Fredy Franco (*)
Carlos Fonseca nació un 23 de junio de 1936, y cayó enfrentando a la Dictadura Somocista y su sanguinaria Guardia Nacional, un 8 de noviembre de 1976, a los 40 años de edad.
Desde muy joven se preocupó y ocupó de los asuntos de Nicaragua, de su pueblo y el mundo. Estudioso de la historia y de la teoría revolucionaria, a la que acompañó consecuentemente en la práctica política revolucionaria por la transformación de Nicaragua.
Carlos estudió el legado de Sandino y su ejército patriótico, encontrando en él la clave patriótica y política revolucionaria para forjar un movimiento político alternativo a la derecha y al sistema político de derecha dictatorial, a las conocidas paralelas históricas liberoconservadoras que dominaban el escenario político-nacional desde de la independencia en 1821, y habían convertido a Nicaragua en un país entregado a los intereses extranjeros y al atraso, a la explotación y a la miseria al pueblo.
Podemos sintetizar el aporte revolucionario de Carlos en sus más de 25 años de lucha intensa a favor del cambio social y nacional de Nicaragua, de la siguiente manera:
1-Carlos le imprimió una ideología nacional revolucionaria al FSLN.
El primer gran aporte de Carlos Fonseca a la lucha revolucionaria nicaragüense fue encontrar en Sandino la base ideológica nacional de la revolución popular en Nicaragua: el sandinismo, del que derivó y forjó Carlos, luego el concepto de Revolución Popular Sandinista… Nos decía: “El héroe nicaragüense tuvo clara conciencia del papel determinante de la lucha armada en el logro de la definitiva independencia nacional y además se identificó con las ideas avanzadas de reivindicación social”.
2- El segundo gran aporte de Carlos Fonseca fue formar y forjar al FSLN como instrumento político revolucionario en beneficio del pueblo y la nación.
Fue Carlos Fonseca en su lucha constante en los años 50 e inicio de los años 60 que con su liderazgo y entrega consecuente fue uniendo a líderes de distintos sectores estudiantiles, obreros, campesinos, veteranos sandinistas y a luchadores anti somocistas, y que los unió en un solo Frente después de distintos esfuerzos guerrilleros y de formación de organizaciones efímeras que antecedieron al FSLN: ese frente fue el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Así como Sandino forjó un Ejército Defensor de la Soberanía Nacional patriótico, honesto, místico, sacrificado, leal y disciplinado, Carlos Fonseca formó y forjó al FSLN con esos principios y práctica revolucionaria, siendo fundamental la lealtad, la entrega desinteresada a la causa del pueblo.
Nos decía Carlos combatir por la felicidad del pueblo nicaragüense: “Los militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) combatimos en defensa del pueblo trabajador, combatimos por amor a la patria… combatimos por convertir en realidad nuestros sublimes ideales. En donde lo que prevalezca sea la justicia, el amor, la felicidad y la erradicación de actos inhumanos…” / “El Frente Sandinista, a la cabeza de las masas populares de Nicaragua, se sacrifica, no por alcanzar una mezquina migaja para el pueblo, sino por lograr una radical transformación social y nacional”.
3-Carlos forjó un FSLN firme, consecuente y leal a los principios sandinistas, y combatió intransigentemente a los vendepatrias y traidores.
Carlos Fonseca nos enseñó, comprendiendo nuestra dinámica histórica y siendo portador de elevados valores revolucionarios, la necesidad de que los militantes sandinistas seamos leales a los principios revolucionarios e intransigentes con los que los violan, con los traidores a la causa del pueblo, de la nación y la revolución.
Continuador de la tradición del General Sandino, desenmascaró a las fuerzas vendepatrias, responsable del sometimiento extranjero a la nación y en contra de los intereses populares.
Por eso Carlos Fonseca decía: “Declaramos que nos tiene sin cuidado el plomo del enemigo y el veneno de los traidores. El inexorable rumbo de la historia universal demuestra que la victoria definitiva pertenece a los explotados y oprimidos. Que el plomo del enemigo y el veneno de los traidores será derrotado por el fuego de los héroes y la sangre de los mártires”.
Algunos cobardes y traidores al FSLN surgieron en medio de la complejidad de la lucha y su no firmeza ideológica; en la lucha guerrillera de los años 60 y 70 unos se entregaron, se rindieron o se vendieron al enemigo; y luego han sido unos cuantos que se pasan con todo y cartuchera al enemigo imperial y oligárquico.
Pero, como dijo Carlos Fonseca, los traidores de siempre, los enemigos de siempre, “serán definitivamente derrotados”, y ahí está el digno pueblo nicaragüense y el consecuente Frente Sandinista de Liberación Nacional que los enfrentará y derrotará en todos los escenarios.
4-Aporte de Carlos para construir y defender la unidad del FSLN, como premisa de victoria.
Una primera gran tarea del gran Carlos Fonseca hasta 1961 fue forjar la unidad de las fuerzas patrióticas y progresistas dispersas de Nicaragua; y ya con el FSLN formado era asegurar esa unidad ideológica, política y organizativa del FSLN, que se fue forjando en medio de las complejidades del combate guerrillero sandinista, en medio de los reveses y adversidades, lo que mantuvo vivo y victorioso al FSLN fue la unidad en esas tres dimensiones, y es la que lo convirtió en la vanguardia revolucionaria indiscutible del pueblo nicaragüense.
Mantener la tradición unitaria, nos llama Carlos: “Esta unidad ha permitido una concentración de las energías, lo que ha facilitado quizás decisivamente el progreso del movimiento, hasta convertirse cada vez en mayor grado en la primera fuerza política del país. Es necesario velar por la continuación y desarrollo de esta tradición unitaria,
que es motivo de orgullo de los combatientes sandinistas.”
5- Construyó un FSLN y unos militantes vinculados al pueblo y luchando por sus intereses.
El FSLN como partido revolucionario debía organizar al pueblo y conducirlo victoriosamente. Por eso nos decía Carlos de la necesidad de la vinculación y aprendizaje permanente: “El Sandinista sabe vincular la teoría revolucionaria con la práctica concreta en la que actúa, estrecha vinculación con las masas populares, asimilación de la experiencia que se desprende de la práctica de nuestra fuerza combativa.”
Y en la dinámica y en las complejidades de la lucha, y la necesidad de implementar tácticas y estrategias necesarias para cada momento histórico y político, era necesario ajustar el trabajo organizativo del FSLN en el pueblo y con el pueblo: «El Frente Sandinista siempre se preocupó por buscar un estilo propio para dirigir a las masas en la lucha por el cambio revolucionario».
6-Carlos forjador del Programa histórico del FSLN, el de mejores soluciones para el pueblo nicaragüense.
En medio de las adversidades, el FSLN formuló su programática de lucha, dada a conocer en 1969 por Carlos Fonseca como la Proclama, “retando a cualquier vocinglero que ofreciera mejores soluciones a los problemas del país” como desde aquel momento planteaba el FSLN en su Programa de transformación, conocido como programa histórico, en que se planteaba la instalación de un gobierno revolucionario, creación de un ejército patriótico, la emancipación de la mujer, los derechos de obreros y campesinos, la revolución en la cultura y en la educación, reforma agraria, integración de regiones en máximo abandono (como la integración y desarrollo de la Costa Caribe); programa que se cumple y se enriquece hoy con las transformaciones desarrolladas por la Revolución sandinista.
7-Carlos forjó un FSLN con temple de acero y capaz de enfrentar las mayores adversidades.
Decía Carlos de los militantes del FSLN: “El revolucionario tiene espíritu con temple de acero, y no se amilana ante los fracasos que se producen en el transcurso de la lucha, y particularmente en la etapa inicial.”
Y la lucha sandinista desde Sandino hasta hoy, ha sabido librar victoriosas batallas contra enemigos muy poderosos: “La lucha sandinista en definitiva demostró que nuestro pueblo puede librar victoriosas batallas contra enemigos muy poderosos materialmente.”
8-Carlos nos enseñó que era necesario sumar a todos los sectores para la transformación social y nacional.
Y continuaba: “Somos conscientes que el socialismo es la única perspectiva que tienen los pueblos para lograr un cambio profundo en sus condiciones de vida. Lo que no supone que excluyamos a personas que no piensan igual que nosotros, y aunque pensamos que la guía fundamental deben ser los principios del socialismo científico, estamos dispuestos a marchar juntos con personas de las más diversas creencias interesadas en el derrocamiento de la tiranía y en la liberación de nuestro país.”
Desde la lucha anti somocista, en los años 80, en el enfrentamiento a la fuerzas neoliberales y hoy al frente precisamente con el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), se ha cumplido la premisa de sumar a todos los sectores interesados en el progreso del país, claro está bajo la guía de un modelo revolucionario, que hoy definimos como cristiano, socialista y solidario.
9- Carlos nos reafirmó cual es el enemigo principal y la premisa de construir una Mundo pletórico de felicidad.
Nos dijo Carlos: “No solamente estamos contra los cuarenta años de tiranía libero conservador somocista, nuestra aspiración es más profunda: estamos contra cuatro siglos y medio de agresiones extranjeras.”/ “La Independencia Nacional, la derrota al imperialismo extranjero, son requisitos para la edificación de un Mundo Nuevo, Pletórico de Felicidad”.
10-Carlos Fonseca forjó la fuerza más digna, leal, revolucionaria y patriótica de Nicaragua, el FSLN.
El FSLN que hoy, con el liderazgo del comandante Daniel Ortega, le da continuidad a esa tradición revolucionaria y patriótica, enfrentando con firmeza al imperialismo yanqui y construyendo una patria soberana y próspera en beneficio de las mayorías populares de Nicaragua, como lo soñó Carlos Fonseca.
(*) Cientista Social e Historiador, Profesor Titular de la UNAN-Managua