Fredy Franco (*)
La conmemoración de las Fiestas Patrias significa recordar y reafirmar la lucha histórica del pueblo nicaragüense por tener una Patria libre, soberana e independiente, y tener una nación con seres humanos con derechos iguales y plenos.
I-La patria del criollo vs. La Patria del Pueblo
La construcción de la nación nicaragüense ha estado y está en la lucha de ser, por un lado, la “Patria del Criollo”, la Patria de la Oligarquía/Burguesía, por definición antipopular, elitista y pro-imperio, y por otro, la Patria del Pueblo, digna, soberana, independiente e incluyente socialmente, que comenzó a ser realidad la Revolución Sandinista con el triunfo de 1979.
Nicaragua como nación ha estado condicionada y limitada en su desarrollo por la influencia decisiva-negativa del Imperio español, primero, el inglés, después y actualmente del Imperio yanqui, que han encontrado y construido sectores elitistas subordinado, que han estado y están en función de los intereses de las Metrópolis, de los Imperios, y no del pueblo nicaragüense.
2-La dominación de tres imperios
El Imperio Colonial español nos dominó por trescientos años, de 1523 a 1823; robó por la fuerza el territorio de los indígenas, impuso su religión, saqueó los recursos naturales, explotó cruelmente a los indígenas, y durante esos tres siglos fue dueño y dominó parte del actual territorio nacional, a sus habitantes y riquezas. Al mismo tiempo entre 1633, aproximadamente, hasta 1894, dominó el colonialismo inglés en la Costa Caribe nicaragüense, que introdujo otros rasgos culturales y económicos-sociales en esta importante región del país, y desde mediados del siglo XIX, con el interés por la ruta canalera y la invasión mercenaria, y con más fuerza desde el año 1910, la dominación yanqui que sigue siendo el principal enemigo de la nación y del pueblo nicaragüense.
La dominación de dichas potencias generó naciones atrasadas, pobres, dependientes y desiguales en su dinámica interna, que ha hecho más compleja la lucha por la independencia y la autodeterminación por la vulnerabilidad heredada y sostenida por la dominación colonial y neocolonial de cinco siglos.
La lucha por recuperar sus tierras y su territorio, defender su cultura y su dignidad por parte de los indígenas estuvo presente en todo el periodo colonial español. Junto a los indígenas, estuvieron presente los negros, mulatos y mestizos, que querían la independencia para reivindicar sus derechos humanos y por otro lado, están los sectores Criollos que son hijos de los españoles, que habían acumulado mucho poder económico, producto del saqueo, robo y explotación al indígena y demás sectores populares, pero que tenían poco poder político, para ellos la independencia era la oportunidad para alcanzar el poder político pleno, en manos de los Peninsulares, representantes del Imperio español.
3-La independencia, su alcance
La Declaración del 15 de septiembre de 1821 es un acuerdo de élites, entre Peninsulares y Criollos que, ante un contexto de demanda de una Independencia más completa, que no solo implique separación política de España sino también quitar privilegios de los poderosos y reivindicar los derechos de libertad e igualdad de los sectores populares: indígenas, negros, mulatos y mestizos, lo hacen para evitar algo más profundo o radical, sobre todo porque hay un contexto de cambio en la Metrópoli y América, y que ya ha llegado a México y Centroamérica.
Ello está claramente expresado en el artículo 1º del Acta que dice literalmente: “que siendo la Independencia del Gobierno español la voluntad general del pueblo de Guatemala, y sin perjuicio de lo que determine sobre ella el Congreso que debe formarse, el señor jefe Político la mande publicar para prevenir las consecuencias que serían temibles en caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo.”
Es el temor a la verdadera independencia de los sectores dominantes, que tampoco tienen una posición unificada, unos están ya por la separación política y otros tienen temor de perder su poder y sus privilegios; por eso las autoridades de León dice que hay que esperar “que se aclaren los nublados del dia”; al final las élites dominantes centroamericanas deciden anexarse al Imperio de Iturbide en México porque ofrece una independencia gallogallina, “ de las tres garantías”, de una presencia de “España sin España”.
Como dijo Daniel el 15 de septiembre recién pasado, es el mismo proyecto de un “Somocismo sin Somoza” relacionándolo con lo que sucedió como proyecto del Imperio y la derecha criolla ante el inminente triunfo sandinista de 1979: se trataba de dar la apariencia de cambio, manteniendo las mismas estructuras de dominación y privilegios, que es lo que esencialmente se dio con la Independencia, que formalmente se concretó, después de la crisis del Imperio de Iturbide, el 1 de julio de 1823, con la declaración de Independencia absoluta de España y de México, se declaró en Asamblea General Constituyente y se constituyen en un Estado Federal denominado Provincias Unidas de Centro de América, a la que Nicaragua perteneció hasta 1838, como parte del proyecto de una sola entidad centroamericana pero que no fructificó precisamente porque predominaron los sectores más conservadores y no unionistas; por eso, ya fuera de la Federación, nos constituimos en “Estado libre, soberano e independiente” a partir de 1838, pero siempre sometidos a la Patria de los Criollos, de la Oligarquía.
El hecho de la independencia frente a España fuese solo el paso de la separación política de España, pero los privilegios oligárquicos, de los dones, predominó, no asegurándose las libertades del pueblo.
4-La post-independencia y el Imperio Yanqui en escena: la defensa de la soberanía
En aquel momento fundacional de la nación nicaragüense iniciamos a construirla con dos grandes debilidades, la herencia de atraso del colonialismo y luego el predominio fraccionalista y ultramontano (TEMOR AL CAMBIO Y AL PROGRESO) de la oligarquía, que durante 36 años, desde 1821 y hasta 1857) de frecuentes guerras civiles, golpes de Estado, de enfrentamiento permanentes entre León y Granada, entre Timbucos y Calandracas, Legitimistas y Democráticos, y luego entre Liberales y Conservadores), que no permitió forjar a la nación, haciéndola vulnerable en su dinámica interna y frente a los factores externos, del predominio inglés, primero, y del expansionismo estadounidense después.
La Guerra Civil entre legitimistas y democráticos, iniciada en 1854, lleva a uno de estos bandos, al no imponerse sobre el otro, en este caso los democráticos, a contratar a una fuerza mercenaria (los filibusteros) al frente de la cual vino William Walker a mediados de 1855. Contrato de mercenarios bajo la figura de “concesión de colonización”
Meses después Walker y su falange de filibusteros derrotó a los legitimistas, luego a los democráticos, controlando rápidamente la situación política del país, a tal punto de ser proclamado Presidente de Nicaragua en julio de 1856.
5-Unidad de los nicaragüenses frente al filibustero y para la estabilidad política
Ante la gravedad de los hechos los bandos políticos firman la unidad, el llamado Pacto Providencial del 12 de septiembre de 1856, para enfrentar juntos el expansionismo yanqui, decía: “Deseando poner término a las diferencias interiores que por desgracia han ensangrentado el país; y que unidos todos con lazos de fraternidad corramos a salvar la independencia y libertad de la patria común amenazada por los aventureros capitaneados por Walker, hemos celebrado el siguiente Convenio” Dos días después, el 14 de septiembre de 1856, ya unidos, se produce la Batalla de San Jacinto que es una acción moralizante, porque con pocas fuerzas patriotas e inferioridad de armas, se impuso el espíritu patriótico, el coraje y la inteligencia en la táctica de enfrentamientos a los filibusteros, que se encontraban en la Hacienda San Jacinto, destacándose el arrojo de los patriotas Andrés Castro y la conducción del Coronel José Dolores Estrada, y la participación de los Flecheros de Matagalpa. Con esa batalla se inició el declive estratégico de la intervención yanqui en Nicaragua, los patriotas pasaron a la ofensiva y ello, contando con el concurso de los ejércitos centroamericanos, permitió la ofensiva indetenible contra los interventores, que se rindieron seis meses después.
El acuerdo político que sumó fuerzas contra los filibusteros en 1856 sirvió para el entendimiento político para la aprobación de una nueva Constitución Política en 1858 y propiciar una relativa estabilidad política de largo plazo, que se logró, no exenta de conflictos (como las consecuencias sociales de la economía cafetalera y la revolución liberal que triunfó en 1893) hasta inicios del siglo XX, cuando después del derrocamiento del gobierno liberal-burgués de Zelaya por parte de la intervención yanqui (1909-1910) con el concurso entreguista de la oligarquía conservadora.
6-La dominación neocolonial de Estados Unidos
Se impuso plenamente en Nicaragua la dominación neocolonial yanqui desde 1910, que se reforzó luego con la
creación por parte de los interventores gringos de la dictadura somocista de 1934 a 1979, que fue derrotada por la lucha popular bajo la conducción del FSLN el 19 de julio de 1979, a partir de ahí tuvimos patria para todos, patria popular y soberana, es la que se sigue defendiendo y construyendo hoy en la segunda etapa de la Revolución Popular Sandinista, con el liderazgo patriótico y revolucionario del Comandante Presidente Daniel Ortega y con la bandera rojinegra defendiendo la bandera azul-blanca y azul de la Patria.
El ideal de esa Patria proclamada en 1838 de libre, soberana e independiente, es y sigue siendo parte de la lucha histórica de los indígenas, de los sectores populares y trabajadores, de lo sectores patrióticos, como la reflejada en la guerra nacional anti filibustera de 1855 a 1857, como la resistencia de Benjamín Zeledón en 1912, el movimiento de Liberación Nacional de Sandino y su Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional, del heroísmo de Rigoberto López Pérez y de la lucha histórica, revolucionaria y patriótica del FSLN hasta la actualidad.
7-Los sandinistas, los verdaderos patriotas
Los sandinistas son el referente y concreción de los patriotas nicaragüenses, con la consigna de combate de Patria Libre o Morir del FSLN son los que siempre lo han demostrado, de estar dispuestos de entregar hasta su propia vida, si fuese necesario, por tener patria libre, soberana, digna y en Paz. Los sandinistas son los verdaderos azul, blanco y azul.
Los sandinistas lo demostraron en la lucha anti-dictatorial de 1961 a 1979, en la defensa de la Patria frente a la agresión yanqui de 1979 a 1990, en la lucha por los derechos del pueblo y de la nación frente al entreguismo de los gobiernos neoliberales y hoy trabajando por la Unidad, la Reconciliación, la Paz y el Progreso de Nicaragua, enfrentando y derrotando las distintas agresiones yanquis, como la del 2018 con el intento golpista, enfrentando la guerra psicológica y mediática del Imperio, sus agresiones económicas y también a los traidores y vendepatrias, que son los mismos que durante casi 200 años siempre se han entregado en cuerpo y alma a los interventores.
7-Bicentenario de la Independencia, la Patria, la Revolución.
El próximo año se cumplirán 200 años de la proclama de la Independencia, la mejor manera de celebrarlo es defendiendo la Revolución Sandinista, garantía estratégica de tener Independencia real, Patria Libre, desarrollo nacional humano y equilibrado, una sociedad justa e igualitaria, como lo reivindicaron los indígenas y los sectores populares, los sectores redentores, libertarios y revolucionarios, desde la época colonial hasta hoy.
(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua
Excelente análisis histórico de la formacion patriótica anticolonial del nicaragüense, muy didáctico.
Excelente articulo, un recorrido por toda la historia de luchas de nuestro pueblo ante las amenazas historicas de nuestra libertad, independencia y autodeterminación.
La lucha del FSLN ejemplo de dignidad desde sus iniciadores hasta la actualidad, el liderazgo del comandante Daniel que es la mayor garantia de libertad, autodeterminacion y prosperidad de Nicaragua.
Nos sumamos a esa lucha desde cada espacio, tarea, asumirla con pasion para sostener lo alcanzado en esta segunda etapa de nuestra Revolución.
Gracias cro. Por su publicación.
Me parece acertado el recorrido histórico que ha realizado mi maestro y colega de trabajo el profesor Freddy Franco, un recorrido en tiempo y espacio por los senderos de la historia en donde se reflejan las actitudes intervencionista y vende patria, pero también es notoria la resistencia indígena, negra y popular, el rescate que hace el FSLN de todas esas formas de resistencia materializándolas en el derrocamiento de la dictadura más sanguinaria de AL, el 19 de Julio de 1979. Saludos maestro. Profesor Urías W. Ramos Escobar.