- 41 años de Revolución Rojinegra
Fredy Franco (*)
La Revolución Popular Sandinista, llega victoriosa a sus 41 años, haciendo avanzar Nicaragua, construyendo Patria Popular, Próspera y Soberana; avanzando, poco a poco, en la superación de la pobreza y en los derechos del Pueblo.
La Revolución Popular Sandinista se ha forjado en las luchas libertarias sociales y nacionales del pueblo nicaragüense, que tienen como mayor expresión el movimiento patriótico y de liberación social de Sandino y la lucha por la transformación revolucionaria de Nicaragua, que encabezó y encabeza desde 1961 el FSLN, partido de la Revolución Popular Sandinista.
La Revolución Popular Sandinista triunfó para quedarse. Es un proceso de avance que no se detiene ni se detendrá; sigue indetenible como factor humanizante, dignificante y redentor permanente.
I-Primera etapa de la Revolución, constructora de derechos y de defensa patria, 1979-1990
Nunca como antes en la historia de Nicaragua se había producido un fenómeno tan masivo, con ansias de libertad y liberación como lo sucedido para el derrocamiento de la Dictadura Somocista y el Triunfo de la Revolución Popular Sandinista, en la coyuntura Junio- Julio de 1979.
La obra de la Revolución era inmensa y monumental, porque había que resolver, atender, avanzar en distintos ritmos y prioridades: las reivindicaciones históricas del pueblo, la dependencia extranjera, la destrucción heredada del somocismo, el saqueo del erario público y una gran deuda externa.
Primero. Había que reconstruir el país, para ello era necesario mantener unido al pueblo y otros sectores económicos y políticos interesados en el desarrollo nacional.
Al mismo tiempo, la revolución al derrotar y desmontar el Estado somocista, inevitablemente creó un nuevo Estado, el Estado revolucionario, con hegemonía popular, pero bajo un esquema de unidad nacional. Creo un ejército patriótico y una policía humanista, “centinela de la alegría del pueblo”.
Se estableció un gobierno revolucionario-popular por primera vez en nuestra historia nacional, que se expresó en el establecimiento de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de 1979 a 1984 y el poder popular organizado a través del FSLN y las organizaciones sociales. Y al mismo tiempo, un parlamento, el Consejo de Estado, ampliamente representativo de todos los sectores y fuerzas organizadas del país
En la etapa inicial, la gran prioridad junto a la reconstrucción nacional, era lograr la segunda gran liberación de Nicaragua, la liberación del analfabetismo con la Cruzada Nacional de Alfabetización de marzo a agosto de 1980.
En cinco meses se derrotó de manera fundamental el analfabetismo de siglos, que liberó al pueblo de la ignorancia, abriendo nuevos espacios de liberación humana a más de medio millón de nicaragüenses alfabetizados, y que también forjó la participación político-social y en conciencia social a la juventud y al pueblo trabajador, protagonista de aquella gran epopeya, junto a la defensa de la revolución.
En este primer momento, la revolución produjo las grandes transformaciones económicas y sociales, formuladas en el Programa Histórico del FSLN, que implicó, entre otras, nacionalizar las propiedades de los Somoza y los somocistas, creando el Área Propiedad del Pueblo (APP), desde el cual se sustentaron, en buena medida, las transformaciones materiales de la revolución, y generaron miles de empleo en el país.
También se produjo una reforma urbana, confiscando a los casatenientes y asegurando al pueblo su derecho a la vivienda, junto a la entrega de lotes urbanos para consolidar ese derecho. Se aseguró el derecho a la educación y salud gratuita del pueblo. Se abrieron las puertas de la Universidad para el Pueblo. Miles de jóvenes del pueblo, comenzaron a formarse en el extranjero, sobre todo en Cuba y en el Campo Socialista, para preparar rápidamente y con nuevos valores, la fuerza humana profesional y técnica para desarrollar el proceso de transformación revolucionaria. Se universalizó la Seguridad Social y se fortaleció su carácter solidario y de bienestar integral.
Se hizo realidad el sueño histórico de la Reforma Agraria, golpeando el sistema de terratenientes, que concentraba millones de manzanas de tierras en unas cuantas manos, dándosela a los campesinos, que son realmente quienes trabajan y producen la tierra.
Se rescató la cultura nacional y popular, desatando diversas expresiones culturales y artísticas, creando casas de cultura en todo el país, generando distintos movimientos en la música, en el baile, en la poseía, en el teatro, en la pintura, en el cine, entre otras.
Se masificó el deporte en todas sus expresiones en colegios, barrios y comarcas, llevando a Nicaragua a ser una potencia deportiva en la Región.
Junto a las transformaciones sociales y la democracia participativa, la revolución fortaleció la democracia representativa, favoreciendo el establecimiento de un sistema de pluralismo político en lo partidario e ideológico, pudiendo ya participar en la vida política nacional y electoral el sandinismo, y cualquier otra fuerza, y no sólo la derecha; porque las fuerzas progresistas, de izquierda, fueron proscritas en toda la historia nacional desde 1821.
Ello condujo a la realización de las primeras elecciones plurales y libres en la historia nacional con la participación de siete (7) partidos políticos el 4 de noviembre de 1984, ganando el FSLN las elecciones con el 67% de los votos, siendo electo como Presidente de la República el Comandante Daniel Ortega, Primer Presidente del Pueblo, que representa una fuerza de izquierda, y se establecerá la primera Asamblea Nacional, como poder legislativo, como primera asamblea realmente plural en lo ideológico en nuestra historia. A partir de enero de 1985, la revolución avanzó en la institucionalización democrática, que se consolidó con la aprobación popular y parlamentaria de la Constitución Política revolucionaria de 1987, aún vigente. También se reconoció los derechos históricos, sociales, culturales y político-comunitarios a través del proceso de Autonomía Regional.
Pese a la democratización política y social de Nicaragua con la Revolución Sandinista, fuimos víctimas como pueblo y como nación de la guerra dirigida y financiada por los Estados Unidos, ya desde finales de 1979 que comenzaron a reagrupar a los guardias nacionales derrotados; y con más fuerza con la llegada de un Presidente ultraconservador a la Presidencia de Estados Unidos, en 1981, Ronald Reagan, que objetivamente y manera integral afectó el desarrollo económico-social; guerra que junto al Bloqueo yanqui, marcaron desfavorablemente toda la década de los años 80, aun cuando fue una década ganada para el pueblo en protagonismo y en derechos sociales.
La guerra de agresión se intensificó después de 1983, sobre todo en el Norte y Centro del país, que demandó mayores fuerzas de defensa, que se aseguraron con el fortalecimiento del Ejército Popular Sandinista con la implementación del Servicio Militar Patriótico desde 1983 y la integración de miles de jóvenes a la defensa de la Patria, y que demandó destinar el 50% del Presupuesto de la República a la defensa militar de la nación.
El heroísmo del pueblo, de los jóvenes, de los soldados de la Patria, junto con una correcta estrategia de defensa, condujo ya desde 1987 al inicio de la derrota estratégica de la contrarrevolución, que luego se consolidará con una mayor ofensiva de nuestras fuerzas, incluida grandes operaciones como la Danto 88.
Desde el comienzo de la revolución, el Comandante Daniel Ortega, promovió un diálogo respetuoso y búsqueda de entendimiento con el gobierno de los Estados Unidos; hubo esfuerzo con las conversaciones de Manzanillo que no fructificaron; luego se conformó el Grupo de Contadora para alcanzar la Paz en Centroamérica, que generó sensibilidad sobre dicha necesidad pero que no logró fructificar de manera fundamental; y que se logró concretizar con el acuerdo entre los Presidentes de Centroamérica conocidos como Acuerdos de Paz de Esquipulas en 1987, para una Paz firme y duradera en la región, que generó una nueva situación política.
En el caso de Nicaragua, luego llevó a los Acuerdos de Sapoa en 1988 para la desmovilización de la contrarrevolución, y el pleno cumplimiento por parte del Gobierno Sandinista de los Acuerdos de Paz, que incluyó asegurar todas las garantías político-electorales para las elecciones adelantadas a febrero de 1990, realizándose, pese a estar sufriendo una guerra de la mayor potencia imperialista del Mundo.
El revés electoral de 1990, se produjo por todo el desgaste económico y humano generado por la Guerra y el Bloqueo, y la necesidad de Paz del pueblo nicaragüense, que fue víctima de la guerra de Estados Unidos, con el consecuente daño en miles de vidas humanas.
El revés electoral, no fue la derrota de la revolución, la revolución se mantuvo viva en los ideales y en la conciencia del pueblo y los sandinistas, en el apoyo político-electoral preservado, en los espacios políticos e institucionales alcanzados, y en la preservación del instrumento políticopartidario de la Revolución, el FSLN; que se enfrentó a los intentos divisionistas, que pretendieron generar los traidores, llamados renovadores.
II-El retroceso neoliberal y la defensa de la revolución
Durante 16 años, de abril de 1990 al 9 de enero del año 2007, fuimos víctimas como Pueblo y como Nación del mayor retroceso social, económico y político, sufrido desde la independencia; fue el triunfo político de la contrarrevolución neoliberal en Nicaragua bajo la conducción del Imperio Yanqui, fueron tres gobiernos neoliberales libero-conservadores (de Violeta Barrios de Chamorro, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños) que provocaron la mayor reversión de los derechos del pueblo.
El neoliberalismo no solo golpeó en términos humanos al pueblo, sino golpeó a la nación, la precarizó en su desarrollo. Los tres gobiernos neoliberales implementaron una política revanchista contra la revolución, contra el FSLN, llevaron a Nicaragua al fondo del barril en cuanto al desarrollo económico- social; fue una gran oscurana ideológica, y también de manera literal por los grandes apagones que sufrimos por ocho o doce horas diarias.
Privatizaron la mayor parte de las empresas del Estado; corrieron a miles de trabajadores del Estado; privatizaron la salud y la educación; golpearon-estancaron la seguridad social; privatizaron la energía eléctrica y llevaron a una crisis profunda al sistema eléctrico nacional; privatizaron las telecomunicaciones aun cuando era una empresa productiva; privatizaron la banca nacional, golpeando el desarrollo económico nacional, a los campesinos, productores del campo y la ciudad, que no tuvieron financiamiento, generando desempleo y afectación a la producción del mercado nacional, obligando a miles de nicaragüenses a migrar a la ciudad o al campo, con todas las vicisitudes sociales que ello generó. Estancaron y golpearon el avance y la gran obra colectiva construida en el deporte y la cultura.
El principal efecto del neoliberalismo en Nicaragua fue además de debilitar el estado nacional; golpear la economía nacional con la privatización y el entregarse al capital extranjero y nacional parasitario, fue llevar al 60% de los nicaragüenses a vivir en pobreza y extrema pobreza; a generar una fuerte desigualdad económico-social, con el desempleo y la falta de políticas sociales, de derechos y de reales oportunidades para los trabajadores, para los micros, pequeños y medianos productores de Nicaragua. Igualmente generó toda una serie anti-valores, de individualismo, egoísmo y consumismo, que afectó la conciencia colectiva y solidaria que construyó la Revolución Sandinista durante una década.
Por eso la Revolución planteó, con el liderazgo del Comandante Daniel Ortega a la cabeza, que debíamos enfrentar unidos a las fuerzas de derecha, vendepatria y traidora; defender las conquistas de la revolución, gobernar desde abajo, manteniendo los espacios de poder alcanzados, dar la batalla popular, parlamentaria, ideológica, electoral para enfrentar al neoliberalismo.
Ante el fracaso neoliberal el pueblo fue tomando conciencia, y se fue construyendo un acumulado político favorable, que llevó, de nuevo, a conquistar el Gobierno nacional por la vía de los votos, situación que se alcanzó con el triunfo en las elecciones de noviembre del año 2006.
III- La revolución en su segunda etapa, restitución de derechos y construcción nacional
El llegar al gobierno nacional implicó asumir y cumplir inmensos retos para superar los retrocesos heredados del neoliberal, principalmente el combate a la pobreza, volver a construir y modernizar el país, dejado en harapos por los neoliberales, y retomar los esfuerzos de reconciliación, unidad nacional asumidos por el gobierno sandinista en los años 80, para superar el revanchismo y la confrontación promovidos por los yanquis en contubernio con las fuerzas de derecha del país, todo ello en función de la construcción de la Paz nacional y social, para hacer avanzar el país, en beneficio de todos (Patria Para Todos), y sobre todo para las mayorías populares, históricamente excluidas.
Para combatir la pobreza se restituyeron los derechos económicos-sociales-culturales conculcados por los gobiernos neoliberales, el Presupuesto Público se definió como presupuesto social (cubriendo el 54 o 5% de éste en salud, educación, universidad, subsidio, inversión económico-social en infraestructura y mejora de los empleos en el sector público de manera gradual), estableciendo un modelo de diálogoalianza- consenso con los trabajadores-productores empresarios- gobierno que permitió consensuar los retos, compromisos y los beneficios colectivos que propiciaría el desarrollo económico nacional, y una política internacional activa para conseguir recursos, financiamiento e inversiones para asegura un crecimiento económico con desarrollo social.
La II etapa de la Revolución está signada por la restitución de los derechos fundamentales para el pueblo, que se han hecho realidad en los últimos 13 años de Buen Gobierno en beneficio de las mayorías populares de Nicaragua, entre ellos destacamos:
1. En educación, se desmontó, se revirtió la privatización que sufrió el pueblo durante 16 años, avanzando significativamente en su acceso en todas las educaciones con una matrícula de más de 2.3 de estudiantes, mejorando su calidad, mejorando la infraestructura física y educativa, superando de manera fundamental el empirismo heredado, mejorando el salario y avanzando en el uso pertinente de la tecnología en todas las educaciones.
2. La Salud, se desmontó y revirtió la privatización de la salud, se fortaleció su carácter público, preventivo, familiar y comunitario; se ha multiplicado el acceso porque han crecido y llevado las unidades de salud a todo el país, entre ellas nuevos hospitales primarios, departamentales y de referencia nacional; permitiendo el desarrollo de millones de consultas al año, atendiendo de manera preventiva y curativa la salud; se desprivatizó el gasto en salud, que permite hoy el acceso fundamental a las medicamentos y en equipamientos modernos, que permite hacer exámenes y diagnósticos que no se tenían acceso o que no existían, que permite mejorar esa calidad previniendo y combatiendo enfermedades muy complejas como el cáncer, contando hoy con un Acelerador lineal y otro nuevo que se instalará.
3. La Seguridad Social, se duplicó la afiliación a la seguridad social en beneficio de los trabajadores, mejorando la calidad de los servicios de salud y su carácter solidario; contribuyendo los actores de ella a su sostenibilidad, destacando el hecho que el gobierno sandinista con visión social y nacional aprobó una ley de reconocimiento de la deuda que se tiene con el INSS y destina más de 300 millones de córdobas anualmente para cumplir con ese compromiso y contribuir a su sostenibilidad.
4. El derecho a la energía eléctrica, La revolución ha venido trabajando para salir o superar todo el desastre generado por la privatización del sistema eléctrico nacional por los gobiernos neoliberales. Primero era superar los grades apagones que en tiempo record y contando con la solidaridad de la revolución cubana y venezolana; la superamos; luego había que invertir y conseguir recursos para cambiar la matriz energética, que dependía el 80% del petróleo, producir más, mejorar la alta deficiencia del proceso de distribución y transmisión, llevar la energía eléctrica a todas las familias nicaragüenses, pasamos del 54% de cobertura en el 2006 al 97% en la actualidad, es decir, la Revolución ha iluminado prácticamente, toda Nicaragua; se ha cambiado la matriz energética pasando a producir dos tercios de la energía con energía limpia, sostenible, y solo un tercio, más o menos en la actualidad, con petróleo; luego se darán otros pasos, incluido el precio de la energía, que en estos días tuvo una reducción del 4.5%, 3 5 de la tarifa y un 1.5% , porque no se aplicará el deslizamiento por seis meses en este momento, y sobre todo se asegura el subsidio del 80% del pueblo que consumen hasta 150 kwh.
5. El derecho al agua potable y los servicios de agua acueductos y alcantarillados, ha crecido de manera fundamental en los últimos trece años, ampliando dichos servicios a todo el país, incluido las zonas rurales y el Caribe nicaragüense; yendo de la mano con los programas de las mejoras urbanas en ciudades y pueblos, en la que se vincula los programas de casas para el pueblo y la instalación/aseguramiento de dichos servicios.
6. El derecho a un salario digno ha crecido de manera importante y sostenida, mejorando los ingresos de los trabajadores, casi se ha duplicado el salario promedio nacional, el salario mínimo ha crecido como un 380% en estos 13 años de Buen Gobierno y también de manera sostenida se ha mejorado el salario de los trabajadores del sector público, y sobre todo de los trabajadores de la salud, la educación y las universidades públicas. Todo ello junto al fortalecimiento de los convenios colectivos, mejora de las condiciones de trabajo y de la salud en la seguridad social.
7. Democratización de la propiedad. La revolución ha retomado la senda de justicia social y democratización de la de la propiedad iniciada en años 80, y que sufrió la contrarreforma agraria y contrarreforma urbana en los gobiernos neoliberales, arrebatándole, robándoles, los banqueros, los ricos, a miles de campesinos y pobladores, sus propiedades; lo que por justicia dio la revolución. Hoy se han entregado miles de títulos de propiedad a campesinos y pobladores de la ciudad, que consolida ese derecho, da estabilidad social y familiar, y contribuye al financiamiento y emprendimiento económico.
8. La Vivienda Social. En el periodo neoliberal lo que predominó fue el impulso de negocios con la vivienda para familias de altos ingresos, para los ricos; el pueblo tuvo excluido del derecho a la vivienda; con la revolución en esta segunda etapa se han construido miles de viviendas con el apoyo fundamental del gobierno nacional y los gobiernos municipales, conocida como vivienda social, destacándose hoy el Programa Bismark Martínez, que proyecta construir 50 mil viviendas por varios años con un pago mensual de 40 dólares, y también las viviendas de personas que viven en condiciones socialmente críticas o que son trasladadas de lugares altamente vulnerables, y para ellas se han construido nuevas urbanizaciones.
9. El Protagonismo del Pueblo. El pueblo para la Revolución es protagonista de derechos y de responsabilidades para construir una patria digna y una sociedad justa. Los trabajadores son protagonistas de derecho y en su aporte a la defensa de la economía nacional y al gobierno revolucionario. Se ha dignificado a los trabajadores por cuenta propia. Los campesinos y los micro-pequeños-medianos productores del campo y la ciudad son protagonistas en el desarrollo de sus labores y en el aporte del 70% de lo que se produce en el país junto al derecho al financiamiento justo, la capacitación, el apoyo tecnológico, que en los últimos tres años se ha fortalecido bajo el modelo de economía social solidaria, emprendedora y creativa.
10. Los derechos de la Mujer. En línea con el Programa Histórico del FSLN, de que el FSLN se compromete a lucha por la emancipación de la mujer y con lo que establece la Constitución revolucionaria de 1987, “existe igualdad absoluta entre hombres y mujeres”, el FSLN ha continuado trabajando, en su II etapa, por los derechos de la mujer y la igualdad entre hombres y mujeres; en ello se destaca el acceso de las mujeres al empleo, a la educación y a la educación superior, a la salud, reduciéndose de manera significativa la mortalidad materna e infantil, a la propiedad urbana y rural, siendo el 55% de éstas propiedad de las mujeres, que contribuyen a su empoderamiento económico y social, lo que suma a la equidad social y política; el protagonismo de las mujeres en los cargos de elección popular y en los cargos públicos (50-50), generado por la revolución y en que el FSLN cumple ejemplarmente.
11. Los derechos de los jóvenes, niños y familias. Las políticas sociales y los derechos correspondientes, contribuyen de manera fundamental a su aseguramiento através de la educación y la salud, a través de decenas de programas sociales, a la cultura, a la recreación sana, sobre todo a través de modernización de los parques, infraestructura de esparcimiento y recreación sana, el acceso a la tecnología y a las distintas expresiones artísticas.
12. Los derechos de los pueblos y comunidades de la Costa Caribe nicaragüense, que se sustenta el reconocimiento constitucional de sus derechos históricos, sociales, comunitarios y culturales específicos, expresados de manera concreta en sus derechos autonómicos que se han visto fortalecidos en términos políticos y sociales, incluido el carácter comunitario de sus propiedades, que se ha consolidado jurídicamente con la entrega de 23 títulos comunitarios: 19 en la Región Autónoma del Caribe Norte y 4 en la Región Autónoma del Caribe Sur, beneficiando a 304 comunidades indígenas y afrodescendientes constituidas por 39,531 familias 227,185 comunitarios.
13. El derecho al Progreso Social y a la Paz. Solo con el liderazgo y la vocación social del FSLN y el Presidente Comandante Daniel Ortega, se puede construir y defender la Paz de Nicaragua y su Pueblo, por su esencia, revolucionaria, humanista y generosa.
14. Se ha trabajado y se sigue trabajando por la unidad de todos los sectores para hacer progresar juntos el país, con política de alianzas económicas y sociales para sacar adelante la economía, que ha permitido un importante desarrollo económico, que ha llevado a casi triplicar el Producto Interno Bruto, crecimiento anual de la economía del 4.8% en la mayor parte de este periodo del 2008 al 2018, que pocos países lo lograron en América Latina y El caribe, que han permitido también reducir la pobreza del 48% al 24 por ciento en doce años y ubicar a Nicaragua en una senda sostenible de desarrollo
Defensa de la Revolución frente al Golpismo Imperial
Efectivamente esos progresos fundamentales de Nicaragua bajo el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, llevó a profundizar la política de agresión el Imperio yanqui y sus marionetas de la ultraderecha nicaragüense, pretendiendo anular el gran ejemplo de la Revolución Popular Sandinista para su Pueblo, para la Región y el Mundo.
Por eso en el año 2018 implementaron un Golpe de Estado, usando principalmente como estrategia la guerra psicologica, la guerra mediática y el terrorismo destructor y criminal. Pero con la unidad del pueblo, la vocación de paz de la inmensa mayoría del pueblo, con la paciencia y responsabilidad nacional de los sandinistas y del Presidente Daniel, se logró derrotar el intento golpista, que provocó mucho daño humano y afectación significativa a la economía.
Tras el intento golpista y hoy con nuevas expresiones de agresión, sobre todo en lo económico, la fortaleza del Gobierno sandinista, del FSLN y la conciencia del pueblo, ha permitido y permitirá derrotar dichas agresiones; seguir desarrollando el país de manera sostenida, como se ha demostrado en los dos últimos años.
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ha dado pasos fundamentales en términos estatales, jurídicos y sociales, entre ellas con la amnistía a los golpistas, con programas de retorno seguro para los que se fueron del país, para construir la paz desde las comunidades, y para continuar luchando contra los promotores del odio, la confrontación y la inestabilidad.
Derrotando la Pandemia
La revolución, su gobierno y su sistema de salud ha demostrado su fortaleza ante el fenómeno mundial de la Pandemia del Covid-19; frente a un fenómeno nuevo y muy complejo se ha puesto a prueba la responsabilidad social y vocación humanista del Gobierno sandinista.
Por la existencia de un sólido y moderno sistema de salud público, preventivo, comunitario y familiar en Nicaragua; con una tradición de participación comunitaria para la salud preventiva y con un trabajo cotidiano de los trabajadores de la salud, de los brigadistas de salud y de todos los sandinistas, que en un tiempo relativamente corto se logró el declive sostenido de la curva de la Pandemia, reduciendo cada vez las personas muertas y creciendo ascendentemente los recuperados; no hay que bajar la guardia, hasta lograr la derrota total de dicha Pandemia en Nicaragua.
Por eso este 19 de julio, conmemoramos y celebramos tres cosas fundamentales: el 41 aniversario del triunfo de la gloriosa revolución sandinista, dos años de la derrota al Golpismo y en este julio 2020, la derrota estratégica al coronavirus.
Solo las revoluciones, como la sandinista, hacen grandes hazañas porque se deben al pueblo y el pueblo construye esas hazañas y esas victorias. Por eso a seguir luchando con mucha unidad y compromiso para continuar construyendo esta obra justa y llena de amor, que es la Revolución rojinegra.
(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.
Muy buena esa historia de nuestra revolución. Ssndinista de toda la vídavida junto con mi familia. Sufrimos mucho con los tranques pero lo importante es que lo resistimos y feliz el día que llegó la caravana de la paz ese día 8 de julio en Jinotepe. Muchos saludos a todos nuestros hermanos sandinistas y nos vemos en nov. de 2021.