Fredy Franco (*)
En abril de 2018 inició el intento golpista que en tres meses fue estratégicamente derrotado. A un año de distancia hemos recuperado la paz y debemos defenderla todos los días; debemos continuar fortaleciendo el diálogo, el entendimiento y la reconciliación para el bien del país. Hemos restablecido la dinámica económica y debemos consolidarla, para asegurar la sostenibilidad de la lucha contra la pobreza y el creciente bienestar material y espiritual del pueblo.
De esta experiencia dolorosa y trágica provocada por el imperio y la derecha nicaragüense, en tres meses de infierno fascista, aprendimos:
1- El vital valor de la paz y quiénes son sus enemigos.
2- Que a los enemigos del pueblo no les interesa el progreso del pueblo y son capaces de hacer uso de todas las estrategias, métodos y acciones, por muy criminales que sean, para derrotar o aniquilar a la fuerza y a las personas que encabezan la lucha por el bienestar del pueblo.
3- La importancia de la unidad, la disciplina, la firmeza y la paciencia estratégica sandinista para enfrentar y derrotar al golpe y a los golpistas. 4- La vieja y la misma historia del imperio y la derecha nicaragüense a él subordinado, de pretender detener -a cualquier costo- los avances populares y nacionales en este y en otros momentos de la historia; solo que hoy con la diferencia que hemos logrado un mayor acumulado político y de experiencias del FSLN como fuerza progresista y revolucionaria.
En ese sentido sucedió con el gobierno liberal de Zelaya (1893-1909) que, aunque era un gobierno de carácter burgués, tomó ciertas medidas nacionalistas que fueron vistas como amenazas por los Estados Unidos, quienes subordinaron a las fuerzas conservadoras del país y provocaron el derrocamiento del gobierno en 1909, a través del ultimátum de la Nota Knox.
Con paciencia se enfrentó al infierno golpista
Sandino, después de haber derrotado a la marinería yanqui, firmó la paz con el presidente Sacasa en febrero de 1933 para estabilizar el país después de 7 años de guerra y abrir una etapa pacifica, pero esto fue visto como una amenaza por el imperio yanqui, quien coludido con las fuerzas libero-conservadoras ejecutaron el asesinato de Sandino, la represión a las fuerzas sandinistas e instalaron a la sangrienta dictadura somocista.
La nación nicaragüense, encabezado por el FSLN, derrotó a la dictadura somocista y abrió una etapa de transformación en beneficio del pueblo como nunca antes en nuestra historia; este avance pretendió ser detenido por el imperio yanqui y las fuerzas contrarrevolucionarias a su servicio, a través de la guerra y el bloqueo principalmente, lo que limitó las transformaciones revolucionarias provocando atraso económico y miles de muertos.
La vuelta del FSLN al gobierno nacional en 2007 hizo posible -en 12 años- avanzar en la paz y en la reconciliación con todos los sectores del país, lo que sirvió de premisa para progresar restituyendo muchos derechos del pueblo y avanzando en todos los campos del desarrollo.
Lo anterior provocó una reducción significativa de la pobreza y creciente progreso económico y social del pueblo; frente a ello, de nuevo el imperio y la derecha nicaragüense han pretendido destruir el ejemplo nacional e internacional de la exitosa gestión sandinista, usando los más criminales métodos.
Teniendo la razón y la verdad de nuestra parte, con paciencia y estoicismo enfrentamos el infierno golpista y su derrota fue posible, todo por el amor a la paz de la inmensa mayoría del pueblo, porque fueron quedando al desnudo los propósitos crueles, destructivos, revanchistas y antipopulares de los golpistas, y por la visión y paciencia de los sandinistas que siempre defendieron la paz y supieron actuar en el momento oportuno para revertir toda la ola de odio y criminal de los golpistas y tranquistas.
Al desnudo manipulación y mentiras
Incluso, la decisión del presidente Daniel Ortega de revertir las medidas del seguro social y su llamado al diálogo fue visto por los golpistas como una expresión de debilidad e intensificaron su acción con los tranques, con la violencia terrorista de todo tipo que provocó casi 200 muertos y mucha destrucción material.
Sin embargo, esas acciones se convirtieron en un boomerang contra los golpistas por el creciente rechazo del pueblo y por hacer fracasar el diálogo convocado, creyendo que esto era un espacio de rendición y no de construcción de consensos. Al convertir al pueblo en rehén de su irracionalidad y al crecer la conciencia que su propósito era de llegar al poder a cualquier costo no importando los daños causados, llevó junto a la efectiva estrategia sandinista a la derrota de los diablos golpistas.
Igualmente, fueron quedando al desnudo la manipulación y las mentiras desarrolladas a través de su formato de guerra psicológica y guerra mediática inventando hechos, muertos, falsos positivos, noticias falsas y actores de crisis. Poco a poco se fue enfrentando ese formato de guerra no convencional, haciendo el contrapeso necesario para que saliera a luz la verdad y los propósitos mentirosos y manipuladores de los enemigosde la paz.
Me d i á t i c a m e n t e buscaron un hecho para desatar su guerra psicológica y mediática, la encontraron en las medidas del INSS, desatando un ambiente de descontento en las redes por ellos provocado, y luego inventaron un muerto en la UCA para desatar la violencia y su plan golpista.
Y así fueron usando las redes para atribuir los muertos al gobierno, cuando ellos mismos lo generaron. Inventaron cifras, hablando de hasta 500 muertos, cuando realmente fueron 198 víctimas de su plan terrorista. Luego inflaron las cifras de los detenidos, hablando de 600-800, aunque al final la Cruz Roja Internacional comprobó 295. Nos vendieron un mundo al revés, pero la mentira tiene pies cortos.
Generar más conciencia patriótica
Junto al trabajo político directo, la batalla en las redes sociales y medios de comunicación es permanente, dada las nuevas realidades de la tecnología de la información y comunicación en el mundo, que el enemigo usa con mucha fuerza a través de las llamadas guerras no convencionales expresadas en guerra psicológica, la manipulación y mentira de todo tipo en todos los espacios de la vida.
Ese momento trágico y doloroso vivido, generó muchas víctimas de la violencia y el odio fascista en términos psicosociales. Muchos cayeron defendiendo la paz, son los héroes de la paz, memoria eterna por su heroico aporte al bien común del pueblo.
Debemos luchar como sandinistas y sumar a todo el pueblo, para que no se repita nunca más ese momento trágico y doloroso vivido entre abril a julio de 2018. De ahí la importancia de afianzar la paz, la reconciliación y el entendimiento nacional para que el país nunca más sea víctima del terror, del odio y la violencia fratricida.
Por eso la actual negociación en marcha que, pese a la oposición de grupos ínfimos de ultraderecha, está avanzando en acuerdos y debe llevar a una paz firme y duradera que asegure estabilidad y progreso permanente del pueblo nicaragüense.
Debemos seguir construyendo una Nicaragua para todos, una Nicaragua soberana, justa y en paz. Esa batalla la ganaremos generando más conciencia patriótica, conciencia humanista y compromiso permanente por la paz. En tal propósito el FSLN siempre ha trabajado para lograrlo, es la fuerza más consecuente y comprometida para continuarla construyendo, y siempre está y estará con su liderazgo en la primera y en todas las líneas de acción para hacerlo realidad.
(*) Cientista social e historiador. Profesor titular UNAN Managua.