Josseline M. Berroterán (*)
Las grandes figuras revolucionarias de Nuestra América han trascendido el espacio geográfico y el tiempo. La cualidad de la comprensión internacionalista del mundo, del sistema y de las sociedades explotadas, ha hecho que sus pensamientos y acciones sean omnipresentes.
Curiosamente, Emiliano Zapata, revolucionario mexicano, quien inspirara al General Augusto C. Sandino; Sandino, quien inspirara a la revolución cubana y al Che Guevara; el Che, quien nutriera con su pensamiento al ideólogo y fundador del FSLN, Carlos Fonseca, mueren por las mismas razones y en condiciones similares, a manos del mismo enemigo: el imperialismo, y extrañamente a la misma edad, 40 años.
En ese acto, aunque pretendían borrarlos de la historia y contener la rebeldía de los pueblos, nacieron para la inmortalidad por su gran solidaridad internacionalista. Tal es el caso del internacionalismo proletario del Che y su impacto en los movimientos sociales revolucionarios del mundo.
“La práctica del internacionalismo proletario no sólo es un deber para los pueblos que luchan por un futuro mejor, también es una necesidad ineludible”. (Ernesto Guevara, discurso de Argel, 1964). Más allá de la imagen y la figura ampliamente difundida del Che por todo el mundo, el símbolo y significado de éste recoge una amplia visión de las sociedades y del modelo que se encarga de mantenerlas en la desigualdad.
En ese sentido, la lectura e interpretación de Ernesto Guevara sobre las lógicas imperialistas y neocolonialistas le permiten llegar a la conclusión de que es ineludible la organización popular y la descolonización del pensamiento, para reducir y eliminar la nefasta desigualdad social. Esta perspectiva internacionalista fue llevada a la práctica por el Che.
Nacido en Argentina es formado por su recorrido en las realidades de los pueblos latinoamericanos, acrecentando su determinación revolucionaria en Guatemala, para posteriormente madurarla en México, hasta vivirla desde la experiencia en Cuba y finalmente exportarla a otras latitudes, sin saber que el impacto que conllevaría su práctica se convertiría en el más grande legado para los pueblos que persiguen la transformación social y cultural. Siendo este la mejor explicación de la dimensión internacionalista de su imagen.
Ernesto es reconocido no sólo en la Mayúscula América, como él mismo la llamara, sino que también lo es en el continente asiático y africano, al que llegó a inicios de un mes de abril. Y aunque no logró ver realizados sus deseos de manera inmediata, sembró la semilla de la libertad; y muchos años después el sistema neocolonial de discriminación Apartheid, que oprimió por más de 4 décadas a Sudáfrica, precisamente en un mes de abril llegó a su fin.
El pensamiento del Che también ha sido de inspiración para movimientos sociales y juveniles, revolucionarios y antimperialistas como en Vietnam, Palestina, en los pueblos del Eje de la Resistencia contra el sionismo israelí: Siria, Irak, Irán, Yemen, Afganistán; así como inspiración para los estudiantes chilenos, argentinos, colombianos y los indígenas bolivianos. La figura del Che resume la lucha por los oprimidos del mundo y su práctica lo convirtió en el guerrillero internacionalista, con un profundo sentido humanista.
Su pensamiento es atemporal
A 57 años de la partida física del Che, el pensamiento y legado de él y de aquellos que le preceden no pierde el sentido, sino que mantienen su atemporalidad. A continuación, se presenta un breve recorrido por el acontecer latinoamericanos, relacionado a los temas que han marcado la agenda de la opinión pública durante los últimos días de octubre.
-Argentina: Con una inflación interanual de 230%, la más alta del mundo, las últimas encuestas de aprobación a la gestión de gobierno del presidente Javier Milei reflejan una tendencia a la baja, mientras que 7 de cada 10 argentinos perciben la crisis económica como extremadamente grave, según la última encuesta de la Universidad de Buenos Aires.
En ese sentido, la insatisfacción social con el plan de ajuste económico implementado por el gobierno para nivelar la economía nacional, parece haberse convertido en un plan de desregulación económica sistemática de la economía familiar.
Las medidas neoliberales de ajuste estructural del Estado han propagado la vulnerabilidad social, impactando en sectores estratégicos para el desarrollo, como la educación, poder adquisitivo de los ciudadanos y el acceso al empleo. Por el contario, el gasto militar ha aumentado en 153.6%, en un país en donde más del 50% se encuentra en situación de pobreza.
Las protestas sociales ante este modelo se han hecho notar, como una expresión natural del contexto económico y político, los jubilados reclamando aumentos a sus pensiones y los movimientos estudiantiles salen a las calles tras el anuncio de limitar el presupuesto a la universidad pública, bajo el argumento del presidente de que: “ésta solo beneficia a los ricos”. Pero, la secretaria de prensa de la oficina presidencial recibió uno de los aumentos más grandes de todo el presupuesto: 778.9%.
En medio de esas grandes complejidades y desafíos de la sociedad argentina, Cristina Kirchner ha iniciado su reinserción al activismo político-partidario, presentando su candidatura a la presidencia del partido Justicialista, evocando la unidad del histórico peronismo, misma unidad que hizo falta en las elecciones anteriores. En lo general, no cabe duda que la victoria política se alcanza solamente en unidad, organización y escuchando al pueblo.
Aumento de la violencia
– Ecuador: Ecuador se encuentra frente a un momento de crisis social, gestionada por un gobierno neoliberal, y que ha colocado a la nación en situaciones controvertidas a nivel diplomático, socavando las relaciones con países de la región como México, rayando en una crisis diplomática por violentar los principios de las relaciones internacionales.
Mientras que por otro lado, temas como la inseguridad ciudadana, crisis energética (como consecuencia de una matriz de producción basada en una sola fuente, hidroeléctrica) que, además, genera al menos una pérdida de 96 millones de dólares por cada 8 horas de corte, es una realidad que impactará directamente en el crecimiento económico, sumado a un aumento generalizado de la violencia y de la presencia del crimen organizado. En lo sucesivo, estas condiciones podrían enrumbarse hacia un estado de descomposición social o Estado fallido.
– México: Antes de efectuarse la toma de posesión histórica de Claudia Sheinbaum como presidenta, la inexistente invitación al acto de envestidura para el Rey de España se convirtió en un tema de debate público.
Esta decisión legítima de las autoridades mexicanas se fundamenta en la perspectiva antimperialista y anticolonial que se ha venido profesando desde el partido Morenista y que se ha expresado con la solicitud hecha en 2019 por el ex presidente Andrés Manuel hacia el Rey, para que éste pidiera disculpas públicas por la violencia cometida contra los pueblos indígenas durante la colonización, lo que significaría el reconocimiento de España al daño causado.
El gesto posterior del gobierno de España, de señalar como inaceptable no haber invitado a su monarca, debe ser interpretado como una expresión misma del pensamiento colonizador que en pleno siglo XXI continúa considerando su figura por encima de los pueblos de Nuestra América y que, a propósito de conmemorar el 12 de octubre, su gesto ha sido visto como irrespetuoso a la memoria del genocidio cometido en América por el reino español durante la conquista.
Por otro lado, los primeros días de gobierno de la Presidenta han sido marcados por el aumento de homicidios dolosos, reflejando que el fenómeno de la violencia e inseguridad ciudadana no dejan de ser un desafío importante para este sexenio, que incluso se convertirá en el catalizador de su gestión gubernamental. Pese a estos desafíos, la última encuesta sobre aprobación presidencial refleja que 9 de cada 10 mexicanos considera que Sheinbaum será una buena presidenta.
La lucha internacionalista, su gran legado
– Bolivia: Por último, (precisamente por ser el país en donde asesinan al Che), la coyuntura política en este país se encuentra en un proceso de complejidades y puede ser visto con preocupación. La historia política de Bolivia ha sido convulsa y atravesada por inestabilidades que desencadenan en situaciones de violencia que, en un contexto pre-electoral, genera sensaciones de incertidumbre para los ciudadanos y analistas.
La división del partido MAS-IPS, tras los intentos de bloquear la candidatura presidencial de Evo Morales, un partido que por 2 décadas se ha caracterizado por su sólida unidad y capacidad de movilización social; además de ser uno de los principales partidos a nivel nacional, actualmente pasó de la lucha Masistas vs Antimasistas, a una pugna entre Evistas vs Arcistas.
Esa división interna del partido se convierte en un escenario de vulnerabilidad frente a una derecha radical con tintes discriminatorios. La posible fragmentación del MAS como instrumento político de las mayorías, y fundamentalmente de pueblos originarios para alcanzar procesos de desarrollo hacia la consolidación de un Estado plurinacional popular, significa la recomposición del campo político nacional y la redefinición de los liderazgos políticos, así como de las demandas y necesidades de la población.
Desde otro ángulo, esta división favorece intereses extranjeros que, desde el análisis geopolítico y geoestratégico, el principal interesado en que el MAS se debilite es Estados Unidos, debido a la gran cantidad de recursos que posee Bolivia y no se encuentran a su disposición. Por lo tanto, se hace inevitable cuestionarse ¿qué tanto querrá influir EEUU para lograr fragmentar al MAS?
Finalmente, la perspectiva internacionalista, así como el antiimperialismo del Che, continúan siendo las necesarias relecturas para reflexionar y reinterpretar las realidades, los escenarios de la Mayúscula América y del mundo, sobre todo en un contexto internacional de reordenamiento del poder, de amenaza latente contra la humanidad (Israel y el genocidio contra Palestina). La lucha internacionalista de profundo sentido humanista, con las armas de los tiempos actuales, es un horizonte claro para superar los desafíos que impone el sistema capitalista, y ese es el gran legado de Ernesto Guevara.
(*) Politóloga, Docente Universitaria y especializada en Comunicación y Marketing Político.