El diálogo, único camino para el entendimiento y la paz

El diálogo, único camino para el entendimiento y la paz

En medio de la asonada que vive el país desde el 19 de abril, llena de violencia, guerra psicológica, manipulación y destrucción, ha triunfado el llamado al Diálogo Nacional que hizo el Presidente de la República Comandante Daniel Ortega, porque es el único camino para el entendimiento y la solución de los problemas planteados en la presente coyuntura, y para seguir consolidando la paz y el progreso de Nicaragua.

Fredy Franco (*)

Históricamente el FSLN, siempre ha tenido vocación de diálogo y paz. En medio de la brutal guerra contra Nicaragua, el Gobierno del FSLN fue promotor y cumplidor de los Acuerdos de Esquipulas de 1987, que trajeron la paz a Centroamérica, y fue el primero en cumplirlos plenamente. Cumplió con los Acuerdos de Sapoá, de fines de los años 80, para el cese de la guerra, desmovilización de la Contra y para sentar las bases de la paz.

Luego con los tres gobiernos, el de Violeta Barrios, Arnoldo Alemán y de Enrique Bolaños, hubo varios momentos de crisis sobre todo por las medidas que pretendían anular los derechos conquistados por la Revolución y también por la actitud de revanchismo y odio existente contra el sandinismo, aun así el FSLN desarrolló, desde 1990 hasta 2006, una labor de oposición constructiva y diálogo permanente para mantener la paz y la gobernabilidad, sustentadas en varios acuerdos, llamados Pactos, nunca se propuso derribar a dichos gobiernos, siempre se respetó el periodo por los cuales habían sido electos por el pueblo, pese a algunas victorias dudosas.

En el año 2007, se instaló el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), encabezado por el Presidente Comandante Daniel Ortega, para darle continuidad a la paz y a la reconciliación. Durante estos11 años de gobierno, se ha dialogado cotidianamente con todos los sectores para lograr el desarrollo económico, la reducción de la pobreza y la mejora social, bajo un modelo de diálogo, alianzas y consenso, de responsabilidad compartida. Y ello ha
permitido construir una sociedad en paz y en continuo desarrollo.

Hoy de nuevo se reafirma dicha vocación ante la escalada violenta y terrorista que sufre Nicaragua desde el 19 de abril 2018, producto de la estrategia golpista de los grupos de la ultraderecha, claramente identificados, cuyo único fin es llegar al poder a cualquier costo, no importándole la destrucción del país.

La acción fascista, confrontativa y destructiva que aún se mantiene después de un mes de haber iniciado, ha provocado decenas de muertos y lesionados, zozobra, pérdidas económicas por más de 200 millones de dólares, polarización, una cuchillada a la paz, a la imagen positiva de Nicaragua y una afectación al consenso forjado por su desarrollo.

Pese al llamado a la paz y al diálogo del Presidente de la República desde el 21 de abril y su propuesta de mediación y
testigo que debía jugar la Conferencia Episcopal, “le dieron largas al asunto” para provocar más muertes, destrucción
e incertidumbre, para desde una mentalidad maquiavélica llegar al diálogo en posición de mayor presión, pero al final el pueblo de Nicaragua es el que ha sufrido con muertes y destrucción por los grupos delincuenciales contratados para matar y destruir, financiados por los Estados Unidos a través de grupos políticos fascistas y ONG’s , entre ellos el MRS, el FAD, el IEPP, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, CINCO. Son esos mismos que fueron a Washington a promover la Nica Act y a buscar fondos para la desestabilización de
Nicaragua.

Los grupos políticos que dirigen la asonada ‒y que son los que dirigen al grupo estudiantil, que usan como mampara‒, comenzaron a poner condiciones para el diálogo; dichas condiciones luego fueron comunicadas por los obispos al Presidente de la República el 11 de mayo y éste a lo inmediato dijo a la Conferencia Episcopal que acogía los puntos que ponían como condición, les pidió que llamaran a lo inmediato al diálogo y al cese de la violencia; al final la Conferencia llamó a la instalación del diálogo para el 16 de mayo, 25 días después de su pedido por el comandante Ortega, logrando instalarse con la presencia directa de Daniel y Rosario.

Entre esas condiciones están la invitación a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), para que investigara todo lo hechos sucedidos que provocaron muerte y destrucción, lo cual se hizo efectiva a lo inmediato. Ya antes el Estado nicaragüense había dado pasos para esclarecer los hechos y sancionar a los culpables; en ese sentido la Fiscalía inició una investigación integral, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos está haciendo lo propio para que las personas afectadas denuncien sobre dichos hechos, y la Asamblea Nacional formó la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, que tiene la misión de conocer, analizar y esclarecer la situaciones sucedidas desde el 19 de abril y presentar un Informe de la Verdad. Incluso la misma Comisión de la Verdad había invitado a la CIDH, para que colaborara en este fundamental cometido.

Porque es precisamente al Estado nicaragüense e igualmente al Gobierno de la República a los primeros que les interesa que florezca la verdad y la justicia, que se aclaren todos los hechos de violencia y las consecuencias en muertes y destrucción sucedidos; no hay nada que ocultar, y deben ser sancionados todos aquellos que se verifique la responsabilidad y culpabilidad en estos hechos; cuyos principales responsables son los que iniciaron esta escalada violenta y golpista, con todo lo que ello ha implicado en las vidas de las familias afectadas que son de todos los sectores y tendencias políticas; los reales y verdaderos asesinos son los que iniciaron la violencia y la sostienen pese a que el diálogo ya está establecido.

También el Gobierno orientó a la Policía Nacional replegarse a sus unidades para facilitar el camino del diálogo, pero los fascistas han seguido con la violencia y han atacado varias unidades policiales.

Cada vez más el pueblo rechaza dicha violencia y distingue quienes están detrás de estas acciones, son los mismos politiqueros de siempre.

La agenda de ellos, incluido la del grupo de estudiantes manipulados, es la agenda politiquera, quieren regresar al poder cueste lo que cueste, no le importan los muertos, no le importan destruir el avance del país. Hablan de democracia, pero ¿quién los eligió a ellos para hablar a nombre del pueblo?; hablan de institucionalidad y la quieren destruir para acomodarla a sus intereses.

Por eso al instalarse el diálogo el punto del INSS no es un tema prioritario para ellos, porque no les interesa la agenda social y económica del país, sino la agenda política, hasta ahora los temas que se están tratando son los de Justicia, Democracia y Seguridad, y se atenderá en una mesa sectorial el tema de la seguridad social.

El planteamiento principal del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, es que debe cesar la violencia y la afectación al trabajo y a la libre circulación de la gente; ya el gobierno ha trabajado y está trabajando desde las instituciones correspondientes en la aclaración de los hechos violentos que afectaron la vida de decenas de personas, ello no debe servir de obstáculos para que avancen las negociaciones.

Y en cuanto al contenido del diálogo: deben consensuarse las soluciones, y en términos políticos el Gobierno está de acuerdo en lo que implique un real fortalecimiento y perfeccionamiento institucional, pero sin romper orden Constitucional e Institucional del país, que implica –entre otras cosas– que debe respetarse la voluntad del pueblo expresados en las urnas al elegir el presidente, los diputados y los gobiernos municipales, y estos deben culminar su periodo.

Incluso en el tema electoral, ya el gobierno ha venido trabajando con la OEA para mejorar el sistema electoral nicaragüense, y ello se incluirá como parte del tema de la democratización.

Sabemos que un diálogo en un espacio azaroso, lleno de tensiones, de avances y estancamiento, de subibajas, pero al final debe llegarse a acuerdos por el bien de Nicaragua.

El Gobierno de la República está completamente comprometido con la paz y con el avance del país, y pondrá siempre lo mejor de su parte para que el diálogo tenga los frutos que necesita la mayoría del pueblo nicaragüense. Y en ese propósito todos los sandinistas debemos estar alertas y movilizados para defender las posiciones de nuestro gobierno
para que triunfe la paz.

Esperamos que al final se imponga la sensatez y que lo más pronto posible se llegue acuerdos, para que no se destruya este país, nuestro país, que nos ha costado construir, y para respetar el derecho del pueblo a la tranquilidad, a la paz y prosperidad.

(*) Cientista Social e Historiador.
Profesor Titular UNAN Managua.

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