Jonathan Flores M (*)
El martirio de palestinos en los territorios ocupados por la entidad sionista-israelí no solo es el resultado de los bombardeos sistemáticos y la demolición de edificios residenciales con sus familias dentro de ellos, sino que también los diferentes métodos de sufrimiento y muerte que utiliza para someter y exterminar tanto a la resistencia como al pueblo palestino en sí.
A modo de refrescamiento de la memoria colectiva, en este artículo se hará un recorrido por los diferentes métodos de guerra que ha utilizado la entidad sionista al largo de los más de 75 años que lleva el conflicto palestino-israelí, aunque se hará énfasis en el hambre como uno de los métodos más crueles de la guerra.
Hay una frase bastante común que dice que “en la guerra todo se vale”; sin embargo, si nos basamos dentro de los principios del derecho internacional, la guerra incluso tiene sus propias reglas que los Estados deben de respetar al momento de verse involucrados en conflictos militares, salvo si los imperialismos auspician la guerra ellos ponen y rompen las reglas arbitrariamente.
Los métodos de guerra y exterminio contra el pueblo palestino
Bombardeos aéreos indiscriminados. Entre los métodos más comunes del exterminio israelí contra los palestinos, en especial en la Franja de Gaza, están los bombardeos aéreos indiscriminados contra zonas residenciales completas, las imágenes de devastación de barrios enteros en estos territorios son evidente.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), se estima que en esta fase del conflicto se han generado aproximadamente 39 millones de escombros en Gaza, dejando como resultado la destrucción de sistemas de abastecimiento eléctrico y de agua. Se requiere de varios años para terminar con las tareas de remoción de escombros una vez cese el conflicto, y se estiman entre 40 y 80 años para la reconstrucción de todas las viviendas destruidas en Gaza desde el 7 octubre.
Las incursiones y demoliciones terrestres. Otro de las formas de exterminio es la demolición de zonas urbanas mediante el uso de excavadoras civiles-militarizadas. Este tipo de maquinarias blindadas forma parte del arsenal militar que el ejército de Israel ha utilizado en Gaza y en Cisjordania, para la devastación de escenarios urbanos.
Las incursiones terrestres de las fuerzas de ocupación israelí están acompañadas de un conjunto de maquinaria pesada, entre ellos tanques, vehículos de transporte blindados y maquinaria civil-militar que son utilizadas para destruir los sistemas de tuberías de agua potable, el tendido eléctrico, edificaciones públicas y viviendas. Igualmente, se utilizan maquinarias civiles en Jerusalén para la destrucción de viviendas palestinas que darían paso a la construcción de colonias israelíes, y el desplazamiento y confinamiento de barrios palestinos en el interior de los territorios ocupados.
Imagen tomada de internet
Destrucción de los campos agrícolas. Durante mucho tiempo. el sector campesino ha sufrido la destrucción planificada de plantaciones agrícolas por parte de colonos y entidades gubernamentales israelíes como una forma de forzar el desplazamiento y generar desarraigo de palestinos. La destrucción de las tierras agrícolas ha sido una práctica planificada en la agresión contra los territorios y el pueblo palestino.
En el norte de la Franja de Gaza, el ejército agresor ha destruido más del 80% de las plantaciones agrícolas y las ha anexado a su zona de amortiguamiento como parte del control territorial del enclave, dejando al sector campesino sin acceso a esas tierras, agudizando con ello la seguridad alimentaria e imponiendo un estado de asedio y marginalización de las poblaciones palestinas.
El estricto control de acceso al agua. El agua también se ha convertido en un arma de guerra por parte Israel. Una de las noticias más impactante fue cuando leí, en 2023, una noticia que narraba la manera en que el ejército y funcionarios gubernamentales de la ocupación rellenaban de cemento los pozos de las familias palestinas. El estricto control del acceso al agua contra las familias palestinas, es parte de las políticas sistemáticas perpetradas contra civiles que evidencian el plan de segregación y exterminio sistemático contra los palestinos.
Algunos han denominado estas políticas de estricto control de acceso al agua para las poblaciones palestinas como el apartheid del agua. Israel aplica políticas discriminatorias respecto al acceso al agua, controlando más del 80% de los suministros de este vital líquido. Además, ha expropiado zonas estratégicas de reservas hídricas en los territorios palestinos; por ejemplo, muchas partes de Cisjordania han sido declaradas zonas militares restringidas que contienen reservas del recurso hídrico.
Control racial y étnico
Igualmente, las tuberías de acceso al agua para los asentamientos y colonia ilegales de Israel en Cisjordania no son las mismas que abastecen a las poblaciones palestinas que a menudo están contaminadas y que, por otro lado, Israel controla incluso hasta el volumen de suministro de agua a estas poblaciones.
Las anexiones ilegales y el establecimiento de colonias judías. A menudo los enfrentamientos entre colonos y palestinos se tornan con la complicidad del régimen israelí que exacerba estas prácticas de violencia y discriminación contra los palestinos. Empresas extranjeras sionistas, durante décadas, han sido beneficiaras de jugosas contrataciones de diversos proyectos para la construcción de zonas residenciales para colonos en territorios ocupados.
También, el régimen israelí utiliza un control estricto de la movilidad de palestinos en los territorios ocupados, fundamentalmente en Jerusalén, mediante puntos de controles, construcción de muros que separan barrios o zonas israelíes de zonas palestinas, control y revocaciones de permisos de trabajos, pasaportes y otros documentos de control que afectan el libre desplazamiento de los palestinos en los territorios controlados por Israel.
Lo más reciente de este mecanismo de control fue la construcción entre Israel y Gaza de un muro subterráneo fronterizo de 65 km de longitud. Este muro cuenta con un sistema tecnológico sofisticado que prácticamente convierte a la arena en un sensor de movimiento y alerta de incursiones subterránea.
El confinamiento carcelario de palestinos. Otro de los métodos de control racial y étnicos por parte de la entidad sionista, son las cárceles para el confinamiento de palestinos, las vejaciones a las que a menudo son sometidos los encarcelados quiebra con la sensibilidad humana. Las detenciones indiscriminadas contra palestinos exclusivamente son parte del quehacer cotidianos de las fuerzas militares y policiales de Israel. En muchas de las cárceles hay palestinos que se encuentran privados de su libertad por detenciones administrativas. sin atribuirles ningún cargo y que puede pasar en prisión durante varios meses, incluso años, sin tener un juicio o sentencia.
Es común que por ser un palestino entre los 12 y 40 años de edad, haya experimentado las detenciones administrativas por parte de régimen israelí. Las redadas y detenciones de palestinos y su confinamiento carcelario se da bajo contexto y pretexto “excepcional de guerra permanente”. en el que Israel lo asocia al terrorismo y a la amenaza a la seguridad nacional.
Los métodos de tortura israelíes contra prisioneros palestinos no tienen nada que envidiarle, si se les compara, con los ejercidos en las prisiones estadounidenses de Guantánamo en Cuba o la prisión de Abu Ghraib en Irak.
El último hallazgo de este catálogo de tortura es que Israel facilita la propagación de la sarna en palestinos, como forma de sufrimiento y endurecimiento de las condiciones de los prisioneros. La administración penitenciaria deliberadamente traslada a prisioneros infestado hacia galerías sanas, para propagar la infección sin ningún tipo de medida sanitaria para controlarla.
El hambre como una prueba más del genocidio perpetuado en Gaza
Junto al ritmo de la destrucción de la Franja de Gaza, también se apodera y se han creado las condiciones objetivas para desatar el hambre en las poblaciones hacinadas en los campos de refugiados, como bien lo dijo Evita Perón que “El arma de los imperialismos es el hambre. Nosotros, los pueblos, sabemos lo que es morir de hambre”. Esta es la cruda realidad, la sostenibilidad de la vida de los cientos de miles de desplazados en Gaza están en un inminente peligro de morir de hambre, producto de la restricción del acceso de la ayuda humanitaria al enclave.
Además de los obstáculos que la ocupación israelí ha impuesto al ingreso de la ayuda humanitaria, una de las violaciones contra el derecho internacional humanitario fue la prohibición por parte de Israel a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). El hambre es, a todas luces, un método de guerra que el régimen sionista ha estado utilizando para someter a la Franja de Gaza a las reglas de Israel.
Según las estimaciones de la ONU, más 1.8 millones de personas en Gaza están experimentado hambre catastrófica. El panorama es dramático y nos remonta un episodio de la historia contemporánea que nos hace cuestionar una vez más el funcionamiento del orden mundial vigente y la inoperancia de sus organismos, mecanismos y reglas internacionales.
Las muertes por hambre en Gaza ya comienzan a mostrarnos una nueva faceta del genocidio perpetuado por Israel. La hambruna desencadena una catástrofe humanitaria difícil de controlar, provocando una violencia y desesperación sistematizada entre la población. La muerte por inanición es inminente.
De acuerdo con la FAO, “Los seres humanos pueden morir por frío extremo después de seis a 12 horas de exposición o por sed después de unos cuantos días sin consumir agua o líquidos; pero de hambre solamente después de algunas semanas si estaban en buen estado de salud cuando se los privó de alimentos por primera vez.”
Conclusiones
Israel tiene un amplio historial de crímenes contra el pueblo palestino y, al mismo tiempo, tiene un amplio catálogo de métodos de guerra y exterminio sistemático que ha permitido la ocupación de sus territorios, la negación de su autodeterminación y la violación de los principios básicos del derecho internacional.
El hambre es un claro ejemplo de un método que está orientado a causar el mayor daño posibles a la población en general, en especial a las víctimas más vulnerables como son niños, mujeres embarazadas, ancianos y personas con discapacidad. La impunidad del régimen sionista se ha dado bajo la complicidad de las potencias occidentales que auspician las guerras lucrativas, perpetuándolas a lo largo de la historia.
Fuentes consultadas
Aon. M. y Brasholt, M. (16 de noviembre de 2023). Palestinos en las prisiones israelíes: “un catálogo de violaciones”.https://www.prison-insider.com/es/articles/palestinians-in-israeli-prisons-a-catalogue-of-violations
Vía Campesina. (15 de enero del 2009). Destrucción de la agricultura palestina por la agresión israelí. https://viacampesina.org/es/destruccie-la-agricultura-palestina-por-la-agresisrael/
(*) Docente-investigador y analista geopolítico de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua.
Cuando uno lee en profundidad tal brutalidad perpetrada por Israel y como dijo nuestro comandante en jefe Daniel no nos referimos al pueblo sino a los que dirigen la nación, quizás en este plano de vida se piense que no hay ley que pare está masacre pero Dios omnipotente que ama a los pueblos y las fuerzas que repelen tal etnocidio y genocidio se encargarán de los ajustes, no existe nadie que cometa las brutalidades contra los pueblos del mundo que no pague en este plano de la vida, el que a hierro juega a hierro será juzgado, con la vara que Midas serás medidas el mismo cristianismo lo dice, el mundo entero, el planeta le dice ha los sionistas que paren de asesinar a niños, niñas, ancianos y mujeres por qué el etnocidio actual solo se compara con Herodes que por asesinar al hijo de Dios asesina a los miles de niños eso está haciendo el gobernante de Israel pero la inocencia de estos niños será la perdición del gobierno, mi solidaridad con Palestina . Felicidades al autor.
Este genocidio lo han permitido los imperialistas, la ONU solo ha servido para resguardar los intereses hegemónicos y no a los pueblos que sufren las consecuencias del imperialismo.Es una vergüenza que en estos tiempos se permitan crímenes de lesa humanidad.
¡Viva Palestina y todos los pueblos que luchan por la libertad!
Excelente artículo✊🏻