- Noviazgo con Silvio Mayorga la involucró en la lucha del FSLN.
- Movilizaba a Carlos Fonseca, armada con una granada de fragmentación.
- La seguridad somocista la caracterizó de “terrorista”.
- Mientras la interrogaban, Julio Buitrago se batía a balazos con la guardia
David Gutiérrez López
M ientras un íngrimo hombre se batía a balazos portando una ametralladora M-3 calibre 45 contra 300 guardias armados y apoyados con una tanqueta y una avioneta, a una muchacha delgadita, estudiante universitaria y profesora escolar, la interrogaban en un cuarto de la Oficina de Seguridad Nacional (OSN), en la loma de Tiscapa.
En esa oficina de la seguridad se escuchaba un ambiente de zozobra, de temor entre los guardias. Había un inusual movimiento, cuando entre las cuatro y cinco de la tarde, un solo hombre se enfrentaba a un batallón de guardias desde una casa de seguridad conocida como Las Delicias del Volga, al occidente de la capital, la que hoy es un museo que todavía conserva los huecos dejados por la tanqueta y las balas de fusilería.
Era el 15 de julio de 1969, fecha y momento de tribulación que jamás va a olvidar y que con mucho dolor guarda en su memoria Luz Danelia Talavera Valenzuela, porque mientras a ella la interrogaban, esa tarde, cayó combatiendo Julio Buitrago Urroz, a los 25 años de edad, miembro de la Dirección Nacional histórica del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), jefe de la resistencia urbana, quien era su responsable.
Unas semanas antes, Julio le comunicó a Talavera cuyo seudónimo era “Adelita” y a quien también le llamaban “la flaca”, que tenía que pasar a la clandestinidad. Ella con tranquilidad y seriedad le respondió que estaba recién casada, con su primer hijo de apenas meses de nacido y que no podía ser irresponsable con su familia ni con la organización que luchaba contra la dictadura somocista.
La respuesta de “Adelita” pudo haber contrariado al comandante Julio Buitrago, quien le solicitó entregar los contactos que a través de cartas ella manejaba como su principal responsabilidad, sobre todo en México, con el profesor Edelberto Torres, Manuel Andara Úbeda, Víctor Tirado y Ricardo Morales Avilés, entre otros. En varias ocasiones ella había viajado a la capital Azteca a establecer esos contactos por orientaciones de la Dirección Nacional del FSLN.
Luz Danelia entregó la documentación, pero tuvo la precaución de arrancar su nombre y dirección de los sobres, lo que fue elogiado por Julio Buitrago, quién le dijo que estaba aprendiendo a conspirar, a resguardarse y protegerse de futuras pruebas que la pudieran incriminar. Para ese tiempo, ella había aprendido el uso de escritura invisible, utilizando artesanalmente zumo de limón.
Buitrago también había entrenado a la jovencita en la preparación y uso de los cocteles molotov, utilizando botellas de vidrios con aceite y gasolina, los cuales para realizar las prácticas eran estrellados contra unas piedras en una quinta ubicada en las cercanías de la carretera a León.
Fue contacto en una casa de Monseñor Lezcano a la que llegaron Francisco Moreno, Rigoberto García y Edmundo Pérez, después de una recuperación económica. También sirvió de cobertura de la quinta Santa Julia, junto a Michel Najlis, donde se encontraban resguardados Daniel Ortega y Rolando Roque, después de participar en una recuperación económica.
La OSN la tenía fichada de “terrorista” Luz Danelia proviene de una familia liberal de su natal Somoto, departamento de Madriz, con fuertes lazos de amistad y partidarios con la familia Somoza, quienes, asegura, que los tres miembros Anastasio Somoza García, Luis y Anastasio hijo, “Tacho”, el último de la dinastía, llegaban a casa de su papá Víctor Manuel Talavera Tercero (parlamentario en los gobiernos somocistas), a participar de concentraciones y reuniones que terminaban en grandes comilonas, sazonadas por cocineras llegadas desde Granada, quienes al igual llevaban las provisiones, entre ellas carnes y verduras que por esos años escaseaban en la zona.
Durante un encuentro casual con el líder liberal doctor Ramiro Sacasa Guerrero, entonces ministro de Educación, fue quien al enterarse que era hija de su correligionario somoteño, le expresó que en la OSN la tenían fichada como “terrorista”. Para “aclarar las cosas” le propuso una entrevista con su amigo, el entonces coronel G.N y jefe de la seguridad Samuel Genie Amaya, pero Luz Danelia, en ese momento no aceptó.
Tiempo después , sintiéndose “quemada” (descubierta, a pesar de que la seguridad no tenía una segura descripción ni foto de ella) y ante la posibilidad de caer presa, fue que recurrió a Sacasa Guerrero, quién de inmediato estableció contacto telefónico con Genie Amaya, a quién los sandinistas apodaban “el mono”, acordando una cita para el 15 de julio que le fue entregada por un agente a bordo de una moto.
El interrogatorio fue interrumpido la trágica tarde, para reanudarse dos días después, debido a que a su investigador lo llegaron a llamar urgentemente, por la balacera que se escenificaba en las Delicias del Volga.
Luz Danelia recuerda que en la segunda sesión le preguntaban si a su casa llegaba Julio Buitrago y le llevaron a carearla como testigo en calidad de prisionero a Ramón Rizo. “Es cierto que llegaba, pero yo nunca estaba, ¿verdad Ramón?, dijo la interrogada, utilizando como coartada que el jefe sandinista era enamorado de Vilma, una de sus hermanas.
En ese tiempo trabajaba de maestra en el turno diurno en el Colegio Madre del Divino Pastor y en el vespertino del Instituto Técnico Vocacional, donde se desempeñó como maestra en educación laboral.
En esa habitación de la OSN, Talavera recuerda haber visto tirados los sobres de la correspondencia procedente de México que Julio guardaba y que ella misma le había entregado, a los que les arrancó su nombre. Igualmente había ropa, calcetines y otros documentos. Concluido el interrogatorio la dejaron en libertad con la advertencia que tenía la ciudad por cárcel, afuera la esperaba en un auto su esposo Víctor García.
Siempre estuvo agradecida con Ramiro Sacasa Guerrero, por haberle facilitado liberarse de la persecución de la seguridad de Somoza y de un interrogatorio con métodos de tortura, tanto así que después del triunfo sandinista escribió una carta a su hija la comisionada de la Policía Nacional Eva Sacasa Gurdián, en agradecimiento a su padre quién fue disidente del somocismo y fundó el Movimiento Liberal Constitucionalista en 1968.
Noviazgo con Silvio Mayorga, se quebró por haberle roto el pasaporte
A Silvio Mayorga Delgado, uno de los fundadores del FSLN, lo conoció en 1965. A través de él fue que se involucró organizadamente en las tareas del FER y del FSLN en esos años, cuando los militantes, colaboradores y simpatizantes del sandinismo dispuestos a combatir a la dictadura de Somoza, eran muy pocos.
“Yo fui novia de Silvio desde noviembre de 1965 hasta septiembre de 1966, fecha en que se fue a la guerrilla de Pancasán”, confirma Luz Danelia, en referencia a la guerrilla organizada que operó en las montañas de Matagalpa y que finalizó con el revés militar en agosto de 1967, con la caída en una emboscada de 13 guerrilleros, incluido Mayorga, jefe de esa columna.
En otra zona de esa espesa montaña, al frente de otra columna se movilizaba el comandante Carlos Fonseca junto a Tomás Borge, Oscar Turcios, Leopoldo Rivas Alfaro, Gladys Báez, entre otros combatientes. En tanto, en la ciudad quedaron de responsables el comandante Daniel Ortega y Doris Tijerino.
Talavera sin conocer de los preparativos de esa jornada guerrillera, planificó un viaje de turismo al exterior. La noticia llegó a oídos de su novio quién la citó y le inquirió sobre el viaje, ella afirmó y le mostró el documento de viaje, un pasaporte y un boleto de la línea aérea Pan American, Silvio en el acto los rompió, finalizando así también el noviazgo. Fue una ruptura fea, rememora Talavera a sus 81 años de edad.
Mientras se mantuvo el noviazgo, ella junto a Doris Tijerino, visitaban a la mamá de Silvio, doña Elsa Delgado (prima del expresidente de la República René Schick), quién en una de esas visitas le mostró un traje con corbata que ya tenía preparado con el que presuntamente contraerían matrimonio. Ella le dijo que su hijo se encontraba en la montaña y que le enviara otro tipo de ropa.
Después de la ruptura, Luz Danelia se fue a León y evitó tener contacto con él, pero a través de un correo Silvio la ubicó y le envió una carta donde “Cleto”, seudónimo de Mayorga, le expresaba que reflexionara para volver a la relación. Ella con firmeza y decisión le respondió que todo estaba concluido, además que estaba a punto de contraer nupcias, como efectivamente lo realizó en enero de 1967.
Tiempo después, se enteraría que la reacción abrupta de Silvio, fue para evitar que ella se ausentara del país en un momento determinante para la organización, la que con todo el sigilo había estado preparando la jornada guerrillera de Pancasán desde mucho antes.
A través del comandante Silvio Mayorga estableció trabajos con los militantes sandinistas Narciso “Chicho” Zepeda, José Benito Escobar, Orlando Pineda, Jacinto Suárez, Germán Gaitán, Reynaldo Zelaya y Constantino “Tino” Pereira.
Enlace con Carlos Fonseca
A finales de 1966 le orientaron alejarse del trabajo visible en el FER y de una célula que dirigía Fernando Gordillo, para ello se limitó solo a las tareas de preparación y venta del periódico El ESTUDIANTE y posteriormente entró en contacto con el comandante Carlos Fonseca Amador.
Oscar Turcios le asignó la tarea de mover al jefe revolucionario y principal jefe de la organización por diversas casas de seguridad, en las que se ocultaba de las miradas de los soplones y agentes de seguridad de Somoza. Recepcionaba informes, documentos y fotografías que enviaba el militante y ex teniente de la G.N, David Tejada Peralta, sobre los planes de contrainsurgencia que preparaba la guardia somocista.
También ella tomaba fotografías en el entonces aeropuerto Las Mercedes en tareas de inteligencia que servía al FSLN para conocer el movimiento de agentes del somocismo que buscaban a los sandinistas.
Otra de las tareas que desempeñó fue resguardar el dinero logrado en recuperaciones bancarias. Siempre tenía el cuidado de quitarle el cintillo que indicaba de que banco provenían, fecha y nombre de la sucursal. También se dio a la misión de conseguir casas de seguridad junto a Ricardo Morales Avilés.
Después de la guerrilla de Pancasán, en agosto 1967, le orientaron buscar a Tomás Borge, quien había bajado de la montaña y se encontraba oculto en algún lugar de Managua, evadiendo la represión y persecución de la guardia somocista, que buscaba a los sobrevivientes.
El comandante Carlos Fonseca, cierto día instruyó a Luz Danelia a movilizarse en un bus urbano hasta la Colonia Nicarao, cerca de un cine, donde la esperaría un hombre vestido de blanco, al que había que apoyar a cambiarse a otro sitio.
Ella cumpliendo la misión acudió a la cita a la hora convenida, al llegar al sitio indicado, miró a un hombre vestido con las señas antes descritas y cuando le vio frente a frente se asombró al ver a Tomás. “De haber sabido que eras vos, no te habría buscado”, le dijo la muchacha al guerrillero de quién ahora entre sonrisas dice que tenía fama de empedernido enamoradizo.
Con Tomás mantuvieron una fuerte y constante comunicación. Durante varios años ella y su esposo fueron su enlace en Managua, le transportaron a citas y casas de seguridad. Era bastante mandón, quería que lo lleváramos a diferentes lugares donde exponía su seguridad y la de sus colaboradores. En otras ocasiones lo llevaron a reuniones con el comandante Pedro Aráuz, “Federico”, recuerda Luz Danelia.
¡Con el dolor de mi alma!
En una ocasión por recomendación de un colaborador le orientaron a Luz Daniela y su esposo transportar en un vehículo al comandante Carlos Fonseca, a una casa ubicada en el antiguo barrio San Antonio. La misión específica era aparcarse, bajar al pasajero y ver que entrara a la casa designada. Arrancó el vehículo y ella preguntó al esposo: ¿Qué escuchaste que le dijo la señora? ¡Con el dolor de mi alma! Respondió.
Ella rápidamente intuyó que esa expresión no era más que una negativa de aceptación al jefe revolucionario. Aceleraron el auto y dieron la vuelta a la manzana y efectivamente por la acera caminaba aquel hombre alto de ojos azules, miope quien se había despojado de sus gruesos lentes para despistar, pero caminaba casi a ciegas, recuerda Talavera.
Lo volvieron a subir al auto y lograron sacarlo de la zona y llevarlo a otra casa donde encontró refugio. Después de los sucesos de Pancasán, la guardia desató una ola de represión, persecución que aterrorizó a gran parte de la población del campo y la ciudad y a los pocos colaboradores que temían ser capturados, torturados y asesinados por esos uniformados y armados. En la garita norte, cerca del aeropuerto patrullas de soldados requisaban a los viajeros.
Al comandante Fonseca también lo acompañaba donde la odontóloga doctora Irela Prado y le llevaba a reparar los gruesos lentes a la óptica Matamoros. Mientras se movilizaban por las calles de Managua, Carlos le entregaba a Luz Danelia una granada de fragmentación. “En caso de emergencia solo le jala la espoleta y la tira”, le habría instruido el máximo jefe del FSLN.
Prisionera al retornar de España con sus pequeños hijos
En la navidad de 1976 “Adelita” viajó a España junto a sus dos hijos, para encontrarse con su esposo quién se encontraba realizando estudios en ese país. En enero de 1977 al retornar a Nicaragua y entrar por Migración fue apresada bajo las órdenes del General Reynaldo Pérez Vega, el G.N 1 de la guardia somocista, apodado “el perro” por su trato grotesco y cruel hasta con sus mismos oficiales y soldados.
Durante ocho horas la sometieron a un interrogatorio tedioso por lo repetitivo, queriendo hacerla caer en contradicciones con preguntas respecto a militantes que se encontraban en la clandestinidad. En esa fecha se encontraba prisionero el comandante Tomás Borge, capturado el 4 de febrero de 1976.
Cumplida la larga jornada de interrogación en el propio aeropuerto ella y sus hijos fueron dejados en libertad. El “perro” Pérez Vega fue ajusticiado en un operativo del FSLN el 8 de marzo de 1978, en homenaje a la Mujer Nicaragüense, en una casa de Altamira, donde el militar había llegado a una cita con la combatiente sandinista y abogada Nora Astorga. Apenas días antes el 26 de febrero, la guardia había capturado y asesinado a Camilo Ortega Saavedra en los Sabogales, Masaya, junto a Moisés Rivera y Arnoldo Quant.
Su vida continuó siempre en tareas de colaboración con el FSLN. Después de la liberación de prisioneros exigidos a la dictadura de Somoza, resultado del asalto al Palacio Nacional, el 22 de agosto de ese año, en diciembre de 1978 estando en México, acompañó a Tomás Borge a diversas reuniones y contactos, cuando se preparaba la unidad del FSLN de las tres tendencias. Relata Luz Danelia, que ella fue a ver la salida del comando Rigoberto López Pérez, rumbo al aeropuerto, dirigido por el comandante “Cero” Edén Pastora Gómez, paradójicamente su padre, se encontraba entre los rehenes de los sandinistas dentro del Palacio, porque era parlamentario liberal somocista, en la llamada “operación chanchera”.
Durante la insurrección final del FSLN en junio de 1979, junto a su familia entre ellos sus hijos de 8 y 10 años se dieron a la tarea de apoyar a los guerrilleros en la construcción de barricadas en los barrios orientales, cerca del puente El Paraisito.
El 19 de julio, con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, “Adelita” junto a otras compañeras se propusieron elaborar banderas roja y negra, las que llevaron a la plaza de la revolución el día 20 a ondear libremente. El sueño histórico de los sandinistas de ver una Nicaragua libre después del derrocamiento de la dictadura y su guardia asesina había llegado a su fin.
Un incidente con la Dora María y la sanción que todavía le duele
Durante la organización del nuevo Estado, luego del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, participó en la organización de los Comité de Defensa Sandinista (CDS) en la manzana R de Ciudad Jardín, donde residía en ese tiempo. Entre 1980 y 1985 desempeñó diversos cargos entre ellos secretaria de Propaganda del Comité de Base Eduardo Contreras, del Ministerio de Educación (MED). Secretaria Política del Comité de Centro del MED y secretaria de Propaganda y Educación Política de Centros del MED.
Partidariamente les atendía Dora María Téllez, refiere Luz Danelia, con quien afirma nunca tuvo una buena relación, ni hubo química entre ellas. Durante una reunión sin más razones, Dora María le tildó de dogmática, lo que la motivó para escribirle una carta replicándole su actitud poco fraterna y sin tacto político a la entonces comandante guerrillera, quién haciendo gala de su fama y grados honoríficos, intentaba demeritar la capacidad profesional de Talavera.
Esa situación le generó una sanción que marcó su vida y le afectó emocionalmente al recibir la notificación de la destitución del cargo, situación que “Adelita” calificó de poco fraterna e injusta. El 8 de noviembre de 1986, fue el propio comandante Tomás Borge Martínez, ministro del Interior, quien le entregó la militancia del FSLN, en un acto donde se formalizó lo que ella se había ganado con su entrega y lealtad a la causa sandinista.
El Personaje
Luz Danelia Talavera Valenzuela, nació el 23 de octubre de 1942 en Somoto, Departamento de Madrid. Es hija de Víctor Manuel Talavera Tercero y de Victoria Valenzuela Vizcaya. Por la parte materna tiene 6 hermanos y por la paterna 7. Está casada, es madre de dos hijos y abuela de 6 nietos.
En 1957 ingresó a estudiar en la Escuela Normal Rural de Estelí (de formación de maestros rurales) graduándose en la primera promoción con reconocimiento de estudiante de mayor rendimiento académico en 1961.
Después de la masacre estudiantil efectuada por la Guardia Nacional (G.N) el 23 de julio de 1959, en la ciudad de León, junto a otra compañera participó en la protesta y repudio a la dictadura somocista, en la Escuela Normal Rural, en la ciudad de Estelí, convirtiéndose en su primera acción política.
En 1962, fue seleccionada por una institución financiada por la Alianza para el Progreso (de los Estados Unidos de Norteamérica) para realizar estudios en México en Educación Audiovisual.
En 1970 recibió diploma y medalla en la Facultad de Humanidades, Ciencias de la Educación, por haber alcanzado las más altas calificaciones.
Es fundadora de la Asociación de Educadores de Nicaragua (ANDEN).
Medalla X Aniversario de la Revolución y broche de colaboradora histórica del FSLN.
Afirma que no confunde las relaciones de hermandad ni amistad verdadera, con las diferencias de opinión y concepciones políticas.
Excelente trayectoria politica de la compañera Luz Danelia, a quien conoci siendo yo muy niña a través de mi sra madre dña Socorro Valdez, quien se movía es ese mismo bregar. En el 68 y 69 fui alumna del esposo de ella en el Vocacional el Lic Victor Garcia Corrales. Es una compañera de gran valía para el FSLN los relevo generacionales.
El venir de familia liberal ya era un reto para seguir pero supo salir adelante y hacer que prevaleciera los ideales. Felicitaciones prima tu esfuerzo dejo sus frutos por que aquí habrá Sandinismo para siempre ✊