Alfabetización-educación, para la liberación humana

• 40 años de la Cruzada Nacional de Alfabetización

Fredy Franco (*)

El 23 de marzo de 1980 inició la gran epopeya revolucionaria y humanista, para erradicar el analfabetismo de siglos en Nicaragua: la Cruzada Nacional de Alfabetización, que en 5 meses lo redujo del 52 % a 13%.

Hace 40 años del inicio de aquella obra por sacar al pueblo de la ignorancia, venida del colonialismo y mantenida luego por los gobiernos de derecha, gobiernos oligárquico-burgueses libero-conservadores, que nunca se preocuparon por los derechos del pueblo y, al contrario, promovieron la ignorancia al no asegurar los derechos a la educación y a la cultura.

Fue la Revolución Popular Sandinista la que hizo posible este gran logro humano, de llevar luz de conocimiento a 406,056 mil nicaragüenses del campo y la ciudad, que permitió sacarlos del analfabetismo y abrirles una constelación de oportunidades educativas y sociales como nunca antes en nuestra historia.

Fue la Revolución y el gobierno sandinista, que encabezaba las transformaciones, quien decidió que las prioridades de Nicaragua en aquel momento inicial (1979-1980) era la reconstrucción nacional (por la destrucción y saqueo heredadas por el somocismo) y la lucha contra el analfabetismo, y no las elecciones que pedían las fuerzas de derecha.

Protagonista fundamental de esta inmensa obra humanista y solidaria fue la juventud sandinista que, con su entrega desinteresada y comprometida, hizo posible esta hazaña social, educativa y cultural que hacía realidad el Programa Histórico del FSLN y las enseñanzas de Carlos Fonseca: “ y también enséñales a leer y escribir”.

Fueron 95,582 nicaragüenses, de ellos 59,123 estudiantes y el restante profesores y trabajadores, que se movilizaron con mucho entusiasmo y llevaron la luz del saber, las ideas de libertad e igualdad a las zonas y regiones históricamente excluidas, abandonadas y más atrasadas del país.

Con bloqueo y guerra se alfabetizó

Estos miles de jóvenes y profesores conocieron de las realidades de nuestro pueblo, sobre todo de los campesinos y trabajadores del campo que vivían en la ignorancia, la pobreza y la miseria, “y hasta carecían de lo elemental”, como dijo Sandino, para vivir; y eso forjó la conciencia social de los alfabetizadores para continuar haciendo y defendiendo la Revolución para sacar del atraso y la pobreza a nuestro pueblo y a nuestro país.

También los alfabetizados continuaron educándose y superándose no solo por la vía de la educación de adultos, sino hasta alcanzar estudios secundarios, técnicos y universitarios, lo que demostraba que la revolución sandinista era factor de movilidad e igualdad social.

Pese a la imposición de la guerra y el bloqueo por parte del gobierno de los Estados Unidos en aquel momento, que afectaron el ritmo y la intensidad de las transformaciones sociales, se mantuvieron los derechos fundamentales del pueblo, entre ellos los programas de alfabetización en todo el territorio.

Campaña de alfabetizacion también fue desarrollada en la Costa Caribe nicaragüense, que le dio continuidad a la Cruzada Nacional de Alfabetización, y que implicó adaptar los programas de alfabetización a la realidad cultural, étnica y lingüística de los aborígenes y afrodescendientes, contribuyendo de manera importante a la reducción del analfabetismo y a la revolución cultural del Caribe.

Con el revés electoral del FSLN en 1990 y la imposición de los gobiernos neoliberales, se afectaron los derechos fundamentales del pueblo y el analfabetismo comenzó a proliferar y crecer, alcanzándose hasta el 30% por ciento en el país de 1990 al 2006.

En medio de ello, los sandinistas a través de distintas iniciativas y asociaciones, como la Carlos Fonseca, y desde las alcaldías sandinistas, mantuvieron la llama del combate al analfabetismo, contribuyendo a su reducción y evitando llegara a niveles más dramáticos.

Con la llegada de nuevo del FSLN al Gobierno Nacional, liderado por el comandante Daniel Ortega en enero de 2007, como después del 19 de julio de 1979, una de las primeras grandes tareas a emprender fue la alfabetizacion.

Se retomó la lucha contra el analfabetismo a través del Programa Yo Sí Puedo, que contó con la solidaridad de los pueblos y las revoluciones cubana y bolivariana, permitiendo en un poco más de dos años reducir el analfabetismo a menos del 4% (3,56%), dato certificado por la Unesco y que, de acuerdo a los indicadores definido por ella misma, en esas condiciones se declarara a un país como Libre de Analfabetismo, lo que sucedió el 23 de agosto de 2009.

Fue una intensa jornada contra el analfabetismo en la campaña de Martí a Fidel del 1 de julio de 2007 al 22 de agosto de 2009 que permitió alfabetizar a 700 mil nicaragüenses, de ellos el 75% se ubicaba en las edades de 15 a 30 años, nicaragüenses que habían sido excluidos de la educación en los 16 años de gobiernos neoliberales.

De esa manera se lograba por primera vez lo que no se había logrado en todo el período de vida independiente, durante 188 años (1821-2009); por primera vez se declaraba a Nicaragua Libre de Analfabetismo; y, como decía el Himno en 1980: muchos siglos de incultura cayeron.

Aun así, los programas de alfabetizacion continuaron y continúan hasta no tener ningún iletrado en el país; reto y meta que podemos lograrla en 2021, cuando Nicaragua cumpla sus 200 años de declaración de Indepedencia, tal como lo aseguró el presidente Daniel Ortega en ocasión del acto de declaración de Nicaragua como país Libre de Analfabetismo hace 11 años.

Solo la Revolución como la Sandinista, es la garantía de la emancipación social, de la liberación humana en la que la educación integral del ser humano es un factor fundamental para conquistarlo. Por eso debemos seguir asegurando de manera permanente y en todos los niveles educación pre-escolar, primaria, secundaria, técnica, universitaria y educación de adultos, que incluye también los programas de alfabetizacion; educación para el pueblo, para su liberación, su desarrollo y progreso.

(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.