Con una trinchera ideológica y comunicacional:
Nicaragua victoriosa y en paz

Con una trinchera ideológica y comunicacional:Nicaragua victoriosa y en paz

Fredy Franco (*)

En los últimos 30 años el imperio global usa cada vez más, de manera predominante, sistemática, intensa y total, los medios de comunicación, las redes sociales y todo lo digital y cibernético, el conocido poder mediático, como parte integrante y pivote de la guerra híbrida o de quinta generación para desestabilizar, agredir y dominar el mundo.

La dominación del planeta por el imperio global lleva aparejado, como base, el control o manipulación de las mentes para crear una mentalidad y práctica individualista, egoísta, consumista y opuesta a los cambios de real beneficio colectivo. Así demonizan a los que luchan por un mundo mejor, convierten en ángeles a los demonios, crean distorsiones cognitivas, pretenden convertir la mentira en verdad, buscando cómo normalizar un mundo injusto.

La revolución sandinista es atacada permanentemente en todos los frentes, incluido  en el campo  psicológico e ideológico, a través de distintos instrumentos como las redes sociales y los medios de comunicación. Hemos enfrentado y salidos victoriosos frente a las mayores adversidades, una de las últimas, la del 2018, con el intento golpista que combinó guerra psicológica, guerra mediática y violencia terrorista.

Este intento golpista fue derrotado por una correcta estrategia dirigida por el comandante  Daniel Ortega, al combinar paciencia, serenidad, confianza política, firmeza ideológica, conciencia, organización, divulgación de la verdad y el desenmascaramiento de los golpistas y sus patrocinadores: el imperio yanqui. Nuestra labor política e ideológica, junto a nuestro pueblo y la guerrilla comunicacional permanente en defensa de nuestra causa justa y de la verdad verdadera de la revolución, nos permitirá derrotar siempre la estrategia imperial.

1 El poder mediático, de la “guerra fría” al mundo unipolar imperial

Desde la llamada guerra fría, los imperialistas de la tierra construyeron y usaron la guerra psicologica e ideológica que se instaló después de la II Guerra Mundial, o la llamada confrontación Este-Oeste, a través de los medios de comunicación escritos, radial, televisivo, el cine, los libros, la educación y sus llamados ideólogos. Todos usando una narrativa mentirosa y manipuladora para justificar su modelo de dominación y atacar a países que optaron por modelos justos, solidarios y soberanos.

Con la llamada crisis del campo socialista, entre 1989-1991, el imperio desató toda una ofensiva político-ideológica junto al modelo neoliberal que se implantó en distintos países o regiones, propagando la idea del “fin de la historia”, con la que pretendía convencer -con esta premisa e idea falsa- que había llegado el fin del socialismo y la eternidad del capitalismo. La historia, los hechos, el sentido de evolución y transformación de la vida ha demostrado que el mundo se encamina a un sistema y una humanidad diferente al capitalismo, diferente a la anacrónica dominación imperialista.

En un mundo unipolar, de globalización de predominio neoliberal, controlado por el imperio yanqui, y después de la desintegración de la Unión Soviética, los Estados Unidos pasó a la ofensiva, agrediendo a países con su fuerza militar para hacer la guerra. También usando su poder mediático, sobre todo de los grandes medios de comunicación a su servicio, para crear ambiente en la opinión pública internacional y desatar todo su poder imperial, como lo hicieron en Europa del Este, en la brutal desintegración de varias naciones en la zona de los Balcanes, para subordinarlos a ellos y a sus aliados de Europa Occidental.

Igualmente, en las posteriores guerras -sumando a países de Europa- al usar como pretexto la lucha contra el terrorismo   contra   países   soberanos y que construían bienestar para sus pueblos como Irak y Libia. Antes de esa ofensiva y la guerra contra estos y otros países, usaron el poder mediático para atacar y dar el zarpazo, como sucedió con Irak, inventando que poseía armas de destrucción masiva.

2 Las redes sociales y los intereses imperiales en el mundo

La guerra mediática ha tomado más fuerza con el uso de la tecnología de la información y la comunicación, y su impacto en las redes sociales en los últimos tiempos. El uso de Internet y otras redes sociales, controlados por el poder imperial través de magnates como Mark Zuckerberg, creador y dueño de Facebook, de Instagram y WhatsApp; y Elon Musk, dueño de Twiter, hoy X, trabajan y actúan al servicio del Pentágono y la CIA para construir planes de ataques, campañas de descalificación, mentiras,    noticias falsas, narrativas y patrones en el imaginario social distorsionados, manipulados,   falsos, la virtualización de la realidad, al viejo estilo gobeliano nazista.

Las redes sociales y su uso masivo y global, facilita los procesos de comunicación humana, en muchos casos positivos en los servicios, el comercio y otros procesos socio- culturales. Sin embargo, la manipulación de este instrumento es usado para actividades ilícitas o delincuenciales por el narcotráfico, el crimen organizado, la piratería digital, los ciberdelitos; y también con propósitos políticos, ideológicos y culturales hegemónicos en beneficio del poder imperial dominante para justificar su sistema y sus políticas, evitar los cambios soberanos, destruir los procesos revolucionarios o progresistas, o desestabilizar países o regiones.

Conocemos muchos ejemplos de cómo las redes sociales han influido en desestabilizar a países árabes, de Europa del Este, de América Latina y de otras regiones. El mundo árabe fue víctima de las llamadas “primaveras árabes”, casos de Túnez, Egipto, Yemen, Bahréin, Libia y Siria. O las llamadas “revoluciones de colores”, ejecutada en la zona de Eurasia y dirigida a imponer la hegemonía de Occidente en países con tradición soberana, o de recién tradición socialista o vinculados a Rusia.

Usaron su estrategia política mediática para supeditarlos a sus intereses generando movimientos pro occidentales como en Georgia, Kirguistán, lo que fue Yugoslavia y Ucrania, en este último -donde a través del llamado Euromaidan- provocaron un golpe de Estado contra el legítimo presidente Yanukovich en 2014 e instalaron en el poder a las fuerzas nazi-fascistas. Controlada Ucrania, hoy es usada como plataforma de Occidente para atacar a Rusia.

3 América Latina poder mediático y golpismo imperial en los últimos 25 años.

América Latina mantuvo viva la revolución, la idea de que un mundo diferente al capitalismo es posible, desmontando la narrativa idea del “fin de la historia” con la resistencia de la Revolución Cubana, de la Revolución Sandinista y luego con el triunfo de la Revolución Bolivariana en 1999.

Este factor político-ideológico-moral, junto al cuestionamiento creciente de las políticas neoliberales en la región, condujo a cambios políticos progresistas comenzando con la Revolución Bolivariana y el liderazgo del comandante Hugo Chávez, el triunfo del PT y Lula en Brasil, el triunfo revolucionario en Bolivia con Evo Morales, el regreso del FSLN y el comandante Daniel Ortega al gobierno, el triunfo del FMLN en El Salvador, de la Revolución Ciudadana en Ecuador con Correa; y así muchos otros triunfos como el de Kirchner en Argentina, Lugo en Paraguay, el Frente Amplio en Uruguay, el presidente Manuel Zelaya en Honduras.

Estos procesos fueron y son enfrentados y desestabilizados, pues pretenden evitar su consolidación a través de acciones políticas y mediáticas imperiales en articulación con las fuerzas derechistas de la región, y otras acciones políticas injerencistas y de agresiones económicas. En la región, EEUU ha usado y usa a la NED y a la USAID para financiar y ejecutar la política de cambio de régimen con fuerza para detener ese avance progresista que cuestiona el hegemonismo yanqui y construye caminos soberanos y de bienestar humano.

Esa política imperial ha financiado y financia a distintas fuerzas políticas, religiosas, ONG’ s y medios de comunicación, principalmente, para desarrollar una agenda mediática de ataques, de manipulación y calumnia; recurre a extremos golpistas, usando de manera intensa las redes y los medios de comunicación, nacionales y del imperio, impulsando acciones de boicot o terroristas, o acciones políticas y aparentemente legales, hasta acciones descaradamente golpistas usando a los Ejércitos.

Los imperialistas no creen en la democracia representativa si ésta no les favorece, siempre inventan guiones de deslegitimación, cuestionan a las fuerzas que triunfan o buscan cómo obstaculizar su desempeño y si es posible derrocarlos, dividirlos, y construyen acciones políticas y legales para sacar del juego a los líderes revolucionarios o progresistas.

El imperio yanqui, en los últimos 25 años, en la región ha recurrido a extremos golpistas para revertir, derrocar o neutralizar a las fuerzas progresistas, ahora con construcciones más complejas, incidiendo y manipulando las mentes y usando distintos factores para el golpe duro o suave, como lo menciona el ideólogo del golpismo Gene Sharp.

Esta estrategia tuvo su máxima expresión de intensidad y variantes en la estrategia golpistas contra Venezuela en el contexto de las elecciones presidenciales del 28 de julio 2024, cuando pretendieron derrocar o evitar el triunfo de Nicolás Maduro a cualquier costo. El de Venezuela es el caso típico de la estrategia imperial usando los llamados golpes suaves y golpes duros, utilizados en la guerra psicológica, mediática, los ciberataques.

En línea con su estrategia, inventaron datos o encuestas de ventaja abismal de su candidato, el guion del fraude antes, durante y después de las elecciones, el invento de las actas fraudulentas para un supuesto triunfo de la marioneta yanqui, acciones terroristas para crear incertidumbre y desestabilización interna, y dar el zarpazo con un guion político-diplomático y mediático internacional pretendiendo sumar apoyos a su estrategia golpista.

Al final, la Revolución Bolivariana supo defender su triunfo político electoral en beneficio del pueblo, desmontar las mentiras del llamado fraude, neutralizar las acciones terroristas en pocos días, usando la institucionalidad venezolana para defender la soberanía y el resultado electoral indiscutible; se ha preservado la paz y continúa en la estrategia de recuperación económica y bienestar social, vigilante frente a los planes de agresión y desestabilización como el boicot eléctrico y los planes terroristas abortados.

4 Nicaragua, agresión imperial golpista y nuestra resistencia victoriosa

Con llegada del FSLN al gobierno, encabezado por el comandante Daniel Ortega, se restituyeron los derechos del pueblo. Pero, desde muy temprano los imperialistas yanquis generaron un ataque permanente de mentiras, manipulaciones o de construcción de una narrativa que incidiera en la mente de la gente para indisponerla contra el Frente Sandinista y su principal líder. Desde el discurso político y de la construcción mediática, se fijaron ejes de ataques que en determinadas condiciones surtiera un efecto politico- ideológicos a favor del proyecto imperial.

Inventaron e hicieron construcciones mediáticas como la “dictadura”, el “dictador”, la “corrupción”, sobredimensionando dificultades, muchas de ellas heredadas, o censurando logros del gobierno sandinista; repetían hasta el cansancio la máxima nazi: miente, miente, que de la mentira algo queda.

Durante 10 años se dedicaron a la construcción de un patrón psicológico e ideológico que, con el uso intensivo de las redes sociales y medios de comunicación, creara una situación propicia para culpar al gobierno sandinista de todo. Y buscaron un hecho para desatar su acción golpista en 2018: quisieron culpar al gobierno de un incendio en la Reserva Indio-Maíz, luego desinformaron o manipularon sobre la reforma al seguro social; e inventaron la muerte de un joven universitario por parte de la Policía, cuando realmente el primer joven que murió fue víctima de los golpistas.

La intoxicación generada en las redes sociales usada para el golpe, logró manipular a un sector del pueblo en un primer momento, tocándole el cerebro reptileano que es el de las bajas pasiones, los instintos y sentimientos.  Pero los hechos destructivos, llenos de agresión y muerte de los golpistas, se contrapusieron con la acción política llena de verdad del FSLN y del gobierno sandinista, y de realización indetenible de la vida económica y social del país, que continuaba pese a las afectaciones de los tranques de la muerte en varios puntos del país.

Poco a poco estos hechos dieron paso al cerebro racional; se comenzó a aterrizar a la realidad verdadera en todos los ámbitos de la vida, y el pueblo comenzó a rechazar a los golpistas, tranquistas, por provocar el daño a la vida, la alteración del desarrollo positivo del país y la paz construida. Y el gobierno restableció plenamente la paz y la estabilidad. Llamó a la reconciliación y otorgó amnistía, pero bajo el principio de la No repetición.

Luego fortaleció leyes para asegurar la paz permanente y neutralizar las acciones imperiales de las fuerzas golpistas internas como la de regulación de agentes extranjeros, la prohibición de financiamiento externo a los partidos políticos, la regulación de los Ongs, que canalizan millones y millones para provocar el golpe o el cambio de régimen, como lo llaman en la estrategia imperial. Igualmente, la creación de una Ley de Ciberdelitos para controlar la comisión de distintos delitos penales, en el uso violento, desestabilizador, manipulador y denigrante de las redes sociales, entre otros ámbitos.

Después de seis años de derrota al golpismo, seguimos victoriosos frente a la agresión imperial permanente, incluido el de la guerra mediática. Hemos fortalecido el frente comunicacional en las redes sociales para neutralizar las manipulaciones y mentiras, y destacando los hechos reales de las transformaciones realizadas por el gobierno sandinista, dando a conocer la verdad verdadera de la revolución.

(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN-Managua

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