Manuel Salvador Espinoza J. (*)
EL 14 de junio del corriente el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Vladimirovich Putin, presentó un pliego de seis Condiciones Innegociables para terminar la guerra en Ucrania por culpa de los planes de la OTAN contra Rusia. En su discurso, Putin expresó lo mismo que aseguramos en el artículo en esta revista el mes de mayo pasado: “La tensión internacional está alcanzando una etapa de no retorno”.
Y en varias entregas hemos venido subrayando que es el bloque del occidente colectivo, el que está más que interesado en desatar una nueva guerra mundial por diversas razones que lo ha ubicado siempre en el dominio, control y supremacía global. Son muchas estas causas que hemos descrito, pero sobre todo las de odio civilizatorio -marcada por la supremacía económica- es la que ha marcado históricamente la lucha a muerte entre pobres y ricos.
No son los niveles de conflicto, guerra (convencional o nuclear) entre “X” o “Y” potencia, líderes, ejército, armamento, tecnología, comercio, geografía, historia o religión o cualquier otro tema. Es la lucha de clases y los intereses económicos de un núcleo híbrido civilizacional, convertido por siglos en la élite global, que necesita llevar al planeta al mayor desastre y destrucción total, asi como al exterminio de la mayor cantidad posible de seres en el planeta.
Los dueños del mundo
La élite global es el primer vector de análisis que los pueblos y revolucionarios organizados deben de hacer, superando a otros que analistas de todo tipo tratan de ubicar en primer orden, logrando más bien desviarnos del único camino lógico que es la toma del poder por parte de las clases vanguardias por activismo y conciencia, que enrumbe a la superación del capitalismo y no a su maquillaje o su mejoramiento.
Esto solo puede ser posible si la meta es construir el Socialismo real de una sociedad justa y de equidad social descrita desde los tiempos de Jesucristo o Thomas Moro en su famosa obra “Utopía”. Podríamos profundizarnos a unos 350 años a.C en materia de lucha y resistencia en contra de dinastías familiares y de poderío global en un mundo, donde muchos imperios existían sin éstos entrar aún en choque entre todos en determinados formatos de alianza, como los conocemos a partir de la IGM.
Pero para entender mejor al gran Carlos Marx y su llamado a que el proletariado se mantenga unido en la lucha de clases, podemos partir del inicio del siglo XVII y la conformación de nuevas clases hasta hoy en pugna. Aunque la revolución burguesa en Inglaterra (1648) se toma como punto de partida, como punto de corte y superación de un sistema económico social como fue el feudalismo por el capitalismo burgués, es obvio que las masas empobrecidas de campesinos y obreros incipientes, bajo los que recayó la lucha principal, no lograron mucho para su bienestar.
La clase burguesa los utilizó y sólo se logró debilitar a la monarquía y su absolutismo, y a la desconstrucción de las capacidades políticas de la iglesia. Lo que no impidió que prontamente Republicanos/ Parlamentaristas,monárquicos, la iglesia y el capital prontamente entraran en alianzas políticas, ideológicas y religiosas en función de seguir oprimiendo y gobernando a las inmensas masas empobrecidas bajo un modelo complaciente a sus intereses de clase de república y parlamentarismo.
Y es ese tipo de sistemas políticos diversos, pero similares en su demagogia de supuesta democracia y defensa de los desprotegidos y excesiva prosperidad individual, que hasta hoy día la política interna de la mayoría de los estados se conduce.
Es el sistema político que desde la dinastía familiar de los Medici (Italia) se venía procurando en Europa. Conocida como la casa de los Medici, alcanzó riqueza y poder político en Florencia. Tuvo una larga y poderosa influencia en la historia europea durante cientos de años, destacándose por su destreza bancaria y como mecenas incomparable de las artes durante el Renacimiento italiano.
Aunque algunos Medici estuvieron activos en asuntos políticos desde el siglo XIII, no fue hasta finales del siglo XIV y XV que la familia realmente llegó al poder con la creación del banco de Medici, uno de los más prósperos y respetados de Europa.
A partir de 1434, con el ascenso al poder de Cosimo de Medici, la familia apoyó las artes y las humanidades, convirtiendo a Florencia en la cuna del Renacimiento, un crecimiento cultural comparable solo con el de la antigua Grecia. Los Medici produjeron cuatro papas: León X, Clemente VII, Pío IV y León XI, y sus genes se mezclaron en muchas familias reales de Europa. El último gobernante Medici murió sin un heredero masculino en 1737, terminando la dinastía después de casi tres siglos.
Imperios familiares
Algunas estimaciones sugieren que la familia Medici fue en su momento la más rica de Europa, lo que les permitió adquirir poder político en Florencia, Italia y Europa. También ocuparon altos puestos en la jerarquía de la Iglesia. Tras la cesión de tierras austriacas a Fernando I por su hermano el emperador Carlos V el 21 de abril de 1521, la dinastía se dividió en la rama menor de los Habsburgo austriacos y la principal de los Habsburgo españoles.
Por otro lado, otra dinastía familiar surgía en Europa: la familia Rothschild. Una dinastía bancaria y financiera internacional de origen judío alemán, que estableció operaciones en toda Europa y fue ennoblecida por los gobiernos de Austria y Gran Bretaña. Pioneros en la provisión de capital para negocios y en la financiación de proyectos de infraestructura, como los ferrocarriles y el Canal de Suez, los Rothschild moldearon la forma en que funcionan las altas finanzas internacionales hoy en día.
El imperio Rothschild comenzó en la década de 1760 cuando Mayer Amschel Rothschild fundó un negocio bancario en Frankfurt, en el ducado alemán de Hesse. Con el tiempo y con la ayuda de sus cinco hijos, la empresa familiar se expandió por varios países europeos. Mayer Rothschild mantuvo la fortuna de la familia mediante matrimonios cuidadosamente arreglados entre miembros estrechamente relacionados.
Rothschild envió a sus hijos a vivir en las capitales de varios países europeos con el objetivo de establecer negocios bancarios en Nápoles, Viena, París y Londres, además de Frankfurt. Con los hijos de Mayer Rothschild diseminados por Europa, las cinco sucursales vinculadas se convirtieron en el primer banco en trascender fronteras. Los préstamos a gobiernos para financiar operaciones de guerra durante varios siglos, brindaron a la familia Rothschild la oportunidad de acumular bonos y crear riqueza adicional.
Uno de los hijos, Nathan Mayer Rothschild, inició su negocio en Londres y en 1818 consiguió un préstamo de 5 millones de libras esterlinas para el gobierno prusiano. La emisión de bonos para préstamos gubernamentales se convirtió en un pilar del negocio de su banco. Obtuvo tal poder en la ciudad de Londres que en 1825 pudo suministrar suficiente moneda al Banco de Inglaterra, para evitar una crisis de liquidez. Claro ejemplo de que sería la Reserva Federal en EEUU, a partir de 1913.
Pero fue la gran Revolución Socialista de Octubre en la Rusia zarista de 1917, que por primera vez triunfó la lucha y anhelos de siglos de millones de millones de empobrecidos y hambrientos en la historia de la humanidad. El cambio, en la sustitución de las clases en el poder, tuvo que ser necesario para que la construcción de un verdadero Estado de obreros y campesinos se instalara.
La Revolución Bolchevique nació al finalizar la I Guerra Mundial (1914– 1918). Una guerra provocada por la élite económica inglesa (anteriormente mencionada). Una guerra que dejó un saldo de 23 millones de muertos y una cantidad similar de heridos. Tres imperios de civilizaciones distintas como el ruso, austro húngaro y otomano fueron destruidos. Fue una lucha violenta y despiadada entre el nuevo Estado soviético y la burguesía capitalista, la monarquía remanente y la iglesia mundial.
La Revolución de Octubre formó un nuevo Estado socialista, que llevó al traste a 300 años de dinastía de los Romanov. Logró con enormes y gigantescas dificultades ponerse en pie al derrotar a la contrarrevolución interna de más de dos millones de armados y saboteadores. De igual manera, destruyó los planes del capitalismo extranjero judío-inglés, norteamericanos y los planes japoneses.
Su lucha contra el capitalismo global iba a ser a muerte. Unos 30 millones de soviéticos murieron a causa de la II Guerra Mundial (1939-1945). De nuevo el gran capital judío–anglo sajón armó y capitalizó a la Alemania nacionalista (arios, la raza superior, según Hitler) para lanzarlos al exterminio de los pueblos de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), convertido ya en un Estado multicultural en Euro-Asia. Al final de la contienda, la Unión Soviética selló el final de los imperios alemán, japonés y el inicio del imperio inglés.
La Guerra Fría y sus consecuencias
El Socialismo logró crear un hombre nuevo de valores humanísticos y no metálicos. Donde el Estado y no el capital privado era la base del progreso, bienestar y desarrollo. De no haber sido por este modelo económico ideológico, la URSS hubiera perdido un 90% de su población.
Fue Winston Churchill quien marcó, con su discurso en la universidad de Fulton en 1946, un nuevo periodo de enfrentamiento entre la URSS y el sistema capitalista global, conocido como la Guerra Fría (1946-1991). En ese periodo el Estado de obreros y campesinos demostró que otro sistema económico social a favor de las masas desfavorecidas era posible.
Por su formación politica ideológica y su accionar socio económico, alcanzó al capitalismo y lo superó en muchas esferas importantes del desarrollo de la ciencia, tecnología y educación. La salud y la educación eran gratuitas y un derecho del pueblo. La educación, vista como una de las mejores del mundo, estaba dirigida a la investigación y creación del desarrollo y el progreso técnico científico. No era una empresa financiera donde millones de jóvenes salen endeudados con por lo menos 50 mil dolares a pagarse de por vida.
Fue lo peligroso de la Guerra Fría, que armó a la URSS con el disuasivo nuclear y su ventaja en la exploración del cosmos. Desarrolló una política exterior de internacionalismo proletario a nivel global, que coadyuvó al proceso de descolonización en África y Asia, y liberación de muchos pueblos alrededor del planeta del yugo de las élites corruptas y criminales al servicio del dominio global judío–anglosajón.
Mongolia, China, Corea del Norte, Cuba, Vietnam, Laos, Kampuchea, Libia, Angola, Mozambique, Nicaragua y decenas de otros pueblos fueron parte de los 137 conflictos que se dieron en la Guerra Fría contra el modelo capitalista de todo tipo de opresión. Pero mientras el capital mundial se enriqueció con instrumentos financieros (FMI, Banco Mundial) globales y regionales privados, que empobrecían más que desarrollaban, la URSS se debilitó económicamente por no tener el monopolio de la impresión de la divisa global.
La URSS se descapitalizó al financiar, en base a una orientación ideológica de internacionalismo económico- financiero, a decenas de estados, pueblos, organizaciones y movimientos en su lucha por su independencia político– económica. Pero eso no necesariamente representaba el fin del primer modelo socialista en la historia de la humanidad. Algo que sí podía superar.
Fue producto de la traición a la memoria de los millones que construyeron con sus vidas a la URSS y todo el sistema socialista de estados, la renuncia vulgar de los valores e ideología comunista y su cambio de curso pro occidental de las administraciones de Mijaíl Gorbachov y de Boris Yeltsin, quienes se dieron a la tarea de destruir a la URSS (aun siendo grandes dirigentes del Partido Comunista de la URSS) y toda su influencia global, cumpliendo así con los sueños de la élite global histórica de no permitir nunca un Estado de obreros y campesinos.
Hoy una nueva guerra libra la humanidad y las estructuras de poder de la élite global judío–anglosajonas siguen intactas y más fuertes que nunca. La Rusia de hoy como China e Irán luchan por la superación de un sistema económico social históricamente perverso y criminal, y tanto no por razones ideológicas, sino civilizatorias. Solo vean la conformación civilizacional de los BRICS: Brasil (un híbrido portugués-europeo-latinoamericano), Rusia (eslava), India (hindú-budista), China (confuciana) y África del Sur (africana).
Poder judío-anglosajón contra los BRICS
Si a estos le agregamos los países invitados a conformar el BRICS PLUS (Arabia Saudita, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Argentina), vemos la teoría geopolítica de poder geográfico global del HEARTLAND más vigente que nunca. Con términos porcentuales del 100% global como:
Territorio:
48,511,855 km²=a 32.57% de la superficie total de 148,940,000 kilómetros cuadrados.
Población:
3,657 millones de hab.= 45.71% de unos 8 mil millones de habitantes.
Comercio Global:
30.9 billones USD = a 23.1%.
PIB: 30.9 billones USD = a 29.43% del (PIB) mundial, en 2023 fue de 105 billones de USD.
Hoy día, más de 50 naciones han presentado su solicitud de unirse al grupo de los BRICS, incluyendo p otencias regionales como Turquía. ¿Se imaginan la correlación de fuerzas y el balance de poder en una nueva estructura internacional?
De ahí que las élites de poder occidental judío- anglosajón, principalmente tratan de imposibilitar a toda costa la consolidación de una estructura multilateral financiera global que al final logre debilitar al máximo el poder de circulación global del dólar y, por ende, su dominio construido por siglos y sobre todo a finales de la IIGM en 1944 bajo el sistema de Bretton Woods
No solo China, Irán o Rusia se juegan la supervivencia o desaparición de sus civilizaciones en una guerra que ya anuncia la necesidad del empleo del arma nuclear. Lo bueno de este dramático inicio de la III GM no solo es la posibilidad de un cambio de orden mundial, sino tambien de la desaparición de las dinastías familiares anglo–judías que hoy conocemos también corren ese peligro y no solo de procedencia externa, sino tambien interna, lo que hay no solo aprovechar sino procurar.
En mayo de este año, varios intentos se dirigieron a abolir a la Reserva Federal. Un sistema complejo y aunque es una entidad pública (¿?) del gobierno federal, los doce bancos de la Reserva Federal que la integran son entidades privadas con acciones propiedad de bancos comerciales miembros. Las teorías conspirativas señalan a varias dinastías familiares como dueñas principales de toda esa red de banca internacional.
Rothschild:
con influencia en la banca internacional.
Rockefeller:
conocida por su influencia en la industria y la banca en los Estados Unidos.
Morgan:
asociada con J.P. Morgan & Co., una entidad clave en la historia bancaria de los EEUU.
Warburg:
Paul Warburg fue un defensor clave de la creación de la Reserva Federal.
El congresista Thomas Massie, con el apoyo de más de veinte colegas republicanos, presentó la Ley de Abolición de la Junta de la Reserva Federal (HR 8421). El proyecto busca eliminar la Junta de Gobernadores, los 12 bancos de la Reserva Federal y derogar la Ley de la Reserva Federal de 1913, argumentando que la entidad es responsable de la alta inflación actual.
Massie justificó su propuesta diciendo que la Reserva Federal ha devaluado el dólar mediante la monetización de la deuda, causando una inflación devastadora. Criticó la coordinación villana entre la Reserva Federal, el Congreso y Wall Street, argumentando que las políticas inflacionarias benefician a los ricos y perjudican a toda la nación en su endeudamiento colosal.
La abolición de la Reserva Federal eliminaría a los bancos que actúan de manera arriesgada, confiando en el rescate de la Reserva Federal si algo sale mal, como ocurrió durante la crisis de 2008-2009. Esto solo no promueve comportamientos imprudentes y causa inestabilidad financiera, sino un imperio sin fin. Sin la Reserva Federal, las instituciones financieras serían más cautelosas, resultando en un sistema financiero más honesto, estable y apegado a la ley y el mercado.
El orden multipolar no es el fin
Massie también publicó una encuesta. Los medios estadounidenses han dado gran resonancia a estas iniciativas, destacando que hay precedentes históricos de liquidación de bancos centrales, como el Segundo Banco de los Estados Unidos abolido por Andrew Jackson en 1836. La propuesta ha sido discutida internacionalmente, llevando a políticos de otros países a cuestionar la utilidad de sus propios bancos centrales.
Recientemente, el Congreso estadounidense también intentó limitar los poderes de la Reserva Federal prohibiéndole emitir un dólar digital, bajo la iniciativa del líder de la mayoría, Tom Emmer. Por eso la urgencia de destruir por la vía de la inundación colosal de dolares en el mercado global en forma de transacciones comerciales, rescates financieros como el de Europa entera en la actualidad, que requiere de enormes montos de financiamiento astronómico.
La inversión en la guerra de alta intensidad a largo tiempo en Medio Oriente, Europa y en el sur asiático (China vs Taiwán), que desgaste a las potencias adversarias y a su vez que les permita capitalizarse al máximo y terminar con la supremacía del dólar. Como ejemplo la guerra en Ucrania.
Hasta hoy día Washington ya ha enviado más de 130 mil millones de dólares a Ucrania, que incluye el último paquete de ayuda valorado en 60 mil millones de dólares. El complejo militar- industrial estadounidense ya ha dividido el dinero de los próximos pedidos; o sea, al menos 35 mil millones de dólares de estos fondos.
Empresas como Lockheed Martin, Raytheon (RTX), General Dynamics, Boeing, Northrop Grumman y Huntington Ingalls Industries (HII) son las principales beneficiarias. En realidad, les han entregado a Ucrania armamento viejo (almacenado o en uso), mientras producen nuevas y mejores para la continuación de sus ganancias en la guerra global. ¿Y a quiénes les pertenecen estas empresas militares?.
¿Y qué de la guerra planificada a largo tiempo de Israel contra todo el Medio Oriente, para la creación del Gran Israel? Lo que hasta ahora se ha asignado -o sea, impreso- por la Reserva Federal son apenas montos insignificantes para lo que se le asignará al Estado sionista en todo el próximo quinquenio. (Un gran mapa de Israel que cubre Turquía, Arabia Saudita, Egipto, Siria, Irak, Jordania, Líbano y Palestina ha sido visto en un parche en la zona de un soldado israelí que lucha en la Franja de Gaza).
Es bajo es t a perspectiva de enfrentamiento y declive USA, que los pueblos deben aprovechar esta crisis de una nueva guerra mundial para destruir las estructuras buitres y carroñeras dominantes en el sistema capitalista mundial. Solo el socialismo es el camino verdadero para los empobrecidos de la tierra. La historia demuestra que el hombre convertido en capital clasista, dominante y explotador jamás será la opción de los pueblos.
El orden multipolar no es el fin, porque representa solo la redistribución de poderes globales económicos y nacionalistas civilizatorios individuales. Es solo el reacomodamiento de los capitales privados. Una nueva revolución socialista que instaure un nuevo sistema mundial es la máxima en perspectiva. ¡No importa cuándo llegue a concretarse, lo importante es la lucha, resistencia y a rebelarse desde ya y donde sea! ¡PROLETARIOS DE TODO EL MUNDO UNÍOS!, que lo único que podemos perder son las cadenas del yugo opresor del capital.
(*) Director del Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI).
Muy interesante , saludes Cro. Espinoza y a todo el equipo de visión sandinista por seguir dando luces en este nuevo paradigma civilizatorio que estamos construyendo los pueblos y gobiernos , que luchamos contra el globalismo mundial . Viva el mundo multipolar y su capital Rusia. Fraterno Siempre.