- Presidente Daniel Ortega durante acto central del 40/19
El presidente Daniel Ortega reafirmó el compromiso de continuar luchando por garantizar la paz, la justicia, la dignidad y la soberanía de Nicaragua; y sostuvo que para seguir combatiendo la pobreza y avanzar en el desarrollo socio-económico de los nicaragüenses, se necesita la paz como condición fundamental. Igualmente, dejó claro que el diálogo se hará con los sectores que estén dispuestos a trabajar por la paz y lograr el desarrollo del país. “Ese es el único diálogo que tiene sentido, el único diálogo que tiene cabida en las actuales circunstancias históricas que vive Nicaragua”, resaltó. (A continuación, su discurso).
Queridas familias nicaragüenses, me dirijo a todos y a todas; más allá de posiciones políticas e ideológicas todos vivimos en esta tierra y seguiremos viviendo en esta tierra hasta que Dios así lo decida. ¿Y cuál es el camino para poder trabajar, estudiar, recibir la atención de salud, construir escuelas, carreteras? Ser solidarios para sacar de la pobreza y de la extrema pobreza a los hermanos nicaragüenses que todavía se encuentran en esas condiciones.
¿Cuál es la condición fundamental? ¿Cuál es la condición fundamental? ¿Cuál es la condición fundamental? Un pueblo necesita paz para trabajar, para vivir; desde el hogar, en el hogar tiene que haber paz, sino se destruye el hogar, se destruye la familia. Y Nicaragua es nuestro hogar y tiene que haber paz.
Hemos escuchado los mensajes solidarios del pueblo de Osetia del Sur, su Presidente nos ha traído ese mensaje del pueblo osético. Gracias, compañero Anatoli Bibilov.
Hemos escuchado las palabras y el mensaje del glorioso y heroico pueblo de Cuba, el pueblo de Martí, de Fidel, de Raúl, de Miguel ahora al frente, con una nueva generación, el relevo, nuestro querido hermano, dirigente obrero, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado de la República de Cuba, compañero Salvador Valdés. Gracias por sus palabras, gracias por su mensaje, querido hermano.
Hemos escuchado las palabras vibrantes de ese pueblo valiente, heroico, el pueblo de Bolívar, el pueblo de Chávez, el pueblo de Nicolás hablando en la voz de una mujer, la compañera Delcy Rodríguez, vicepresidenta de la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Y hemos tenido la oportunidad de compartir en este acto con una delegación de pastores evangélicos de los Estados Unidos de Norteamérica, encabezados por el reverendo Ralph Drollinger, fundador y presidente de Capitols Ministers, y ha venido con su esposa Danielle y con otros hermanos que forman parte de esta delegación que ha estado en Nicaragua con motivo de esta celebración que les da la oportunidad de traerles su mensaje al pueblo nicaragüense, a todos los nicaragüenses.
Cristo presente en toda Nicaragua
Hemos escuchado también las palabras de nuestro hermano chinandegano Antonio Bolainez, reverendo también, pastor. Y hemos escuchado también las palabras de tres hermanos sacerdotes, representantes de la Iglesia Católica de Nicaragua, el padre Antonio Castro, monseñor Bismarck Carballo y monseñor Eddy Montenegro. Y agradecemos sus palabras también.
Fíjense, confluyen aquí en este día, en este 40 aniversario, líderes evangélicos de los Estados Unidos, igualmente hay líderes evangélicos nicaragüenses participando de este evento, y los hermanos católicos, los sacerdotes que han dado también su mensaje.
Y católicos y evangélicos comparten, y compartimos digo porque yo pertenezco, desde niño me formé en el catolicismo y aprendí a lo largo del tiempo que entre católicos y evangélicos hay un punto de unidad, y es Cristo. ¡Cristo une! ¡Cristo Une! Porque Cristo es perdón, Cristo es amor, Cristo es justicia. ¡Cristo, salvador de los pobres!
Cristo no nació en un palacio lleno de diamantes, sino que nació en un humilde pesebre, allí nació Cristo; y su padre un carpintero, y su madre una mujer humilde. Es decir, Cristo es la esencia de la humildad, y por eso es que podemos afirmar que Cristo está presente no solamente en esta plaza en este 40 aniversario, está presente en toda Nicaragua.
Y ¡cuánta solidaridad! ¡Cuántos compañeros que se encuentran en esta plaza y que nos están siguiendo por la televisión y por la radio, todos los nicaragüenses, yo me atrevo a afirmar que el 99% de los nicaragüenses, independientemente de su posición política o religiosa, lo que quiere es paz, quiere estabilidad.
Igual ha sido a lo largo de la historia la lucha de la humanidad, la lucha por la justicia, la lucha por la paz; en medio de tantas guerras, en medio de tanta destrucción, en medio de tanta explotación los pueblos siempre luchando por la paz; y en estos tiempos, tiempos en los que hay quienes alegremente tocan tambores de guerra, sin pensar que al tocar tambores de guerra ponen en riesgo la existencia de ellos mismos y de su pueblo, los pueblos del mundo, y estoy seguro que el pueblo norteamericano quiere la paz, quiere la justicia.
El camino de la humanidad es la paz
Aquí nos acompañan hermanos que fueron miembros activos del Ejército de los Estados Unidos de Norteamérica, que participaron en operaciones militares, en invasiones contra otros pueblos y que luego ellos entendieron que ese no era el camino de Cristo, que ese no era el camino de Dios, que era el camino del demonio, el camino de la muerte, y hoy son veteranos por la paz.
Han formado un Movimiento de Veteranos de Guerra de los Estados Unidos que están convencidos que el camino de la humanidad es la paz, y entre ellos nosotros no podremos olvidar jamás a nuestro hermano Brian Wilson, que perdió sus piernas cuando hacía lucha por la paz en los Estados Unidos, y se iban a acostar él con otros hermanos sobre los rieles donde venían los trenes armados o cargados de armas para Centroamérica.
Ahí se acostaban ellos para que no pasaran los trenes, y sin ningún sentido de humanidad el alto mando y el gobierno norteamericano dijeron “que les echen el tren”. Y les echaron el tren, y ahí perdió las piernas Brian Wilson, un héroe de la paz.
Bueno, hemos saludado al padre Castro, padre Carballo, monseñor Eddy; también hemos saludado al reverendo Ralph Drollinger, a su delegación, al reverendo Bolainez, y al hermano Mansogo de Guinea Ecuatorial. Los hemos saludado y les hemos dicho que ellos tienen las puertas abiertas aquí en Nicaragua, aquí no hay restricción para ninguna Iglesia, ni católica, ni evangélica. Es un derecho del pueblo optar a qué iglesia va, es un pueblo donde la mayoría es creyente, habrá una parte de la población que no es creyente y hay que respetarla también.
¿Qué podemos afirmar este día en este 40 aniversario? Uno, nuestra lucha por la paz, por la justicia, por la dignidad, por la soberanía, eso lo reafirmamos; el principio de la solidaridad con los pueblos hermanos oprimidos, o con los pueblos hermanos que están siendo agredidos por el imperio como el hermano pueblo de Cuba, 60 años ya de la gloriosa Revolución Cubana, o el hermano pueblo venezolano.
O sea, tienen que desaparecer de la práctica, de la política mundial las agresiones de tipo económico, como se están practicando ahora como nunca en la historia, sin límites ni fronteras de ningún tipo, utilizándose incluso como arma de chantaje para detener la emigración, que no se puede detener la emigración hacia los Estados Unidos de Norteamérica.
No podemos admitir sanciones
Así como los primeros pobladores de los Estados Unidos nadie los pudo detener para que llegaran desde Europa, desde Inglaterra para apoderarse de las tierras que no les pertenecían a ellos, ¿con qué razón pueden ellos cerrarse a la migración de nuestros pueblos?
Y estoy hablando de los pueblos hermanos que tienen una migración mucho mayor, la migración nicaragüense hacia los Estados Unidos no es tan grande como la que tienen otros pueblos. Pero a final de cuentas es un derecho, igual que es el derecho de los pueblos del continente africano de poder emigrar hacia el continente europeo donde también se le cierran las puertas.
Son formas de agresión que se están aplicando ahora de una manera totalmente abierta, descarnada, y agresiones de todo tipo que llaman sanciones. Y no podemos admitir sanciones, porque para que se aplique una sanción tiene que estar fundamentada en el derecho internacional, de lo contrario ningún Estado tiene la potestad de sancionar a otro Estado.
El Estado que actúa de esa manera sencillamente está cometiendo delitos de índole internacional y es algo insostenible, ¿y al final de cuentas quiénes sufren? Sufren los pueblos, son los pueblos los que sufren. ¡Cómo se juega con la vida de los pueblos! Estos son tiempos en el que tenemos que unirnos todos, los nicaragüenses, los centroamericanos, los mesoamericanos, los latinoamericanos y caribeños, con el pueblo norteamericano, para luchar por la paz en toda Nuestramérica.
Mientras tanto, queridos hermanos, queridas familias, queridos compañeros, a seguir trabajando como lo venimos haciendo los nicaragüenses. Aquí después de la destrucción que provocó en pérdida de vidas, en pérdidas económicas, en desempleo, el intento de golpe que le quisieron llamar “levantamiento popular”, aquí tuvimos paciencia.
Yo les decía a ustedes: “Yo le pido a Dios que me dé la paciencia de Job”, y tuvimos la paciencia de Job, pero todo tiene un límite, y estaba claro y se fue descubriendo ante los ojos del pueblo y ante alguna gente que se había sumado de manera engañada, se fue descubriendo que no había tal “levantamiento popular”, que eran los mismos intereses de los explotadores de siempre, que eran los mismos intereses de los que asesinaron a Sandino, que eran los mismos intereses de los somocistas los que se juntaban para intentar derrocar al gobierno del pueblo, al gobierno sandinista.
Ganando el pueblo ganamos todos
Eso es lo que quedó claro, y detrás de ellos y con ellos siempre la mano del imperio, clarísimamente ahí la mano del imperio, no solamente era una especulación, sino que es una realidad, como fue una realidad que Nicaragua tuvo un presidente yanqui, increíble, y reconocido por el Gobierno de los Estados Unidos en ese momento, William Walker. Pero ¿quiénes lo trajeron? Los mismos vendepatrias de hoy que les piden a los yanquis que les impongan sanciones a Nicaragua.
Ellos son los mismos que trajeron las tropas yanquis tras el derrocamiento de Zelaya, y donde luego se levantó Sandino. Y luego de derrotar Sandino la intervención, entonces los yanquis ocuparon a Somoza para asesinar a Sandino de la forma más vil y más cobarde después de que el Presidente lo invitara a una cena.
Y cuando Sandino viene a la cena lo capturan y lo asesinan… ¿Quién? Somoza, puesto por los yanquis, armado por los yanquis, defendida por los yanquis hasta el último momento durante más de 40 años la tiranía somocista. Por eso bien lo decía el padre Castro: 40 años recorriendo el desierto este pueblo hasta que al final llegó la Luz, gracias a Dios, gracias a Cristo, el 19 de julio de 1979.
A continuar trabajando como lo estamos haciendo, con el coraje que tiene el nicaragüense para ser creativo, para trabajar la tierra, para desarrollar la agricultura, la ganadería, para promover nuevos emprendimientos, para promover el turismo, para participar en las obras de construcción que estamos desarrollando a pesar de los recortes del Presupuesto. Seguimos construyendo carreteras, seguimos construyendo caminos, seguimos construyendo escuelas, puestos de salud, hospitales, gracias a Dios y gracias a la bravura y al coraje de este pueblo.
Yo invito a todos los nicaragüenses a que sumemos esfuerzos en esa dirección, en la actividad productiva para ir erradicando el desempleo, para ir erradicando la pobreza, para ir mejorando todas las condiciones económicas y sociales del pueblo nicaragüense; y de esa forma, ganando el pueblo, ganamos todos. Y la solución es con el ejemplo como lo está haciendo el pueblo, trabajando, trabajando todos los días.
Desde el trabajador o la trabajadora que tiene el más sencillo y humilde empleo por cuenta propia hasta el asalariado, todos trabajando con una gran mística, con un gran amor a la patria, con un gran amor a la paz. Ese es el camino que tenemos que seguir construyendo, que tenemos que seguir desarrollando.
Y el diálogo ¿con quién? Con los campesinos, con los obreros, con los pequeños empresarios, con los artesanos, con los productores pequeños, medianos y grandes, con todos aquellos que estén dispuestos a trabajar por la paz y por la producción económica y social en este país, para lograr el desarrollo económico y social en este país. Ese es el único diálogo que tiene sentido, el único diálogo que tiene cabida en las actuales circunstancias históricas que vive Nicaragua.
El pueblo sabrá defender sus intereses
Luego en su momento vendrán las elecciones, en el 2021 vendrán las elecciones y nosotros ahí sí, nosotros ya estamos preparados para ganar esas elecciones. Y se harán las reformas, los ajustes que sean necesarios y correspondientes dentro del marco de la Ley, dentro del marco de la Constitución, reformas a la Ley Electoral, ¿para qué?, para que aquí nadie venga a quejarse después que les robamos las elecciones.
Yo les he dicho a esos que se ponen a andar repitiendo que hay que hacer ya las elecciones… ¿Y qué quieren? Que los barramos y después salgan diciendo que les robamos. Sí, porque eso saldrían diciendo. Pero, además, no está con la Constitución ni está con la Ley, la Ley es clara, la Constitución es clara: manda elecciones en el mes de noviembre del 2021.
O sea, a trabajar ese camino que es el camino que permite dilucidar las diferencias política-ideológicas en el actual momento histórico que vive Nicaragua, permite dilucidarlas a través de los votos. Y nosotros tenemos la confianza y la convicción de que este pueblo sabrá defender sus intereses, sabrá defender sus derechos, sabrá defender la soberanía de la patria, como lo ha venido haciendo a lo largo de su historia y, sobre todo, en los últimos tiempos.
Queridos hermanos, queridos compañeros, sé que este ha sido un acto que tiene ya unas cuantas horas.
Fíjense, sólo estar llegando aquí a la plaza, empezaron a llegar desde la una de la tarde, dos de la tarde, y ya van a ser las 7 de la noche, faltan 15 minutos para las 7 de la noche y qué disciplina, disciplina consciente, voluntaria.
Aquí nadie está a la fuerza, aquí nadie está obligado, aquí está el que tiene la voluntad y la decisión de expresar la defensa de su patria Nicaragua, la Nicaragua de Darío, la Nicaragua de Sandino, la Nicaragua de Diriangén, la Nicaragua de Andrés Castro, de Zeledón, la Nicaragua de Carlos.
40 años, queridos hermanos, 40 años, y seguimos en la lucha para alcanzar nuevas victorias en este 40 aniversario del triunfo de la Revolución que también es el Primer Gran Aniversario del Triunfo contra el Golpismo.
Aquí no se rinde nadie. Aquí, gracias a Dios y gracias a Cristo, morimos con la verdad defendiendo la justicia. Aquí, gracias a Dios y gracias a Cristo, de rodillas solamente ante Dios, nunca ante los invasores, ante los opresores. Aquí, gracias a esa conciencia cristiana, socialista y solidaria, ¡ni nos vendemos ni nos rendimos!, ¡ni nos vendemos ni nos rendimos! ¡Ni nos vendemos ni nos rendimos!
¡Sandino Vive, la Lucha Sigue!
¡Que viva el 40 Aniversario!
¡Patria Libre, o Morir!