Sandino: dignidad nacional y humana

Sandino: dignidad nacional y humana

Fredy Franco (*)

La dignidad y valentía del General Sandino se forjó desde su experiencia familiar y su origen social, como trabajador la mayor parte de su vida; del conocimiento de la lucha patriótica en Nicaragua contra los interventores yanquis, sobre todo la influencia del General Zeledón; y la forja de la conciencia antimperialista y clasista como obrero de las compañías norteamericanas y su estadía en México, centro de la lucha política latinoamericana contra los interventores, la oligarquía, y por los derechos nacionales y sociales del pueblo.

Hoy que celebramos el 129 aniversario de su nacimiento y conmemoramos el 97 aniversario de su grito de dignidad frente a los agresores y vendepatrias, sus ideales viven en el FSLN, en la conciencia patriótica y social del pueblo, con la dignidad y valentía que caracteriza a los sandinistas que no sabemos de rendiciones ni traiciones, como nos enseñó consecuentemente el General de Hombres y Mujeres Libres.

1 Etapas de la lucha de Sandino

Cuando regresa de México en 1926, con sus ahorros organiza a los trabajadores en la Columna Segoviana con la bandera rojinegra, contra las compañías norteamericanas en esa parte del país, y contra el gobierno vendepatria del conservador Adolfo Díaz, que sostenía la intervención y dominación estadounidense en Nicaragua.

Por eso se alía con los liberales en la guerra Constitucionalista, porque aparecen en la lucha política nacional como los continuadores de José Santos Zelaya y Benjamín Zeledón.Esa madurez política nacionalista y clasista, lo lleva a organizar la lucha contra la dominación yanqui en Nicaragua, creando la Columna Segovia (los Montañeses) en esta primera etapa de1926 a1927.

Esta etapa culminó después de un avance significativo de las fuerzas Constitucionalistas donde fue decisivo Sandino, acercándose a la capital después de haber liberado varios territorios. Y ante ese avance los norteamericanos temen una derrota de su gobierno títere y por eso envían un delegado, Henry L. Stimpson, a conversar con el Jefe Militar del movimiento Constitucionalista, el liberal José María Moncada.

Moncada acepta las imposiciones de los norteamericanos: la rendición de sus fuerzas y la desmovilización de sus tropas, con lo que darian10 dólares por cada fusil entregado. Esto sucedió el 4 de mayo de 1927, cuando los liberales traicionaron la causa nacionalista. Sandino no acepta ese acto de ignominia y traición.

Por eso escribió: “ese día Nicaragua probó ante el mundo que su Honor Nacional no se humilla; que le quedan todavía hijos que ofrendarían su sangre para lavar la mancha que sobre ella echen los traidores”.

En ese momento complejo de nuestra historia Sandino, con la valentía y la dignidad que le caracterizaba, sorteando halagos, prebendas que le ofrecen y, sobre todo, el ultimátum de los agresores, logra sobrepone y organizará la lucha, creando el 2 de septiembre de 1927 el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, que protagonizará una de las mayores epopeyas antimperialista del mundo en el siglo XX.

Logra quedarse con 29 compañeros, y con ello reemrumbará y dará continuidad a la lucha a través de una guerra antimperialista de liberación nacional (1927-1933), donde la lucha es en representación del pueblo y la nación contra el imperialismo y contra la oligarquía ibero-conservadora vendepatrias. Lucha que logra un propósito: sacar a los interventores militares el 1 de enero de 1933.

2: La base política de su movimiento, el Manifiesto de San Albino

Pese al momento complejo que enfrenta durante los meses de mayo a junio de 1927, escribe el Manifiesto de San Albino el 1 de julio, sentando la base política de los propósitos de su movimiento. Escribe en dicho Manifiesto:

“Los pesimistas dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá el decoro nacional y que será redención para los oprimidos”.

En el Manifiesto de San Albino tiene una visión global, internacional de su lucha por el derecho a ser libre y por la justicia social: “Mi ideal campea en un amplio horizonte de internacionalismo, en el derecho de ser libre y de exigir justicia, aunque para alcanzar ese estado de perfección sea necesario derramar la propia y la ajena sangre”.

Igualmente, es claro el orgullo y los intereses de clase que representan contra los oligarcas explotadores: “Que soy plebeyo dirán los oligarcas o sean las ocas del cenagal. No importa: mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y el nervio de la raza, los que hemos vivido postergados…”.

En aquel momento era más fuerte socialmente el desprecio a los indígenas, promoviendo una cultura de mestizaje, para tratar de esconder nuestras bases y raíces indígenas: “Soy nicaragüense y me siento orgulloso de que en mis venas circule, más que cualquiera, la sangre india americana que por atavismo encierra el misterio de ser patriota, leal y sincero”.

3- Dignidad Nacional y Dignidad Humana

La lucha de Sandino no solo fue nacional y antimperialista, sino que también tiene un carácter de liberación social al levantar las banderas de la dignidad nacional (el decoro nacional), pues representa a las clases populares y su dignificación humana. Significa liberar al pueblo de las garras de los explotadores, el orgullo de la clase y la raza, el carácter anti- oligárquico y el protagonismo del pueblo trabajador, de obreros, campesinos y artesanos.

Lo plantea claramente el carácter y alcance de su movimiento, siendo el énfasis de aquella etapa la liberación nacional: “Este movimiento es nacional y antiimperialista. Mantenemos la bandera de libertad para Nicaragua y para toda Hispanoamérica. Por lo demás en el terreno social, este movimiento es popular”.

En esos dos propósitos, el movimiento de Sandino tuvo alcances innegables: fue consecuente defensor de nuestra soberanía nacional, logrando derrotar la intervención militar. Nos heredó una experiencia de lucha y un ideario político-social, que hoy se cumple con la Revolución Popular Sandinista.

(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN-Managua.

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