Por Jonathan Flores Martínez
En la historia reciente la imagen que erizaba la conciencia de la humanidad acerca de la capacidad del hombre para infligir daño y sufrimiento a otros seres humanos era el Holocausto nazi perpetrado no solo a los judíos, —aspecto que hay que rectificar—, sino también a ciudadanos soviéticos, polacos, gitanos, serbios, masones, personas con discapacidad, eslovenos, homosexuales, republicanos españoles, afroalemanes que fueron víctimas de una ideología racial supremacista que segó la vida de millones de seres humanos.
Al conjunto de estas prácticas de exterminio de grupos sociales por razones raciales, culturales e ideológicas se le puede entender como genocidio. Si bien es cierto que el holocausto nazi caló profundamente en la memoria colectiva del siglo XX, no se puede negar que han ocurrido otros genocidios que exterminaron pueblos enteros como lo fue la colonización europea, donde las coronas imperiales actuaron en contubernio con la iglesia católica romana esclavizando y desapareciendo poblaciones originarias en América y otros continentes.
Sin embargo, los genocidios no son una cuestión del pasado, hoy en pleno fulgor del siglo XXI el pueblo palestino sufre las consecuencias oprobiosas de un conjunto de prácticas sistemática del régimen sionista han venido cometiendo por más de 70 años. El sionismo como principal ideología que tiene como enemigo prioritario a los palestinos se puede simplificar su definición como una forma de auténtica de fascismo. En este sentido, el sionismo como régimen político-militar que gobierna en los territorios ocupados pretende la conquista de todo el territorio palestino mediante la implementación de políticas de control, desaparición física, desplazamiento de poblaciones enteras de origen palestino.
Claves para el reconocimiento del genocidio contra el pueblo palestino
Desde los ataques indiscriminados del 07 de octubre de 2023 por parte de las tropas genocidas sionistas, más de 20 mil personas han sido asesinadas y aproximadamente dos millones fueron desplazados. Por la magnitud humanitaria se puede calificar como uno de los ataques más cruentos contra poblaciones palestinas de los últimos 70 años del conflicto palestino-israelí.
Para dimensionar las verdaderas consecuencias de los ataques militares sionistas, es necesario cuestionar la retórica occidental que justifica los bombardeos de las tropas israelíes en Gaza, alegando que se trata de una guerra contra el terrorismo, recordando que fueron las mismas justificaciones que ofrecieron las potencias occidentales para ocupar, devastar y dominar países como Afganistán, Irak y Siria.
¿Estamos frente a una guerra o un genocidio?, radicalmente no es una guerra donde hay dos bandos de iguales proporciones que se deciden aniquilar mutuamente, tampoco es la lucha de dos ejércitos cuyos estados han decidido gestar una guerra con fines políticos en el marco de las leyes de guerra y el derecho internacional humanitario, lo que viven no solo la población de Gaza, sino los propios palestinos que viven en Jerusalén y en otros territorios ocupados son políticas de segregación racial, acoso y exterminio.
Segregación racial y políticas de apartheid
Existen suficientes indicios materiales e ideológicos para determinar que lo que sufren las poblaciones de Gaza es un genocidio sistemático por parte del régimen sionista. Las fuerzas militares y políticas de Israel ejercen políticas de segregación racial convirtiéndose en un régimen de apartheid. La discriminación racial institucionalizada que implica la limitación de la circulación y el acceso a recursos que no pueden aprovechar libremente son una forma de control racial.
Colonización y desplazamiento forzoso de poblaciones palestinas
Otra de las prácticas por parte del régimen israelí ha sido la ocupación de territorios palestinos y la construcción de colonias judías que recurren al desplazamiento forzado de las poblaciones palestinas. En muchas ocasiones han circulado videos donde se puede apreciar maquinarias israelíes demoliendo viviendas y barrios enteros de origen palestino para sustituirlos por nuevas poblaciones judías.
Igualmente, es común ver la destrucción de campos agrícolas palestinos, una de las últimas acciones crueles que se pudo apreciar fue cuando tropas israelíes rellenaban con cemento los pozos donde poblaciones palestinas se abastecían de agua.
Ataques militares indiscriminados contra poblaciones civiles
Solo la configuración de un Estado supremacista judío puede justificar los ataques contra poblaciones civiles enteras en la Franja de Gaza y actuar al margen del derecho internacional humanitario. La historia nos recuerda que Estados Unidos en Vietnam e Irak, e Israel en el Líbano y Gaza han sido no los únicos, pero sí los principales gobiernos que han utilizado fósforo blanco contra poblaciones civiles.
Los recientes ataques contra el territorio de Gaza han demostrado que no hay objetivos militares específicos, apunta más hacia operaciones de exterminio contra poblaciones civiles. Los ataques más dramáticos fueron contra hospitales, residencias y barrios populares, escuelas-refugios, ambulancias y hasta sedes de misiones de las Naciones Unidas. El incremento de muertes de civiles tiene consecuencias catastróficas si se toma en cuenta que en un territorio de 360 km2 habitan más dos millones de personas, convirtiéndolo en uno de los más densamente poblados del mundo, pero en octubre de 2023 Israel dio un plazo de 24 horas para desplazar hacia el sur de Gaza a más de un millón de palestinos. Con lo anterior se puede deducir de forma básica la intencionalidad de las políticas de Israel de causar el mayor daño posible contra poblaciones civiles con el pretexto de luchar contra el terrorismo.
Irreparables daños físicos y psíquicos contra el pueblo palestino
El genocidio no solo puede medirse por la cantidad de víctimas mortales, que el actual contexto son el 70% de ellas niños y mujeres, sino que, abarca los daños psicológicos irreparables contra poblaciones enteras, a las personas con extremidades mutiladas, niños huérfanos, desplazamientos y separación de familias, tratos crueles y sistemáticos por parte del aparato institucional israelí.
El discurso de odio contra los palestinos esta institucionalizo en el aparato gubernamental, diversos funcionarios han exacerbado discursos de deshumanización de los palestinos al estilo nazi. La institucionalización de los discursos de odios ha incidido directamente en la opinión pública de Israel, provocando el hostigamiento e incitación de la violencia.
El régimen sionista no solo ha causado la muerte de miles de familias enteras, sino que ejecuta vejaciones inaceptables contra la población palestina. El asedio y la privación de los recursos elementales como el agua y la alimentación son también armas que Israel ha utilizado principalmente en Gaza provocando un desastre humanitario sin precedentes.
El bloqueo a la ayuda humanitaria también es otra de las medidas que el régimen sionista ha utilizado para impedir el aseguramiento de la sobrevivencia de las poblaciones desplazadas por la agresión y la ocupación.
Sudáfrica: la demanda ante CIJ contra Israel por genocidio
El pasado 26 de diciembre Sudáfrica presentó una demanda histórica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia por los actos genocidas cometido contra los palestinos. Si bien es cierto que la CIJ no juzga a personas, sino las acciones de los estados, esto representa una acción política relevante para situar a Israel como un miembro de las Naciones Unidas que ha violado no solo las convenciones y resoluciones a favor de los derechos inalienables del pueblo palestino, también la propia Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 contra Israel es signatario.
El apoyo a la demanda de Sudáfrica ha logrado el apoyo de diversos países del mundo, principalmente en América Latina, tales como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Colombia, Cuba, Chile, también se han adherido Brasil, Malasia, Turquía, Jordania, Irán, entre otros.
La demanda presentada por África es relevante porque constituye la última de las acciones legales internacionales presentada ante los órganos de la ONU sobre la situación de Palestina, si hay un fallo a favor o en contra de Israel, es una cuestión de la corte, pero lo cierto es que la campaña bélica de Israel contra Gaza ha demostrado una sociedad civil internacional más sensibilizada y posicionada a favor de los que han sufrido en carne viva los horrores de la violencia sionista. Sudáfrica ha dado uno de los pasos claves que desencadenó una respuesta cohesionada, coherente y colectiva cuando apenas parecía que la comunidad internacional estaba atomizada e indiferente ante las atrocidades contra Gaza.
Las manifestaciones masivas en todo el mundo en apoyo a los palestinos y el contundente rechazo a la campaña bélica de Israel, por más que el aparato mediático occidental lo ha minimizado, demuestra que la humanidad ha intuido acertadamente la injusticia flagrante contra el heroico y sufrido pueblo palestino.
Las intenciones genocidas manifestadas por Israel son más que evidentes, porque no solo empezó a usar la violencia desmedida desde octubre del 2023, sino que es un trato cruel que tiene más de 70 años. Lo que justifica de hecho una intencionalidad de exterminio o limpieza étnica que da paso a que penalmente se constituyan en actos de genocidio.
Máster Jonathan Flores Martínez: docente-investigador y analista geopolítico de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua.