Fredy Franco (*)
Un elemento distintivo en la historia nacional ha sido la actitud vende patria y la práctica traidora de la clase oligárquica-burguesa, la clase política de derecha y otros sectores que diciéndose revolucionarios traicionaron esos ideales en distintos momentos de nuestra historia.
Carlos Fonseca nos enseñó, comprendiendo nuestra dinámica histórica y siendo portador de elevados valores revolucionarios, la necesidad de que los militantes sandinistas seamos leales a los principios revolucionarios e intransigente con los que los violan, con los traidores a la causa del pueblo, de la nación y la revolución.
Continuador de la tradición del General Sandino, desenmascaró a las fuerzas vende-patrias, responsable del sometimiento extranjero a la nación y en contra de los intereses populares.
Expresiones cimeras de la traición a la patria la encontramos al inicio de nuestra vida independiente, cuando por la pugna inter-oligárquica se contrató -por parte de las fuerzas liberales- a una fuerza foránea para dirimir asuntos que debíamos resolver los nicaragüenses, que puso en peligro la existencia nacional ante el peligro esclavista y anexionista de los filibusteros yanquis.
Ello marcó la futura conducta vende-patria de las fuerzas de derecha en el país, hasta nuestros días. Continuó en las fuerzas conservadoras a inicios del siglo XX, cuando llamaron a la intervención yanqui para derrocar al gobierno liberal de Zelaya, quedando el país en una condición de neo-colonia.
Luego fueron los liberales que traicionaron la lucha nacionalista en 1927, con el Pacto del Espino Negro. A partir de ahí y hasta ahora, liberales y conservadoras -y sus distintas variantes- siguen siendo la misma cosa: “una bola de canallas, cobardes y traidores”, como los llamó el General de Hombres Libres.
Lealtad y entrega del sandinismo
Incluso Sandino aprobó el “Acuerdo sobre los traidores a la Patria” un 14 de noviembre de 1927, hace 92 años, que establecía sanciones radicales contra los que traficaban con el honor de la nación, los que celebraban pactos secretos con el enemigo en contra de la patria, y los que solicitaran o trajeran la intervención extranjera.
Esas fuerzas vende-patrias son las que ejecutaron, bajo mandato yanqui, el asesinato del General Sandino, y son las mismas que asumieron el proyecto yanqui de la instalación de una dictadura, la somocista, que duro 45 años.
Así como Sandino forjó un Ejército Defensor de la Soberanía Nacional patriótico, honesto, místico, sacrificado, leal y disciplinado, Carlos Fonseca formó y forjó al FSLN con esos principios y práctica revolucionaria, siendo fundamental la lealtad, la entrega desinteresada a la causa del pueblo.
Fue ese FSLN que surgió y actuó en medio de los primeros reveses guerrilleros en Raití y Bocay en 1963 y luego en Pancasán en 1967, cuando las fuerzas de derecha actuaban a espaldas de la población, y el FSLN se convirtió en el instrumento político-guerrillero del pueblo.
En medio de las adversidades, el FSLN formuló su programática de lucha, dada a conocer en 1969 por Carlos Fonseca como la Proclama, retando a cualquier vocinglero que ofreciera mejores soluciones a los problemas del país como desde aquel momento planteaba el FSLN. Eran momentos de alta represión dictatorial, quedando en el camino traidores a la causa sandinista.
Por eso Carlos Fonseca decía: “Declaramos que nos tiene sin cuidado el plomo del enemigo y el veneno de los traidores. El inexorable rumbo de la historia universal demuestra que la victoria definitiva pertenece a los explotados y oprimidos. Que el plomo del enemigo y el veneno de los traidores será derrotado por el fuego de los héroes y la sangre de los mártires”.
Algunos cobardes y traidores al FSLN surgieron en medio de la complejidad de la lucha y su no firmeza ideológica; en la lucha guerrillera de los años 60 y 70 unos se entregaron, se rindieron o se vendieron al enemigo.
Los traidores siempre serán derrotados
Pero la inmensa mayoría de los sandinistas se mantuvo firme y leal a la causa sandinista en medio de la cruel represión, de la dureza de la vida guerrillera y de las despiadadas ergástulas somocistas. Ahí tenemos la firmeza de Carlos que sufrió cárcel, represión y destierro; la firmeza de Ricardo Morales Avilés que en medio de las torturas de los guardias somocistas, decía nada más que “soy y seré militante de la causa sandinista”.
De nuevo los vende-patrias trajeron la agresión yanqui en los años 80, producto de la cual murieron más de 50 mil nicaragüenses.
En el período neoliberal con la difundida idea del fin de la historia y la caída del campo socialista, llevó a algunos que se decían de izquierda a traicionar a la revolución. Fue ahí que un grupo traicionó al FSLN y formó el MRS a mediados de los años 90, cuando renunciaron a la lucha revolucionaria y antimperialista, y se pasaron con todo y cartuchera a la derecha.
Son esos traidores que ayer y hoy siguen pidiendo al amo yanqui las sanciones y el perjuicio a Nicaragua, como los hacen grupos políticos, Ong´s y empresarios.
Tomás Borge, en la Canción a Carlos dice que “los traidores y cobardes (serán) referencias de una vieja historia”. Siguen siendo también una referencia negativa del presente los traidores a la patria que junto al imperio yanqui ejecutaron un intento de golpe de Estado criminal que provocó muertos, destrucción y afectación humana y material de todo tipo en 2018, y son los que siguen subordinados a la política de una potencia extranjera en perjuicio de la patria.
Pero, como dijo Carlos Fonseca, los traidores de siempre, los enemigos de siempre, serán definitivamente derrotados, y ahí está el digno pueblo nicaragüense y el consecuente Frente Sandinista de Liberación Nacional que los enfrentará y derrotará en todos los escenarios.
Carlos Fonseca forjó la fuerza más digna, leal, revolucionaria y patriótica de Nicaragua. El FSLN que hoy, con el liderazgo del comandante Daniel Ortega, le da continuidad a esa tradición revolucionaria y patriótica, enfrentando con firmeza al imperialismo yanqui y construyendo una patria soberana y próspera en beneficio de las mayorías populares de Nicaragua, como lo soñó Carlos Fonseca.
(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.
Excelente
Excelente resumen histórico. Es lo que ha ocurrido con los traidores y vende patria en Nicaragua; y las pretenciones siguen siendo las mismas; sólo que con otras fachadas……