- Gobierno sandinista presenta Libro Blanco Nicaragua sobre pandemia
El gobierno sandinista presentó al pueblo de Nicaragua y la comunidad internacional el “Libro Blanco Nicaragua ante la pandemia de Covid-19: una estrategia singular”, el cual contiene un análisis de las políticas públicas y la visión del modelo de salud de Nicaragua, basado en la realidad y condiciones del país.
El libro hace mención a la preparación de Nicaragua ante la pandemia desde enero de 2020, dos meses antes de la aparición del primer caso en el país; los esfuerzos del gobierno en el fortalecimiento del sistema de salud desde 2007, la estrategia para enfrentar la enfermedad sin poner en riesgo la economía nacional y la desinformación y el terrorismo mediático, entre otros temas.
Nuestro modelo -dice el documento presentado en la última semana de mayo pasado- atiende con un enfoque preventivo a personas, familias y comunidades con acciones proactivas y está acompañado de una estrategia de equilibrio entre la pandemia y la economía, luchando para que la actividad productiva y económica no se detenga teniendo en cuenta que el 40% de la población nicaragüense vive en el campo y el 80% de los trabajadores
del área urbana pertenecen al sector informal y ganan su sustento diario.
A la vez y dentro de esta nueva situación, se hacen esfuerzos para defender la recuperación económica de una economía debilitada por el intento de golpe de Estado de abril de 2018, que continúa bajo ataque por campañas de noticias falsas (“fake news”) y desinformación, así como ilegales medidas coercitivas.
En el libro, además, se detallan las acciones realizadas por el gobierno a raíz de la declaratoria de la Organización Mundial de la Salud del Covid-19 como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII), el 30 de enero de 2020.
Como primera medida el gobierno nombró una Comisión Interinstitucional y posteriormente, el 9 de febrero, dio a conocer un “Protocolo de Preparación y Respuesta ante el Riesgo de Virus Coronavirus en Nicaragua”, para asegurar la vigilancia, detección temprana de casos sospechosos y confirmados. Se establecieron medidas preventivas para reducir la transmisión del virus y se implementó un plan comunicacional permanente dirigido a la población, y se han llevado a cabo acciones de educación y control fronterizo, basados en los protocolos de la OMS/OPS.
País preparado antes del primer caso
El protocolo también designó 19 hospitales para ser especializados en Covid- 19, uno de ellos el Hospital Alemán Nicaragüense exclusivamente para enfermedades respiratorias. Contempló mayor preparación de las unidades de atención primaria para el abordaje de los cuadros respiratorios a nivel nacional, el entrenamiento de personal público y privado, y la adquisición de equipos de protección. Nicaragua también tenía establecida una capacidad de seguimiento a contactos. Así, estuvo preparada antes de la aparición del primer caso de Covid-19 en el país el 18 de marzo.
Hoy Nicaragua se presenta en mejor posición para enfrentar la pandemia gracias a la política de salud implementada por el gobierno, con la construcción de 18 nuevos hospitales, con más personal capacitado (36,649 trabajadores de la salud en 2020 comparados a 22,083 en 2006; 6,045 médicos en 2020 comparados a 2,715 en 2006) y con programas emblemáticos y solidarios como Todos con voz, Amor para los más chiquitos y chiquitas y Operación Milagro, a partir de la organización del Modelo de Salud Familiar y Comunitario (Mosafc) y con una mayor inversión presupuestaria (US468.6 millones en 2020 comparados a US111.9 en 2006).
Los 19 centros preparados cuentan con equipos, medicamentos e insumos para enfrentar la enfermedad, con una capacidad de 11,732 camas de hospitalización general y 562 camas de cuidados intensivos. El país cuenta con 449 ventiladores, 954 monitores de signos vitales y 574 succionadores para la atención de todo tipo de enfermedades y padecimientos. También se cuenta con un laboratorio de referencia nacional, que posee un reconocimiento de la OMS en el nivel 3 de Bioseguridad.
Nicaragua también cuenta con un anillo de detección temprana en los pasos fronterizos y aeropuertos del país, utilizando tecnología de punta con cámaras termográficas que detectan personas con síntomas característicos del Covid-19. El protocolo de preparación y respuesta ante el Covid-19 contiene medidas detalladas sobre vigilancia epidemiológica, procedimientos de laboratorio y toma de muestras, organización de los servicios de salud, organización interinstitucional, planes de comunicación, etc.
En esta misma línea, Nicaragua ha impulsado una jornada de vacunación donde se han aplicado 1.2 millones de dosis contra neumonía e influenza estacional para reducir el número de casos de enfermedades respiratorias.
Se ha realizado un censo de nutrición, donde se han medido y pesado a 1, 386,351 niños y niñas. Se han distribuido 66 clínicas móviles en los Silais como forma de acercar aún más la atención médica a la población más vulnerable.
Así mismo, se han capacitado a 158,000 voluntarios de la salud (brigadistas, redes comunitarias, líderes religiosos, maestros, personal de salud pública) en los 153 municipios del país, 1,591 personas correspondiente a las líneas aéreas y empresas de transporte terrestre y 15,367 recursos de salud del sector público y 1,610 recursos de salud del sector privado.
Acciones en el terreno
Aunado a esto, Nicaragua contó con la visita de la brigada de médicos cubanos Henry Reeve y participa de forma activa en todas las actividades de la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en el marco del mecanismo “Centroamérica unida contra el Coronavirus Covid-19”, incluyendo el “Plan de Contingencia
Regional” ante la pandemia.
Se realizó una intensa campaña informativa en los medios acerca de las medidas de prevención, divulgación de los síntomas y actuación ante la enfermedad. También se ha creado un Centro Nacional de Información que cuenta con una línea telefónica gratuita en la cual personal preparado y médicos despejan cualquier duda que pueda tener la población y la orienta adecuadamente sobre cómo actuar ante la pandemia.
Además, se está ejecutando un programa de desinfección de 10 mil autobuses de transporte colectivo y 23 mil medios de transporte selectivo (taxis) diariamente, más de 10 mil escuelas semanalmente y 130 mercados populares con una frecuencia de 3 veces por semana en los mercados de alto volumen de Managua y 2 veces por semana en el resto del país.
Como parte de las coordinaciones que realiza la Comisión Interinstitucional, los ministerios de Educación y de Salud, además del Consejo Nacional de Universidades (CNU), coordinaron la desinfección de todos los centros de estudios públicos, la instalación de bandejas de desinfección, lavamanos y dispensadores de alcohol gel en las entradas de los centros educativos.
Se establecieron un protocolo de prevención y actuación, la preparación del personal docente y no docente, la adecuación misma de las instalaciones físicas y, finalmente, la realización de charlas a los estudiantes acerca de salud preventiva y reforzamiento de hábitos saludables, todo ello para garantizar la continuidad de las clases de manera segura para toda la comunidad.
Medidas similares se han estado ejecutando en todas las instituciones del Estado, en particular en aquellas donde se atiende gran cantidad de público, donde incluso se han ajustado las salas de espera y las ventanillas de atención a fin de garantizar el distanciamiento y las barreras físicas para reducir los posibles riesgos de infestación. Por su parte, las empresas privadas y otras entidades de la sociedad civil han adoptado los estándares mundiales de higiene personal y colectiva, así como medidas para el distanciamiento personal.
Modelo de respuesta preventivo y participativo
Igualmente, se ha atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a las personas sospechosas o que han tenido contacto con los casos confirmados en el país. Así mismo, los viajeros internacionales han sido sujetos de vigilancia por 21 días para detectar posibles casos de Covid-19.
Más de 4.6 millones de visitas educacionales casa a casa fueron realizadas en un país de 6.2 millones de habitantes, por 98,224 voluntarios para promover la salud familiar y comunitaria.
Nicaragua, el segundo país más pobre de América Latina y el Caribe, ha estado preparada para enfrentar la pandemia del Covid-19 principalmente por razones de su propio modelo de respuesta en salud, que es de carácter eminentemente preventivo y basado en la participación activa de la familia y la comunidad, pero también porque ha invertido una parte fundamental de sus escasos recursos económicos en la construcción de nuevas unidades de salud y en la modernización de las ya existentes, así como en el crecimiento numérico y en la mejora continua de su personal médico, de enfermería y técnico, además de su distribución más equitativa en todo el territorio nacional.
Adicionalmente, ante la aparición misma de la enfermedad, las respuestas dadas por el gobierno de Nicaragua se han realizado en coordinación con las instancias regionales del SICA y contando además con la cooperación de naciones hermanas como Taiwán, Cuba y Corea del Sur.
Nicaragua ha basado su política en la defensa de la salud y la vida de las familias y comunidades, pero también en resguardo de la economía familiar, comunitaria, local y nacional, la lucha contra la pobreza y por el desarrollo del país, aún en tiempos de crisis económica y actualmente de Covid-19.
Golpistas pretenden debilitar la economía
En el documento el gobierno aclara porqué no ha declarado la cuarentena, explicando que el 40% de la población nicaragüense vive en el campo y no se puede pedir que dicha gente se quede en su casa porque tienen que salir a buscar la leña para cocinar, a buscar el agua que consumen, ordeñar las vacas o buscar huevos, vender sus productos, preparar los terrenos de siembra, entre otras actividades.
La realidad de Nicaragua es que el 80% de los trabajadores urbanos son del sector informal y la vasta mayoría ganan su sustento diario vendiendo algo o brindando servicios, pero si no trabajan y no ganan, no comen.
En Nicaragua habrá una reducción parcial en los ingresos, debido a una baja de la actividad económica en general, pero no será por una acción del gobierno o porque se les ha obstaculizado el derecho a trabajar, indica el libro. Más bien, el gobierno está defendiendo los intereses de los trabajadores informales, los campesinos y de todo el pueblo pobre, así como la economía nacional, con la estrategia singular de lucha contra el Coronavirus.
Los golpistas y todo el aparato imperialista de redes sociales, noticias corporativas, “fake news” y mentiras diarias reclaman un cierre total para debilitar a la economía y al gobierno, a la vez que pintan en el exterior una situación ficticia de caos en Nicaragua. Frente a estos ataques, se tiene que cuidar la economía para evitar un aumento en la pobreza con todo lo que eso representa en materia de salud, morbilidad y mortalidad.
Además, hay que señalar que el fallido intento de golpe de Estado de abril del 2018, tuvo consecuencias económicas directas que suman US200-231 millones, más US1,453.6 millones de dólares en afectaciones a la actividad económica nacional. Las pérdidas fueron debidas a tranques en las carreteras y calles, impidiendo el tránsito de bienes y personas, y el cierre de negocios, en algunos casos parciales y en otros definitivos, provocando más de 157 mil desempleados.
Por su parte, las pérdidas y daños para el Ministerio de Salud fueron significativas: 18 edificios, incluyendo 4 hospitales, saqueados e invadidos, 2 sedes de Silais saqueadas y destruidas y 1 casa materna saqueada; 107 vehículos destruidos de los cuales 15 lo fueron de forma total y 92 parcialmente, siendo 64 de estos vehículos ambulancias; así como maquinarias y equipos odontológicos, entre otros.
Equilibrio entre salud pública y economía
La posición de Nicaragua no escoge entre salud pública y economía: ambas son absolutamente necesarias para la salud de la sociedad. Se tiene que buscar el equilibrio entre todas las políticas protegiendo a los trabajadores del campo, a trabajadores informales, a las pequeñas y medianas empresas y a la economía nacional
Según el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), a través de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) junto a la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca), el escenario actualizado con las perspectivas recopiladas al mes de abril pasado estima para el 2020 un decrecimiento del Producto Bruto Interno (PIB) en Centroamérica de -6.9% y una tasa de inflación de 0.6% para la región. Para el 2021 el decrecimiento del PIB regional sería de -1.4% y la tasa de inflación estimada sería de 1.9%.
Ante escenarios tan poco favorables a nivel de la región y del mundo en general, el gobierno de Nicaragua no ha declarado una cuarentena, ni cerrado la economía, buscando un equilibrio entre salud pública y economía sana.
El libro destaca que la oposición golpista quiere ver en la pandemia una oportunidad para debilitar al gobierno y a la economía nacional; y las controversias sobre la contabilidad de los casos, aclara que el Minsa solo acepta como Covid-19 aquellos casos comprobados por medio de pruebas de laboratorio o por dictamen clínico, dada la similitud de síntomas con neumonía e influenza estacional.
A los países que han cerrado totalmente su economía les incomoda el ejemplo de los países que no aplican un cierre draconiano y no destruyen su economía para afrontar la pandemia; sino más bien crean un entorno equilibrado respecto a la crisis económica mundial, protegiendo los intereses de los campesinos, el sector informal y los pobres en general, así como de la economía nacional.
La economía nicaragüense estaba creciendo en un 5% en promedio hasta 2018, siendo la tercera economía más alta en crecimiento en América Latina y el Caribe, después tuvo un decrecimiento de un -4.0% debido al intento de golpe de Estado en ese mismo año y del -3.9% en 2019.
Tomar medidas drásticas de cierres tendría un efecto debilitador para la economía, aún más, podría ser catastrófico. Más bien, el gobierno debe tener políticas para enfrentar la pandemia y sentar las bases para la recuperación económica al mismo tiempo.
Todos los países que están saliendo de los cierres enfrentan esta misma problemática, de cómo combinar el combate del Coronavirus con el funcionamiento de la sociedad, muchos de ellos con las complicaciones del aumento del desempleo, la bancarrota de pequeñas y medianas empresas, las necesidades de subsidios de emergencia y necesidad de estímulos para detener la caída del PIB en estos países.
La continuidad del golpismo
No cabe duda de que vivimos una “guerra mundial” contra la pandemia del Covid-19 y que esta solo es superada por la pandemia de la manipulación y la desinformación de los grandes medios de comunicación en el mundo. El terrorismo desinformativo, gestado desde los Estados Unidos y que los medios de comunicación de muchos países, incluidos los de Costa Rica, cumplen al pie de la letra es brutal, criminal y xenofóbico.
Nicaragua es el ejemplo de ataques infundados con respecto a lo que sucede con la pandemia. Mentira tras mentira de medios de comunicación como Teletica, Repretel y La Nación, cuyos dueños representan a la oligarquía costarricense, mienten descaradamente contra la nación nicaragüense. Una de las más recientes es una información de la cadena televisiva estadounidense CNN sobre El Salvador y que Repretel tergiversa y la pone como si sucediera en Nicaragua. De la misma forma, videos realizados en Ecuador, Bolivia y otras naciones son utilizados por estos medios para hacer creer que son de Nicaragua.
Este comportamiento de generar noticias falsas es el mismo gestado en el intento de golpe de Estado de 2018. Con la actual pandemia del Covid-19, la oposición golpista de Nicaragua y sus patrocinadores de las agencias de acciones encubiertas de Estados Unidos, han arremetido con una campaña de desinformación masiva, con su misma práctica de mentir diariamente al pueblo nicaragüense tratando de socavar la confianza en el gobierno, han visto la pandemia como una gran oportunidad para atemorizar y desinformar a la población, viralizando videos de un cementerio de Guayaquil diciendo que es en Nicaragua y armando sicodramas artificiales, difundiendo la falsa información de que habrá una cuarentena con toque de queda para así tratar de provocar compras de pánico, a la vez que proyectan en el exterior una visión de caos en el país que no funciona internamente, ya que toda la población observa el funcionamiento normal del país.
Así mismo, critican al gobierno por no establecer cuarentena, no hacer cierre de fronteras, no prohibir el ingreso de extranjeros al territorio nacional, ni suspender el ciclo escolar en colegios y universidades del sector público, todo con el propósito de debilitar la economía.
Exitosos indicadores de salud
A pesar de la contrarreforma neoliberal del período 1990-2006, en el que se trató de privatizar totalmente la salud, todo el personal médico formado durante la década de los 80 resistió en los valores de la salud como un derecho básico e inalienable, y cuando el Frente Sandinista regresó al poder estuvo en condiciones de implementar el exitoso modelo de salud familiar y comunitaria que hoy pone a prueba la emergencia del Covid-19.
En varios indicadores Nicaragua ha logrado resultados aplaudidos por organismos internacionales integrantes del Sistema de las Naciones Unidas, como:
• La reducción de la mortalidad materna, de 92.8 defunciones en 2006 a 29.9 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos en 2019.
• La reducción de la mortalidad infantil, de 29.0 defunciones en 2006 a 11.4 defunciones de menores de un año por cada 1,000 nacidos vivos en 2019.
• La reducción en la desnutrición crónica infantil, de 21.7% en 2006 a 11.1% en menores de 5 años en 2019.
• La reducción de la pobreza general, del 48.3% en 2005 al 24.9% en 2017.
• La reducción de la pobreza extrema, del 17.2% en 2005 al 6.9% en 2017.