- Nació asistido por una trabajadora sexual
- Su esposa guerrillera cayó cuando esperaba un hijo
- El día del triunfo se durmió en el lecho de amor de Somoza y Dinorah
- Prepara un libro de testimonios del Frente Norte y las tres insurrecciones de Estelí
David Gutiérrez López
Llegó al mundo asistido por las manos de una trabajadora sexual de un conocido burdel de Boaco, quien de urgencia auxilió a la mujer que sin lograr alcanzar llegar al hospital con los dolores de parto, se le rompió la fuente. “La Ñata”, cortó el cordón umbilical, limpió al recién alumbrado bebé y con amor materno lo arrulló y luego lo colocó en el regazo de su madre.
Así asomó su existencia en el planeta Tierra José Elías Noguera García, el cuarto hijo de María García y primogénito de su padre del mismo nombre, originario de Diriamba, Carazo, quien ese día, feliz y emocionado por el nacimiento de su primer vástago, de rodillas anunció y juró no volver a tomar licor, adicción que practicaba ocasionalmente, cuando “agarraba carreras” de dos o tres semanas hasta terminar deshidratado, con temblores en el cuerpo y las finanzas familiares maltrechas.
Siempre que don Elías, padre, deseaba iniciar sus borracheras se aparecía con dos mulas cargadas de granos básicos, aceite, azúcar, café y le entregaba dinero a doña María, para garantizar que a sus hijos no les faltara nada mientras él andaba en la bebedera de guaro en las cantinas de Boaco, ciudad a donde había llegado comerciando de todo un poco.
Desde el nacimiento de Elías, la situación económica del hogar de los Noguera García, en el barrio La Planta, comenzó a prosperar, gracias a la promesa del padre de no volver a beber, invadido de felicidad por haber engendrado a su hijo, cuando había llegado a pensar que era infértil.
Amamantado en las Mieles de los Gorriones
En la ciudad existió un famoso burdel, conocido con el atractivo nombre; Las Mieles de los Gorriones, en Boaco abajo, -a 30 metros de la casa de los Noguera- visitado asiduamente por autoridades civiles, militares, productores y hacendados de la época de la dictadura de Somoza, en busca de placer con hermosas jovencitas que procedían de diversos sitios del país. Elsa Rubio, “la Ñata”, originaria de Ocotal, Nueva Segovia, era una de las muchachas trabajadoras sexuales, la misma que ayudó a traer al mundo a Elías y que para él se “convirtió en su segunda madre”.
La “Ñata” se habría encariñado de aquella criaturita que desconsoladamente lloraba de hambre, porque su mamá, doña María, no producía la suficiente leche materna para alimentarlo y protegerlo de enfermedades. Ante esa situación, la muchacha se lo llevaba al antro para que algunas de las trabajadoras del sexo que estaban recién alumbradas compartieran la leche de sus hijos con el tiernito Elías, el que a veces andaba de cuarto en cuarto y la sesión de amamantamiento se suspendía cuando un cliente aparecía buscando amor pagado.
“Yo anduve de cuarto en cuarto, aunque de pronto se escuchaba, llévate al niño que tengo un cliente”, narra Elías que le contaba su mamá y la “Ñata”, años después. Sobre las muchachas que lo amamantaron, expresa con agradecimiento que algunas de ellas se convirtieron en colaboradoras de los guerrilleros del Frente Sandinista.
Después del triunfo sandinista, Elías asistió con amor filial a la “Ñata” hasta el último día de su existencia.
Así fue creciendo el muchachito que ingresó a la escuela José Nieborowski, para luego pasar al colegio San Vicente de Paul. En su casa, constantemente escuchaba a su tío Rafael “Payo” García, hablar o discutir con otros amigos de política. El tío “Payo” era un hombre con conocimientos y habilidades, su oficio era ebanista, trabajador de la madera, pero discutía ampliamente con cualquiera de diversos temas relacionados a la política y la coyuntura nacional que se vivía bajo la dictadura de la dinastía de los Somoza.
En 1969, cuando Elías había cumplido 15 años y cursaba el primer año de secundaria, se involucró por primera vez en una protesta con la toma del colegio en apoyo a la huelga de la Federación Sindical de Maestros de Nicaragua (FSMN), donde comenzó a tomar conciencia social de la represión en el país, de la explotación y la corrupción imperante. La dictadura cerró el año escolar para mediatizar la protesta magisterial.
Durante la toma del colegio, la Guardia Nacional (G.N), llegó hasta el sitio y rompió las puertas, Elías despreocupado y sin conocer el peligro salió a la entrada cuando un soldado le colocó el fusil Garand en el pecho. Palideció y se paralizó con los ojos casi desorbitados. Fue gracias al compañero de estudios Salvador Sequeira Montiel, quien con mucha valentía retó al militar a que saliera del recinto de estudios. Una vez desalojados buscaron refugio en la Catedral de la ciudad de dos pisos.
Ver también: El Danto y su ejemplar trayectoria revolucionaria
En 1970 el estudiante universitario de la facultad de zootecnia de la UCA, Alfonso García Zeledón, lo invitó a una reunión a través de su vecino, Jaime Arias. Comenzaron conversando de las luchas sociales, estudiaron a Sandino a través de los libros de Gregorio Selser, también leyeron y estudiaron El Calvario de las Segovias, un libro, presuntamente escrito por Anastasio Somoza García, donde pretendió descalificar al general Sandino, calificándolo de bandolero y asesino, sin imaginar que los documentos relacionados al guerrillero, sirvieron para descubrir parte de la verdadera historia de la lucha antimperialista y nacionalista del héroe de las segovias.
En la primera célula del FSLN
Meses después, Alfonso García, amigo de Casimiro Sotelo, se reveló como miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y formó la primera célula sandinista. Del año 67 al 74 el FSLN le llamó período de acumulación de fuerzas, el que se anunció como un resurgimiento de la lucha el 27 de diciembre de 1974 con el asalto a la casa de “Chema Castillo”, en Managua, logrando la liberación de 13 prisioneros sandinistas.
En noviembre de 1972, falleció don Elías, padre, la familia cayó en estado de extrema pobreza y el joven Elías descontinuó sus estudios. Viajó a Managua e ingresó al Instituto Ramírez Goyena, donde se fogueó política e intelectualmente.
En el año 1973 le ofrecieron viajar a Chile, pero el golpe de Estado de ese año contra el presidente Salvador Allende le frustró los planes. El 10 de enero de 1975 en Jinotepe, cayó combatiendo contra la guardia su coterráneo Mauricio Duarte, quien a los 24 años era jefe del Regional Carazo, del FSLN. Su muerte lo impactó, vio su cadáver cuando llegó a la morgue de Boaco y cargó su cuerpo junto a otros amigos y familiares.
Rumbo a México
En 1975, después que el FSLN rompió el silencio, la dictadura de Somoza desplegó una brutal represión en el país, a Elías le orientaron viajar a Cuba, utilizando de escala México. – ¿Y los reales para irme?,
interrogó el muchacho a su responsable Alfonso García Zeledón, quien se encontraba en la capital azteca. –“Venite al raid”, le respondió a través de una carta, las que llegaban por el correo a sus destinatarios, a veces con una duración de dos a tres meses.
En esos días su mamá echaba y vendía tortillas para sobrevivir junto a sus hijos. Elías vendió una vieja máquina de coser Singer y con ese dinero partió, realizando un periplo por El Salvador y Guatemala hasta llegar a México.
Fue en Puebla, donde se contactó con Ramiro Contreras, Saúl y Herty Lewites, quienes lo designaron para integrarse al Comité de Solidaridad con Nicaragua, lo que le permitió conocer a diversas personalidades de la intelectualidad, entre ellos a Thelma Navas y a dirigentes de diversos y poderosos sindicatos mexicanos.
Retornó a Nicaragua al Frente Norte
En los primeros meses del año 1977 a Elías le orientaron retornar a Nicaragua, haciendo una escala en Honduras, país donde se integró a una escuela militar en un campamento ubicado en una montaña en Danlí, donde estaban gente experimentada como Germán Pomares, “el Danto”, Oscar Benavides, Carlos Manuel Jarquín, Francisco “Chico” Ramírez, entre otros muchos, quienes fundarían el Frente Norte Carlos Fonseca Amador, bajo la dirección del comandante Daniel Ortega, German Pomares , Víctor Tirado López y Francisco Rivera Quintero, “el Zorro”, jefes de la Tendencia Insurreccional (TI).
El 12 de octubre de 1977, una columna guerrillera se desplazó por la cordillera de Dipilto, con la misión de llegar hasta la ciudad de Ocotal, donde el plan inicial conocido como la ofensiva de octubre, era atacar el cuartel de la Guardia Nacional (G.N), ocupar la ciudad y continuar hacia Estelí.
No obstante, esa noche, cuando intentaron recuperar unos automotores para movilizarse, unos comerciantes sorprendidos al ver hombres armados, lograron evadir un retén y corrieron a informar a la guardia, la que envió una patrulla que fue emboscada y aniquilada, igual ocurrió al día siguiente, todos los guardias hasta el jefe, teniente Humberto Guillén, fueron aniquilados. Ese fue el bautizo de fuego para muchos, entre ellos Elías, conocido como los sucesos de San Fabián.
En la mañana siguiente, Somoza ordenó el bombardeo de la zona con aviones de la Fuerza Aérea Nacional (FAN), que obligó a los guerrilleros a replegarse a lo interno de los pinares. Desde ese día “el Danto” con varias escuadras inició una ofensiva por toda la cordillera con ataques a Mozonte, San Fernando, Santa Clara, la emboscada en el puente Lisupo, donde el 18 de diciembre de 1977 eliminaron un convoy de soldados, quedando solamente un guardia con vida, que según relata Elías, lo volvieron a encontrar el día del triunfo de la Revolución en Sébaco, cayó preso y cumplió condena.
En mayo de 1978, en la cordillera de Macuelizo, se organizó la columna guerrillera Jorge Sinforoso Bravo, al mando de Elías Noguera y Facundo Picado, participando en diversas acciones combativas y de recuperación económica.
Cinco pesos para hacer la guerra y el asalto al Banco Nacional de Ocotal
En una reunión que sostuvo “El Zorro” en Managua con el responsable político-militar Oscar Perezcassar “Pin”, le orientaron realizar un levantamiento armado en Estelí, para mantener la ofensiva contra la dictadura, iniciada en 1977. La situación de la organización era limitada en recursos económicos y armas, tanto así que a “El Zorro” le dieron contadito para el pasaje en bus de retorno a Estelí y le sobraron 5 pesos, con los que debería desencadenar los ataques contra las tropas de Somoza.
Por iniciativa de Elías decidieron realizar una recuperación económica en el Banco Nacional de Desarrollo de la ciudad de Ocotal, hasta donde llegó cerca de las tres de la tarde del lunes 19 de junio de 1978, acompañado de Facundo Picado, Violeta Jiménez, Prudencio Serrano y un muchacho de 17 años de seudónimo “Timoteo”.
Prudencio se ubicó en una pulpería casi al frente de la entidad bancaria armado con una subametralladora Madsen, para cubrir a los que ejecutarían la recuperación. Elías no fuma, pero ese día compró un “chelín” (25 centavos de córdoba) en cigarrillos y encendió por el filtro. “Timoteo” compró unos bananos en el mercado y comenzó a comérselos con todo y cáscara y una vez dentro del banco, en vez de sacar la pistola apuntó con un banano, Violeta cargaba una muñeca que al apretarla emitía un sonido similar al llanto de un niño.
Elías logró controlar la situación y recuperaron una significativa cantidad de dinero, que sirvió para oxigenar las actividades del FSLN. Lograron escapar a bordo de un taxi rumbo a la cordillera de Dipilto. Posteriormente viajaron a Managua para entregar el dinero a “Pin”, quien les reveló que en ese momento la organización sólo contaba con 200 pesos en sus fondos.
En la primera insurrección de Estelí, 9 de septiembre 1978
En las crónicas de la historia de las luchas guerrilleras o guerras convencionales, no se registra la hazaña de que un hombre al mando de un puñado de guerrilleros haya posesionado e insurreccionado en tres ocasiones una misma ciudad. Esa proeza la logró el comandante guerrillero Francisco Rivera Quintero, “El Zorro”, en un lapso de 9 meses, (sept 1978, abril y julio 1979) al insurreccionar su natal Estelí, así lo consignó un general e historiador del ejército de la ex Unión de Repúblicas Socialistas soviéticas (URSS).
El 9 de septiembre de 1978 una columna guerrillera del Frente Norte Carlos Fonseca Amador, con 38 combatientes al mando del “Zorro”, ingresó a la ciudad de Estelí, para insurreccionar a la población, aprovechando el ascenso revolucionario tras el exitoso asalto al Palacio Nacional, (22 de agosto 1978). A la insurrección se sumó la escuadra General Pedro Altamirano, con su jefe el comandante Julio Ramos Argüello.
Producto de la recuperación al banco de Ocotal los dotaron de 10 mil córdobas y llevaron armas desde Ocotal a Estelí, para el primer levantamiento insurreccional en esa ciudad.
Luego de trece días de fieros combates en el centro y periferia de la ciudad de Estelí, aviones de la Guardia Nacional iniciaron un indiscriminado y criminal bombardeo sobre la población, generando incendios, caos y terror en la gente, lo que motivó al mando sandinista a emprender el repliegue a los cerros cercanos. Los jefes guerrilleros entraron con 600 municiones de fusiles Fal y G-3 cada uno y se retiraron con 60 tiros.
Los aviones de la guardia derribados por la guerrilla en abril de 1979
La misión de la guerrilla en abril de 1979, era hostigar, emboscar, causar bajas, recuperar armas para diezmar las fuerzas de la G.N de Somoza. Una escuadra al mando de “René” operaba en la carretera cercana a la ciudad de Condega, de pronto, aparecieron dos aviones lanzando cohetes y ametrallando las posiciones de los insurrectos que se parapetaban detrás de grandes piedras que abundan en la zona.
Una esquirla de bala, que pegó en una piedra, se alojó en la pierna de Elías lesionándole una rodilla y provocándole fuertes dolores hasta que se desmayó momentáneamente. El jefe guerrillero ordenó a sus compañeros disparar con fusilería a los aviones logrando derribar dos, un Douglas C-47 llamado por la gente el “Dundo Ulalio” (por su lentitud de vuelo) y un Push and Pull que cayó en unos potreros. Para la reserva histórica, el avión grande se encuentra en lo alto de una columna a la entrada de Condega, como símbolo de la derrota del somocismo.
Los días posteriores “René” se movilizó en muletas, utilizando un caballo para bajar y subir el Cerro Cuba, donde mantenía el campamento con centenares de combatientes que se habían sumado a la insurrección en contra de Somoza.
La segunda insurrección, en Semana Santa, no estaba planificada
El 8 de abril de 1979, en plena Semana Santa, la ciudad de Estelí fue nuevamente escenario de la segunda insurrección. Se desarrollaron combates por diversos costados de la ciudad. Elías relata que esa acción no estaba en los planes del FSLN.
Un jefe de escuadra, Salvador Loza, por su iniciativa se preparó a montar una emboscada a unos vehículos militares cerca de Estelí, pero cayó en una contraemboscada, de los guardias somocistas, logrando evadirlo a punta de bala, replegándose a la ciudad, entrando por el barrio El Rosario. La gente al escuchar la balacera y observar a los guerrilleros corriendo, creyeron se trataba de nuevo la insurrección y salieron a las calles a levantar las barricadas.
A los jefes “El Zorro” y “René” no les quedó otra alternativa que apoyar a la población. Seis días después, el 14 de abril se ordenó, en silencio, la retirada, la cual resultó exitosa. Se volvió a romper el cerco militar y se replegaron rumbo a las montañas cercanas, reforzados con más combatientes.
Se estima que los guerrilleros en la zona de Estelí sumaban unos mil 300.
La tercera insurrección, en la Ofensiva Final
El Frente Sandinista anunció, planificó y desarrolló la tercera insurrección en todo el país. En Estelí, inició el 9 de junio de 1979. La Ofensiva Final contra la dictadura de Somoza había comenzado hasta concluir con la victoria, derrotando a la Guardia Nacional.
Elías llegó a la ciudad con su columna jineteando un caballo blanco. Entró a los barrios con su fusil y apoyado de un bastón, debido a su convalecencia por las heridas en la pierna. Todas las fuerzas de las distintas tendencias que operaban en el norte le cayeron a Estelí, en total 5 columnas que penetraron por los cuatro costados. Los guardias se encerraron en su cuartel desde donde resistieron.
El 22 de junio, mientras se combatía de día y noche por ocupar posiciones en el centro de Estelí, fue alcanzada por una bala la guerrillera Fátima Pavón, de 22 años, esposa de Elías, quién se encontraba combatiendo como a dos cuadras del lugar cercano a la Catedral. “La tomé en mi brazo, la vi mal y la enviamos al hospital donde falleció”, rememora amargamente el jefe guerrillero ese doloroso y cruel episodio.
Fátima, de seudónimo “Johana”, originaria de Niquinohomo, era hija de un oficial, capitán de la Guardia Nacional, y tres de sus hermanos eran tenientes. Al momento de fallecer estaba embarazada, situación que Elías desconocía.
Los combates se arreciaron y la guardia se fue arrinconando en el comando, el mismo que fue asediado con fusilería, morteros y hasta una avioneta que les lanzó varias bombas. La liberación se logró el 16 de julio, luego que, usando un tractor, rompieron los muros del cuartel, liberando para siempre la tres veces heroica ciudad de Estelí, cuando solamente faltaban tres días para el triunfo el 19 de julio de 1979.
El día de la victoria, Elías narra que marchó al frente de un contingente de más de 500 combatientes, que se desplazaron directamente a la zona de la explanada de Tiscapa, siendo de los primeros en penetrar al antiguo complejo presidencial y militar.
Al entrar, Elías observó una cama que lo incitó a reposar, se acostó sobre ella mientras en el país había una algarabía celebrando el triunfo con una mezcla de alegría y dolor. El jefe guerrillero cayó en un profundo sueño en aquel lecho, cuyas sábanas estaban todavía ligeramente perfumadas, que posteriormente se enteraría, era el nido de amor que apenas unas horas antes habían abandonado el dictador Somoza y su amante Dinorah.
El personaje
José Elías Noguera García, nació en el barrio La Planta, Boaco, el 8 de enero de 1954. Hijo de María García González y Elías Noguera Mendoza.
Casado con Gabriela Margarita Granados Rodríguez. Es padre de 8 hijos. El 2 de marzo del 2022 falleció su amado hijo menor de 11 años Stevens. Es abuelo de 6 nietos.
Recibió el grado honorífico de Comandante Guerrillero. Es retirado del Ejército Nacional, con el grado de coronel. Realizó estudios de Derecho. Es productor de café en una finca en Boaco.
En los años 80 realizó estudios militares en la prestigiosa Academia Máximo Gómez de Cuba. Se autonombró primer jefe de Policía, por cuatro días en la Ajack Delgado.
Actualmente se encuentra trabajando en un libro de testimonios , aproximadamente con mil 200 entrevistas, titulado: Frente Norte Carlos Fonseca Amador y las tres insurrecciones de Estelí.
El Cmte, Guerrillero y Cnel, en retiro del entonces EPS, Elias Noguera García. Fue jefe de la Dirección de Preparación Combativa, (Precomb), del Estado Mayor General del EPS, 1983. Mi nombre Mauricio Orozco Carazo,Tnt1ro, en retiro 1er oficial de de la Sección de BME (Base Material de Estudio) Precomb, EMG, Comandancia General EPS. Un extraordinario jefe de tropas.
Gran hombre, ejemplar, lo conocíven la Escuela Militar de Apanas, Jinotega, cuando cumplí el SMR. saludos David.
Excelente trabajo de recopilación histórica, para las generaciones anteriores y actuales.
Al contrario, aqui hacen falta muuuuchas lineas. Al tal coronel se le olvidaron los que le salvation la Vida en las Montañas de Esteli. La hacienda El Paraiso en El Regadio donde ss refugio y comio de Las manos de Bernardo Jarquin y la Marina su esposa que murio de parts en El hospital de Esteli por falta de attention medical post “triunfo”. Bernardo Jarquin hoy esta Muerto, velado en El Regadio, Tambien por falta de attention medica despues de Toda una vida de trabajo duro en El Campo sin contar con la ayuda de esos que subieron a la Cima escalando por El Lomo de los mas humildes con la promesa que todo iba a cambiar. Los olvidados siguen siendo olvidados pero aun mas pobres que en aquel entonces mientras este man sigue Colectando Glorias. Mandale flores aunque sea en uno de esos helicopteros, busca como honrar a lis que un dia arriesgaron sus vidas Para que Vos no perdieras la tuya.
El comandante Guerrillero Elias Noguera, lo conocí en septiembre en la insurrección de Esteli. Un gran hombre, humilde y sencillo, leal al Frente Sandinista. Lo admiro siempre