Manuel S. Espinoza Jarquín (*)
Pero parece mentira. La política injerencista norteamericana tuvo una derrota mucho antes, que los resultados electorales se anunciaran dándole la victoria electoral al FSLN en noviembre del 2006. Prácticamente, sus acciones de presión, que desde el 2004 ejercían con gran descaro sobre el gobierno de Enrique Bolaños, para la destrucción completa de los 2,174 misiles tierra aire soviéticos y su insistencia en los temas de propiedad, tuvo que urgentemente ser modificada ante la comprensión de la posibilidad del retorno al poder del sandinismo.
No tuvieron más remedio, que enfocarse a unificar a la oposición para derrotar al FSLN. Atrás quedaba el chantaje y la presión frontal como las sanciones al ejército por un monto de 12.3 millones de dólares y su negación de aceptarle al ejército quedarse por lo menos con unos 400 misiles de fabricación soviética. Era tiempo de armar consensos y alianzas anti sandinistas.
Lo anterior nos dice, que el actuar político norteamericano actual ha sido el mismo desde siempre. Hoy igual quieren sancionar al IPSM del Ejército de Nicaragua y ya sancionaron a su jefe, el general Avilés. En ese entonces, también hablaban de lista de sancionados, solo en términos como “lista negra” anunciada en su momento (24 de mayo del 2005) por la consejera de Asuntos Públicos de la EMBUSA, Martha P. Basshardt.
En su afán de evitar el triunfo del FSLN, uno de los primeros pasos para apoyar a la burguesía en el poder en junio del 2005, fue:
A) tratar de influir al FMI, para que no presionara más al gobierno nica y llegar a un consenso, aun cuando la inflación era de un 9,1 % y ya habían perdido 28 millones de fondos en reservas internacionales de 110 millones de dólares.
B) Evitar, que el grupo de 9 países, donantes extranjeros, que apoyaban al presupuesto del gobierno, no congelaran su aporte ante un impase de Nicaragua con el FMI. Era vital, que la situación económica del país no se agudizara más para beneficio político electoral del FSLN.
El campanazo oficial de la estrategia política-electoral antisandinista norteamericana, la oficializó públicamente el 10 de agosto del 2005, el embajador USA en Nicaragua, Paul Trivelli, quien “Urgió a la oposición unificarse en un bloque democrático”. El 3 de enero del 2006, el embajador Trivelli y varios altos diplomáticos N.A. se reunieron con Eduardo Montealegre, José Antonio Alvarado y José Rizo, 3 candidatos presidenciales liberales, paraforjar una alianza sólida contra el FSLN y Arnoldo Alemán. El primer acuerdo de esta reunión, fue facilitarle (financiarles) una empresa de encuesta externa, que como resultado arrojara una lista de candidatos y temas entre los partidarios liberales.
A finales de octubre y en diciembre de ese mismo año la estrategia para la derrota electoral del sandinismo, elaborada en la EMBUSA a seguir era la siguiente:
- Alentar el apoyo a “candidatos democráticos”, recordando a los nicaragüenses los peligros de regresar al pasado.
- A través de la ONG local Ética y Transparencia (ET), el NDI ayudará a financiar un equipo de observación local
- El IRI organizará seminarios de capacitación para los observadores (fiscales) de los partidos no pactantes (ALN, MRS y AC).
- IRI no entrenará fiscales del PLC y el FSLN.
En febrero del 2006, un vector de la estrategia anti FSLN, se abrió con la figura de Herty Lewites como disidente sandinista y quien afirmaba cumpliría con aquellos temas de agenda de la política exterior USA en caso de ganar las elecciones. Inclusive propuso llevar como vice-presidente a Montealegre. Herty fue aceptado, ya que representaba la posibilidad de aumentar la división del sandinismo y el voto.
Afinales de febrero la EMBUSA tenía total control de los candidatos liberales. En el cable enviado al Departamento de Estado 06MANAGUA430, 24 de febrero 2006, (CONFIDENCIAL) se establece:
El 21 de febrero, el DCM ( jefe adjunto de la misión diplomática) Peter Brennan y los Polcouns (consejeros políticos) instaron a José Antonio Alvarado, quien está afiliado con la Alianza por la República (APRE), a protestar contra las decisiones constitucionales tomadas por el Consejo Supremo Electoral y la Corte Suprema, para inhabilitar el reemplazo de dos magistrados por sus sustitutos. Alvarado y el presidente de APRE, Miguel López Baldizón, lo han hecho ambos públicamente. La embajada continuará alentando a Montealegre y a sus partidarios a participar en este esfuerzo.
En otro cable de la embajada 06MANAGUA432, 24 de febrero 2006, (SECRETO), se instruye al Sub –secretario de Estado, Thomas Shannon en los puntos de su próxima visita al país.
En su visita a Nicaragua debe reiterar la oposición estadounidense al pacto PLC- FSLN, y asegurar al pueblo nicaragüense que compartimos su deseo de elecciones libres, justas, creíbles e inclusivas. Su compromiso también facilitará el progreso en la implementación del CAFTA- DR y la destrucción de los MANPADS (Man Portable Air Defense System) o Sistemas portátiles de defensa aérea.
Ya el gobierno N.A, continuaba diciendo el cable, estaba patrocinando los esfuerzos coordinados del Instituto para el Desarrollo Democrático, Ética y Transparencia, y el Movimiento por Nicaragua a través del El Consortium for Elections and Political Process Strengthening, (CEPPS), que es un acuerdo de cooperación supervisado por USAID, con el fin de proveer entrenamiento y patrocinio para las encuestas, así como la organización en campañas cívicas para el voto.
USAID ha canalizado a través de IRI, 400.000 dólares al Movimiento por Nicaragua (MpN) para ayudar a lanzar las actividades electorales.El MpN ahora ha fijado nuevas prioridades, incluyendo presionar para primarias, monitorear la emisión de cédula, revisar los registros electorales, hacer lobby para el voto en el extranjero y observar las elecciones. El IRI está trabajando con el MpN, y Hagamos Democracia y ha introducido por primera vez en la historia de Nicaragua el concepto de primarias de partidos políticos interpartidistas.
“Creemos por el momento, que fomen tarla división sandinista y enfocar las críticas del gobierno norteamericano al FSLN específicamente, en lugar de a los “sandinistas” como grupo es apropiado. Esta misma estrategia es la que se aplica hoy día. Se ataca a la figura de Daniel y Rosario, así como al círculo gubernamental, pero no al sandinismo.
Es importante, entender, que la embajada norteamericana en Managua es una estación de combate político de recursos inimaginables. En el 2006, la embajada contaba con 80 empleados estadounidenses, 11 empleados familiares de diplomáticos N.A, 310 empleados y 280 guardias locales.
Además de las oficinas del Departamento de Estado y de la USAID, están representadas, la Agregaduría Militar (DAO), el Grupo Militar, DEA, CIA, OBO, RLA, USDA/FAS/APHIS, el Cuerpo de Paz y la oficina de la Cuenta Reto del Milenio. Su peso en el influenciamiento de todo tipo en el país es tangible.
Ya para mayo 2006, la estrategia del embajador Trivelli toma mayor forma y cuerpo, ya que el financiamiento a sus candidatos elegidos es una realidad.
Debemos seguir alentando a Carlos Pellas y otros financiadores nicaragüenses e internacionales a “hacer lo correcto”, apoyando a Montealegre o Lewites.
Construir una adecuada estructura partidaria con suficiente financiamiento. Una ONG afiliada a la ALN recientemente presentó una propuesta de 1.3 millones de dólares al IRI para capacitar a los candidatos y observadores de ALN.
Nuestro objetivo debe ser el de canalizar la gran mayoría de estos fondos a los candidatos democráticos.
El Departamento de Estado debe patrocinar una serie de “líderes reformistas” como Vaclav Havel, el presidente ucraniano Víktor A. Yúschenko, el presidente georgiano Míjeil Saakashvili y Lech Walesa, para explicarle al pueblo nicaragüense cómo sus movimientos disidentes fueron capaces de derribar la vieja guardia corrupta.
Procurar atemorizar al pueblo con el peligro del retorno al pasado.Y asegurarse de que el electorado sea recordado de que un retorno al Sandinismo bajo la dirección no reformada de Daniel Ortega –o un partido controlado por Arnoldo Alemán– sería trágico para el país.
En el cable 06 MANAGUA 1105, 19 de mayo de 2006, (secreto) se detalla lo siguiente al apoyo de esta línea de estrategia.
Promover el tema de Zoilamérica Narváez, ante el Concejo Interamericano de Derechos Humanos (CIDH). Para desacreditar a Daniel Ortega. La embajada está sacando de sus fondos para, que la CIDH ayude a Narváez en la promoción de su propio caso, así como también en el fortalecimiento de su fundación Sobrevivientes.
Narváez visitará Miami en junio, bajo el patrocinio de Vital Voices, y luego desea viajar a Washington para reunirse con funcionarios de la OEA y del Departamento de Estado, así como con las ONG, que estén posiblemente interesadas en promover su caso.
La misión ha buscado la asistencia del despacho para organizar citas en el Departamento de Estado, y con las ONG. Al facilitar los esfuerzos de Narváez para obtener audiencia, la atención será arrastrada hacia las cuestiones de carácter y género de Ortega en Nicaragua.
Continuar apoyando a la CPDH, y asegurarnos de que los resultados sean puestos en conocimiento del público nicaragüense antes de noviembre. La misión debe buscar fondos para comprar anuncios en grandes medios de comunicación en la radio y la televisión, iniciando en agosto y alcanzando el pico más alto en octubre.
Coordinar con el grupo de donantes para las elecciones y reconsiderar los paquetes de ayuda, en caso de que Ortega llegara al poder.
Ejecutar acciones para la conquista del voto joven, más del 70% de la población votante. El IRI debe apoyar a la Juventud por la Democracia (JUDENIC).
El intervencionismo gringo no solo era político, sino económico. En el cable 06MANAGUA1524 del 11 de julio de 2006, se detalla la reunión con el ministro de Relaciones Exteriores, Norman Caldera, donde se anuló la viabilidad de la construcción del canal de Nicaragua, que tendría conexión con China, además de provocar limitaciones a los grandes intereses económicos estadounidenses en Panamá.
Todos los temas de agenda fueron manejados por el Sub- secretario de Estado, Thomas Shannon en su visita de julio del 2006. Shannon, que se reuniría con políticos liberales y funcionarios públicos, sugería, que la Iglesia Católica podría jugar un rol valioso promoviendo la conciencia de los votantes y animando a los votantes a considerar a los candidatos “alternativos”.
La embajada trabajó en función de su candidato Eduardo Montealegre del partido ALN. Su tarea era en lograr, que el resto de candidatos “democráticos” depusieran su candidatura. Pero además de esta parcialización supuesta a un candidato único, fueron muchas las acciones que la EMBUSA realizó en su afán de la derrota electoral del frente sandinista.
Fomentar una alta participación de los votantes y apoyo a los partidos democráticos” a través de la provisión de fondos para las campañas mediáticas de información pública, conciertos, y campañas de puerta a puerta.
El gobierno de los Estados Unidos financió una gran misión de observación de la OEA -una de las más grandes que se haya conducido- y la embajada desplegó un equipo de observación por separado para brindar la mayor cobertura posible.
Alentaron la publicación generalizada de supuestos crímenes del FSLN perpetrados durante los años 80 y distribuyeron un documental de entrevistas de figuras históricas que abordaban sobre los fracasos del FSLN.
La embajada fomentó y asistió desde su creación al Movimiento por Nicaragua (MpN).
La visita del subsecretario del Departamento de Estado, Robert Zoellick, quien visitó Nicaragua en octubre de 2005 con el propósito de unir a Montealegre, Rizo y al candidato vicepresidencial del PLC, José Antonio Alvarado. Todo con la intención de la embajada para provocar deserciones al interior del PLC.
Coordinaron con los grupos de observadores internacionales y locales para discutir escenarios y respuestas en el caso de que el FSLN gane en la primera vuelta.
Amenazaron con el peligro de suspensión de los 800 millones de dólares en remesas de los más de 500 mil nicaragüenses en los EE. UU, si el FSLN ganaba.
La campaña de desprestigio, contra el comandante Daniel, dirigida por “Elgarresta Consulting Group”, especialista en consultas de campaña electoral, usó enormes cantidades de fondos para ese objetivo.
Más de un año y medio la EMBUSA dirigió todos sus esfuerzos por evitar el triunfo del FSLN en las elecciones del 5 de noviembre del 2006. Sin embargo, el frente sandinista ganó con el 38% y el ALN con el 29%. Para mayor trago amargo, los opositores, terminaron reconociendo el triunfo sandinista y la ausencia de fraude alguno.
(*) Especialista en Relaciones Internacionales.