Fredy Franco (*)
1-Dario y Sandino, dos diamantes
Rubén Diario y Augusto C. Sandino representan y simbolizan la máxima expresión de la Identidad Cultural e Identidad Nacional del pueblo nicaragüense; la idea del progreso incluyente, de la Paz, la bandera de la libertad para Nicaragua y los nicaragüenses, el ideal de igualdad y justicia social, del sentimiento y convicción antimperialista.
Darío y Sandino son nuestros dos referentes universales, en lo cultural y en lo político, respectivamente; los dos tesoros nacidos en nuestro terruño para darnos conciencia y acción transformadora para luchar y tener Patria Libre.
Darío y Sandino, autodidactas ambos, tuvieron una clara conciencia del Mundo que vivían y vivíamos, que generó en ambos una visión transformadora y una alta sensibilidad humana en la lucha por un Mundo Mejor y una Nicaragua Mejor.
Recordando el poema “Calumnia” de Rubén Darío; no hay que olvidar el lodo lanzado contra el pensamiento y los ideales de ambos por las fuerzas conservadoras, reaccionarias y oscurantistas, que pretendieron desacreditar o anular la obra de Darío y Sandino:
“pero aunque el diamante todo/se encuentre de fango lleno,
el valor que lo hace bueno no perderá ni un instante,
y ha de ser siempre diamante/por más que lo manche el cieno”
El diamante sobresale en medio del lodo lanzado a través de la calumnia, y Darío y Sandino son nuestros diamantes, que siempre brillaron, avanzaron y vencieron pese al lodo lanzado por las fuerzas oligárquicas, oscurantistas y peleles de la época.
2-Rubén Darío, visionario, revolucionario, antimperialista
Darío aportó al Mundo, desde el español, una revolución cultural, poética, en la escritura desde el modernismo, y por eso se le considera el Príncipe de las Letras Castellanas.Construyó un acervo inmenso de variados temas, incluido la crítica social al deshumanizante Capitalismo y al Imperialismo de la Época. En su Obra Oda a Roosevelt, Darío advierte sobre el peligro imperialista:
“Eres los Estados Unidos, /eres el futuro invasor/de la América ingenua que tiene sangre indígena, /que aún reza a Jesucristo y aún habla en español”.
Realidad que comenzamos a sufrir con más fuerza después de 1909 tras el derrocamiento del gobierno liberal de Zelaya por la agresión de Estados Unidos.
Describe a los Estados Unidos como potencia agresiva; “Crees que la vida es incendio/que el progreso es erupción;/ en donde pones la bala el porvenir pones./No”.
8Realidad que comenzamos a sufrir con más fuerza después de 1909 tras el derrocamiento del gobierno liberal de Zelaya por la agresión de Estados Unidos.Describe a los Estados Unidos como potencia agresiva; “Crees que la vida es incendio/que el progreso es erupción;/ en donde pones la bala el porvenir pones./No”. Pero también le advierte que en su prepotencia no cuenta con algo: Dios, y que andan miles de cachorros sueltos de León Español, que son los luchadores por nuestra Identidad, soberanía y nuestro progreso. Es esa identidad mezclada con el aporte hispano que le hará frente a la América anglosajona materialista, expansionista y prepotente: “Tened cuidado. ¡Vive la América española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Se necesitaría, Roosevelt, ser Dios mismo,
el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder tenernos en vuestras férreas garras.
Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!”
Frente a un Mundo complejo, violento y deshumanizante, gobernado por las fuerzas oscuras y retardatarias, nos ofrece el poema Salutación del Optimista, que nos llama a la unidad; Únanse, brillen, secúndense tantos vigores dispersos; formen todos un solo haz de energía ecuménica”, y a luchar siempre con optimismo ylleno de “la celeste esperanza”,para avanzar y vencer frente a las adversidades.
Y también a rechazar las fuerzas del mal, agresivas y destructivas, como las fuerzas injerencistas y golpistas de hoy:“Abominad la boca que predice desgracias eternas, abominad los ojos que ven sólo zodíacos funestos, abominad las manos que apedrean las ruinas ilustres, o que la tea empuña o la daga suicida.”
Y por último, a sobreponerse con conciencia patriótica: si pequeña es la patria, uno grande la sueña”.
3-Sandino, Semilla de Liberación
Sandino enfrentó al Águila Imperial, de la que habló Darío, convirtiéndose en ejemplo para Nicaragua, para la América Indohispana y para el Mundo.
Sandino logró conocer y reunir lo mejor de las ideas transformadoras de la época: las ideas antiimperialistas, progresistas, las socialistas libertarias y espiritualistas, en su caso, la teosofía, para empujar su lucha de Patria y Libertad en Nicaragua.
Sandino, poseedor de una alta espiritualidad y humanismo, habló de la Fraternidad Humana, del Amor, que es Hijo de la Justicia Divina, de la Redención de los Oprimidos, de Luz y Verdad, para alumbrar y comprender el Mundo, hasta llegar a la explosión proletaria contra los Imperialistas de la Tierra, que era la Revolución.
Desde ese conocimiento, generador de conciencia y espiritualidad forjó una mística personal y de lucha colectiva que le imprimió el sello patriótico, de lucha disciplinada y sacrificada por el ideal patriótico y de liberación social.
En el Manifiesto de San Albino deja sentada su posición de lucha patriótica; “Los pesimistas dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá, el decoro nacional y que será redención para los oprimidos”.
Sólo esos ideales, esa alta espiritualidad y mística explican la forja y avance de sus ideales en medio de las mayores adversidades, para enfrentar al enemigo más poderoso de la tierra: el Imperio Yanqui, y no venderse ni rendirse.
No rendirse, y derrotar el componente militar de esa intervención: los marines yanquis, que salieron con la cola entre las piernas, derrotados por el “Pequeño Ejército Loco” de Sandino: el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, en 1933; ello fue un gran logro histórico y político alcanzado por Sandino y su movimiento.
Luego la lucha por la Paz en la coyuntura de 1933-1934, que era enfrentar la intervención yanqui, en sus otras expresiones políticas, económicas, culturales y geopolíticas; seguir enfrentando a las fuerzas oligárquicas vendepatrias y al componente militar dejado por los interventores yanquis: la Guardia Nacional, encabezada por Somoza.
Sandino logra firmar los Acuerdos de Paz con el Presidente Juan Bautista Sacasa, para superar siete años ininterrumpidos de guerra, desde 1926 a 1932, y pasar, con su movimiento a una lucha política en condiciones de libertad y paz por la liberación de Nicaragua.
Sin embargo, vino la traición y la acción imperialista, que articuló al somocismo y a la oligarquía conservadora vendepatria, que planificaron y ejecutaron el asesinato de Sandino el 21 de febrero de 1934, y toda una cruzada de represión, persecución y asesinatos contra el movimiento sandinista.
Pese al intento de desaparecer, esa y otra vez, muchas veces, al movimiento patriótico, libertario y de justicia social, creado por Sandino, no fue posible ni será posible.
Sandino creó un movimiento político revolucionario, el sandinismo, que quedó para la posteridad, porque sembró con él, con su movimiento, la semilla para derrotar la dominación yanqui en Nicaragua y a las fuerzas de derecha oligárquicas, vendepatrias y antipueblo.
Sandino, nació y continúa en el FSLN, en el triunfo de la Revolución Sandinista y en las acciones transformadoras de la época histórica actual y hasta la posteridad, mientras siga existiendo Capitalismo e imperialismo, y mientras se haga realidad la sociedad nueva, la Patria llena de Decoro, Liberación y Redención, seguirá vigente Sandino.
A los 105 años del paso a la inmortalidad de Rubén Darío y a los 87 años del paso a la inmortalidad de Sandino, el ejemplo de ambos alimenta permanentemente el carácter sandinista y también dariano de nuestra Revolución, como lo dijo Daniel; una revolución antimperialista, patriótica y popular, llena de altivez y de celeste esperanza.
(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.