Manuel Salvador Espinoza J. *
A menudo nos preguntamos con gran apuro, sobre ¿qué tan cierto es el declive de los Estados Unidos de Norteamérica en nuestro hemisferio, con tantos gobiernos vasallos al servicio de sus intereses de dominio y control, prestándose así a reforzar las doctrinas de política exterior lesivas a nuestras soberanías e independencia política y económica? Y si esto es cierto, ¿entonces cómo entenderlo y poder hasta explicarlo?
Doctrinas hegemónicas y su desgaste en el tiempo.
Es importante tener la capacidad de dimensionar el peso en el tiempo del corolario doctrinario de la política exterior USA hacia nuestro continente, que es el que marca el grado de hegemonismo yanqui continental. Desde la proclamación de la doctrina “Monroe” en diciembre de 1823 han pasado ya casi dos siglos completos. Es poco lo que falta para esos 200 años de pretender, que ninguna otra potencia allende al Atlántico, tenga la capacidad de disputar la hegemonía norteamericana en América Latina.
Luego con doctrinas a principio del siglo pasado, como las de “las cañoneras”, “La Diplomacia del Dólar”, “El gran garrote” han reflejado la infinita soberbia de otorgarse el derecho de intervenir militarmente en nuestros países, violentando nuestro suelo y soberanía. Éstas demuestran una total capacidad de gendarme y castigo al desobediente.
Y aquellas como la “Del Buen Vecino”, “Alianza para el Progreso”, de nombre han mostrado la necesidad de un cambio de actitud hacia el continente, obligados por la influencia de la URSS como potencia en el hemisferio, pero que en realidad no hicieron nada por mejorar su conducta. Más bien en la práctica instalaron dictaduras militares sangrientas, que procuraran evitar el avance del comunismo soviético.
Su avance por el globo basado en teorías, que vienen a reforzar a estas doctrinas de corte geopolítico como la teoría de “las Fronteras Móviles” y “de Ventanas y Puertas Abiertas” de Frederick Jackson Turner, la del “Imperio Norteamericano” de Brooks Adams y la del “Poder Marítimo” de Alfred Mahan.
En el caso de la teoría de “Las Fronteras Móviles” y “De Ventanas y Puertas Abiertas”, la lógica es sencilla. “Las fronteras deben ser abiertas a los intereses de dominio USA en el globo y hay Estados que deben servirles de ventanas y puertas para la penetración a las diversas regiones y continentes en su afán de la construcción de las Balanzas de Poder”.
Es toda una enorme lista de doctrinas y teorías, que integran el corolario doctrinario de política exterior de los EE.UU. Desde el “Destino Manifiesto”, (bendecidos por Dios) y pasando por la Doctrina “Monroe” y el “Consenso de Washington”, que obligatoriamente se deben de conocer, porque en ellas están basadas todas las acciones y nivel de intervención, control y dominio del imperialismo norteamericano hacia L.A. y el Caribe.
Para la resistencia histórica de nuestros pueblos, este corolario doctrinario y teórico es la ruta a seguir en la lucha antiimperialista. Bolívar, Martí, Benjamín Zeledón, Sandino, Rigoberto López Pérez, Fidel, Raúl, El CHE, Carlos Fonseca, Daniel, Chávez, Maduro, Evo Morales, Díaz Canel, representan dos siglos de resistencia imperial incesante y llenos de victorias en cada período de lucha.
Por eso hoy día, existe toda una constelación de países, donde revoluciones reales e indiscutibles e imbatibles en Cuba (1959), Nicaragua (1979) y Venezuela (1998), que han enfrentado la forma más violenta del imperialismo norteamericano en el continente, pero que aún sobreviven triunfantes. Ésta es la verdadera izquierda. Y otros en permanente levantamiento como, Ecuador, Brasil, Argentina, Bolivia, Honduras, El Salvador, México, Chile y ahora Colombia. Esta es la respuesta histórica autóctona regional a la dominación política norteamericana. Es una nueva etapa en la lucha contra el mandato gringo.
Cada pueblo tiene su historia, sus héroes y mártires, sus experiencias de lucha y nada tienen que ver con los deseos imperialista de subordinar a todo un continente. Sus doctrinas de política exterior han constituido un edificio discursivo, que no ha hecho más que lograr la supeditación, la obediencia de los gobiernos y élites de poder económico vasallos ante la explotación y apropiación de nuestros recursos, su saqueo y nuestro empobrecimiento.
En otras palabras, su “fuente de mano de obra barata” o como les gusta decir a los funcionarios de la Casa Blanca, su “patio trasero” y ahora con Biden “El Patio delantero”, está teniendo profundas transformaciones soberanas en función de acercar ese fin esperado del imperialismo USA a través de la “diplomacia multilateral de los pueblos”.
IX Cumbre Fallida de las Américas en EE.UU.
En la primera semana de junio, se llevó a cabo una pésima intensión de la administración Biden de reunir y crear una falsa alianza con algunos países del hemisferio, basándose principalmente en la “EXCLUSION” de los tres países que constituyen el faro continental de la lucha anti-imperialista, como son: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Lo que inmediatamente generó una reacción de protesta por todo el hemisferio.
Primero fue México, y a éste le siguieron Argentina y 14 países del caribe, miembros de CARICOM. Estos expresaron abiertamente su desición de no asistir si estos países no eran invitados. Luego se unieron Bolivia, Ecuador, Honduras, El Salvador y Guatemala. ¡Algo que décadas atrás era impensable e inimaginable! Al final esa expresión se reafirmó en la cumbre misma.
20 países en contra, 10 abstenciones y solo 2 estuvieron de acuerdo con la exclusión. El discurso del presidente de Argentina, Alberto Fernández y el canciller de México, Marcelo Ebrard, constituyen uno de los marcos de referencia, para entender la nueva actitud revisionista de L.A y el Caribe ante la continuidad de desprecio de la política exterior USA hacia nuestra región.
Prácticamente la IX Cumbre de las Américas en EE. UU fue todo un fracaso. Sin ningún contenido serio y decidido a cambiar la realidad de nuestra región junto a los EE. UU, que por cierto surgió como la más empobrecida de la pandemia del coronavirus y con mayor interés de poner reglas más serias en las relaciones con Norteamérica, cada vez más deslucida con las administraciones Obama, Trump y ahora Biden.
Desde el inicio del discurso del presidente USA, Joe Biden, sobre, que la democracia debía ser de nuevo el pilar fundamental de la alianza continental, desde la misma sala se le interrumpía a gritos enlistándole varios temas de urgencia como, el alto costo energético y de los alimentos, migración, desempleo etc. Pero como el show debía continuar, nada detuvo la demagogia de su discurso hasta el final.
Se concretó en la declaración final unir esfuerzos en temas como el cambio climático, migración etc. Pero ¿cómo hablar de migración, si los tres paises del triángulo del Norte, Guatemala, Honduras y el Salvador no enviaron a sus mandatarios? ¡Y es de esos países precisamente, de donde proceden infinitas caravanas de centroamericanos buscando una mejor oportunidad, que sus “democracias”, no le pueden brindar!
Y ¿cómo asistir?, si los presidentes de Guatemala y El Salvador ya están en la mira, de la “Justicia Transnacional” norteamericana, que le permitiría juzgarlos, extraditarlos y encarcelarlos como lo hemos visto recientemente con el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. México no lo hizo en su calidad de presidente, por estar en total desacuerdo de la exclusión de nuestros tres países.
Y como asistir, si los más de 4,000 millones ofrecidos a los países del triángulo del Norte en función de superar la migración y otros temas álgidos socio políticos, se han ido en cantos de sirena. Lo más, que han logrado es la advertencia de Kamala Harris, la Vicepresidente yanqui, de ¡“No vayan a los EE. UU porque se les regresará!”
Más que los temas, que integran la declaración final de la cumbre, son los diferentes reclamos expresados, que estropean la unidad continental, los que seguirán en agenda a un largo futuro, amenos, que los EE.UU. modifiquen su conducta basada en pretender tener un liderazgo filibustero y esclavista. De ahí, que los EE.UU deben de urgentemente modificar sus relaciones con L.A y el Caribe, en condiciones de una reconfiguración geopolítica del orden mundial.
Los EE.UU, no pueden seguir pretendiendo tener el derecho de incluir a unos y excluir a otros de encuentros cumbres donde se discute la problemática hemisférica.
Mucho menos continuar con su política de intervención directa o indirecta en los asuntos internos de nuestros países en función de desestabilizar gobiernos.
Los problemas políticos internos deben ser solucionados por los propios pueblos.
Debe de terminar la política ilícita y criminal de bloqueo y sanciones a nuestros estados, que solo daño hacen a sus ciudadanos.
Es condenable la política y acciones de bloqueo contra Cuba, que inclusive no se detuvo aún en pandemia global.
La OEA debe ser reformada y sus directivos destituidos.
La OEA, ha perdido credibilidad y debe de terminar su misión como instrumento colonial de los EE.UU.
La CELAC es también un órgano multilateral de la región que invita a Biden a asistir a sus encuentros cumbres y abordar sobre los temas álgidos que verdaderamente nos interesan e importan.
Por si fuera poco, no largo de donde se realizaba la cumbre de los yanquis en california, se llevaba a cabo “La Cumbre de los Pueblos”, donde más de 200 organizaciones políticas y civiles del hemisferio se reunieron para realmente debatir y como voz del continente reafirmar las necesidades, prioridades urgentes que constituyen la realidad de nuestros países.
Bienestar económico Empleo, Educación Salud Seguridad social y pública Desarrollo sostenible Medio Ambiente y Cambio Climático
En fin, todo, lo que realmente urge a nuestros pueblos y naciones y no una sarta de consignas, conceptos requetemanoseados como: Democracia, gobernabilidad, libertad, cambio de régimen y luchas contra dictaduras, que no han traído más que la división social, violentos enfrentamientos y las puertas y ventanas abiertas a la intromisión yanqui en nuestros asuntos internos.
Y, por si fuera poco, la diplomacia multilateral regional, dirigida por el bloque anti-hegemónico hemisférico, se reunió en la Habana-Cuba una semana antes de la IX cumbre USA de las Américas. Los mandatarios de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América -Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), donde los resultados acordados, son mucho más realizables, que los discutidos en la fallida cumbre USA, en California.
- Rechazo a la exclusión. Somos pueblos dignos e incluyentes.
- Respeto a nuestras soberanías.
- Relaciones de amistad y respeto con potencias no excluyentes, léase China y Rusia.
- Comercio simétrico, que procure desarrollo económico y no el saqueo y la pobreza.
- Complementariedad de nuestras ventajas entre los pueblos, mayor solidaridad.
- Alianza ante todo tipo de amenazas provenientes del cambio climático y de otro tipo.
- Urgencia de avanzar en el uso de la moneda regional, “El Sucre”.
- Implementar acciones conjuntas en respuesta al problema del alto costo energético y de los alimentos.
La declaración final de la cumbre del ALBA- TCP, no solo recogió temas y problemas tangibles, donde cada país puede cumplir las metas trazadas y responder a los desafíos actuales, que enfrentamos. También fue una clara demostración sobre el verdadero horizonte hacia donde debe apuntar la alianza en América Latina y el Caribe, que junto a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con 22 estados miembros, es la mayor referencia a sustituir a la OEA.
Además de la política doctrinaria exterior norteamericano, otro de los grandes y absolutos perdedores de la IX cumbre de las américas, ha sido la Organización de Estados Americanos (OEA) y su jefatura en el rostro de su secretario general, Luis Almagro. A este último, se le acusó de tener las manos llenas de sangre por la barbarie que impuso en el golpe de estado en Bolivia, que revirtió los resultados electorales donde Evo Morales, había terminado como ganador.
No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista. Ya es un grito a voces y lo repiten hasta los nuevos mandatarios como Nayib Bukele, presidente de El Salvador. “¡La OEA, ya no representa los objetivos, para la que fue algun día creada!” México, Argentina y muchos más expresan, que el camino es la CELAC y en esta etapa de transformación del orden global, el papel de los organismos multilaterales jugará un papel decisivo en la sobrevivencia de muchos pueblos.
Por eso, tampoco lograron cumplir con el plan de crear un consenso hemisférico para culpar a Rusia por desnazificar a Ucraina en la región del Dombas. Este plan fue denunciado semanas antes por Sergey Narishkin, el director del servicio de inteligencia de política exterior rusa (SVR). Y es que en definitiva son otros tiempos para el continente como para el sistema internacional entero.
El análisis de resultado de la IX Cumbre de las Américas en EE. UU, sin lugar a dudas ha sido todo un revés para la política USA. Dicho por Richard Hass, Presidente del Council For Foreign Relations, (Consejo para las Relaciones Extranjeras). “Es obvio la falta de preparación y visión de los formuladores de la política exterior de la actual administración Biden”.
Hacia Nicaragua, como al resto de la región, definitivamente deben los EE. UU. cambiar. El desinterés de nuestros pueblos y la falta de importancia de su política de exclusión, fue demostrada por el presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra, cuando remarcó, que “No nos interesan ni sus invitaciones, ni su exclusión”. “No cambian de mentalidad. Permanentemente recibimos mensajes provenientes de nuestra misión en Washington con amenazas de incrementar la cantidad y niveles de sanciones”. “No entienden los tiempos y sus nuevas realidades”.
El domingo 19 de junio, triunfó el social demócrata colombiano, Gustavo Petro, poniéndole fin al uribismo-fascismo por lo menos por medio de la expresión popular electoral bastante reñida. 51,7% a favor de Petro vs 47.7% de su rival, demuestra la profunda división que está marcada en ese país. Aunque no se espera mucho de Petro, su victoria es parte de ese proceso de decline continental USA. Estos son procesos geopolíticos, que con el tiempo se convierten en realidad.
Además, la situación interna, que viven los EE. UU es de total alarma. La inflación alcanzó el 8.6% algo, que no se veía en 40 años. El precio de la gasolina anda arriba de los $ 6.00 dolares el galón. Escasearon los alimentos para bebés, se reprodujeron cuatro matanzas en escuelas con saldo de más de una decena de niños y jóvenes norteamericanos y muchos cuadros más que se ven con claridad desde Latinoamérica y el Caribe, que con gran expectativa observan el decline moral y social de los EE.UU.
Ya ni se diga como se observa desde nuestra región su incapacidad de enfrentar a China en el plano económico, tecnológico y comercial, disputándolos en su propio hemisferio. Y con Rusia en el plano militar, que, junto con toda la OTAN, no la pueden vencer. Más bien las sanciones han tenido un efecto bumerán y ahora ellos junto a sus aliados europeos terminaron pagando el gas y petróleo en rublos.
Eso nos dice, que sus aliados europeos principales, también están en serios problemas de fracturación y desorden económico, que pronto generará implosiones radicales a lo interno de los EE.UU y sus aliados, convirtiéndolos así en un grupo de estados a sufrir la consecuencia de los cambios del orden mundial.
El presidente ruso, Vladimir Putin aseguró durante la Sesión plenaria del 25 Foro Económico Internacional de San Petersburgo, 17 de junio de 2022, que “La velocidad y la escala de los cambios en la economía mundial, las finanzas y las relaciones internacionales son cada vez mayores”. “El rechazo a la globalización en favor de un modelo de crecimiento multipolar es cada vez más pronunciado”. “Sin duda, la formación, el nacimiento del nuevo orden mundial es un proceso difícil”.
Ahora los EE. UU están furiosos y asustados por la desición del gobierno de que tropas rusas, cubanas y venezolanas al igual, que, de Centroamérica, Dominicana y de México ingresen al país en carácter de ejercicios y asistencia humanitaria. Pero no dicen nada, que con la misma aprobación del decreto presidencial 10- 2022 en dicha resolución, autoriza, que, a partir del 1 de julio, el arribo al territorio nicaragüense de naves, aeronaves y personal militar extranjero con fines de intercambio y asistencia humanitaria en beneficio mutuo en casos de situaciones de emergencia también tropas de los EE.UU.
Cuando Daniel dice, que deben de “comprender las nuevas realidades” es que ya la Doctrina Monroe del 20 de diciembre de 1823 se enterró producto de las luchas de cada pueblo en el continente por su 2da independencia, que la estaremos celebrando el próximo 20 de diciembre del 2023. Pónganle fecha y empeño entonces y escuchemos juntos la música y el sabor de la victoria latinoamericana contra el imperialismo yanqui.
*Especialista en Relaciones Internacionales Director del Centro Regional de Estudios Internacionales. (CREI)
Las mentiras ya no caben en este nuevo escenario de tecnología. Los EEUU ya no pueden seguir engañando. La alegría que siente el receptor, en saber que ya puede golpear a su adversario se enfila en la lucha sin vacilaciones.