- Instruido con la visión futurista de Daniel
- Protagonista en dos, de tres insurrecciones en Estelí
- Estuvo en la emboscada a la “sombra”, el terror de la población
David Gutiérrez López Formado en humildad, lealtad y servicio, valores y principios que han sido su escuela política desde que se vinculó al Frente Sandinista en la lucha estudiantil, en el instituto de su natal Condega, municipio de Estelí, han caracterizado a este hombre, que le conocieron como “Sandino” y posteriormente como “Pedrón”, en homenaje al general Pedro Altamirano.
José Dolores Talavera Siles se convirtió en guerrillero del Frente Norte Carlos Fonseca Amador, donde recibió instrucción no solo militar, sino también valores formativos para toda su vida de parte del actual comandante y presidente Daniel Ortega, “Enrique”, clases que también impartía el comandante Víctor Tirado López, Francisco Rivera “El Zorro”, Germán Pomares “Pancho”, Oscar Benavides y Filiberto Rodríguez, entre otros.
Recuerda claramente la visión futurista del comandante Daniel cuando impartía la clase de Alianzas Tácticas, en la que explicaba que la unidad de todos los sectores era fundamental para alcanzar el triunfo. “Era la necesidad de montarse en el tren de la historia que conduciría a la revolución aunque fuera en el último vagón, no importando que algunos luego se bajaran del mismo”, como en la práctica ha ocurrido, expresa Talavera Siles.
Se inició en Condega, cuando estudiaba en el instituto, integrando una célula a finales de 1976 jefeada por Santiago Baldovinos “Pire”, un hombre de mirada transparente y cristalina que transmitía seguridad y valor. Baldovinos cayó combatiendo en Santa Cruz, Estelí. En este período conoció a Carlos Manuel Jarquín, “Jacinto” de Ocotal, quien fue el primero en integrarse al Frente Norte, participando en la acción de octubre de 1977 en San Fabián.
En la insurrección final integró la columna Jorge Sinforoso Bravo, que combatió contra la Guardia Nacional en Estelí el 16 de julio de 1979 (hace 41 años) cuando cayó el último reducto de la guardia de Somoza.
Junto a Edgard Olivas, Luis Rivas “el recluta” Maclovio Quiñonez y Doroteo entre otros combatientes, dieron persecución y alcanzaron una camioneta con guardias que iban huyendo, con los que trabaron combate; en la misma, viajaba el coronel Vicente Zúñiga, alias “la sombra”, último jefe militar de Estelí, responsable de decenas de asesinatos de civiles y de ordenar el bombardeo indiscriminado que devastó la ciudad asesinando niños, jóvenes, ancianos, mujeres y hombres indefensos.
Sin saber quién era el que estaba muerto, se enteró hasta que llegó con un carnet que extrajo de la bolsa del pantalón del asesino, último jefe militar de Somoza. “Fue el zorrito (Francisco Rivera) quien me dijo: este es la “sombra”, quien ese día buscaba afanosamente escapar en una camioneta del entonces plantel de carreteras, mientras se comenzaba la celebración por la liberación de Estelí. Al siguiente día, el propio dictador Anastasio Somoza Debayle escapó en un avión rumbo a Miami, convirtiéndose el 17 de julio en el Día de la Alegría.
“Al verle, me invadió un sentimiento de rabia y a la vez de dolor al recordar las masacres ordenadas por este asesino, como el de doña Aura Velia González”, y de otras muchas personas que conocía, relata el ex guerrillero.
En la primera insurrección de Estelí
En el contexto histórico, el FSLN surgía como una imponente fuerza político militar, tras la ofensiva de octubre victorioso en 1977, que se enfrentaba a la dictadura, derrumbando el mito que el poderío militar de la guardia de Somoza era invencible.
El asalto al Palacio Nacional el 22 de agosto de 1978 colocó a Nicaragua entre las principales noticias del mundo, se formaron comités de solidaridad y se acrecentó la integración de nicaragüenses a la lucha por la liberación.
El 9 de septiembre de 1978, fuerzas guerrilleras en un número de 38 combatientes insurreccionaron por primera vez la norteña y fresca ciudad de Estelí, al mando del comandante Francisco Rivera Quintero, “El Zorro”, quien dislocó la fuerza en cuatro grupos para controlar los tramos de carretera y montar emboscadas ante una eventual presencia de tropas de refuerzo. “Pedrón” recuerda que a pesar de ser originario de Condega, no conocía la ciudad de Estelí, ese día su grupo penetró por la Thomson.
Afirma Talavera que en esa primera insurrección llegó un correo, José Dolores Ubau, y el “Águila Negra”, con la orden de replegarse, en tanto Facundo Picado, “Martín” que era el responsable de su grupo, expresó a todos que no se retiraba; “que primero pasaba la guardia por encima de su cadáver”. Horas después fue muerto de un certero disparo de fusil garant que penetró en el costado izquierdo del cuerpo. En esa emboscada tendida por la guardia somocista también cayó Juanita Vizcaya.
Luego de 13 días de intensos combates, la Fuerza Aérea de Nicaragua (FAN) de la G.N bombardeó indiscriminadamente la ciudad, obligando a la guerrilla a replegarse hacia las zonas rurales (cerro Tomabú) pero fortalecidos en armas y combatientes populares que se sumaron, formándose unas gigantescas columnas humanas en las que marcharon en total silencio madres con hijos, jóvenes, ancianos, heridos y combatientes.
El Zorro y su gente habían roto el cerco de la guardia somocista.
Con el bastón al hombro
En sus andanzas guerrilleras “Pedrón” participó en la toma de Ocotal, el 5 de junio de 1979, cuya plaza se encontraba con guardias desplazados en diferentes sitios. En Mozonte estaba acantonado un contingente de la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI) al mando del capitán Noel Rocha, quienes huyeron hacia Honduras con todo y camiones al conocerse de la salida de Somoza.
Estando en Ocotal, la columna Jorge Sinforoso Bravo se enfrentó a un grupo de guardias. Se toparon con una tanqueta de las usadas en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Talavera Siles relata y afirma que él disparó un lanzacohetes RPG “bastón chino” y neutralizó al pesado blindado, no obstante, la ametralladora del tanque amenazaba con aniquilarlos.
Los muchachos, al verse atrapados en el centro de la calle, lograron salir a punta de bala disparada con fusiles Fal por Denis Peralta “el Toro” y Luis Rivera “el recluta”. Para no poner en riesgo a la población se retiraron el 9 de junio rumbo a la hacienda Apají, Macuelizo, a 18 kilómetros de Ocotal, agotados tras varios días de desvelos y tensiones.
Preso y torturado en Honduras en Casamata
Después de la insurrección de septiembre de 1978, Talavera y su grupo retornó a Honduras a una casa de seguridad cuyo jefe era el ya fallecido comandante guerrillero Francisco Ramírez. Días después fue capturado y conducido al cuartel Casamata, en el que funcionó la Fuerza de Seguridad Pública (FUSEP), donde además de torturarlo fracturándole un brazo, le raparon la cabeza y las cejas, sirviendo de hazmerreír de la soldadesca catracha.
Tras varias manifestaciones de estudiantes universitarios exigiendo la libertad de los nicaragüenses prisioneros, fueron liberados y conducidos a Panamá a la base de las Tinajitas, con el apoyo del general Omar Torrijos Herrera.
En las Tinajitas recibieron entrenamiento militar, allí se encontraron con el comandante Edén Pastora y varios combatientes y ex prisioneros liberados en la acción del asalto al Palacio Nacional el 22 de agosto del 78.
Cierto día fueron trasladados en helicópteros al campamento el Hacha, Costa Rica, en el Frente Sur Benjamín Zeledón. El jefe era el ex sacerdote jesuita (qepd) Antonio Sanjinés. Posteriormente se integró a una base militar cuyo responsable era Iván Montenegro Báez, “Ernesto”, en la misma también compartió con José María Sánchez “Nacho”, la Tunga, Bienvenido, Garañón, Marcos, Pachelli, Julito, el Tigre, Emiliano, el Reverendo, Chilo, Mario Avilés, Jhosy Alemán, Davinci y un colaborador tico conocido como Ceferino, además de Guillermo y Ramiro Osegueda, entre otros muchachos de la época de lucha guerrillera.
El 6 de enero de 1979 en el Frente Sur, participó en un ataque al puesto fronterizo de los Mojones, en El Ostional, Rivas, al mando del comandante Leopoldo Rivas Alfaro, Álvaro Hernández y Álvaro Ferrey. En el mismo fue capturado por la guardia de Somoza el internacionalista chileno Aroldo Horta, quien era fotógrafo, pero también tomó las armas.
El chileno resultó herido en una pierna y fue presentado a la prensa nacional e internacional en la Oficina de Leyes y Relaciones Públicas de la Guardia Nacional, dirigida por el coronel Aquiles Aranda Escobar, quien se ganó el mote de “Aquiles miento”.
A “Pedrón” le ordenan después de esa acción trasladarse a San José, Costa Rica, a una casa en Tres Ríos, en la que habitaba el doctor Ernesto “Tito” Castillo (entonces del grupo de los 12), en la misma se encontraba el padre y ex canciller de Nicaragua Miguel D΄Escoto, de quien recuerda con admiración que en ese encuentro les transmitió fortaleza y valores para enfrentar y soportar la lucha que se avecinaba con la ofensiva final contra la dictadura, que significaba ¡Patria libre o Morir!
A Honduras donde la Niquirana
En marzo de 1979, luego de entrenarse en el uso de varios tipos de armas, especialmente en lanzacohetes, le orientan viajar por vía aérea hacia Honduras en compañía del Chele Marcos, alojándose en la casa de seguridad al mando de la actual magistrada de la Corte Suprema de Justicia Juana Méndez, “Niquirana”.
En esa casa conoció a la compañera Ana Isabel Morales, ex ministra de Gobernación, a Edgar Moncada Colindres “Gato Negro”. Era la gente que estaba destinada a fortalecer el Frente Occidental Rigoberto López Pérez, no obstante, “Pedrón” con humildad planteó su limitante de desconocer las ciudades, sobre todo las de Occidente, fue entonces que le asignaron de nuevo al Frente Norte.
Fue así que comenzó a operar en la zona Norte. En un operativo realizado en Condega, al retirarse buscando el campamento de las Mesitas, una bala alcanzó a su compañero de lucha Orlando Pineda Zamora, conocido como el “Títere”.
“Lo tomé en mis brazos, me pidió agua, le di de mi cantimplora y murió, alcancé a dejarlo cubierto, recuperé su escopeta y unos documentos que llevaba”, recuerda con tristeza la muerte en combate del joven guerrillero, casi
en las puertas del triunfo de la revolución.
La tercera insurrección fue la vencida
El 9 de junio de 1979 entraron a Estelí las primeras columnas guerrilleras del Frente Norte, posteriormente se fueron integrando otras a medida que arreciaba la lucha. Los combates más encarnizados y violentos se suscitaron en el centro de la ciudad, donde los guardias habían ocupado edificios altos que les daba ventaja a los francotiradores sobre las personas que se movían detrás de barricadas buscando algún ángulo de tiro.
Sin embargo, el asalto final se concretó el día 16 de julio, cuando un tractor de cuchillas rompió el muro que protegía el cuartel donde se parapetaban y protegían los soldados. Una vez abierto el boquete los guerrilleros entraron al local generándose alguna resistencia y a la vez estampida de guardias que buscaban huir de los victoriosos guerrilleros y del pueblo alzado en armas.
Tras la liberación de Estelí, “Pedrón” salió el 17 acompañando a Antenor Rosales hacia Somoto, llegando hasta el puesto fronterizo de El Espino, ya en ese momento se miraba que muchos guardias y familiares habían cruzado la guardaraya buscando refugio en Honduras.
En ese periplo llegaron a Ocotal el 18 de julio, encontrando que ya el jefe de la plaza el coronel somocista César Asdrúbal Briceño, último jefe de la plaza de Ocotal huyó llevándose toda la paga de los guardias. Era una verdadera desbandada, en los caminos dejaban abandonados cascos, uniformes y armas.
El triunfo de la revolución el 19 de julio de 1979 sorprendió a José Dolores Talavera en Jalapa, Nueva Segovia, hasta donde se habían movilizado en busca de remanentes de la Guardia Nacional, el ejército de Somoza creado y formado por el imperio norteamericano para sostener a la dictadura a punta de sangre, fuego y represión.
El telón del terror somocista había caído.
El personaje
José Dolores Talavera Siles, “Pedrón” nació en Condega, Estelí el 30 de marzo de 1959. Padres: José Dolores Talavera y Anita Siles.
Integró el Ejército Popular Sandinista, fue jefe del batallón en Ocotal. Tuvo una destacada participación en la lucha contra las bandas contrarrevolucionarias. Fue jefe de operaciones de la Fuerza Aérea Sandinista (FAS) con una participación activa en la operación Danto 88 que expulsó y golpeó a fuerzas de la contrarrevolución asentadas en el borde fronterizo entre Nicaragua y honduras en 1988.
Retirado del Ejército con el grado de mayor en 1990. Está casado y procreó un hijo.
Fue miembro de la columna Jorge Sinforoso Bravo, del Frente Norte Carlos Fonseca Amador.
Es abogado y notario. Militante activo del Frente Sandinista de Liberación Nacional y de la Comisión Nacional del Sandinismo Histórico.
“ACHE”, MI HERMANO.
Muy cierto, excelente Cro. poseedor de la mística que caracteriza a los verdaderos revolucionarios, los que hoy igual que ayer continúan defendiendo los ideales de la Revolución.
cierto ahi llegamos con la orden de retirada, junto conmigo tambien iba mi hermano Hugo Ubau y el compañero a quien mencionastes, mas otro compañero de seudonimo Fidel.
TREMENDA TRAYECTORIA DE LUCHA DE PEDRON, POR LA CAUSA QUE NOS UNE A TODOS, MUY BONITA REMEMBRANZA LLENA DE PERSONALIDADES Y PERSONAJES QUE HOY EN DÍA ESTÁN EN LA LUCHA DE LA UNIDAD DE LAS BASES DEL SANDINISMO… PEDRON DEBERÍAS DE HACER UN LIBRO PARA LA NUEVA GENERACIÓN DEL SANDINISMO! SALUDOS Y BENDICIONES!
excelente compañero historico luchador y ejemplo de sandinista humilde…le conozco y se la calidad de ser humano que es..