inicio de año tenemos el Presupuesto que se aprobó el año pasado, ejecutándose, y ya para estos meses se hacían los cálculos si de lo que había sido presupuestado había un poco más de ingreso, y si había un poco más de ingreso entonces se podía distribuir algo en salud, educación, en el Programa Hambre Cero, en el programa de la chanchita, de la gallinita, en los paquetes alimentarios.

Actividades productivas se levantan

Y gracias a Dios todos los años, desde el 2007 hasta el 2017, la reforma que mandábamos al Presupuesto era porque había habido más ganancia, más ingresos para el país, y que por lo tanto había más dinero para repartir para los programas sociales, para la educación, para la salud. Ahora, por culpa de los malvados, no se les puede llamar de otra manera: ¡malvados! Por culpa de los malvados hemos tenido que recortar el Presupuesto.

Por culpa de los malvados han quedado muchos hermanos sin empleo, sin trabajo; por culpa de los malvados tenemos pendientes todavía la reforma de la Seguridad Social, porque ellos quieren que desaparezca la Seguridad Social y que los trabajadores se queden sin esa protección. Por culpa de los malvados tenemos un proceso de recuperación en el campo del turismo, ahí va avanzando, pero todavía no tenemos la cantidad de turistas que estaban ingresando a Nicaragua hasta el año pasado, incluso a comienzos de este año veníamos muy bien.

Entonces, tenemos que seguir luchando por la paz, porque la paz es fundamental para la estabilidad, para la seguridad; y para que, con paz, con seguridad, con estabilidad, las actividades productivas se están levantando. Y las están levantando, en primer lugar, los campesinos que producen los alimentos de los nicaragüenses, de todos nosotros.

Donde se produce el arroz y los frijoles allí se está produciendo a pesar del daño provocado, a pesar de que los bancos no están entregando el crédito como entregaban en otro momento. Pero allí están los campesinos dando la cara para garantizar los programas alimentarios de Nicaragua, y poder exportar también algunos de estos productos, como exportamos café.

Igualmente, de forma heroica vemos a las familias, a los hermanos nicaragüenses que son dueños de un pequeño negocio, cómo han instalado de nuevo, con toda la bravura, con toda la valentía han instalado el pequeño negocio, y se han multiplicado los pequeños negocios, y también medianos negocios, y también grandes negocios se empiezan a retomar.

Y la Zona Franca, después que las trancaron y que asaltaban las plantas de Zonas Francas para que no trabajaran, la Zona Franca en estos momentos ya ha recuperado y, aún más, han logrado generar un poco más de empleo del que había antes de esta ola tenebrosa de destrucción.

Todos a hacer un camino nuevo de paz

Entonces, a seguir trabajando por la paz, a seguir trabajando por la estabilidad, por la seguridad. Tenemos que confiar en primer lugar, en nuestras propias fuerzas, en nuestras propias capacidades, en nuestra propia inteligencia, que la tenemos los nicaragüenses, confiando en Dios que vamos a salir adelante, y vamos a recuperar, y más los niveles de crecimiento que teníamos antes de este desastre.

Y ninguna maldición para los nicaragüenses que tienen una conducta destructiva. A ellos les decimos: se están haciendo daño ustedes mismos, le están haciendo daño a su familia, le están haciendo daño a su comunidad, le están haciendo daño al pueblo de Nicaragua. Que se den cuenta que ese no es el camino para la felicidad de los nicaragüenses; ese es el camino para el infierno, y los nicaragüenses no quieren el infierno.

Y tenemos que buscar ahí en el barrio, en el vecindario, en la comunidad, cómo acercarnos a muchos hermanos nicaragüenses que en medio de toda esa hecatombe fueron arrastrados, pero que hoy están conscientes que fue un grave error. Entonces, hay que buscar cómo acercarlos y que se vengan sumando cada vez más nicaragüenses a hacer camino nuevo. Todos los nicaragüenses, todas las familias nicaragüenses a hacer un camino nuevo de paz, de reconciliación que es la que le vendrá a dar felicidad y progreso a todas las familias nicaragüenses.

¡Que viva el pueblo de Nicaragua!
¡Que el viva el 40 aniversario del asalto al Palacio!
¡Sandino Vive, la Lucha Sigue!
¡Patria Libre o Morir!
¡Y que viva Nicaragua, bendita y siempre libre!

Estamos aquí en la Avenida de Bolívar a Chávez, y estoy viendo aquí al Comandante, nuestro hermano Hugo Chávez, cómo nos acompaña; cómo nos acompaña nuestro hermano Nicolás Maduro, han atentado contra su vida recientemente, hemos condenado ese atentado. Es la locura, la desesperación de los que no quieren ver al pueblo en el poder.

Así es que en este día estamos con Chávez, estamos con Nicolás, estamos con el pueblo bolivariano, con el pueblo venezolano, como estamos también con el pueblo de Fidel, con el pueblo de Raúl, con el pueblo de Cuba; como estamos con el pueblo de Evo, con Bolivia, pueblo valiente, pueblo heroico; como estamos con los pueblos de Nuestramérica, que tienen dignidad y que son solidarios con el pueblo nicaragüense.

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