El próximo presidente de los Estados Unidos
¿Qué cambiaría si fuese una mujer?

El próximo presidente de los Estados Unidos¿Qué cambiaría si fuese una mujer?

Josseline M. Berroterán (*)

Las elecciones estadounidenses generalmente se presentan como un espacio de análisis político complejo, controversial, difamatorio y con tintes de espectáculo hollywoodense. Esto se puede explicar a partir de 3 grandes factores: primero, la complejidad de la sociedad que lo integra; segundo, el diseño del sistema electoral con el que se elige al presidente; y tercero, los constantes cambios y reconfiguraciones del sistema internacional que puedan desarrollarse durante el contexto electoral.

En el escenario actual, resulta ineludible preguntarse ¿por qué en una nación que ya ha superado los prejuicios raciales y que se auto proclama la cuna de las libertades, nunca ha elegido a una mujer como presidente?

En el año 2016, Hillary Clinton estuvo cerca de llegar al poder, macando un hito en la historia política del país, al ser la primera mujer en competir por ese cargo. Sin embargo, se debe recordar que los valores que representaba eran los mismos que los de las élites tradicionales: blanca, clase alta, perteneciente a la clase política y con una perspectiva imperialista en política exterior, responsable de la invasión a Irak, el golpe de Estado en Honduras y la invasión a Libia.

Lo que explica en gran medida, por qué el establishment le permitió estar muy cerca de convertirse en la primera presidenta de EEUU. Ahora, el mismo contrincante de ese entonces, Donald Trump compite contra otra mujer, que a primera vista se presenta como su antagónico.

El cambio de imagen que necesitaban los demócratas

La contienda electoral 2024, incluso antes de empezar, manifestaba una tendencia a favor del ex presidente Donald Trump frente al presidente Joe Biden, quien no terminaba de convencer a las propias bases del partido demócrata, lo que generó una fragmentación del electorado y opiniones desfavorables; en ese escenario, los republicanos llevaban la ventaja y, sobre todo, los ánimos hacia una rotunda victoria electoral eran cada vez más certeros.

Reemplazar a Biden por Kamala Harris, primera vicepresidenta mujer, de origen asiático y negra, significó un giro táctico en la estrategia electoral del partido demócrata, la jovialidad y capacidad de movilización de las bases en su partido cambió por completo el tablero electoral, siendo precisamente el mensaje que se necesitaba transmitir a nivel mediático, campaña resucitada.

Trazar el paralelismo entre Harris y Trump, ha sido, hasta ahora, una de las mejores gestiones comunicativas elaboradas por los medios corporativos estadounidenses, con el fin de presentar dos personajes diametralmente opuestos, aunque programáticamente similares en cuestiones de fondo.

Otro análisis que merece ser considerado es que, si se parte de la observación a las tendencias de preferencias electorales, si bien los demócratas lograron recuperar terreno en el voto popular con la figura de Kamala Harris, también es verdad que Donald Trump continúa demostrando su solidez del voto, ya que las opiniones a favor de su candidatura no han disminuido de manera estrepitosa.

Incluso, luego del primer debate entre ambos candidatos los números se mantuvieron en márgenes similares. De acuerdo a los promedios de encuestas nacionales realizado por Fivethirtyeigth, Harris obtenía 48.2% de intención de voto y Trump 45.8%, mientras que la diferencia se ubica en el margen de error, por lo que se confirma una reñida disputa electoral a nivel de opinión pública.

Esta reñida disputa electoral incluso se extrapola en 7 estados pendulares y que serán los que determinen el futuro de los próximos años para EEUU. Los estados son: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, en donde ninguno de los dos oponentes logra superar más del 2% de diferencia en las intenciones del voto, reflejando una sociedad polarizada y dividida en dos supuestas opciones.

Kamala-camaleón

Como se mencionó anteriormente, las diferencias entre los candidatos son más de forma que de fondo; es decir, el abordaje y estilos discursivos para hablar acerca de los temas principales de campaña varían y pretenden enmarcarse en dos grandes opciones. Sin embargo, a Harris se le ha catalogado como camaleónica por su habilidad de adaptarse a los diferentes contextos y momentos, es una política pragmática que ha flexibilizado sus posturas de acuerdo a sus intereses políticos.

Por ejemplo, durante su gestión como fiscal apoyó medidas migratorias para “ciudades Santuarios”, a la vez que apoyaba medidas para reportar a todo inmigrante indocumentado que fuese arrestado. Mientras que en su actual cargo, como vicepresidenta ha apoyado todas las acciones en materia de política exterior respecto a América Latina. Durante su campaña ha preferido evitar temas respecto a las relaciones con Venezuela, Cuba y Nicaragua, incluso con cualquier país de la región.

Por otro lado, Kamala ha sido enfática en el apoyo rotundo al gobierno de Biden respecto a la política y nivel de involucramiento de EEUU en el genocidio de Israel contra Palestina, a la vez que se ha pronunciado públicamente sobre el deceso de cientos de miles de palestinos, incluso mencionando la necesidad de un alto al fuego inmediato.

Estas posturas encontradas dejan entrever una figura política que no dista mucho de su oponente en cuanto a posicionamientos de política doméstica e internacional, por lo que conocer las luchas y posiciones políticas de Kamala terminan siendo un espacio difuso.

¿Quiénes votan por Trump y Kamala?

De acuerdo con el Centro Pew Research, en la encuesta de inicios de septiembre, los votantes de ambos candidatos tienen características particulares y diferencias marcadas.

Estas diferencias reflejan aspectos significativos. Por un lado, la brecha de género en cuanto a posicionamientos políticos, en donde las mujeres representan un segmento importante por su peso poblacional, quienes en 2020 contribuyeron a inclinar la balanza hacia los demócratas, mientras que los blancos con un nivel escolar medio, fueron subestimados en 2016, cuando representaron un segmento decisivo que le brindó apoyo Trump.

Más allá de estas dicotomías, resulta interesante señalar que, pese a que el partido demócrata se ha inclinado históricamente hacia el progresismo y al respaldo de las clases más bajas, en la actualidad son las clases bajas y medias quienes se decantan por el republicano Donald Trump.

Esta migración del electorado, refleja uno de los principales problemas: el estado actual del poder adquisitivo de los estadounidenses, un tema que le da ventajas a Trump frente a la gestión actual de los demócratas y que afecta directamente la cotidianidad del electorado, sobre todo porque ven cada día más alejada la posibilidad de construir un futuro sostenible y, por ende, esto impacta en el pensamiento público.

¿Diferencias Trump Vs Harris?

En realidad, en materia de política exterior, que al final es el tema de mayor interés para los países del sur global, no existen grandes dicotomías. Si se toman de referencia temas como políticas migratorias para países de A.L, el genocidio de Israel perpetuado en Gaza, conflicto Rusia-Ucrania, las posturas se mantienen al mismo nivel.

Por un lado, Harris recibe apoyo y financiamiento de la AIPAC (asociación que promueve el lobby judío en EEUU) y por otro, Donald Trump recibió 100 millones de dólares en donación para su campaña por parte de Miriam Adelson, multimillonaria Israelí. Ambos respaldan el principio del derecho legítimo de Israel a su defensa.

Harris, quien al inicio de su mandato visitó Guatemala, desde donde envió un mensaje claro a los migrantes latinoamericanos “No vengan a EEUU”, también ha respaldado las medidas migratorias para contener el flujo migratorio en la frontera sur e incluso ha aprobado iniciativas para efectuar deportaciones masivas, posturas muy similares a las de Trump. Sin embargo, el tono, matiz y vocabulario ha sido más moderado.

El tema del conflicto entre Rusia-Ucrania ha sido ampliamente mencionado por Donald Trump durante su campaña, porque este ha sido un tema fundamental por su trascendencia geopolítica, económica, militar e internacional. Al respecto, el republicano ha manifestado su vocación a solucionar el problema, pero no ha revelado el cómo, mientras que Harris ha dejado entrever que su política exterior es la continuidad a la agenda desarrollada por Joe Biden.

Esto sugiere que la política de los Estados Unidos frente al mundo, no presenta variaciones significativas, no existe una política exterior republicana ni demócrata, existe una política exterior estadounidense a la que se debe alinear cualquiera que gobierne ese país: la visón imperialista es de Estado, por lo que de ganar Kamala Harris la presidencia y convertirse en la primera mujer en ostentar ese cargo, su papel se verá alineado a los intereses del estado profundo (Deep state), y no implica cambios estructurales, sino más bien reflejaría la necesidad del sistema estadounidense de adaptarse a las tendencias de la sociedad actual, en un momento clave de reconfiguración del sistema internacional.

Sistema internacional y la correlación de fuerzas

Por otro lado, es importante mencionar que respecto a la reconfiguración actual del sistema internacional se pueden ubicar 3 eventos importantes antes de las elecciones de noviembre y que tienen cierto grado de relevancia, porque pueden funcionar como catalizadores en las correlaciones de fuerzas y para definir qué tipo de liderazgo es el más oportuno para EEUU en este contexto:

  1. Inicio de maniobras militares conjuntas en el mar Pacífico entre China y Rusia: ambos países acordaron, desde mayo 2024, iniciar un proceso de fortalecimiento de los lazos militares y económicos para encontrar alternativas de defensa conjunta frente a las amenazas de  seguridad  internacional.  Esto representa un momento clave para la correlación de fuerzas, al encontrarse dos gigantes en los ámbitos más importantes del sistema internacional uniendo esfuerzos y que representa un reto importante para una potencia como EEUU que se encamina a un proceso de declive.
  2. Contraofensiva rusa en Kursk: con el avance de Ucrania en estos territorios, Rusia ha pretendido recuperar y repeler a las fuerzas ucranianas con determinación; sin embargo, al ser este un conflicto en el que EEUU y el occidente colectivo se ha involucrado significativamente, coloca en una situación de mayor tensión a EEUU en un contexto electoral complejo, criticado desde dentro por el financiamiento multimillonario a Ucrania. El retroceso de Ucrania en Kursk representaría una derrota táctica para occidente y EEUU, o bien la escalada a un conflicto internacional.
  3. Cumbre de los BRICS entre el 23 y 24 de octubre: este espacio económico significa una alternativa al G7, con miras hacia la expansión e inclusión de más países que buscan la independencia económica y desdolarización del sistema financiero internacional. En un momento de grandes retos económicos para EEUU, esta reunión se convierte en un acto fundamental que definirá las nuevas estrategias comerciales y económicas implementadas por el próximo gobernante estadounidense, lo que requiere de un liderazgo fuerte y hábil

Finalmente, si bien el sistema electoral estadounidense no depende por completo del voto popular de las mayorías y hasta el día de hoy no se logra visualizar con claridad quién será él o la próxima presidenta de ese país, lo más certero que tenemos es que a los pueblos latinoamericanos, al pueblo palestino y al sur global no le hace ninguna diferencia si quien impone sanciones, envíe municiones para bombardear o aplica políticas injerencistas es un hombre blanco o una mujer negra.

(*) Politóloga, docente universitaria, especialista en Comunicación y Marketing Político.

9 Comments

  1. Muy buen escrito.
    Aborda aspectos de la vida política de Estados Unidos como las elecciones que directamente no es el pueblo de los Estados Unidos quien decide el próximo presidente, sino un ” colegio electoral”.
    Esto según quien reciba mas votos por circunscripción.

    Importante observación, que es una mujer postulada a la presidencia de los Estados Unidos: Kamala Harris.

    Antes fue la señora Clinton y perdió ante el mismo candidato actual: Donald Trump.

  2. Muy buen escrito.
    Aborda aspectos de la vida política de Estados Unidos como las elecciones que directamente no es el pueblo de los Estados Unidos quien decide el próximo presidente, sino un ” colegio electoral”.
    Esto según quien reciba mas votos por circunscripción.

    Importante observación, que es una mujer postulada a la presidencia de los Estados Unidos: Kamala Harris.

    Antes fue la señora Clinton y perdió ante el mismo candidato actual: Donald Trump.

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