En sus 60 años la Revolución Cubana confirma que es posible construir una nación y una sociedad
justa, solidaria y pletórica de solidaridad: la sociedad socialista.
Fredy Franco (*)
La Revolución Cubana es la referencia principal de la construcción socialista en el mundo; ello ha hecho a la tierra de Martí en una potencia humana de la solidaridad, con sus grandes logros sociales, culturales, educativos, científicos, deportivos y en salud, pese al despiadado bloqueo y agresiones de todo tipo del que ha sido y es víctima por el imperialismo yanqui.
La Revolución cubana triunfa un 1 de enero de 1959, para asegurar su libertad como pueblo y como nación que nunca tuvo desde la presencia española, y para superar la desigualdad, la discriminación y la exclusión, heredada del colonialismo y continuada por el capitalismo y el neocolonialismo que se impuso desde inicios del siglo XX.
Los revolucionarios cubanos, inspirados en el ideario patriótico y social de José Martí y bajo el liderazgo del compañero Fidel Castro, hicieron posible el triunfo de la Revolución Cubana contra la dictadura de Batista y el interés yanqui en la Isla.
La Revolución Cubana triunfa en el marco del auge de las luchas anti dictatoriales y por la liberación planteada en América Latina y el Caribe. Aunque cayeron algunas dictaduras en ese contexto, solo la Revolución Cubana logró alcanzar el camino de liberación nacional y social que inspiró su lucha.
A Pesar de la adversidad del proceso revolucionario de Cuba, ubicada a 90 millas del territorio estadounidense, no hay fatalismo geográfico. Cuba ha logrado avanzar pese a la agresión y hostilidad permanente del imperialismo yanqui, construyendo con dignidad y heroísmo el nuevo sistema social y político que ha decidido el pueblo de Martí.
Avance social similar o superior al primer mundo
Pese a la buena voluntad de los revolucionarios cubanos de establecer relaciones de respeto y convivencia con los Estados Unidos, desde los primeros momentos de la Revolución el Imperio optó por la agresión por la vía militar primero y luego por la vía del bloqueo económico, comercial y financiero desde el año 1961. Todas las agresiones han sido derrotadas, incluido el mismo bloqueo, que es una flagrante violación a los derechos humanos del pueblo cubano.
Pese al rechazo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional, Estados Unidos continúa con su política criminal, totalmente violatoria del derecho internacional; la Asamblea General de las Naciones Unidas por 27 años consecutivos lo ha rechazado con una votación inmensamente mayoritaria, en este año 189 votos en contra y dos votos a favor del Bloqueo (Israel y Estados Unidos).
Las consecuencias económicas y sociales del bloqueo, innegablemente ha afectado profundamente el desarrollo humano de los cubanos; aun así, ha construido significativamente indicadores de desarrollo humano que ubican a Cuba en el lugar 68 del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de la ONU y convertido la Patria de Martí y Fidel en ejemplo de avance social, muchas veces similar o superior a la de los llamados países del primer mundo.
Un momento extremadamente difícil que puso a prueba a la Revolución Cubana fue el llamado Periodo Especial, en los años 90, provocada por la caída del campo socialista, particularmente de la Unión Soviética, con la que tenía las mayores relaciones económicas, comerciales y de cooperación.
En ese marco los Estados Unidos implementó mayores acciones desestabilizadoras, creyendo que con ellas y con el nuevo contexto internacional, con la difusión de la idea del “fin de la historia” y con las dificultades generada por el periodo especial, caería la Revolución; pero de nuevo la Revolución supo enfrentar y derrotar los nuevos intentos imperialistas.
El bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba; aun así -y con el heroísmo, la conciencia revolucionaria y las capacidades humanas y científicas generadas por la Revolución- el país avanza “sin prisa pero sin pausa”, actualizando su modelo económico, integrando nuevos actores económicos (los trabajadores por cuenta propia), sabiendo insertarse en este mundo complejo y promoviendo las inversiones, la eficiencia y el protagonismo de los trabajadores, que apuntalan a asegurar un socialismo próspero y sostenible para las presentes y futuras generaciones.
Dos revoluciones hermanas
Junto a ello Cuba ha actualizado su Constitución Política, que profundiza la democracia socialista y que busca poner el sistema político a tono con los nuevos requerimientos de desarrollo del Estado y la sociedad cubana.
La nueva Constitución de Cuba ha sido actualizada y aprobada con la consulta y aportes de millones de cubanos, y será ratificada igualmente por millones en este febrero a través de un Referéndum donde el pueblo se expresará de nuevo democráticamente.
Cuba no da lo que le sobra, comparte lo que tiene, y eso se ha expresado en una invariable posición de principio y práctica de solidaridad e internacionalismo con todas las causas justas de la humanidad, con las necesidades de millones de seres humanos en el mundo; de ahí su contribución con contingentes de educadores, médicos, constructores, deportistas, científicos en una centena de países; combatiendo enfermedades y el analfabetismo, compartiendo sus capacidades con muchos países del mundo; contribuyendo a la lucha por la independencia y liberación nacional de muchos países, sobre todo de Africa.
El pueblo de Nicaragua y su Revolución Sandinista ha recibido la solidaridad militante del pueblo de Martí en distintos momentos de la historia: en el terremoto del 72, en la solidaridad con la lucha libertaria del pueblo de Sandino, en su acompañamiento en la primera etapa de la revolución en los años 80 para combatir el analfabetismo, llevar salud y educación, apoyando con brigadas constructoras después del paso del Huracán Joan que arrasó una parte del Caribe y centro de Nicaragua en 1988; en la alfabetización con el Programa “Yo sí puedo” en este segunda etapa de la Revolución, lo que contribuyó a que la Unesco declarara a Nicaragua País Libre de Analfabetismo; en el Censo Nacional sobre Discapacidad que generó el Programa “Todos con Voz”, un programa humanista y de inclusión social.
Cuba siempre solidaria con Nicaragua y Nicaragua siempre solidaria con Cuba en todos los momentos, en todos los espacios de lucha para hacer avanzar la causa de la justicia, de la paz y de la integración de nuestros pueblos, como se expresa de manera concreta en el ALBA.
La Revolución Cubana y la Revolución Sandinista, dos revoluciones hermanas que este año cumplen 60 y 40 años respectivamente, para beneficios de nuestros pueblos y de la causa socialista que defendemos.
(*) Cientista Social e Historiador. Profesor
Titular UNAN Managua.
Muy de acuerdo Cuba es una nación heroica y nos ha dado una gran lección de vida, solidaridad, patriotismo, humanismo y con ello un gran ejemplo a conquistado no con armas sino con el amor al prójimo los corazones de tantos nicaragüense que hemos sabido responder con ese calor humano que sólo la historia dará la fe de ese auténtico lazo.