Edgardo García Aguilar, “Tito”: Luchador de tierras para los campesinos

Edgardo García Aguilar, “Tito”: Luchador de tierras para los campesinos

Trabajó de niño en las haciendas espantando pájaros

  • Profundizar la producción para alcanzar soberanía alimentaria
  • ATC en el combate por erradicar el hambre y la pobreza
  • Trabajar por la reconciliación, erradicando el odio y la calumnia

David Gutiérrez López

El día que nació, la partera encendió un puro y a bocanadas lanzó el humo del tabaco invadiendo el local, no para invocar espíritus en el estrecho y humilde rancho, ni para realizar un ritual satánico.

Era para ahuyentar a las moscas e insectos atraídos por el peculiar olor que expele la mujer al romper la fuente, como preámbulo del parto. Tiempos idos en los que las mujeres campesinas de antaño parían a sus hijos asistidas por parteras, lejos estaban de imaginar en ser atendidas y cuidadas por especialistas en el ramo de las casas maternas, creadas actualmente en el gobierno sandinista.

En esas condiciones de extrema pobreza, bajo la dictadura somocista, asomó al mundo Edgardo García Aguilar, en enero de 1956 (el mismo año que Rigoberto López Pérez ajusticiara al iniciador de la dinástica familia, general Anastasio Somoza García) en la comarca el Tigre, a 15 kilómetros de Diriamba, quién desde los seis años, ya trabajaba de “espanta pájaros”, corriendo a las aves que se comían las cosechas de maíz y otros granos, jornada que iniciaba a las cuatro de la mañana.

Fue recorriendo las haciendas del departamento de Carazo y en San Gregorio, Diriamba, donde creció y se formó trabajando bajo la mirada de severos capataces al servicio de latifundistas, lo que fortaleció su carácter como luchador social por el derecho a la tierra, hasta convertirse en líder natural de los campesinos.

Expulsado de la escuela por el somocismo

Edgardo García Aguilar, “Tito”Su primer acto de rebeldía al sistema somocista fue frente a su maestra Esperanza López, quien cierto día, cuando él cursaba quinto grado de primaria en la escuela de su comunidad, llegó arengándolos y hablando de las bondades del somocismo, previo a unas elecciones, que el pequeño estudiante se atrevió a rebatirla y rechazarla, lo que le costó la expulsión de la misma.

Después de este hecho, lo matricularon en Diriamba en la Escuela René Schick (fue presidente de Nicaragua 1963-1966, tres años, tres meses y tres días) donde tuvo la dicha de encontrarse con el profesor Roberto Morales, hermano del comandante del FSLN, Ricardo Morales Avilés, orientándolo en los principios de solidaridad y de lucha por los derechos de los pobres frente a los explotadores.

Fue en esos años de juventud que estableció contacto con los “chibolas”, especialmente con Gonzalo Navarro y su esposa Dora Echeverry, militantes del entonces ilegal y clandestino Partido Socialista Nicaragüense (PSN), “Quién me adoctrinó”, refiere Edgardo al recordar con gratitud a su maestro que lo inició en la teoría científica de la lucha de clases. Igualmente recuerda a Julio “batería” Castro, y a Silvio Herrera, como otros de sus iniciadores.

De Navarro aprendió a “priorizar” las tareas revolucionarias y también los métodos de trabajo y organización que le han servido en el transcurso de su vida.

En Nicaragua, se sufrían los estragos catastróficos del terremoto del 23 de diciembre de 1972, cuando en septiembre de 1973, en Chile, los militares al mando del general y dictador Augusto Pinochet, depusieron al gobierno del presidente socialista, electo constitucionalmente doctor Salvador Allende, asesinándole y ametrallando el Palacio de La Moneda, encarcelando y desapareciendo a centenares de miles de chilenos. Con este acontecimiento, Edgardo inició su participación en las protestas contra ese golpe de Estado.

Dos años después de ocurrido el asalto a la casa de Chema Castillo, el 27 de diciembre de 1974, cuando el FSLN anunció el reinicio de la lucha guerrillera y política contra la dictadura militar de Somoza, el joven Edgardo trabajaba en la fábrica de sacos de yute SACSA, en Diriamba, donde comenzó a destacarse como líder en defensa de los trabajadores, hasta que fue despedido por defender a un obrero de nombre Telésforo, quien sufrió un grave accidente en donde casi pierde su mano.

La chinita Arlen Siu lo reclutó

Un día del año 1975 fue contactado por una joven de rasgos orientales, era la chinita Arlen Siu, militante del FSLN, quien lo reclutó e inició su formación de organizador, pero al caer la guerrillera el 2 de agosto de ese año, en un enfrentamiento con la guardia en la finca que funcionaba como escuela de entrenamiento militar en El Sauce, León, cubriendo la retirada de sus compañeros, García, quedó desconectado del Frente Sandinista.

En 1975 surgieron los Comité de Trabajadores del Campo (CTC), comenzando por organizar a trabajadores de los sectores productivos de arroz, frijoles, tabaco, banano, café y algodón. Al inicio, eran reuniones sin ninguna motivación política, más que reivindicativas, donde se fomentaba la amistad y solidaridad entre los obreros agrícolas.

Posteriormente se plantearon acciones por la defensa y libertad de los presos políticos sandinistas. En 1976, estos comités acompañaron en una huelga de hambre en la Cruz Roja, a la mamá de Marcio Jaen Serrano, quien se encontraba aislado junto al comandante Tomás Borge, durante la cual levantaron la consigna: ¡A Marcio y a Tomás no los aíslen más!

La organización de campesinos se fue extendiendo por el norte, sur, este y oeste, a la par, comenzó la persecución y hostigamiento de los patrones en las fincas y de la Guardia Nacional (G.N), que parecían tener alergia a los sindicatos y organizaciones de obreros agrícolas.

En marzo de 1978, después de plantearse una nueva estrategia organizativa, fue que acordaron darle vida a la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC).

Con la ATC rompieron el miedo a la dictadura somocista, en momentos que había un ascenso de la lucha revolucionaria sandinista, surgiendo a la vez sacerdotes católicos progresistas que abrazaban la Teología de la Liberación, denunciando a algunos jerarcas por sus posiciones antipopulares. Comenzaba a sonar la misa campesina, que hablaba del Dios obrero, del Cristo trabajador.

Creció el Movimiento Cristiano Revolucionario (MCR) y algunos empresarios antisomocistas que estaban aglutinados en el Centro de Estudios y Promoción Agraria (CEPA), una combinación de fe y trabajo solidario, lo que a criterio de Edgardo conocido también como “Tito”, en estos grupos había unos interesados en el más allá y otros en el más acá.

Recontactado por Oscar Robelo Sotomayor

Como organizador natural de los campesinos, también comenzó a contactarse con estudiantes del Frente Estudiantil Revolucionario (FER) y del Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), delegados de la palabra y otros grupos cristianos comprometidos con la lucha por la liberación de Nicaragua.

Fue durante una reunión que le llamaban “retiro espiritual” en la Gruta Xavier, que un joven lo abordó y sin rodeos se autopresentó como militante del Frente Sandinista, invitándolo de inmediato a integrarse a la lucha.

¡“Otra vez”! respondió Edgardo, a quién, en ese momento era el destacado militante Oscar Robelo Sotomayor, explicándole que había estado conectado con una estructura clandestina, pero al fallecer Arlen, quedó desconectado de toda acción con la organización.

Edgardo recomenzó su tarea con el FSLN y recuerda al guerrillero Oscar Robelo sosteniendo en sus manos un par de niples, con los que jugaba (explosivos artesanales elaborados de tubos galvanizado con una mecha) los que, esa noche, entregaría a miembros de un comando para utilizarlos en un operativo contra un connotado somocista que residía cerca del restaurante Munich, sobre la 35 avenida oeste, en las inmediaciones de Lindavista.

Al fallar a la cita los ejecutores del Comando Revolucionario del Pueblo (CRP), quienes no llegaron a la hora indicada, Oscar decidió realizar la acción solo, con tan mala suerte que los explosivos detonaron antes de colocarlos, provocándole la muerte de forma inmediata ese 31 de agosto de 1978.

El FSLN inspirador de la ATC

Edgardo, conocido entre 1978 y 1979 con el seudónimo de Julio Rodríguez, reafirma que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es el inspirador de la organización obrera y de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC), que dirige desde la lucha clandestina cuando se formó el 25 de marzo de 1978, (este año cumple 43 años) en el Convento la Palmera, Diriamba, consecuente con el programa histórico del sandinismo y fortalecida con los fundamentos de participación en la Economía Mixta; Pluralismo Político y No alineamiento, puestos en práctica al triunfar la Revolución Popular Sandinista (RPS).

Esos tres fundamentos constitucionales en Nicaragua, constituyen la soberanía nacional, bajo el principio de que primero; “somos independientes, antimperialistas, somos un pueblo soberano, organizado y somos un pueblo hermano de los demás pueblos del mundo en trato de igualdad para la solidaridad, para complementar y fomentar la cooperación”, plantea “Tito”.

Es así que con ese posicionamiento la ATC forma parte de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de las Américas (ALBA) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), fortaleciendo y construyendo la soberanía alimentaria y nutricional, así como el plan nacional de desarrollo humano.

Profundizando la Reforma Agraria para garantizar comida

De acuerdo a García, en los últimos años la revolución ha profundizado la reforma agraria integral para superar el hambre y la pobreza entre las familias campesinas y en el país, implementando una política de “tierra con más distribución y legalización en beneficio de los pueblos originarios…hemos tenido una política de salarios nominales, salarios sociales y salarios reales con subsidios al transporte, energía, a la vivienda popular de interés social, cobertura de la salud y becas escolares con educación gratuita y accesible a todos los sectores”.

La organización de campesinos fomenta y participa del mercado de agricultura sana, agroecológica, a la par de una pequeña industria alimentaria, en las ferias. Con estas acciones, Nicaragua se perfila en la región como país garante de alimentos para contribuir a la nutrición y salud de los centroamericanos y diversos países donde se exportan sus productos.

En los algodonales les daban una pichinga de agua para tres días

La organización en el campo nació en los años 70 de una necesidad de los peones que laboraban durante las cosechas en las haciendas cafetaleras y plantaciones algodoneras, quienes, al finalizar las temporadas pasaban a engrosar las filas de hambrientos y entonces clamaban por tierras para el cultivo de granos básicos, frijoles, maíz, arroz, indispensables en la dieta de ellos y sus numerosas proles.

Otra vital demanda era mejorar las condiciones de hacinamiento durante la temporada de corte y recolección del café, porque al subirse al camión, cuando los invitaban a trabajar, el discurso era halagador ofreciendo buena comida, dormida y buena paga, pero en la realidad, los alimentos eran de pésima calidad y dormían en los cajones donde abundaban los “jelepates” (insectos chupa sangre de humanos).

En los algodonales las condiciones laborales eran crueles, en Punta Ñata, Chinandega, en propiedades de las familias Poma de El Salvador y Montealegre de Nicaragua, donde escaseaba el agua, solo les daban una “pichinga”, equivalente a un galón de agua para tres días a cada trabajador, que sometido a temperaturas cerca de 40 grados centígrados, virtualmente lo deshidrataba y extenuaba sus fuerzas cuando cortaba el algodón bajo el sol inclemente, sumado a ello, los bajos salarios que pagaban en esas extensas jornadas. Bañarse era una ilusión, recuerda.

Siempre desconfió de los chamorro

La cabeza de la oposición en el enfrentamiento diario a la dictadura Somocista lo representaba Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, desde su periódico La Prensa. Se conocía la historia y el resultado del 22 de enero de 1967, cuando los dirigentes del Partido Conservador, condujeron a centenares de campesinos a la muerte al enfrentarlos prácticamente desarmados contra la Guardia Nacional en la Avenida Roosevelt, cuando Chamorro y Agüero Rocha se refugiaron en el Gran Hotel a beber whisky mientras masacraban a los campesinos.

“A mí, el olfato me indicaba que los chamorros nos podían dar vuelta” (engañar, manipular), principalmente cuando la organización de campesinos se planteó clandestinamente a participar en las estructuras armadas en los Comandos Revolucionarios del Pueblo (CRP) o en las milicias, siempre esperé una traición de la chamorrada, confiesa el dirigente y secretario General de la ATC, quien recordaba la masacre de aquel domingo sangriento en Managua.

Tres intentos y cayó el cuartel de Diriamba

En la ofensiva final contra la dictadura militar del último de los dictadores Anastasio Somoza Debayle, derrocado el 19 de julio de 1979, por la guerrilla del FSLN, “Tito” y su gente se encontraban en la resistencia urbana combatiendo a la G.N. que se había atrincherado en su cuartel en la ciudad de Diriamba.

Los guerrilleros con diferentes armas organizaron el ataque. Durante la primera ofensiva los guardias fueron auxiliados por una tanqueta y soldados que se movilizaron desde Jinotepe, donde el jefe militar era el temido coronel Rafael Lola.

Volvieron a realizar otro intento y de nuevo apareció la tanqueta disparando balas de ametralladora y cañonazos, reforzados por la fusilería de la infantería que hacía replegarse a los guerrilleros. Fue hasta el 22 de junio cuando apareció la tanqueta verde olivo y un combatiente la puso en la mira de un lanza cohetes portátil RPG, que la paralizó provocando el desbande de los guardias. El cuartel de Diriamba cayó devorado por las llamas. La ciudad estaba liberada.

Edgardo o Julio Rodríguez de inmediato pasó a formar parte del primer gobierno revolucionario municipal, llamado Junta de Gobierno, junto a Julio Rocha, Gonzalo Navarro, (del PSN) Fernando Fernández, doctor Raúl Estrada (conservador), Juan Morales, Ricardo Acevedo y Vidal Flores.

Después del repliegue de Managua a Masaya el 27 de junio de 1979, “Tito” y otros compañeros se pusieron al frente del abastecimiento de alimentos para garantizar la comida. Recuperaron una buena cantidad de semillas y de inmediato orientaron la siembra de frijoles y maíz aprovechando el periodo lluvioso, obteniendo una buena cosecha que los salvó de una inminente hambruna.

También abastecieron a Masaya con varios camiones con ganado que lograron llevar a través de caminos alternos porque la G.N. todavía controlaba Jinotepe, para darle de comer a los casi seis mil replegados que llegaron a la Ciudad de las Flores a retomar fuerzas y posteriormente caer sobre Managua al asalto final.

A prueba la vida sobre la muerte

Los logros alcanzados por el gobierno sandinista en diversos ámbitos de la vida, social, económico, educativo, salud, construcción, han servido para poner a prueba la vida sobre la muerte de los nicaragüenses, afirma el dirigente campesino, al rememorar que hemos sobrevivido a la guerra de agresión financiada por los yanquis, logrando cosechar reconciliación con los contras; se sobrevivió a las políticas asfixiantes de los gobiernos neoliberales que solo recetaban desempleo, desesperanzas, con los famosos cortes de energía eléctrica de hasta 12 o 20 horas; se ha sobrevivido a los fenómenos catastróficos naturales de huracanes.

En los últimos dos años se ha derrotado y superado los severos daños causados a la economía y a la sociedad en el 2018 por vándalos que trancaron el país en un intento de golpe de Estado al gobierno constituido del comandante presidente Daniel Ortega.

La pandemia mundial del coronavirus se ha enfrentado y controlado con organización de los nicaragüenses, al frente, los trabajadores de la salud, médicos, enfermeras, auxiliares y técnicos laboratoristas, evitando llevar a la población a una mortandad sin control que aquí se ha superado mediante los controles sanitarios y medidas implementadas en las fronteras terrestres, aéreas y marítimas, sumado a las recomendaciones diarias de prevención.

La ATC está presente en las luchas diarias de los campesinos promoviendo la unidad y combatiendo el odio y la manipulación, participando con las organizaciones: Asociación de la Resistencia Nicaragüense, Israel Galeano, Asociación de Combatientes Activos, Coordinadora Nacional de Oficiales en Retiro del Ejército, Policía y Ministerio de Gobernación, en la Coordinadora de Movimientos Sociales, en la Mesa Agroindustrial de Sindicatos de Nicaragua (MASIN), en el Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) y en las comisiones nacionales del trabajo y del salario.

El experimentado dirigente campesino considera que este es el mejor momento para el FSLN, con un ascenso de logros y avances en el que se debe de reconocer el aporte de los trabajadores y diferentes fuerzas económicas y políticas en el fortalecimiento del buen gobierno.

Para continuar en esa ruta y buena marcha del buen gobierno, hay que combatir la calumnia y el odio, fortaleciendo la unidad indestructible del sandinismo.

El personaje

Edgardo García Aguilar, nació el 11 de enero de 1956 en el caserío El Tigre, distante a 15 kilómetros de Diriamba, rumbo a San Rafael del Sur. Hijo único de Teodolinda Aguilar, de oficio costurera y su papá Miguel Ángel García, trabajador agrícola y posteriormente convertido en pastor de la Iglesia Bautista. Por parte del padre tiene 5 hermanos.

Está casado y es padre de tres hijos.

Fue diputado en el Consejo de Estado entre 1985-1989.

Considera como sus mentores ideológicos a Jorge Volg, Arlen Siu, al comandante Carlos Núñez Téllez, Nathán Sevilla, Ricardo Zúniga, Napoleón Alvarado y como referentes políticos a los comandantes Fidel Castro Ruz, Daniel Ortega, Tomás Borge, Víctor Tirado López, Gladys Báez y Doris Tijerino Haslam.

Es poseedor de la Orden Carlos Fonseca Amador, máxima distinción que le otorgó el FSLN en 1986, en el 25 aniversario de la Revolución. Posee la Orden Bernardino Díaz Ochoa, de Reforma Agraria

En los años 90 fue miembro de la Dirección Nacional del FSLN ampliada, constituida por 13 integrantes.

Es miembro de la Unidad de Victoria Electoral (UVE) Lenin Mendiola, de la Colonia Miguel Bonilla.

Continúa al frente del Secretariado de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC).

3 Comments

  1. Todo mi respeto y cariño para Tito con quien compartí espacios de trabajo en la Coordinadora Nacional Sindical en la década de los 80 y en el nuevo siglo en la Coordinadora Nicaragüense de Solidaridad con Cuba, Un ser humano de grandes cualidades, un hijo abnegado y un gran compañero.

  2. Que maravillosa biografía. Un auténtico lider revolucionario. Surgido del pueblo y templado en las luchas revolucionarias. Tuve el privilegio de conocer a Edgardo en un encuentro mesoamericano de Via Campesina.
    Hombres como Edgardo los para la tierra para servir de inspiración a otros.

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