Fabrizio Casari (*)
La recuperación económica está caminando con decisión, pero el diálogo continúa en pequeños pasos. El país descubre nuevas obras sociales y proyectos de modernización, pero el INCAE parece convertirse en el teatro donde se escenifica la comedia del absurdo.
El escenario presenta una parte de los negociadores que habla con una voz única y responde a la mayoría gubernamental que los ha delegado. Frente a ellos hay otros negociadores, antagónicos, que expresan posiciónes diferentes entre ellos y cada día. Por supuesto, el hecho de que los verdaderos jefes opositores no se sienten en la mesa, no facilita la tarea.
Pero mientras la derecha decide algo más que comer del menú del INCAE, el país debe ser gobernado y, por lo tanto, el gobierno continúa cumpliendo sus compromisos. Nada extraño: para la historia, la tradición y un profundo sentido de la acción política, el FSLN respeta los pactos con amigos y enemigos. El cernido, la manipulación y el no respeto de los compromisos nunca han sido usos del sandinismo.
Los detenidos se liberan recurriendo a una disciplina política absoluta, que transfiere el concepto de justicia en el marco de la responsabilidad política nacional. Demuestra cómo gobernar es mucho más importante que mandar, porque el gobierno de lo existente involucra también la gestión política del comando.
Construye pasos tácticos, horizontes estratégicos. Dibuja una idea de un país, reúne a todos para compartir responsabilidades; advierte a los que piensan que es posible derrocar al país, que la fuerza pertenece a los que la tienen, quiénes saben cuándo usarla y cuándo dejarla en segundo plano. Recuerda a todos que solo la comprensión política puede producir un marco de reconocimiento mutuo; porque, como repite una canción maravillosa, habrá patria para todos o no habrá para ninguno.
Las herramientas de propaganda de la derecha
Es precisamente en la idea de una patria compartida que la derecha no se establece. Su aspiración de ser una colonia, su papel de Caballo de Troya del imperio incluso le impide simular estar en desacuerdo con las sanciones del país. Incapaces de razonar sobre el interés general, sobre la dignidad nacional, no pueden levantar la vista desde sus propios pies, lo que permite solo pequeños pasos. Por otro lado, verlos pedir que no se sancionen cuando se arrodillaron para invocar castigos, sería, debe decirse, un acto notable de compulsión y arrepentimiento.
La mesa de negociación incluye varios temas: liberación de detenidos, revisión de los mecanismos electorales, indemnización, compromiso de no repetir el horror y esfuerzos contra cualquier sanción internacional. En cuanto a la liberación de reos, el gobierno ya ha superado todas las expectativas, forzando la paciencia y el perdón.
Obviamente, la campaña de la derecha sigue, aun en presencia de resultados que muestran que no solo el gobierno respeta la hoja de ruta prevista desde el inicio de la negociación. Es el único que observa lo que está concertado por todos, contra una oposición que, hasta este momento, no respetó ni uno de los objetivos postulados en la mesa de negociación.
Los medios familiares -La Prensa, El Nuevo Diario, Confidencial y Radio Corporación, además de Canal 10 y otros – continúan con la tarea de desinformar a la población y al extranjero. No son estructuras periodísticas, solo son herramientas de propaganda, almacén de cada invento siempre que sea falso, hardware indispensable para mantener alta la solicitud de sanciones.
Contar cada día de una represión feroz inexistente, de una dictadura tremenda que nunca se ha demostrado, ignorar la legitimidad del voto popular solo porque es anti oligárquico, es la actividad de estas pequeñas fábricas de odio y mentiras. Nunca antes el periodismo había caído tan bajo, la ética profesional nunca había sido arrendada a precios de ganga. Quien vende el país, a su vez compra al escritor contra la patria.
Luego está la cuestión electoral. El 2021 será el año en que los nicaragüenses volverán a las urnas, por lo que la extrema derecha tiene tiempo suficiente para encontrar un pacto interno para compartirse las cuotas de poder y los grupos parlamentarios, las únicas verdaderas aspiraciónes básicas.
Apoyándola está la OEA, aliado estratégico de todas las derechas, lista para abordar el tema de la reforma electoral. Pero la misma OEA necesita aparentar equilibrio, exhibir decencia; de allì el conflicto con el intragable.
El sandinismo insertado en las venas del país
Además, la lógica del choque a toda costa nunca produce, por defi nición, una disminución del riesgo político. Especialmente en Nicaragua, donde ya se ha destacado la capacidad del FSLN, la idea de la familia Chamorro de transferir la disputa política a una confrontación permanente no parece un pensamiento brillante.
Donde se precipite la crisis, nadie estará a salvo en lo más mínimo, y menos aquellos que han derramado gasolina en el incendio, prefi riendo ver la quema de un país en lugar de su libertad y progreso. Del entendimiento político en obsequio a la Constitución puede nacer una nueva fase, de la falta de acuerdo surge el choque. ¿Alguno de los oligarcas tiene dudas sobre su resultado? La parte más advertida de la oposición, es decir los partidos históricos del país, tienen claro cómo el sandinismo está tan insertado en las venas de Nicaragua que casi se convierte en sinónimo. No es el sandinismo un fenómeno transitorio, un hecho circunstancial; es una parte irreprimible del pasado, presente y futuro de Nicaragua. Puede ser derrotado, pero no eliminado, puede sufrir un alto, pero no la extinción.
A diferencia del ala fascista de la oligarquía, la oposición politica es perfectamente consciente de que, incluso en el mayor triunfo de la derecha, el FSLN nunca cayó por debajo del 35% del electorado y que las elecciones que perdió (robadas con los fraudes de los liberales) no fueron el principio del fi n, sino que tomaron el valor de un nuevo repliegue táctico funcional a la acumulación de fuerza y para reanudar el camino, el país y el destino. Por lo tanto, es inútil propiciar o incluso hipotetizar escenarios que ven al sandinismo expulsado de Nicaragua; es mucho mejor comprender que la fuerza y el arraigo que proporciona obligan a todos, en el pais y afuera, a un reconocimiento y un posicionamiento en el marco de la dialéctica política clásica entre mayoría y oposición.
Mejor tenerlo claro: lo que está sucediendo en la derecha nicaragüense es la entrada del choque interno que tendrá lugar en 2021. Es decir, la feroz lucha entre los diversos partidos, los caudillos y los enviados especiales de las familias, para obtener el liderazgo de la derecha.
La fuerza de choque de la oligarquía
Las diferencias entre ellos son muchas y ninguna de ellas parece ser solucionable en una forma simplificada. Entonces sucede que el componente que sostiene el diálogo y no se levanta de la mesa, es el que tiene más votos; por lo tanto, no está inclinado a recibir órdenes de los funcionarios de la familia.
El choque no está en el contenido, sino nicaragüense tomó el campo de primera mano y no aceptó ser representada por los partidos históricos nicaragüenses. Su único representante es él mismo y, a lo sumo, delega Montealegre y el MRS el diseño del campo, confundiendo así mayordomos con arquitectos.
La familia Chamorro no acepta la hipótesis de una reunificación de la oposición bajo las diversas siglas, por lo que se remonta al experimento de 1990 con la UNO. Ellos quieren liderar la oposición al gobierno con el producto político generado por el intento de golpe.
La llamada Alianza Cívica y el M-19, de acuerdo con las indicaciones del Departamento de Estado e indiferentes al interés nacional, se imaginan en derecho de evitar la mediación política y sus ritos. No son agregados politicos, son productos directos de la oligarquía, concebidos exclusivamente como su fuerza de choque.
Se despliegan viejas herramientas en mal estado de las familias oligárquicas que se disfrazan de improvisados e ilustrados expertos de ciencias políticas, y afirman que la función política de los partidos está consumada y que, por este motivo, debe recompensarse la frescura de las estructuras nacidas desde abril de 2018.
Pero la verdad es otra: quieren el mando directo y exclusivo de la oposición al Frente Sandinista, no quieren renunciar a la parte del poder institucional, sea cual sea el resultado de la votación, y no pueden tolerar la salida de los grupos parlamentarios que responden a sus respectivos partidos y no a las familias.
Sin credibilidad, sin líder ni programa
Sin embargo, todos están de acuerdo en un aspecto: reunir el antisandinismo de cualquier forma y color es una condición necesaria, aunque no suficiente, para intentar ganar las elecciones de 2021. Para lo cual contarán con apoyos, dólares y consejos, ayuda externa; mediante la manipulación permanente se tratarà de fortalecer una ingeniería de consenso.
Cambiarán al diablo por agua bendita, las razones con el mal, lo correcto con lo incorrecto. Revertirán la realidad en un intento de confundir y manipular, utilizando conceptos y principios que pertenecen al FSLN y su historia. Nombrarán víctimas y héroes nunca nacidos, y los colocarán como iconos de la oligarquía anexionista, expresión del malinchismo más traicionero.
Los autenticos héroes y mártires nicaragüenses serán privados de su sandinismo, que será revendido vestido de liberalismo. La siembra de odio para el Frente Sandinista y su Comandante será principio y fin del discurso político. De hecho, no pueden producir un programa mínimo, una hipótesis de país.
Pero todo esto puede no ser suficiente, porque ya tres generaciones de nicas tienen una idea clara de lo que es correcto en Nicaragua. La más grande sabe qué era el somocismo y quiénes eran sus aliados, increiblemente parientes de los que hablan de libertad hoy. Otra generaciòn recuerda bien los 16 años de hambre, miseria y abandono que vivió el país bajo los gobiernos liberales, que alcanzaron niveles de corrupción sin precedentes, robaron todo lo que debía ser robado y dejaron a Nicaragua despojada y sin sangre. La generación de hoy, por su parte, ha visto el horror del vandalismo y el terrorismo de 2018, rostro auténtico de un ala de derechas con tracción oligárquica e inclinación fascista.
Es difícil encontrar el consenso suficiente para ganar, especialmente si muestran cada día cómo los intereses de algunas familias son más importantes para ellos que los del país. No tienen credibilidad. No tienen un líder. No tienen un programa.
Para presentarse a los votantes no tienen otra alternativa que el acuerdo nacional que los haría protagonistas, autorizados a hablar de Nicaragua en Nicaragua y no solo en los Estados Unidos. La encrucijada es entre la presencia política o la irrelevancia. Tómalo o déjalo.
(*) Periodista, analista político y director del periódico online www. altrenotizie.org
La burguesia capitalista y el MRS instrumentos del Imperio miseeia humana invasor y saqueador deelincuente ladron quiere a toda costa, su principal objetivo es derrocar al FSLN asesinar a los dirigentes del FSLN y a toda su militancia sandinista, Ellos habla de matar a 3000 Sandinistas muerto para llegar al poder con engaño, mentiras, falcedades,manipulaciones, informacion mediatica falsa tambien deportando a miles de Nicaraguenses de los EEUU y conyratando y enviando Maras Sicarios a matar y asesinar son terroristas golpistas asesino criminales delincuente, aqui en Nicaragua hay un Estado Democratico libre y soberano un gobierno legitimo electo democrativo en comisio electorales y puesto por el pueblo el Soberano, en nuestra Democracia hay elecciones en el 2021, el Imperio pierde y su financiamiento porque son mediocres asesinos de la humanidad ladrones saqueadores le Robaron a Venezuela, Libia, IRAK, Afganistan, etc.