- Tras la intentona golpista por la derecha opositora
- Diputado Carlos Emilio López explica el rol de las Comisiones de Reconciliación, Justicia y Paz, y los alcances de la Ley de Amnistía
Valeria Imhof
El gobierno sandinista ha redoblado sus esfuerzos en la búsqueda de la paz y la reconciliación de las familias nicaragüenses promoviendo la Ley de Amnistía, la Ley de Atención Integral a las Víctimas del terrorismo golpista; el Plan de Retorno Seguro, y Reinserción Social y Familiar; y las Comisiones de Reconciliación, Justicia y Paz, entre otras acciones.
El objetivo es seguir construyendo la paz en Nicaragua luego del intento golpista de abril del año pasado cuando centenares de nicaragüenses fueron secuestrados, maltratados, ultrajados, torturados y asesinados por grupos violentos organizados por la derecha opositora al gobierno.
La Ley de Amnistía o Ley 996 conlleva el “perdón penal” a todas las personas que estuvieron involucradas directa e indirectamente en delitos políticos y en delitos comunes conexos durante la intentona golpista. Es decir, la amnistía es un perdón “en la búsqueda de la paz, reconciliación y el entendimiento”, explicó el diputado Carlos Emilio López.
La Ley 996, aprobada este 8 de junio por la Asamblea Nacional, se basa en la Constitución Política de Nicaragua y los documentos rectores de las Naciones Unidas, pues la amnistía es una figura universal. “Los estados comprometidos con la paz han aprobado leyes de amnistía para perdonar a quienes se les ha demostrado su culpabilidad”, refirió el parlamentario.
De acuerdo a la Ley, la amnistía cubre a todas las personas que cometieron delitos o se les acusa de cometer delitos entre el 18 de abril de 2018 y 10 de junio de 2019, fecha de entrada en vigencia de la legislación. Ahora bien, las personas que en ese periodo cometieron delitos, pero no dentro del contexto de los actos de violencia, no los cubre la Ley; tampoco a aquellos que cometan actos delictivos después de su publicación.
“Los que cometieron acciones fuera del sistema legal del país porque quieren asaltar el poder y desconocer un gobierno legítimo cometieron delitos políticos, pero aquí también se cometieron delitos comunes como delitos contra la vida, contra la propiedad, integridad personal y sexual”, apuntó López, convencido que con esta Ley el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional demuestra una vez más su compromiso con la paz.
No Repetición
Al explicar en detalle el articulado de la Ley 996, el diputado López señaló que la misma otorga el beneficio del perdón a quienes les han señalado la comisión de un delito, pero no se había iniciado un proceso de investigación; a quienes fueron señalados de cometer el delito y ya se había iniciado el proceso de investigación; a quienes se les comprobó la comisión del delito; y, por último, a quienes estaban cumpliendo su sentencia condenatoria.
“Esta Ley además toma en cuenta los parámetros del derecho internacional de los derechos humanos aprobados por Naciones Unidas y la historia de Nicaragua”, destacó. El Estado de Nicaragua ha otorgado 54 amnistías; desde 1979 a la fecha se otorgaron 15 amnistías: 10 durante el primer gobierno sandinista en los años 80, tres durante el gobierno de Violeta Chamorro y una durante el gobierno de Arnoldo Alemán.
Asimismo, la Ley cubre los procesos administrativos y jurisdiccionales en materia penal, ordena la libertad de los presos, la cancelación de registros de antecedentes penales y recoge el principio de No Repetición como compromiso de las personas beneficiadas a no volver a realizar actos que impliquen la comisión de delitos contemplados en la Ley. “Los victimarios critican la amnistía pero son lo que se están beneficiando de ella“, agregó.
El artículo 3 señala que “las personas beneficiadas con la presente Ley deben abstenerse de perpetrar nuevos hechos que incurran en conductas repetitivas generadoras de los delitos aquí contemplados. La inobservancia del principio de No Repetición trae como consecuencia la revocación del beneficio establecido por esta Ley”.
De acuerdo a López, esta Ley es un perdón con no repetición, un acto de buena voluntad del gobierno “pero tiene que haber un compromiso de quienes están recibiendo este beneficio porque pueden ejercer sus derechos constitucionales como el derecho a la protesta pacífica pero no pueden volver a cometer protestas violentas y destructivas que limiten la movilización, asesinatos, torturas y destrucción de bienes públicos y privados”.
“Esta Ley no está impidiendo el ejercicio de los derechos constitucionales, sino que está estableciendo un mecanismo de protección al pueblo de Nicaragua para no volver a ser víctima de los delitos que cometieron las personas que están siendo beneficiadas con la Ley,” aclaró el parlamentario.
La Ley 996 “no es más que la expresión que siempre ha tenido el gobierno sandinista, el sandinismo, de buscar la paz, la reconciliación, es un perdón con memoria histórica, parte de un conjunto de decisiones de un gobierno que siempre ha tenido vocación de paz”, dijo el legislador, quien recordó que los que participaron en la contrarrevolución también fueron amnistiadas luego que asesinaron, torturaron y secuestraron en una guerra que dejó miles de muertos en Nicaragua.
Comisiones: espacios de diálogo
Otro de los pilares dentro de la política del gobierno en aras de alcanzar la reconciliación y la paz son las Comisiones de Reconciliación, Justicia y Paz, instaladas en todo el territorio nacional como un espacio para que las familias se puedan encontrar y sanar sus heridas.
Hasta el momento se han instalado unas 2 mil 911 comisiones a nivel nacional, de 5,000 que se pretenden instalar el próximo mes de julio y de 10,00 antes de finalizar este año. Se prevé la instalación de una Comisión Nacional, 15 departamentales, 153 municipales y dos regionales. El resto serán comisiones comunitarias, barriales y comarcales.
López explicó que las comisiones son espacios de diálogo, de comunicación y búsqueda para resolver los desencuentros y desentendimientos y erradicar los métodos violentos como forma de comunicación. “Estas comisiones buscan que enterremos el odio, el rencor, la polarización, la confrontación, la competencia, la negación de la diversidad, la humillación como práctica política, la exclusión, el sentido de superioridad, el egoísmo, la mezquindad”, precisó.
En fin, busca erradicar “todos los antivalores que en algún momento se entronizaron en nuestra sociedad por los mensajes de los medios de comunicación global, las transnacionales de la comunicación y también algunos mensajes religiosos distanciados del mensaje originario de Jesús y el evangelio”, resaltó. Según el legislador, las comisiones están trabajando para promover los valores cristianos, socialistas e incluso valores ancestrales de la cultura originaria como “el yo comunitario, el yo social, el sentido de colectividad, la vida comunitaria, el interés colectivo, los valores cristianos, el amor al prójimo, la identidad, la solidaridad y la unidad”.
Las comisiones están integradas por líderes religiosos comunitarios, pastores, delegados de la palabra y laicos que tienen un compromiso social y se identifican con las aspiraciones colectivas de su comunidad. También participan líderes sociales, comunitarios, maestros y servidores de la salud.
En su opinión, ha habido una aceptación de la población porque Nicaragua quiere la paz. “El vendedor de raspados, el lustrador, la señora de los mercados, el obrero, el campesino, el vendedor ambulante, el taxista, el comerciante, el estudiante quieren la paz. Hemos viajado por todo el país, en las zonas urbanas y rurales y en todos lados la gente ora por la paz”, subrayó.
Alianza gobierno-sociedad
Otro de los objetivos de las comisiones es identificar a aquellas personas que fueron víctimas del terrorismo golpista para brindarles atención psicológica.
“Esa es una de las misiones más importantes de la comisión: ser espacios de sanación espiritual, emocional y social para superar el duelo, el dolor, los traumas, los sentimientos encontrados y todas las repercusiones que dejó el terrorismo golpista”.
“Nos hemos encontrado con gente que quedó con discapacidad, con fragmentos de bala en el cuerpo, que perdieron un ojo, personas sordas, abusos sexuales a hombres adultos, violaciones, torturas, actos denigrantes, humillantes, lesivos a la dignidad de las personas; ha sido impresionante los efectos psicológicos, los efectos sociales, espirituales y las comisiones tratarán de ser espacios de sanación, de catarsis social y catarsis espiritual”, destacó.
¿Quiénes integran las comisiones? De acuerdo al diputado, personas de buena voluntad que quieren la paz en Nicaragua, que necesitan un espacio de reflexión y entendimiento y las instituciones de gobierno van a trabajar mano a mano con ellos para darle atención a las víctimas.
Las comisiones han permitido involucrar a muchos liderazgos sociales y religiosos en las comunidades que colaboran con el fortalecimiento de una cultura de paz y justicia. Ejemplo de ello son las asambleas comunitarias que se han organizado para la superación de los conflictos y desencuentros por medio de métodos y técnicas pacificadoras.
Es importante resaltar que estas comisiones están enmarcadas en la Ley de Atención Integral a las Víctimas, Ley 994, que procura la reparación, rehabilitación y resarcimiento a todas las personas que fueron víctimas del intento de golpe de Estado. “Reparar, resarcir el tejido social, el tejido espiritual, atender psicológica, económica, social y materialmente a las víctimas”; sostuvo.
“Las comisiones son una expresión de la voluntad del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de promover, fortalecer y consolidar la paz a través de una alianza gobierno -sociedad que tienen el mismo objetivo: alcanzar la paz”, enfatizó el legislador.
En cuanto el Plan del Retorno Seguro, y Reinserción Social y Familiar, contempla el regreso de los nicaragüenses que salieron del país en el contexto de la crisis provocada por la intentona golpista, y el acompañamiento del Estado para su reinserción laboral, familiar, económica y social.