El Coronavirus como instrumento de guerra geoeconómica

  • En la lucha por la supremacía global del dólar norteamericano

Manuel S. Espinoza Jarquín (*)

Estamos ante la presencia de una serie de las primeras respuestas del imperialismo norteamericano en una coyuntura en declive y de la ruptura unipolar del orden internacional por una multipolar. Nadie hasta ahora se ha aventurado en predecir que tanto la caída de los EE. UU y el modelo capitalista global será rápida. Pero sí se ha establecido, que la respuesta de las élites de poder del capitalismo mundial respondería como animal herido.

No es para menos pues al fin se está llevando a cabo el tipo de guerra que es la necesaria para el resquebrajamiento de los cimientos del poder hegemónico norteamericano y del poder financiero global. Se trata de la guerra de las divisas y la guerra del oro. El Yuan está retando la supremacía del dólar y está tocando las puertas de la reserva Federal norteamericana.

La caída del imperio británico no fue asegurada por su dominio del mar. El imperio turco- otomano no pudo ser asegurado por su patrón cultural islámico musulmán, el alemán por su nivel militar u odio racial. Tampoco el soviético con el patrón ideológico logró sobrevivir ante la estrategia del Dominio del Orden Internacional basada en la “Diplomacia del Dólar”

Inspirado en los valores metálicos de la sociedad norteamericana de la “Fiebre del Oro”, “Siempre Persigue al Dinero” (You Always Follow the Money”, “No Money no Honey” (Sin Dinero no hay Miel) y las del mafioso Al Capone de que “La Llave para Abrir todo Candado se llama Dinero” el presidente William Taft promulgó en 1911 una de las doctrinas de política exterior más exitosas en la lucha por el poder global, que hasta hoy día cada administración USA sigue al pie de la letra.

“El dólar peleará en vez de los soldados. El dólar será más destructible que los cañones. El dólar aniquilará a nuestros enemigos mejor que las balas y los cañones. Hay que asegurarle a nuestra gran república la hegemonía mundial sobre la base del nuevo fundamento (el dólar) que a ningún tipo al estilo de Napoleón lo haya soñado…”.

Es difícil que el patrón de “dominio y utilización del dólar” en la Guerra Fría contra la Unión Soviética no sea tomado en cuenta como uno de los principales factores claves de su derrumbe. China lo entiende y en esta nueva Guerra Fría 2.0 está librando “la batalla pendiente de las divisas” que no alcanzó a ganar la URSS a pesar de haber alcanzado la paridad militar convencional y nuclear estratégica y la imposibilidad de ser derrotada por alguna potencia militarmente.

El modelo de “Comunismo de Mercado” en base al control jerárquico del Partido Comunista y el Estado que ejerce sobre la sociedad china, atravesó una etapa en que el desarrollo económico tenía que pasar por la superación esquemática de la economía política del socialismo y el tener que abrazar las medidas mercantilistas de supresión de salarios, la devaluación de la moneda para maximizar las exportaciones y minimizar las importaciones. Donde los exportadores estaban subvencionados con exención de impuestos y amplios créditos comerciales.

Verdadero rival peligroso

Ese fue el precio de la apuesta estratégica inicial del Gobierno chino a largo plazo para que todas las capacidades de fabricación del mundo fueron transferidas a China y ésta generara y acumulara enormes cantidades de reservas extranjeras utilizadas también para comprar los bonos del tesoro norteamericano, creando una situación de condicionalidad tanto para China con los EE.UU, que a la larga solo creó una estabilidad e imagen relativa en la economía de los EE.UU., la que ahora la administración Trump está tratando de revertir.

China logró un acceso seguro y confiable a los recursos naturales, corredores de transporte e instrumentos financieros para producir para todo el mundo desde los pésimos productos de “todo por un dólar” hasta la producción de la tecnología más alta mediante la absorción y la adquisición tecnológica extranjera de corporaciones occidentales.

Tras haber caminado todo un período de diversas estrategias económicas implementadas en los últimos 70 años, China se ha constituido a lo inmediato en el verdadero rival peligroso con capacidad de acabar con la supremacía del dólar. China ha alcanzado los niveles necesarios para romper con estrategias de dependencia de la competitividad en base a los bajos salarios para la promoción e incentivo de la inversión extranjera. Hoy hace énfasis en el mejoramiento del costo de la mano de obra para consolidar un mejor mercado interno. Para un crecimiento y desarrollo económico de sus capacidades a futuro.

China ha tomado la iniciativa en el desarrollo de industrias estratégicas de alta tecnología con su Ruta de la Seda digital, alcanzando un liderazgo tecnológico y fortaleciendo la conectividad económica con el mundo. Lo que es visto ya como amenaza a la seguridad nacional de los EE.UU., por la capacidad de influir en la redistribución de poderes a nivel global.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés) modifica las cadenas de valor[1 ]mundiales a medida que las nuevas rutas de transporte y energía conducen a China y sobre todas las cosas, porque son financiados por instrumentos financieros internacionales liderados por China, lo que impide el sabotaje norteamericano.

La nueva estrategia de desarrollo del Partido Comunista Chino y su modelo de “Comunismo de Mercado”, que ha sacado a casi 800 millones de la extrema pobreza y ubicado a China como la segunda economía del mundo, se basa desde hace unos años en renunciar al control de capital, desacoplarse del dólar estadounidense y permitir que el yuan se convierta en la divisa más utilizada en el mercado internacional.

El macro ejemplo de China

China se está afirmando a sí misma utilizando sus vastas reservas extranjeras para competir con las cadenas de valor principales de Occidente. La invención y la propiedad intelectual, los know how constituyen la mayor ganancia de las corporaciones. La producción real ya no compite con la alta tecnología que China está trasladando a todo el mundo en una alta competitividad de costos y valor. La alta automatización y la robótica china juegan un enorme papel en este objetivo.

La geoeconomía china, al igual que la geopolítica de Euro-Asia es pues la capacidad de atracción a la oferta de traslado de tecnología y capital en términos competitivos y bajo un sistema basado más en acuerdos preferenciales mutuos que de imposición de sanciones.

¡La guerre comme la Guerre!, dicen los franceses (en la guerra se pelea como en la guerra), y la asimetría de los países pequeños contra el financiamiento del Estado Capitalista a sus enormes corporaciones de tecnología es igual peleado en China, donde sus compañías se benefician enormemente del financiamiento público de investigación y desarrollo, y de todo el apoyo del gobierno y partido para que rompa la brecha en la competitividad por los mercados extranjeros.

China es el macro ejemplo de la enorme necesidad de la existencia de fuertes Estados y con plena soberanía para evitar la dependencia excesiva del capital extranjero y las tecnologías.

Sorprendentemente, bajo la estrategia del partido/gobierno comunista, China se lanzó con el mega proyecto de la franja y la Ruta de la Seda con su vastas reservas de divisas extranjeras que se utilizan para desarrollar sus industrias estratégicas, los corredores de transporte e instrumentos financieros como bancos de inversión internacional, nuevos y alternativos regímenes comerciales, con transacciones globales y nuevos sistemas de pago pero sobre todo con el establecimiento del yuan como moneda de comercio mundial, y una nueva divisa global como reserva al igual que el dólar norteamericano.

Las nuevas industrias estratégicas se desarrollan con la llamada Ruta de la Seda digital, que implica digitalizar la economía por donde pase desarrollando inteligencia artificial, big data (procesamiento de grandes cantidades de datos), robótica, computación cuántica, nanotecnología, etc. Todo esto con el apoyo firme bajo la estrategia de país “Made in China 2025”, bajo la intervención plena estatal imperativa para desarrollar tecnologías de punta.

Con la epidemia del Coronavirus el mundo pudo ver el avance de China con robots en los hospitales, que sustituyen a los médicos en condiciones peligrosas. Mayor es la cantidad de robots en las fábricas, los almacenes inteligentes ya son manejados por robots, se usan transporte de envío autónomo y drones para transportar mercancías, y con puertos totalmente automatizados haciendo más ágiles y competitivas las exportaciones.

La internacionalización del yuan

Mientras tanto, la comercialización de su red 5G, su industria del Internet de las cosas (IOT) con sensores conectados y análisis de big data mejorará en gran medida la productividad y la entrega; el desarrollo de la inteligencia artificial, que contribuye para avanzar todas las demás tecnologías como la neuro-tecnología, biotecnología, y robótica.

Los avances chinos en la fabricación en 3D reduce la dependencia de complejas cadenas de suministro y logística, que pueden imprimir materiales biológicos, edificios enteros y componentes complejos con partes móviles. ¿Y qué de los vehículos sin conductor y las autopistas con paneles solares a todo lo largo y ancho del país?

En el marco del Coronavirus como una operación global occidental liderada por los EE.UU, que impida la relación de China en el seno Euro-asiático, el Hearthland de la geopolítica mundial es casi imposible dada a las capacidades geoeconómicas (comercio, inversión y finanzas) que China ha creado en la zona.

Ese peligro de atracción geoeconómica de China para los EE. UU y Europa Occidental se basa no solo en su capacidad de atracción a través de corredores económicos de países como Paquistán, Mongolia, Irán, Rusia y gradualmente la India (lo que Rusia integra en sus planes de política exterior como “la Gran Eurasia”), que contribuye a reestructurar las cadenas de valor mundiales a favor de China y Rusia que producto de la guerra de sanciones y la persistencia de revivir la Guerra Fría 1.0 con la URSS, no ha tenido más remedio que plegarse a China duplicando la peligrosidad geoeconómica para Occidente.

La necesidad de cooperar entre el mayor productor de energía del mundo (Rusia) y el mayor consumidor de energía del mundo (China), le han generado mayores capacidades al yuan de internacionalizarse. De igual manera al desarrollar nuevos bancos de inversión de China y regionales compartidos como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, y con el gran potencial geoeconómico de la Organización para la Cooperación de Shanghái (SCO), que no necesitan a los bancos judíos ni a los Rotchilds ni a los Rokkefeller para asegurar su gradual, rápido y urgente desarrollo.

Esto se pudo constatar cuando políticamente motivadas, las agencias occidentales de calificación como Moody’s, S&P y Fitch rebajaron las calificaciones de Rusia cerca de ´basura’ o ‘basura’ para aumentar los costos de los préstamos a Rusia. Igual e inmediatamente, políticamente motivadas, las agencias de calificación chinas, como Dagong Global, respondieron dándole a Gazprom la calificación más alta para ofrecer préstamos más favorables y reemplazar las instituciones financieras occidentales.[2]

China entiende también las capacidades de Rusia para juntos retar al poder global norteamericano. Sobre todo, en lo que se denomina infraestructura crítica donde Rusia se ha mantenido al día en robótica dentro de la esfera militar y puede convertir los ingresos de las ventas de los recursos naturales a los Estados asiáticos urgidos de energía, en la adquisición de nuevas tecnologías y de la preparación tecnológica a un nivel avanzado. Urge la armonización de intereses Rusia-China

La competencia geoeconómica entre los principales autores euroasiáticos (Rusia y China), la armonización de intereses es urgente si se desea alcanzar la independencia total de Occidente y de los EE.UU sobre todo. Rusia ya le vende los sistemas novedosos de defensa antimisiles S-400 y aviones de combate Su-35, tecnología de submarinos tipo Amur-1650 y de satélites de energía nuclear.

El acuerdo energético de $400 mil millones en petróleo tras las sanciones contra Rusia en 2014, vino a fortalecer a la geoeconomía china. Esa asociación estratégica chino-rusa restructuró por completo la geopolítica rusa del petróleo hacia Europa. Prácticamente las capacidades económicas comerciales de China han reemplazando a los proveedores europeos en toda Asia Central, incluyendo el mercado ruso.

Prácticamente se ha desarrollado una infraestructura económica paralela entre China y Rusia para inmunizarlos de la guerra económica occidental. Rusia reemplazó a Arabia Saudita como el mayor proveedor de petróleo a China en 2015. Ahora para que Arabia Saudita compita con las entregas de petróleo de Rusia a China, necesita aceptar el yuan para pagos de petróleo en lugar de dólares tal como lo hizo Rusia.

Otra zona de confrontación con Occidente es el Ártico, donde Rusia le ha dado todo el espacio a China. El corredor de transporte del Ártico favorecerá a Rusia y a la industria y el transporte marítimo chino. Crea una relación estratégica también en el aseguramiento militar conjunto y la financiación de nuevas iniciativas en detrimento de los bancos de desarrollo occidentales, pero que fortalecerán la internacionalización del yuan.

Prácticamente la agresión norteamericana y europea a Irán, otro productor de petróleo a escala global, le han facilitado a China apoderarse del mercado iraní y que este orbite por los efectos de gravedad del gigante asiático.

De igual manera la penetración china a Europa y la internacionalización del yuan con sus nuevos instrumentos de expansión financieras, económicos y tecnológicos es parte de lo que operaciones similares como la del Coronavirus que la elite global capitalista occidental debe de impedir.

Petrodólar Vs Petroyuan

Si bien es cierto la alarma alrededor del Coronavirus en Italia, España y Francia, así como en toda Europa, se ha hecho sentir a través del oligopolio mundial de los medios de información de la derecha mundial, se debe de entender como el preludio de medidas occidentales que establezcan un roll back del avance chino en el viejo continente que enfrenta enormes problemas de infraestructura y desarrollo tras la salida de Inglaterra con  el Brexit y la redirección de Rusia hacia China.

Para el año pasado, cuando los rumores del Coronavirus aun eran leves, China continuaba con su formato16+1 para la cooperación con 11 Estados europeos centrales y orientales y 5 en los Balcanes. La adquisición del puerto el Pirejo en Grecia y grandes préstamos a Hungría, Inglaterra, España e Italia demuestran la solidez de la intervención y capacidad financiera de China, la que poco a poco la trasladará al uso, respaldo del Yuan en correspondencia con cada una de las divisas de estos países.

La mágica e inexplicable operación de convertir al dólar en divisa mundial fuera del patrón oro en base a la comercialización del petróleo a nivel mundial en dólares, fue la cúspide de la diplomacia del dólar en 1973. Esto le dio a los EE.UU el poder principal sobre las naciones petroleras y el resto de potencias económicas sin importar el valor de su divisa. Por razones netamente de poderío financiero y conexión cultural, la excepción fue la libra esterlina británica y posteriormente el Euro.

Al convertirse China en el mayor consumidor energético global, la ventaja del PETRODOLAR se ve amenazada con la ambición china de establecer un PETROYUAN. Al ganar sobre los exportadores de energía, como Arabia Saudita, Rusia, Venezuela e Irán, China finalmente ha lanzado sus sistemas de referencia del petróleo crudo para rivalizar con el Brent de EE. UU. y West Texas Intermedio (WTI), con contratos de futuros de petróleo crudo establecidos únicamente en yuanes que iniciaron a ser negociados desde marzo de 2018.

Mientras el uso relativo del yuan sigue siendo bajo, China busca internacionalizar su moneda rápidamente introduciéndola en finanzas comerciales, inversiones y como moneda de reserva. Validado lo anterior con el desarrollo del Sistema de Pago Internacional de China (CIPS), hace que muchos países no sean afectados en casos de que sean bloqueados del SWIFT. E inclusive con el sistema de tarjetas de crédito y de débito china “Union Pay”, que abarca más de 160 países, no solo se rompe el cerco, sino que la penetración ya es globalmente asegurada.

Las características de desarrollo y avance (mencionadas a lo largo del texto) de China en su disputa por un puesto determinante en el reacomodamiento del sistema internacional y el nuevo orden mundial. Sus capacidades ya existentes en función de contrarrestar y superar las cadenas de valor global occidental por medio de su avance tecnológico y poder de inversión global con nuevos regímenes crediticios más atractivos y favorables que el creado por el sistema de Bretton Wood en 1945 tras finalizar la IIGM, son bases para el lanzamiento de la pandemia conocida como CORONAVIRUS por sus adversarios hegemónicos principales.

El capital mundial financiero es virtual

Pero si a lo anterior se le agrega, la relación estratégica Rusia-China en el campo de los recursos energético, económicos, comerciales y financieros; así como en la esfera militar y espacial estratégica y sobre todo que juntos están impulsando la guerra del oro y del Yuan como rival principal del dólar, podemos entender porqué la pandemia del Coronavirus viene a tratar de contener el impulso del delfín cuando salta y se eleva sobre el agua, que muestra China en los asuntos globales.

Aun no se ha calculado la pérdida económica y comercial de China sufrida en esta primera operación de guerra bacteriológica, que desde ya ha tenido resultados tangibles e intangibles al tratar de crear toda una apatía y rechazo a todo lo que proceda de China.

¿Y Cómo no creerles a los líderes de los países capitalistas que en efecto hasta ellos mismos se contagiaron del Coronavirus, si desde España hasta Canadá lo han informado? ¿Cómo explicar que es una Pandemia casual y no una operación financiera contra China en versión de guerra bacteriológica?

Aun no se ha publicado el conteo de “la pérdida económica” de los países occidentales, que han tenido que debilitar sus presupuestos nacionales en virtud de mitigar la pandemia del Coronavirus. Solo los EE. UU han anunciado la adquisición de más de 50 mil millones de dólares para enfrentar al COVID-19.

Tampoco la que las empresas privadas de todo tipo han sufrido y que los bancos centrales de sus países y los privados globales asistirán en un tratamiento especial por procurar su recuperación. Pérdida que tiene que ser recuperada tras que cada uno de estos países y compañías soliciten mayores préstamos multimillonarios a los centros financieros del poder global. Los mismos que tienen esclavizados al mundo entero cumpliendo con el objetivo único estratégico de hacer que sea el dólar la divisa de la supremacía global por su alta circulación.

Como todo el capital mundial financiero es virtual y no tiene respaldo alguno, seguirán inventando mayor cantidad de moneda virtual, que los pueblos a fin de cuentas deben de pagar con valores reales y tangibles como el trabajo de cada ser en el planeta y los recursos estratégicos que consume y depreda el capitalismo. La rivalidad pues del dólar como divisa suprema global contra el yuan chino ha entrado en una etapa de confrontación de imposibles predicciones.

[1] Cadena global de valor, consiste en el conjunto de actividades necesarias para la producción de un bien o servicio, y que se llevan a cabo en distintas localidades geográficas (regiones, países, etc.).

[2] Lukin, A, 2015, ‘El impulso hacia el este de Rusia: ¿pivotar hacia Asia … o hacia China?’, Russian Analytical Digest, no.169, 30 de junio; Hille, K, 2015, “Moscú busca desbloquear el financiamiento chino para las compañías rusas”, Financial Times, 7 de mayo.

(*) Especialista en Relaciones Internacionales

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