En las plazas repletas de gente lo vitoreaban y pedían a gritos que hablara, pese a no estar en la agenda de los oradores. ¡Tomás, Tomás! Era como un reclamo, lo querían escuchar porque cuando se paraba frente al micrófono encendía los corazones y sacudía las conciencias de los sandinistas.
Fue un poeta soñador, guerrillero, escritor, político y militar. El único sobreviviente de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que logró ver el triunfo de la soñada Revolución Popular Sandinista, por la que tantos héroes y mártires, mujeres y hombres entregaron su sangre y vidas.
El comandante de la Revolución Tomás Borge Martínez (13 de agosto de 1930- 30 de abril de 2012) se formó en la lucha junto al Comandante Carlos Fonseca Amador, de quién dijo: “Carlos Fonseca es de los muertos que nunca mueren”, respondiéndole así a un militar somocista que con alegría llegó a decirle dentro de la cárcel donde se encontraba preso, que el jefe del FSLN había caído, el 8 de noviembre de 1976, en Zinica, Matagalpa.
Borge, quien llegó a León en 1954 para matricularse en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma (UNAN), se nutrió de las obras de Tomás Moro, Utopía, las de Karl Marx y Friedrich Engels, Lenin entre otros, guiado por su amigo y compañero de lucha Carlos Fonseca.
En 1956, después del ajusticiamiento del dictador Anastasio Somoza García, a manos de Rigoberto López Pérez, Tomás fue encarcelado e investigado por un tribunal militar. Fue puesto en arresto domiciliar, logrando fugarse en 1959 hacia Honduras, luego pasó a El Salvador y Costa Rica. Posteriormente, formó parte de la fundación del FSLN en 1961 junto a otros patriotas, motivados por la victoria de la revolución cubana.
El 4 de febrero de 1976, Tomás fue capturado después de enfrentarse con una patrulla de la G.N en la colonia Centroamérica, dándole muerte a un teniente que pretendió capturarlo. En la acción pereció la compañera Mildred Abaunza Gutiérrez, quien viajaba en la parte trasera de un jeep. En la cárcel sufrió graves torturas hasta ser liberado después del asalto al Palacio Nacional, el 22 de agosto de 1978, en la operación “chanchera” que dirigió el comandante Edén Pastora “Cero”.
Entre sus obras escritas destacan La Paciente Impaciencia (recibió premio Casa de Las Américas 1989); La ceremonia esperada, y Un grano de maíz, resultado de largas horas de conversaciones con el comandante Fidel Castro Ruz.
Tomás Borge constituye un valioso ejemplo para las generaciones actuales y venideras de un revolucionario que dedicó su vida a forjar y defender la revolución y a los nicaragüenses desde su puesto de jefe de los órganos de seguridad y orden público y sobre todo por mantenerse firme en sus principios sandinistas y antimperialistas, hasta el día de su partida física, el 30 de abril del 2012.