Nuestro fraternal reconocimiento a hombres, mujeres, niños, héroes y mártires que hace 42 años, el 19 de julio de 1979, contribuyeron a la lucha por la liberación de Nicaragua, liderada por el Frente Sandinista. A los que aman incondicionalmente a su patria y permanecen fieles a la organización político militar que derrocó a la dictadura de Somoza, logrando alcanzar la victoria de la Revolución Popular Sandinista.
- Recuperar una tanqueta, cambió la correlación de la guerra en Chinandega
- Durmió bajo puentes y algodonales para escapar de la guardia
- Generosa en la victoria, resguardó la vida de guardias capturados
- Herida en la frente, la guardia celebró su muerte
David Gutiérrez López
A finales de 1975, cuando la muchacha cruzó la frontera entre su natal Honduras hacia Nicaragua, con la convicción de integrarse a la lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) contra la dictadura somocista, no se imaginaba que llegaría a convertirse en una digna heredera de los guerreros del cacique Lempira, los Lencas, descendientes de los mayas y menos pensar que llegaría a influir grandemente como jefa en las insurrecciones, hasta lograr la victoria el 19 de julio de 1979.
Su nombre es Quxabel, que en lengua maya significa “bella flor”, de esta mujer valiente, ahora con 66 años de edad, de voz suave, mirada tranquila que transmite e inspira seguridad y confianza, cualidades innatas que utilizó para convencer y reclutar a jóvenes para integrarse a la lucha anti dictatorial en la década de los 70.
Desde muy joven estudió a Sandino, al Che Guevara y el marxismo leninismo, lo que fortaleció sus capacidades ideológicas para el análisis y comprensión de la realidad nacional e internacional. Cursaba el tercer año de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), cuando decidió abandonarlo para venirse a Nicaragua.
En Honduras se había vinculado con los sandinistas Jorge Sinforoso Bravo Sáenz (quien la reclutó y con quien contrajo nupcias) y Quincho Ibarra, juntos trabajaron en la elaboración de la Gaceta Sandinista, publicación elaborada muy artesanalmente, sin recursos técnicos ni económicos.
Antes de tomar la decisión de sumarse a la lucha sandinista, analizaba con compañeros hondureños la posibilidad de formar un foco guerrillero en Honduras, entonces gobernado por militares que formaban parte de una alianza llamada Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), asesorados por la Central de Inteligencia Americana (CIA), para combatir movimientos guerrilleros en la región centroamericana.
La Guardia Nacional (G.N) celebró su muerte al anunciar en un comunicado que el 3 de junio de 1979, había perecido la “Comandante Carolina”, junto a 61 terroristas. Ella, resultó gravemente herida en la frente, después de una emboscada tendida por la guardia, donde un refilón que dejó expuesto el hueso, provocó se desmayara por la abundante pérdida de sangre. La noticia de su muerte fue desplegada en primera plana por el diario Novedades, propiedad del dictador.
Al respecto, “Carolina” relata que, al percatarse de la emboscada, ella ordenó la retirada y allí fue herida, perdiendo el conocimiento. La sacaron del área de fuego para ser atendida por un médico colaborador. Después de una transfusión sanguínea, se restableció y al recuperarse un poco, de inmediato se integró a la lucha.
A inicios de mayo de 1978 en estado de embarazo tuvo que salir urgente de Chinandega y trasladarse a León para dar a luz a su hija primogénita Itzel, procreada con el guerrillero Raúl Cabezas. No esperó los 40 días reglamentarios para reintegrarse al frente de la organización GPP. Producto de ese desmando femenino el resultado fue una hernia que todavía le provoca malestares abdominales.
Pedro Arauz Palacios autorizó su entrada
La guerrillera llegó a Managua autorizada por el comandante y miembro de la Dirección Nacional del FSLN Pedro Arauz Palacios, “Federico”, con el seudónimo de “María” a una casa de seguridad en la colonia Xolotlán, en la que se encontraban “Yolanda”, Gloria Campos Traña, Charlotte Baltodano y Juan de Dios Muñoz. Esa vivienda la abandonaron de urgencia cierto día, cuando varias patrullas de guardias rodearon la colonia.
Fue “Federico”, quien disfrazado de vendedor ambulante de telas (cortero), burló a la guardia y llegó hasta donde ellas a decirles que no era esa la casa que la seguridad buscaba, sino una cercana donde se ocultaban Cristian Pichardo y Lumberto Campbell.
A Campbell, actual magistrado del Consejo Supremo Electoral (CSE), Cárdenas lo recuerda elegante, vestido de pantalón blanco y conduciendo un auto deportivo con unos lentes oscuros.
Para resguardar su seguridad, huyeron a través de unos cauces circundantes y buscaron otro refugio. En esos meses, la guardia había golpeado fuertemente a la organización y los colaboradores estaban atemorizados, muchos colaboraban con dinero, pero les pedían no alojarse en sus casas por el terror a que la guardia le matara a toda la familia.
En Chinandega organizó la guerrilla
La Guardia Nacional y la Oficina de Seguridad Nacional (OSN), desató una ofensiva desde diciembre de 1974, luego que el FSLN en silencio, le asestó un duro golpe a Somoza con el asalto a la casa de “Chema” Castillo, logrando rescatar a varios dirigentes sandinistas de las cárceles. Las redes de colaboradores se encontraban presos y otros perseguidos.
Chinandega, por ubicarse en la parte occidental fronteriza con Honduras se encontraba bajo férrea vigilancia, máxime por ser el enlace con el Puerto de Corinto, lugar del embarque y desembarco de mercancías, armas y pertrechos para el dictador Somoza. A este sitio, la joven guerrillera fue designada a trabajar en la
organización y restablecimiento de las redes de colaboradores a mediados de 1976.
Somoza ordenó fortalecer Chinandega con los más férreos jefes de la Guardia Nacional con sed de sangre. Sumado a la represión somocista surgió un factor de división en el FSLN, que se inició en 1975 con la expulsión de algunos cuadros dirigentes que formaron la tendencia proletaria (TP) del FSLN. En octubre de 1977 apareció con mucha fuerza y con armas de grueso calibre la Tendencia Insurreccional (TI), atacando comandos de la G.N.
En Chinandega, la joven Cárdenas encontró al sandinista Emerson Velásquez de la tendencia Guerra Popular Prolongada (GPP), (posteriormente se pasó a la TI) quién le contactó con unos tres colaboradores. En algunas casas la dejaban entrar una o dos horas, por el temor a que la guardia les asesinara. “Carolina” siempre cargaba además de una pistola 9mm. una granada de fragmentación.
También trabajó con Lourdes Jirón, Walter Penzke, Alonso Porras, Carlos Zamora, Silvia Marlene Ramírez, Sergio Varela, Blas Real Espinal, Bayardo Arce, Vicente Chávez, José Mercado Cubillo, Sergio Mendoza, Domingo Martínez, María Elena Canales, Mauricio Abdalah, Gerardo Lindo, entre muchos jóvenes revolucionarios.
Recuerda que la población y los colaboradores estaban aterrorizados por los constantes cateos, patrullajes y allanamientos de la guardia de Somoza. El puente de Paso Caballos que une Chinandega con Corinto fue controlado con retenes de la G.N. Con agradecimiento Quxabel reconoce la valentía de las familias Ferrufino y de doña Delia Fajardo entre otros, donde siempre encontró refugio, comida, cariño y calor humano en los momentos más álgidos de la lucha.
Soportó hambre. Recuerda la marca de un sobre de sopas deshidratadas que era lo más barato y práctico de preparar con agua hervida para llevar algo al estómago, mientras, se ocultaba en los algodonales y en las bananeras, donde recibía la solidaridad y protección de los trabajadores, quienes vivían bajo un estado de esclavitud al trabajar 14 horas por una paga miserable, sin derecho a seguro social.
En esas duras circunstancias durmió cuatro meses bajo algunos puentes, para resguardarse de la persecución de la guardia, de la lluvia y a veces del frío de la noche. En Chinandega, por mucho tiempo pernoctó en una carpintería, que abandonaba al amanecer antes que llegaran los carpinteros a iniciar sus labores.
Empezaron a organizar a los obreros de las desmotadoras de algodón y a los campesinos de las zonas circundantes de las faldas del volcán San Cristóbal, el Chonco. La organización se fue extendiendo, abriendo espacios de colaboradores en Corinto, El Viejo, Chichigalpa, zona de cultivo de caña de azúcar, fábrica de licores y en una conocida empresa aceitera.
Entre los reclutados seleccionaban a los que tenían condiciones para formarse militarmente, los que podían ser correos y otras formas de colaboración. El FSLN G PP estaba creciendo en logística, organización y en combatientes, quienes fueron conformando las Unidades Tácticas de Combate (UTC), constituidas por tres, cinco o más combatientes.
La Tendencia Proletaria organizaba a sus cuadros militares en Comandos Revolucionarios (CR) y la Tendencia Insurreccional les llamaba Escuadras.
Las Unidades Tácticas de Combate comenzaron una ofensiva a, causaban bajas, recuperaban armas y dsaparecían. Ese tipo de acciones militares comenzaron a convertirse en el terror entre los atemorizados soldados de Somoza.
También trabajó organizando a los estudiantes de secundaria en la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES) y a los universitarios chinandeganos. Recuerda con cariño a “Paquito” casi un niño, pequeño y delgadito que a bordo de una bicicleta recorría calles y caminos de Chinandega en la misión de correo de los guerrilleros. “Siempre que me encuentra me dice mi legendaria”, rememora la comandante Carolina, al referirse al hoy Primer Comisionado jefe de la Policía Nacional, Francisco Díaz.
Guardias del CONDECA las escaparon de violar y matar
El 25 de mayo de 1979 la guardia ejecutó una cacería y masacre de jóvenes en Chichigalpa. Para salvar sus vidas muchos de los pobladores huyeron a los cerros circunvecinos, fortaleciendo las estructuras del FSLN. Ese mismo día, en Chinandega, en el barrio El Calvario, la G.N detectó una casa de seguridad donde se encontraban varios combatientes, entre ellos, Silvia Marlene Ramírez Tapia, de la tendencia insurreccional, quién a través de un radio comunicador pidió auxilio cuando eran rodeados. ¡“Aquí Paola, auxilio, ¡estamos rodeados por la guardia”!
Carolina al escuchar el llamado, se dispuso al frente de varios compañeros de UTC, acudir en auxilio de los compañeros. Durante el combate contra los guardias nacionales resultó herida de bala levemente en una pierna, pero no pudieron evitar la masacre. La ciudad de Chinandega se encontraba totalmente sitiada por los cuatro costados, esta vez, reforzados por soldados del ejército salvadoreño, miembros del Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA).
Días después, la jefa guerrillera de la GPP urgía penetrar al centro de la ciudad para contactar a dirigentes del FSLN de otras tendencias, para recomponer fuerzas y reorientar la lucha. Le curaron las heridas en la pierna, se vistió muy femenina, decidida a entrar a la ciudad. Le acompañó la doctora Lucrecia Lindo “Quechita”. En el retén, unos soldados salvadoreños las interceptaron, las interrogaron – ¿De dónde vienen, adónde van?
La coartada fue, que buscaban a su papá que se encontraba hospitalizado luego de sufrir un accidente cerebro vascular. En ese momento, unos soldados intentaron violar a las dos muchachas, cuando apareció un oficial salvadoreño quien ordenó que las dejaran pasar. Caminaron lentamente y cuando se acercaban al puente San José, los guardias les dispararon como para tomar puntería con sus fusiles de guerra, mientras reían a carcajadas, fue entonces que las dos muchachas, desarmadas, tuvieron que correr para salvarse.
A buscar el buzón y la emboscada de la guardia
Recuerda que lograron llegar a una casa de seguridad, donde se encontraban varios compañeros, tenían gente dispuesta a combatir, pero faltaban armas. Rodolfo “Popo” Navarro, uno de los jefes insurrectos confió que él tenía un buzón en Tonalá
Organizaron un contingente de 25 compañeros y comenzaron a caminar por montes, evadiendo a la guardia. Un día y medio después, lograron llegar a la hacienda donde estaba el buzón, descansaron, comieron y una vez repuestos del cansancio con los pies agrietados y sangrantes por la caminata, se dispusieron a marchar a bordo de un camión que consiguieron, a esas alturas, ya contaban con armas de guerra y cacería.
Viajaban en el camión por el viejo camino de tierra que conduce a Tonalá. Divisaron un retén de la guardia y pensaron que podían enfrentarlo, pero nunca imaginaron que estaban cayendo en una mortal emboscada.
La comandante “Carolina” y “Popo” los de mayor experiencia militar, saltaron del camión disparando, ella con una subametralladora vio caer a “Popo”, dio la orden de retirada hacia unos algodonales. Fue en esos terribles momentos que recibió el balazo de refilón en la frente que la hacía ver totalmente bañada en sangre y el huesito visible.
Era el 3 de junio de 1979 por la mañana. De los 25 combatientes sandinistas que viajaban en el camión cayeron seis, la guapa y dulce doctora Lucrecia Lindo “Quechita”, la médica que vitaminaba y curaba las heridas de los guerrilleros, quién solo diez días antes había entrado a la clandestinidad, Rodolfo “Popo” Navarro, jefe insurreccional, los médicos Lenín Fonseca y Roberto Cortez, Rolando Cortez Téllez “piel roja”, y el estudiante Oscar Ponce. La G.N aseguró haber eliminado a 61 “terroristas”, como solía llamarles a los revolucionarios en sus comunicados. La mayoría de esos muertos, fueron civiles asesinados.
Una avioneta de la guardia, persiguió después de ese combate, a los sandinistas durante casi todo el día, mientras estos lograron escapar por veredas. “Carolina” se enteró de la muerte de sus compañeros cuando recobró la conciencia y leyó Novedades del 4 de junio, el diario de Somoza, que también a ella la daba por muerta
Desde la insurrección de septiembre no dejamos de combatir
Desde la insurrección del 9 de septiembre de 1978, cuando el FSLN desató una ofensiva contra los cuarteles de la G.N, la comandante Carolina confirma, que, a partir de esa fecha, no dejaron de combatir y hostigar a la guardia de Somoza hasta lograr el triunfo de la revolución.
Durante esa rebelión, la guardia desencadenó una feroz cacería seguida de una masacre. El 12 de septiembre, en la madrugada, a eso de las cuatro, entre las familias que la guardia capturó, torturó y asesinó, estaban las de Raúl Madriz, Ofilio Durán, Roberto Alvarado y los hermanos Antonio y Juan Castillo Venerio, como parte de la “operación limpieza”.
Después del 2 de junio de 1979, cuando inició la ofensiva final en Chinandega, s u p e r a n d o a l g u n o s p r o b l e m a s d e coordinación con las otras tendencias, planificaron, que por Somotillo entrarían las fuerzas insurreccionales y por el Viejo, las de la tendencia proletaria con una fuerte dotación de armas y municiones.
El 6 de junio del 79, Carolina y sus compañeros ejecutaron un enfrentamiento con la guardia, en el que se les unieron más de 30 jóvenes que lucharon con armas artesanales, entre ellas, bombas de contacto, molotov y algunas pistolas.
Una imagen que Quxabel no puede borrar de su memoria, es cuando vio arder en llamas a Chinandega, después de un feroz bombardeo aéreo ordenado por Somoza, en un intento desesperado por eliminar a los combatientes sandinistas que atacaban a sus tropas por diferentes puntos de la ciudad.
La tanqueta recuperada cambió el rumbo de la guerra
El 17 de junio de 1979, en la comarca San Benito, a dos kilómetros de Chichigalpa, a la altura del puente, la comandante
Carolina se emboscó con 26 combatientes de su Unidad de Combate, de ellos solo 15 armados de fusiles de guerra. “Logramos vencer a la guardia y nosotros creíamos que nos habían vencido”, recuerda esa anécdota Quxabel, acción que cambió radicalmente la correlación de fuerzas de la guerra en Chinandega a favor de los guerrilleros.
Un certero disparo de cohete RPG-2 disparado por el combatiente José Mercedes Cubillo, frenó la marcha de la tanqueta y de 200 guardias que se escudaban detrás de ella a pie y en camiones rumbo a Chichigalpa. “Carolina”, que se encontraba junto a él dio la orden de fuego, el muchacho alistó el cohete, se levantó, apuntó y disparó, de igual manera ella para cubrirlo, pero no contaban con que un francotirador, de los que venía en la avanzada de la guardia disparó y mató a Cubillo.
El impacto del cohete fue tan exacto, que inmovilizó a la tanqueta. Los guardias, al verse con la máquina de guerra paralizada comenzaron a emprender la retirada.
Carolina se emboscó con 26 combatientes de su Unidad de Combate, de ellos solo 15 armados de fusiles de guerra. “Logramos vencer a la guardia y nosotros creíamos que nos habían vencido”, recuerda esa anécdota Quxabel, acción que cambió radicalmente la correlación de fuerzas de la guerra en Chinandega a favor de los guerrilleros.
Un certero disparo de cohete RPG-2 disparado por el combatiente José Mercedes Cubillo, frenó la marcha de la tanqueta y de 200 guardias que se escudaban detrás de ella a pie y en camiones rumbo a Chichigalpa. “Carolina”, que se encontraba junto a él dio la orden de fuego, el muchacho alistó el cohete, se levantó, apuntó y disparó, de igual manera ella para cubrirlo, pero no contaban con que un francotirador, de los que venía en la avanzada de la guardia disparó y mató a Cubillo.
El impacto del cohete fue tan exacto, que inmovilizó a la tanqueta. Los guardias, al verse con la máquina de guerra paralizada comenzaron a emprender la retirada.
La pesada tanqueta utilizada en la Segunda Guerra Mundial por los norteamericanos, fue recuperada por los insurrectos , elevándoles la moral combativa. “Fue como volver a vivir”, dice Carolina 42 años después de esa heroica lucha contra una dictadura militar cruel, férrea y sanguinaria como la de Somoza. A la tanqueta la bautizaron con el nombre de “Ramona”, por una conocida canción de la época, la misma la enviaron a León para el asalto final al cuartel de la guardia.
Recuperaron también una ametralladora calibre 50 y varias armas y municiones con los que se armó a más de 300 combatientes del pueblo que se sumaron en ese combate de la Ofensiva Final.
Entre la búsqueda de armas, pertrechos y comida para los combatientes, también tenían espacio para coordinar acciones con otros frentes. Recuerda que, en León, le entregó a Antenor Rosales, “el Capi”, una dotación de dinamita para ser utilizada en la toma del comando de Estelí.
Generosa en la victoria e implacable en el combate
El día 19 de julio de 1979, cuando el pueblo frenéticamente celebraba la victoria sandinista y el desbande de la guardia, la comandante Carolina y sus compañeros de lucha creyeron poder descansar, pero tuvieron que enfrentarse a una enardecida población y combatientes que pretendían linchar y hacer justicia por su propia mano con algunos guardias asesinos que no lograron escapar en la desbandada y fueron capturados.
En Chichigalpa, Quxabel, con su autoridad ganada en la guerra, se impuso para que no lincharan a los guardias asesinos, incluido uno de los que participaron en la emboscada mortal del 3 de junio, para respetarles y salvarlos de una muerte segura. Los pusieron bajo custodia, posteriormente fueron puestos a la orden de los tribunales a n t i somocistas para ser juzgados y condenados por la justicia revolucionaria sandinista.
El personaje
Quxabel Cárdenas nació en Tegucigalpa, Honduras el 22 de enero de 1955.
Hija de María de la Paz Amador y del profesor Dionisio Cárdenas, militante comunista, respetado hasta por los militares hondureños, quienes lo buscaban para conversar y aprender de sus conocimientos, aún cuando lo tenían prisionero. Se formó con las enseñanzas revolucionarias de su padre.
Es madre de Itzel Cristina Cabezas Cárdenas, procreada con el guerrillero Raúl Cabezas, muerto el 7 de junio de 1979 en un accidente de tránsito el mismo día de la toma del Fortín en León; Gustavo Ernesto y Quxabel Nadhiezda Kruspkaya Martínez Cárdenas; procreados con el comandante Domingo Martínez, “Gustavo”, caído en Ocotal combatiendo a los contras y Maya Montiel Cárdenas.
Enviudó tres veces y es abuela de 2 nietos. Actualmente está casada. Luego de la victoria sandinista trabajó en Chinandega en la organización del departamental del FSLN.
Desempeñó el cargo de Secretaria de Organización de la Asociación de Mujeres Luisa Amanda Espinoza (AMNLAE), en Managua.
En 1987, ingresó al Ministerio del Interior (MINT) , se desempeñó como segunda jefa de la Seguridad Personal, se retiró con el grado de capitán.
Es portadora de la Medalla X Aniversario del MINT.
Durante los periodos de los gobiernos neoliberales y en la vida civil, le correspondió realizar diversas tareas desde vender ropa, hasta cocinar fritangas para garantizarle el alimento a sus hijos.
Actualmente vive en Costa Rica, donde es Directora de Enlaces Nicaragüenses, para luchar por los derechos de los migrantes en ese país, principalmente de empleadas domésti cas que trabajan más horas sin remuneración , en ab ierta explotación laboral.
Una gran mujer, valiente y guerrera. Heroínas de la Revolución Sandinista.
Abrazo enorme comandante Carolina.
La Comandante Carolina relata muy bien sus vivencias su entrega para derrotar a la criminal dictadura somocista. Despues de 42 años es difícil recordar momento a momento los hechos vividos, en realidad hay que hacer mucho esfuerzo para recordar a cada uno de los compañeros que con el compromiso de sacar a Somoza se integraron con valentía dispuestos a entregar su vida. Pico se recuerda a los combatientes de línea sus nombres aunque aquí la compañera hace un reconocimiento. Bueno puedo decir que por la misma compartimentacion se desconocía el nombre de tantos hombres y mujeres valientes.
Ésta exposición debo admitir es el relato y testimonio personal y como dije después de 42 años los detalles poco a poco con el pasar de los años lo vamos perdiendo. No obstante la guerrera hija de Lempira Quxabel Cárdenas fue es y seguirá siendo un ejemplo de mujer valiente inteligente y que ha pasado muchos sacrificios para seguir luchando por que los nicaragüenses tengamos una vida mejor con oportunidades para todos y esa motivación es la que la inspira para no desmayar y seguir la lucha a sus 66 años. Mi reconocimiento y gratitud a la compañera Comamandante Carolina.
beaguemart@hotmail.es
Saludos a Quxabel Cardenas Amador, quien fue mi responsable en Corinto. Enrique Antonio Salazar Alemán, seudónimo Enrique Rojas.
Quzabel compañera .Nicaragua te agradece ese granito de arena que pusistes por nuestra Revolución.a pesar de ser de honduras amas a Nicaragua y los Nicaragüenses que luchan dia a dia.como Nicaraguense Revolucionaria reconozco tu valentia y tu humildad y el amor que tienes por el mas desprotegido y migrante y aca en Costa Rica sigues luchando y ganando luchas a fabor de los Nicaraguense explotados, un abrazo amada compañera.