Herencia sanguínea periodística

  • El periodismo la ha llevado a romper fronteras
  • El son de marimbas es su arte
  • Demostró a unas religiosas que los jóvenes sandinistas son excelentes
  • En la artillería aérea defendió la revolución

David Gutiérrez López

Por sus altas calificaciones en las ciencias exactas, bien pudo convertirse en ingeniera, arquitecta, doctora en física y matemáticas, pero se inclinó por el periodismo. Quizás por la herencia y ejemplo de su padre, profesor normalista y periodista empírico o por su firmeza en la defensa y convicción en el humanismo, expresado en valores de respeto a la dignidad sin detenerse a ver condición social, religiosa, política, económica de los seres humanos, lo cual le apasiona.

Cuando Brenda Trejos Ubau, ingresó en 1982 a la universidad, todas sus opciones las dirigió a carreras vinculadas con humanidades, solo en la última opción se anotó en ingeniería química, no obstante, su vocación estaba predeterminada a las ciencias humanísticas.

-Brendita que vas a estudiar- interrogó su papá con su gruesa voz de orador, el profesor y periodista Ricardo Trejos Maldonado, (redactor en ese entonces de El Nuevo Diario). -Periodismo- respondió lacónicamente la delgadita muchacha, nacida el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y formada en Masaya en el barrio el Calvario, donde correteó por sus calles y jugó los sanos juegos de entonces, omblígate, el escondido, arriba la pelota, incluyendo a su preferida muñeca Susy, una imitación de Barbie, porque el presupuesto no ajustaba para comprar una original.

Pero ella era feliz jugando a las muñecas (la que conservó hasta los 15 años), con su amiga de infancia María Gabriela (qepd) hija del fallecido poeta y escritor Mario Cajina Vega. En la escuela fue tremendamente hiperactiva, tanto así que los educadores recomendaron a sus padres incluirla en alguna actividad para encausar sus energías: Así fue que entró al equipo de basquetbol del colegio.

-Tomá en cuenta que, para ser periodista, hay que ser honesto y ético- sentenció el profesor Trejos Maldonado, como si dictara una clase de ética a su propia hija, a la que en el transcurso de los años le transmitió valores de trato, respeto y convivencia con sus semejantes, enseñanzas vitales para desenvolverse en el convulsivo vaivén de la vida profesional. Desde niña la Brendita también heredó el sentimiento de enseñar, lo que para ella no era nada difícil, matemáticas y física. A sus compañeras de aula les impartía clases en las tardes, frente a una negra pizarra donde escribía con el blanco de la tiza, reglas de tres, ecuaciones, operaciones donde se sumaba, restaba y multiplicaba sin uso de la tecnología de calculadoras electrónicas.

Confiesa que, no obstante, al tener capacidades y aptitudes para emprender cualquier carrera, optó por el periodismo, tal vez influenciada por su padre, pero también vislumbró una gran cantidad de oportunidades de relacionarse con la gente, hablar, entrevistar desde un presidente, un artista famoso, un profesional o hasta el más humilde y sencillo ciudadano iletrado.

Suenan las marimbas y… comienza a mover los pies poniendo en acción lo que se convirtió en ella un arte y una pasión, bailar el son de marimba, disfrutando de las piezas; Los dosbolillos, El acuartillado, El mate amargo, entre otras, queaprendió magistralmente con la conducción del profesor Bayardo González.

Demostró a las monjas que los chavalos de la JS eran buenos alumnos

Se vinculó a la lucha pre y pos revolucionaria sandinista, cuando todavía estudiaba la secundaria en el colegio Santa Teresita, de Masaya. Tras el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 1979, Brenda se integró a la titánica tarea queemprendió el nuevo gobierno sandinista en marzo de 1980, la Cruzada Nacional de Alfabetización.

Le correspondió enseñar a leer y escribir a comerciantes deverduras y frutas del mercado de Masaya, los que a pesar deser iletrados eran excelentes en el manejo de los númerosdando cambios y realizando operaciones matemáticas alaire. Su paciencia y experiencia cuando impartía clases a suscompañeras no le resultó nada difícil a la joven alfabetizadora. Concluida en agosto del año 80 la alfabetización, que duró seismeses, se integró a la Juventud Sandinista, correspondiéndole ser la secretaria de centro en el colegio Santa Teresita, donde las monjas señalaban a los jóvenes sandinistas de ser malos estudiantes académicamente. Brenda desmitificó ese mal concepto de las religiosas con sus altas calificaciones desobresaliente.

En esta etapa de colegiala y dirigente juvenil sandinista, el desafíoera transformar a la actual generación en “el hombre nuevo”, despojándose de cargas y formas de egoísmos, discriminaciónpor razas, colores, credos, posiciones económicas o sociales,heredadas de la dictadura somocista, afirma Brenda.

En la artillería antiaérea

Cuando ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) le correspondió la responsabilidad de trabajar en la organización junto a miles de jóvenes estudiantes de diversos departamentos del país. En ese período, 1983 cuando la agresión norteamericana se comenzaba a expandir con expresiones de bandas armadas de contrarrevolucionarios, las rutas de buses en Managua circulaban toda la noche y existía una excelente seguridad ciudadana, donde los asaltos y robos eran historia del pasado somocista.

“Yo salía de la universidad a las tres de la mañana, abordaba una ruta que me llevaba a una parada cercana a mi casa y caminaba de lo más segura en esos días cuando todavía se respiraban aires del triunfo revolucionario.”, recuerda la colega, a quién conocí cuando llegó a trabajar al extinto Diario Barricada, entonces Órgano Oficial del FSLN.

Conforme la agresión armada y bloqueo económico se arreciaba en contra de Nicaragua por parte de la administración estadounidense, a cargo en ese entonces del ex actor de películas de vaqueros en el viejo oeste; Ronald Reagan, Nicaragua en revolución demandaban del concurso de todos los revolucionarios para defenderla en distintos frentes de combate, con las armas, en la economía, garantizando la producción de granos básicos y las tradicionales cosechas de café y azúcar.

La flaquita se integró en las Milicias Populares Sandinistas, batallones de mujeres que por cuyo uniforme café oscuro les hacían llamar “las chocolitas”. Recibió entrenamiento de arme y desarme de fusilería con AK 47, disparo diurno y nocturno, además de diversos ensayos al momento de una invasión armada.

Tiempo después le llamaron a participar de una especialidad en la artillería antiaérea. Le correspondió entrenarse en el uso y manejo, arme y desarme del ZSU-23 un cañón automático doble, fabricado en la extinta Unión Soviética, con un peso de cerca de una tonelada y una cinta de 50 balas, con un alcance efectivo de 2,500 metros.

Se desempeñó como jefa de escuadra y de la pieza de esa pesada arma que la operaban con 5 compañeras, las que funcionaban como apuntadores, operadores y cargadores listos a pegar el blanco enemigo.

Todas estas actividades y aprendizajes fueron de vital importancia para forjar el temple y fortalecer su personalidad de mujer, al convivir experiencias con muchachas obreras, estudiantes, profesionales, todas partícipes y con una sola misión: Defender la patria de la agresión yankee.

Interrumpían el sueño y salían bajo la lluvia

Entre las durezas del entrenamiento militar de estas chavalas, se incluía que cualquier madrugada, cuando estaban gozando de un maravilloso sueño, les tocaban la alarma de combate para salir vestidas con su fusil, aún bajo un fuerte aguacero a las tres de la madrugada iban a tomar posiciones de defensa en las baterías anti aéreas.}

Al equipo de jóvenes les permitían armar y desarmar el pesado instrumento de guerra (hasta cierto límite) sin embargo, la curiosidad un día llevó a Brenda a tocar y desarmar la aguja percutora, vital para martillar el mecanismo de disparo. En esa acción se encontraban, cuando de pronto se les perdió el resorte, pieza fundamental para el funcionamiento del arma.

Cundió el temor de ser sancionadas severamente por haber infringido el protocolo de seguridad y manejo de la pieza. No encontraban qué hacer para resolver la situación. Hasta que una de las integrantes del equipo recordó tener un amigo que podía ayudarles a encontrar el resorte. Inventaron una excusa para salir de la base militar y viajaron en bus a buscar el repuesto. No era el original, pero resolvía, regresaron, lo instalaron y nunca más volvieron a jugar a las mecánicas.

En 1987 culminó el Servicio Militar Patriótico (SMP) y fue llamada para trabajar en la oficina nacional de la organización juvenil del FSLN. Tiempo después, pasó a trabajar al departamental Managua donde asumió la responsabilidad de propaganda e ideología.

La herencia periodística estaba pendiente y ella solicitó, dada su condición de graduada en periodismo, ser trasladada a la revista Los Muchachos, órgano de la Juventud Sandinista. En este medio de comunicación su permanencia fue efímera, recuerda haber escrito un ensayo sobre el poeta Alfonso Cortés y algunas otras notas.

Con Chayanne se llevó las ocho columnas

En 1989, llegó al Diario Barricada, órgano oficial del FSLN, donde la ubicaron a trabajar en la sección de Todo un Poco, a cargo de jóvenes de la Juventud Sandinista.

Recién ingresada, le asignaron la cobertura de la llegada del cantante y bailarín puertorriqueño Elmer Figueroa, conocido como Chayanne, quién en esa ocasión llegó a Nicaragua para ofrecer varios conciertos. Era la sensación del momento en la farándula juvenil del mundo latinoamericano y los muchachos se desbordaban por asistir a sus conciertos y tratar de imitarlo en sus bailes y cantos.

La conferencia se realizaría en la entonces exclusiva discoteca El Lobo Jack en el Camino de Oriente de Managua, casi al frente de Barricada, local que estaba atestado de periodistas y de fanáticos del artista al que querían ver y hasta tocarlo.

Brenda intuyó que si se sumaba a la conferencia su trabajo no tendría mucha importancia, debido a que las preguntas y respuestas serían colectivas y ganarían los de las radios y canales de televisión que transmitían algunos en vivo y otros con muchas horas de anticipación de la salida vespertina del diario.

Gestionó insistentemente una entrevista exclusiva con Chayanne y al rato estaba en el camerino, donde el hombre alto y espigado la impresionó, dejándola casi sin habla. Se repuso y soltó una sola pregunta: ¿Cómo se prepara Chayanne cuando tiene un público como el nicaragüense?

-Me relajo, tomo aire, me pongo calmado y salgo como un tigre al escenario-

Al día siguiente el titular de Barricada fue más o menos así: Chayanne sale como un tigre al escenario.

La noticia más importante de un periódico recibe el nombre de “ocho columnas”, debido a que antiguamente los diarios dividían la plana en ocho columnas y a pesar que modernamente la redujeron a cinco o seis columnas, quedó la tradición de “te llevaste las ocho columnas”, lo que significaba un elogio y satisfacción para el redactor.

A las relaciones públicas

Tras cinco años de laborar en Barricada, saltó a una nueva experiencia. Las relaciones públicas. Primero trabajó en ENEL, durante 5 años, luego en la fundación Los Pipitos, durante 10 años y actualmente en la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, desde donde contribuye a promover y defender los derechos humanos de los nicaragüenses.

Orden Rigoberto Cabezas

Recientemente Brenda, quién es presidenta de la Unión de Periodistas de Nicaragua (UPN), organización surgida el primero de marzo de 1978 en la colonial ciudad de Granada, fue distinguida por la Asamblea Nacional con la Orden Rigoberto Cabezas, junto a un grupo de 17 comunicadores en ocasión del Día Nacional del Periodista.

Brenda todos los días pone en práctica las enseñanzas paternales y las aprendidas en las aulas universitarias y de la vida: Respeto, ética, tolerancia, valores, sin discriminar a nadie por su condición, en tanto ella disfruta de reír, bailar y compartir con sus amigos todo lo hermoso de la vida.

El personaje

Brenda Nicolasa Trejos Ubau, nació en Masaya el 8 de marzo de 1962.

Es la mayor de tres hermanos, Lázaro y Ricardo Darío, frutos del matrimonio del profesor y periodista Ricardo Trejos Maldonado y la señora Yelba Elena Ubau Morales. Es fundadora de la Juventud Sandinita en Masaya. Trabajó en la secretaría nacional y departamental del brazo juvenil del FSLN. Laboró en la Revista Los Muchachos y el Diario Barricada, con su padre codirigió el programa Domingos del Alma, en Radio 580.

Se ha desempeñado durante más de 20 años a las relaciones públicas. Actualmente conduce la dirección de relaciones públicas de la Procuraduría para la defensa de los Derechos Humanos.

3 Comments

  1. Felicitaciones Bendita, el periodismo en las venas, no es para cualquiera. Para bien de nuestra sociedad, fuiste una de las escogidas. Un abrazo fuerte desde el norte de Nicaragua.

  2. Un saludo a Brendita…una muchacha ejemplar, mujer de Ñeque a como llamaban nuestras abuelas a quienes se distinguian por valentia y arrojo, para encarar y vencer las dificultades de la vida.
    Brenda se constituye en la porta-estandarte del periodismo comprometido con la verdad, el amor y la defensa de la REVOLUCION.
    En la actualidad, es un orgullo para todos y todas los(as) periodistas de Nicaragua, ser representados por Brenda como presidenta de UPN.
    Un saludo y fuerte abrazo rojinegro, para Brenda.

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