Carlos, seguimos venciendo

Fredy Franco (*)

La dignidad, la valentía, el conocimiento profundo de nuestra historia, la visión estratégica, la vocación de lucha y de pueblo, y el optimismo en la victoria, caracterizaron la concepción y la práctica revolucionaria del comandante Carlos Fonseca.

1-Forja de su formación política revolucionaria

Carlos desde su niñez y adolescencia comenzó a expresar descontento contra las injusticias sociales y dar pasos concretos para organizar la lucha.

A los 6 años ya expresó su solidaridad con su maestra, injustamente despedida por la dictadura somocista en el Instituto Nacional de Varones de Matagalpa. A los 10 o12 años comenzó a escuchar hablar de Sandino entre su familia, que le generó curiosidad por el Héroe de Las Segovias.

Ya como estudiante de secundaria, siempre ejemplar y sobresaliente como estudiante, desarrolló más su conciencia y generó conciencia entre los estudiantes y jóvenes, y luego se vinculó a las expresiones progresistas o anti- somocistas de la época.

Todos los años 50 le sirvieron de base a Carlos, en su formación y práctica política revolucionaria. Joven estudioso, de alta sensibilidad social, disciplinado y decidido, que lo llevó a poner en práctica sus convicciones.

Desde la formación del Comité Estudiantil en el Instituto Nacional del Norte, pasando por la fundación de la Revista Segovia, su integración al Partido Socialista Nicaragüense, su ingreso a la Universidad Nacional en León, su viaje a Moscú, su participación en la Guerrilla de El Chaparral y la formación de Juventud Patriótica Nicaragüense, entre otras experiencias, forjaron el Carlos Fonseca revolucionario, que con su ejemplo forjó su liderazgo en las complejas luchas contra la dictadura somocista y las fuerzas oligárquicas y pro-imperialista en Nicaragua.

2-Sandino es el Camino

Esa práctica política, junto al estudio de nuestra historia y en particular de la Obra, Ideales y Estrategia de la lucha de Sandino, forjaron la base ideológica de la Revolución en Nicaragua: el Sandinismo.

Carlos entendió de manera temprana que Sandino es el camino, el camino de la lucha por la liberación nacional y por la liberación social en Nicaragua, el Decoro Nacional y la Redención Social de la que nos habló el General de Hombres y Mujeres Libres.

3-La idea del Frente

Esta experiencia acumulada sirvió de base para dar un paso mayor, buscando formar un instrumento revolucionario, que comenzó a concretizarse a inicio de los años 60, bajo la idea de un Frente que uniera las distintas expresiones dispersas de la lucha anti-somocista.

Y es así que se conciben la formación del Frente de Liberación Nacional en 1961, que luego por la batalla político- ideológica de Carlos Fonseca, se asume el nombre de Sandinista en homenaje a Sandino, que sella el carácter nacional del movimiento revolucionario nicaragüense con la formación del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

4-El FSLN forjado en el Combate

El FSLN se forjó en las complejas condiciones de lucha frente a la dictadura somocista, y ahí Carlos estuvo en la primera línea de combate.

Todos los años 60 representaron el asentamiento político-guerrillero del FSLN y experiencias guerrilleras adversas como la de Raití y Bocay, Pancasán y Zinica.

El FSLN nacido en el heroico combate por la Liberación de Nicaragua y tuvo en Carlos el jefe, el líder, el hermano, “terco, indeclinable, sempiterno”.

Y preparó junto a los compañeros y forjadores del FSLN, el camino de la victoria, con una estrategia que uniera y organizara al pueblo, la acción guerrillera en la montaña y en la ciudad, las alianzas nacionales e internacionales, los estatutos que debía regir la vida de la organización con mística, unidad y decisión de Patria Libre o Morir.

Un planteamiento programático, que se concretizó en 1969 con la Proclama del FSLN, nuestro Programa Histórico, base de las transformaciones populares, nacionales y democráticas que debía hacerse con el Triunfo de la Revolución Popular Sandinista, creador de ese concepto y visión, de ese marco de transformaciones revolucionarias, por eso es Padre de la Revolución.

Frente a los reveses, siempre Carlos extrajo enseñanzas para las luchas futuras, pasando el FSLN a un período de acumulación de fuerzas en silencio para organizar al pueblo en el campo y la ciudad, arraigarse en términos políticos y organizativos, y luego pasar a la ofensiva. Se avanzó en medio de la caída de compañeros, su encarcelamiento o encontrarse -por la represión- fuera del país.

Estas condiciones llevaron a Carlos a Cuba, desde donde continuó la conducción del FSLN, desarrolló trabajo internacional y se preparó para las nuevas etapas de lucha.

La acción del 27 de diciembre de 1974, la toma de la Casa de Chema Castillo, rompió el silencio; con ese golpe espectacular dado por el FSLN a la dictadura, logrando la liberación de los reos políticos sandinistas y se divulgaron por todos los medios de comunicación la denuncia a la crueldad dictatorial y los objetivos de lucha del FSLN.

5-Lucha por la Unidad Sandinista

Carlos, junto a varios compañeros, regresa a Nicaragua en 1975, en momentos de una intensa represión nunca vista en Nicaragua, provocada por la ofensiva de la Guardia Nacional con las fuerzas del CONDECA, establecimiento del Estado y la Ley Marcial, las cárceles se repletaron de reos políticos y las montañas y ciudades de cienes de muertos.

En medio de esa adversa situación, Carlos busca la Unidad de las Tendencias que había en el FSLN, que coincidían en el propósito estratégico, pero que concebían distintos énfasis en la lucha por el derrocamiento de la dictadura somocista.

Trabajó por reafirmar la tradición unitaria del FSLN, yéndose hacia las profundidades de la montaña a contactarse con la columna sandinista en la Zona de Zinica para restablecer los contactos y unificar una sola posición victoriosa.

En ese gran esfuerzo estratégico es emboscado por la sanguinaria guardia somocista, junto a sus acompañantes, en Boca de Piedra, Zinica, es herido mortal el 7 de noviembre y muere el 8 de noviembre de 1976.

6-Carlos, una nueva Sociedad, Pletórica de Felicidad

Cae Carlos en la lucha por el derrocamiento revolucionario de la dictadura somocista. Pero no murió su ejemplo, “su corazón de santo”, su mística revolucionaria, su visión estratégica para hacer triunfar, bajo los ideales de Sandino, la Revolución Popular Sandinista, que construiría una Nueva Sociedad, Pletórica de Felicidad.

Y esa Sociedad nueva comenzó a hacerse realidad con el Triunfo de la Revolución el 19 de julio de 1979. Y a 86 años de su natalicio y a 43 años de aquella gloriosa victoria, que tuvo el sello del Tayacán Vencedor de la Muerte, le decimos a Carlos: que seguimos Venciendo.

(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua