Todo el pueblo sandinista a derrotar la Nica Act

La oposición antisandinista de Nicaragua, mercenaria, parroquial, provinciana, fanática, títere de los yanquis e ignorante, ya agotó todas sus municiones al interior del país. Lo ensayaron todo, las echaron todas y no pudieron.

Carlos Alberto Escorcia Polanco

A nivel internacional, igualmente, recurrieron a la OEA, ésta a su vez recurrió a su instrumento de manipulación e intervención denominada Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual se limitó a reciclar, magnificar y relanzar las acusaciones de la oposición sin ningún proceso de investigación o verificación que les diera cierta credibilidad.

Simplemente tragaban y procesaban, sin vaselina, toda la montaña de mentiras y calumnias de la oposición. La oposición por su parte “contabilizó” cuanto accidente de tránsito produjera muertos posibles, incluyó riñas de picados, muertes por robos de la delincuencia común y hasta muertos por enfermedades en los hospitales, para inflar el número de muertos hasta la enésima potencia.

La OEA nunca consiguió los votos necesarios para aprobar acciones severas contra Nicaragua y tuvieron que contentarse con declaraciones “impresionantes”, pero meramente decorativas por no ser de obligatorio cumplimiento. La OEA montó varios circos mediáticos para linchar a Nicaragua, pero no lograron nada.

Intervinieron entonces los dueños del circo, o sea los yanquis, y elevaron la parada llevando el caso nada más ni nada menos que ante el Consejo de Seguridad de la ONU, aprovechando que era el turno de Estados Unidos presidir las sesiones. Pero Nicaragua se defendió y países como Rusia y Venezuela vinieron en su ayuda.

Aunque técnicamente el país sentado en el banquillo de los acusados era Nicaragua, la estrategia defensiva de Nicaragua se transformó en ofensiva, poniendo a Estados Unidos a la defensiva. Estados Unidos tuvo que escuchar toda la larguísima lista de agresiones que ha llevado a cabo contra Nicaragua pasando por el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el cual condenó a Estados Unidos por la guerra de los contras.

No frenarán ímpetu revolucionario del pueblo

Abrumada por la avalancha de contraacusaciones de Nicaragua y sus países amigos, Estados Unidos no se atrevió a someter ninguna resolución de condena contra el país, simplemente porque no contaba con los votos para aprobarla. La embajadora yanqui, Nikki Halley abruptamente dio por terminada la sesión.

Desesperados, los sobrevivientes del naufragio del 19 de Julio de 1979, cuando sus hermanos de clase opresora, los somocistas, se hundieron para siempre en el mar de los Sargazos, hoy títeres de los yanquis, igual a como lo fue Somoza en su momento, volvieron sus ojos al congreso de los Estados Unidos para contraatacar con la Nica Act.

La Nica Act, ignominiosa pieza legislativa de la saliente congresista republicana, la cubana batistiana Ileana Ros-Lehtinen, pretende estrangular la economía nacional para forzar la renuncia o el derrocamiento del presidente Daniel Ortega Saavedra.

Aunque la Nica Act ya ha sido aprobada por ambas cámaras, aún no ha sido firmada ni promulgada por el presidente Donald Trump; o sea, todavía no es ley. En razón del intrincado proceso legislativo estadounidense, las dos versiones del mismo anteproyecto de ley tendrán que ser sometidas a un proceso técnico de “conciliación” para sacar una sola versión final.

Pero, aunque ese debería ser un proceso “rápido y furioso”, los días siguen pasando, se acerca la Navidad y el anteproyecto sigue empantanado en la tubería del congreso estadounidense. El portal estadounidense govtrack.us, especializado en darle seguimiento a los anteproyectos de ley, le sigue dando a la Nica Act sólo un 3% de posibilidades de convertirse en ley y ser promulgado por el ejecutivo norteamericano.

Pero, en el caso que la Nica Act sea promulgada y entre en efecto, la nefasta ley llegará muy tarde y muy insuficiente para frenar el ímpetu revolucionario de un pueblo que tomó su decisión de ser libre de la histórica injerencia de los esclavistas del Sur de los Estados Unidos.

En primer lugar, aunque Nicaragua sigue y seguirá necesitando prestamos de los organismos internacionales multilaterales para seguir desarrollando su economía e infraestructura, el presidente Ortega ha tenido casi dos años para irse preparando para el golpe artero y en efecto está preparado.

Nicaragua no está sola

Ya el 95% del territorio nacional goza de tendido eléctrico y lo que hace falta solo requiere de un mínimo esfuerzo para llegar al 100%. A eso hay que agregar el desarrollo espectacular de fuentes alternativas de energía renovable como la energía eólica, solar, hidroeléctrica, geotérmica y la generada por la quema de la biomasa (el bagazo de la caña de azúcar).

En segundo lugar, las obras de infraestructura -como el sistema de carreteras y puentes- cubre más del 90% del territorio nacional y para cuando entrara en vigor la Nica Act, ya será poco lo que se necesite para cubrir todo el territorio nacional con la infraestructura necesaria para el desarrollo del país.

En tercer lugar, existe una media docena de países que están dispuestos a darle la mano a Nicaragua. Los “tigres asiáticos” (Taiwán y Corea del Sur) están otorgando fuertes créditos bancarios en condiciones favorables a Nicaragua por montos respetables que solo este año llegan a más de 500 millones de dólares, y no hay motivos para creer que no seguirán otorgándole préstamos. Además de los “tigres asiáticos”, grandes países como Rusia y China, y ahora México, muy interesados en conquistar los mercados latinoamericanos y por ende tener una ruta de transporte de sus mercancías, no dejarán sola a Nicaragua ante la promesa del canal, el cual superará en dimensiones al actual canal de Panamá.

A la fracasada oposición golpista nicaragüense le encanta decir que Nicaragua no es Venezuela, porque no tenemos petróleo y por lo tanto carecemos de ese fuerte ingreso de divisas que genera el oro negro y que le ha permitido a Nicolás Maduro resistir y sobrevivir todas las agresiones económicas del imperialismo.

En cuarto lugar, los nicaragüenses -aunque no tengamos petróleotenemos agricultura y somos autosuficientes en la producción de granos básicos como arroz, frijoles, maíz, sorgo, leche, carne, huevos, hortalizas y verduras, que nos garantizarán que el imperialismo no nos rendirá por hambre.

Es verdad que no tenemos petróleo, pero producimos nuestros alimentos y esta tendencia no solo se mantiene sino va en aumento. Nuestra dependencia del petróleo irá disminuyendo en la medida que se continúen desarrollando las fuentes alternativas de energía renovable, y todos los proyectos de esta fuente renovable han ido creciendo.

Cerrar filas con el gobierno sandinista

En quinto lugar, están las remesas de nicaragüenses en el exterior y no solo desde Estados Unidos, sino de otros países como España, Costa Rica y Panamá. Actualmente Nicaragua recibe en divisas por concepto de remesas 1,500 millones de dólares anuales y seguirán aumentando porque esa ha sido la tendencia de los últimos 10 años.

La oposición apuesta al colapso de la economía nacional, rendir por hambre al pueblo y hacer aparecer al gobierno sandinista como un fracaso para forzar la renuncia del presidente Daniel Ortega. Lo mismo intentaron en Cuba, en donde hasta recurrieron a la criminal estrategia de incendiar los cañaverales con tal de detener la producción de azúcar, principal rubro de exportación de la isla.

En sexto lugar, el pueblo de Nicaragua, particularmente aquellos sectores populares que en 12 años no han visto el pasaje del bus urbano subir ni un centavo, ese pueblo que ha disfrutado del subsidio a la luz, el agua, de los programas Usura Cero, Hambre Cero, el bono a los bachilleres, becas universitarias, almuerzos y meriendas escolares,ese pueblo tiene que cerrar filas con el gobierno del comandante Ortega y la compañera Rosario Murillo.

El pueblo está llamado a combatir la delincuencia en los barrios mediante la vigilancia revolucionaria. Nuestros hermanos que envían remesas deberían considerar aumentar el monto de las remesas para compensar cualquier posible contracción económica que afecte los bolsillos populares.

La Asamblea Nacional debe exonerar de impuestos a todos aquellos negocios cuyos registros contables no “muevan” más de 10 mil dólares mensuales, mientras suba en un 100 % los impuestos al pecado y los vicios.

Las escuelas secundarias, las universidades, las organizaciones comunitarias, las iglesias y aún la pequeña empresa deberán promover activamente el desarrollo de los huertos escolares, familiares y comunales, para producir las verduras en los patios de nuestras casas.

Los yanquis no nos rendirán por hambre

Toda aquella familia que tenga un patio grande en su casa, debería dedicarse a criar gallinas y producir huevos. Los estudiantes deberían producir tomates, cebollas, remolachas, zanahorias y demás hortalizas en los patios de todo el país, para combatir cualquier agresión económica que quiera rendir por hambre al pueblo.

Igualmente, el pueblo debe vivir una vida disciplinada y fomentar el ahorro, las agencias de remesas deberían ser obligadas a entregarle en dólares los envíos de sus familiares si así lo desean para promover el ahorro en dólares en la banca nacional.

Todo este conjunto de medidas, junto con las millonarias partidas presupuestarias que se le otorgaba a la iglesia golpista y verdugo del pueblo de Nicaragua, más los subsidios a los grandes empresarios que se hicieron millonarios a costa de los dineros del pueblo, tendrán forzosamente que generar un excedente de masa monetaria fiscal que redunde en beneficio del pueblo de Nicaragua.

Si los nicaragüenses producimos nuestro propio gallo pinto, los yanquis no nos rendirán por hambre; si el petróleo no viene de Estados Unidos, sino de Venezuela y estamos incentivando las fuentes alternativas de energía, reduciendo la factura petrolera, si ya tenemos un 95% del territorio nacional servido con electricidad, si los “tigres asiáticos” nos seguirán prestando divisas, si los gigantes de China y Rusia no nos dejaran morir solos, no habrá Nica Act que logre hacer colapsar la economía nacional.

Y los traidores a la patria, los verdugos del pueblo, los que quieren matar de hambre al pueblo, a esos hay que imponerles primero una multa mínima de 100 mil córdobas y la inhabilitación de sus derechos ciudadanos durante 10 años por alta traición a la patria.

Que viva el heroico y sacrificado pueblo de Nicaragua, que viva el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que viva el mejor presidente que ha tenido Nicaragua en los últimos 500 años de historia. Los hijos de Sandino derrotaremos la Nica Act con la voluntad y unidad del pueblo y con la ayuda del Dios que hizo los cielos y la tierra.

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