Fiestas patrias, fiestas de la patria libre
Hay Patria en Nicaragua

Fiestas patrias, fiestas de la patria libreHay Patria en Nicaragua

Fredy Franco (*)

En Nicaragua, producto de la Revolución, la celebración de las Fiestas Patrias es la celebración de la Patria Libre como logro colectivo del pueblo en su lucha contra el colonialismo, primero y contra el imperialismo hoy.

La lucha por la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Nicaragua, que arranca con la independencia de España en 1821 y que después perdimos producto del sometimiento al imperio yanqui, sobre todo desde el año 1910, la recuperamos el 19 de julio de 1979, cuando por primera vez pudimos decir: Aquí Nicaragua Libre.

Y desde aquel momento hemos trabajado en la construcción soberana como país y en la realización de una sociedad llena de derechos y de igualdad entre los seres humanos.

1- Prolongada lucha para tener una patria soberana y libre (1821-1979)

La Proclama de Independencia de Centroamérica del 15 de septiembre de 1821 fue el paso apresurado de las élites dominantes del Reino de Guatemala, para evitar que el pueblo hiciera una radical y real independencia.

Por eso, en la disyuntiva de la independencia, esas mismas élites proclamaron la Anexión al Imperio de Iturbide de México (1822-1823) porque le ofrecía algunos privilegios que tenían temor a perder. A esa anexión imperialista, se opuso el luchador popular anti-oligárquico de Granada, Cleto Ordoñez.

Con la crisis del Imperio de Iturbide, se retomó el camino de independencia de las provincias centroamericanas, proclamado el 15 de septiembre de 1821, declarándose la independencia absoluta de Centroamérica el 1 de julio de 1823, independencia absoluta de España, de México y de cualquier otra potencia del viejo y el nuevo mundo.

Las provincias se convirtieron en estados independientes y formarón a la República Federal Centroamericana, entidad de integración que pretendía darle continuidad al marco común construido como Región, ya en vida independiente.

Los propósitos unitarios y libertarios de la Federación no pudieron cumplirse, sobre todo por las confrontaciones y guerras que predominaban entre los Estados y en cada Estado, y por eso poco a poco entró en crisis. Nicaragua se retiró y se proclamó Estado Libre, Soberano e Independiente el 30 de abril de 1838.

Ya como Estado independiente, los conflictos internos de los bandos políticos en Nicaragua continuaron, y por eso el país fue presa fácil de los intereses económicos del capital norteamericano que comenzó a usar el territorio (el Río San Juan, el Lago, saliendo por Rivas) para transportarse del Este al Oeste (California) en busca de oro.

Igualmente, en una de las tradicionales guerras civiles, la de 1854, un grupo político, los De mocráticos (liberales), contrató a un grupo de filibusteros (mercenarios] norteamericanos para lograrse imponer en la guerra contra el otro grupo político, los Legitimistas (o conservadores).

Los filibusteros encabezados por William Walker llegaron a mediados de 1855 y en poco tiempo se impusieron a los Legitimistas, y luego se fueron contra los que los trajeron, los Democráticos. En menos de un año los invasores yanquis controlaron la situación del país y Walker se autoproclamó Presidente de Nicaragua, decretando la esclavitud en el país en julio de 1856.

Frente al peligro real para Nicaragua, los bandos políticos decidieron luchar juntos contra el peligro esclavista y anexionista, a través del Pacto Providencial del 12 de septiembre de 1856. Desde aquel momento la acción patriótica unida fue efectiva ya desde la Batalla de San Jacinto del 14 de septiembre de 1856, y desde ahí las fuerzas nacionales unidas pasaron a la ofensiva final contra los filibusteros, derrotándolos y expulsándolos de nuestro territorio a finales de abril de 1857.

Luego de este doloroso golpe a nuestra soberanía, Nicaragua pasó por un largo periodo de relativa estabilidad política y de cierta modernización política y económica (1858-1909), que fue interrumpida por la subordinación de la oligarquía conservadora a la política expansionista norteamericana que financió la guerra y el derrocamiento co nt ra el gobierno liberal de Zelaya, quien modernizó el Estado y tenía el proyecto de construir el Canal Interoceánico por Nicaragua, no subordinado a los yanquis.

Esa fue la causa principal del derrocamiento del gobierno liberal. Desde ese momento, los Estados Unidos dominaron políticamente el país y lo explotaron económicamente: primero, a través de la intervención directa de 1910- 1933, y luego a través de la dictadura somocista de 1934 a 1979, cuyo sustento principal fue la Guardia Nacional, creada por los interventores.

2- Hay patria con la Revolución. Primeras transformaciones nacionales. El pueblo: el soberano (1979-1990)

El triunfo de la Revolución en julio de 1979 fue la respuesta histórica necesaria para superar siglos de herencia colonial, primero; y siglos de dominación oligárquica e imperialista, después. Todo con el propósito de buscar superar la dependencia y el atraso como país y la miseria, pobreza y desigualdad como sociedad.

Si con la Independencia quedaron en el poder los herederos de los españoles, los criollos oligarcas, con la Revolución llegaron al poder las clases populares, los indígenas, los afrodescendientes, los mestizos, todos ellos excluidos en todo el periodo colonial y hasta 1979.

Con la Revolución se creó un verdadero Estado Nacional, Soberano e Independiente. Se creó un Ejército patriótico y una Policía popular; nuevas instituciones públicas y un poder popular con el pueblo organizado, creando la Democracia participativa, todo ello sustentado en la primera Constitución Política con el aporte del pueblo, Constitución revolucionaria y soberana en la que el pueblo se convierte por primera vez en soberano.

Se desarrolló una política exterior soberana e independiente, encabezada por el comandante Daniel Ortega, ampliando y diversificando las relaciones internacionales como nunca antes en nuestra historia. Todos los bienes mal habidos y robados a la nación por los somocistas y sus allegados, pasaron a ser patrimonio nacional a través de empresas, y un sector público económico y de servicios que se pusieron al servicio del pueblo.

Se nacionalizó el comercio exterior, los recursos naturales y la banca. Se distribuyó la tierra a favor de los campesinos con la reforma agraria, y se entregó vivienda y lotes con la reforma urbana hecha por la Revolución. Estas acciones nacionales fueron las bases de la transformaciones económicas y sociales en beneficio del pueblo, reivindicando muchos derechos que crearon dignidad y equidad social. Una patria justa e igualitaria.

3- Consolidación de los derechos nacionales y soberanos (2007- 2023)

Pese al paréntesis de entreguismo y sometimiento externo que sufrimos como nación y como sociedad en el periodo neoliberal, el mismo pueblo con vocación patriótica y de restitución de derechos regresó en el año 2007 al Gobierno Nacional con el FSLN, encabezado por el comandante Daniel Ortega.

Y pese a toda la herencia negativa y bancarrota dejada por los vende patrias neoliberales, en poco tiempo la Revolución comenzó a superar la crisis económica y la pobreza, restituyendo muchos derechos para el pueblo. Se ha consolidado la independencia, la soberanía y la autodeterminación como nación y Estado, fortaleciendo las instituciones públicas y lo público; es decir, el papel del Estado en el desarrollo económico y en la vida social.

Hemos superado la crisis energética y avanzado en la soberanía energética, al crear una matriz en que predominan energía s alternativas o renovables, logrando, por otro lado, la universalización en el acceso del pueblo a la energía eléctrica. El desarrollo económico con protagonismo popular ha permitido no sólo reactivar la economía, sino también producir lo básico necesario para alimentar a todo el pueblo al lograr la Seguridad y Soberanía alimentaria y nutricional.

El desarrollo económico de Nicaragua y la moderna infraestructura que ha cruzado de carreteras todo el país, ha logrado hacer realidad la comunicación de todos los municipios, departamentos y regiones, alcanzando una verdadera integración nacional, base para consolidar nuestra unidad nacional.

Se ha consolidado nuestra integridad territorial a través de nuestra política exterior soberana y recurriendo al derecho internacional en la Corte Internacional de Justicia para superar conflictos territoriales y limítrofes. Con ello en lo fundamental, Nicaragua ha allanado los temas limítrofes con El Salvador, Honduras, Costa Rica y Colombia.

Hemos fortalecido nuestra capacidad institucional y jurídica para defendernos del injerencismo externo, de los vendepatrias, y para preservar la paz y el bienestar del pueblo nicaragüense.

Le decimos a nuestros Héroes y Próceres Nacionales que hoy sí contamos con una Nicaragua Libre, Soberana e Independiente, que sí tenemos país, que sí contamos con una nación que decide y construye su propio desarrollo, con autodeterminación, construyendo una comunidad nacional y social justa, digna, incluyente y próspera.

(*) Fredy Franco, Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN- Managua.

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