- En consulta Propuesta de Política de Promoción de una Cultura de Paz y Reconciliación
El gobierno sandinista, en el marco de su compromiso con el bienestar de las familias nicaragüenses, ha diseñado una Propuesta de Política de Promoción de una Cultura de Paz y Reconciliación con el objetivo de mejorar la convivencia en las familias, las comunidades y fortalecer la seguridad ciudadana.
Valeria Imhof
Es por eso que en las últimas semanas se ha iniciado un proceso de consulta de la propuesta para conocer las inquietudes, los aportes y las opiniones de varios sectores de la población con el propósito que puedan contribuir con el fortalecimiento de la paz y la reconciliación en Nicaragua.
En esta propuesta de política se retoman los esfuerzos del gobierno sandinista en los últimos once años para la convivencia pacífica, y la transformación y construcción de ambientes saludables en la familia y la comunidad. Igualmente, continuar trabajando en el fortalecimiento del legado cultural y espiritual de las familias, desde un sistema articulado de promoción de una cultura de paz que permita incidir en la prevención de las expresiones de desencuentro entre las personas, familias y comunidades.
“Nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ha elaborado esta propuesta porque su prioridad máxima es que nuestro pueblo viva en paz, armonía y tranquilidad para progresar”, destacó la ministra de la Familia, Adolescencia y Niñez, Johana Vanesa Flores.
La política hace especial énfasis en el rescate del legado cultural como un elemento de pertenencia, identificación y valores que caracterizan al pueblo nicaragüense como es la práctica de la solidaridad, hospitalidad, cristiandad, fraternidad y entereza para seguir adelante, a pesar de las adversidades.
“La política de cultura de paz que propone nuestro gobierno rescata en primer lugar el papel de la familia como el espacio esencial para formación de valores que son factores fundamentales para la convivencia pacífica en sociedad; y ha definido acciones desde el sistema educativo, la comunidad, los centros de trabajo y las diferentes denominaciones religiosas, considerando que son espacios donde se complementa y fortalece el papel de la familia”, explicó Flores.
Gobierno sandinista, promotor de valores
También menciona que, si bien la familia garantiza la transmisión de valores, es en el núcleo familiar donde se generan conflictos y desencuentros originados en la convivencia cotidiana; de ahí que la política tenga como destinataria a las familias, instituciones e instancias articuladas, capaces de fortalecer valores que ejerce el grupo familiar.
“La familia es el espacio primario y es ahí donde se inicia la formación de los valores comenzando con los más chiquitos para ir inculcándole ese valor de amor, respeto a los adultos. Luego tenemos otro espacio privilegiado como las escuelas donde se da un fortalecimiento de ese rol de la familia y las comunidades, donde nos interrelacionamos todos, y los espacios religiosos”, precisó la Ministra.
En opinión de la funcionaria, la cultura de paz incluye una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos en busca de una alternativa de solución por la vía pacífica. Según ella, si se retoma esta definición se puede identificar que el gobierno ha promovido e impulsado todos estos valores dentro de las familias nicaragüenses a fin de que existan relaciones de respeto, armonía y evitar los desencuentros que son, por lo general, los que desencadenan los actos de violencia intrafamiliar.
En consecuencia, esta política es una continuación de los esfuerzos del gobierno sandinista de alcanzar la paz y reconciliación en Nicaragua. “Esto no lo estamos creando ahora, la cultura de paz ha sido una prioridad, un eje transversal en todo el programa de gobierno del Frente Sandinista”, resaltó la funcionaria.
Es decir, desde hace doce años el gobierno sandinista ha realizado grandes esfuerzos para que las familias nicaragüenses se reconcilien mediante la implementación de estrategias, programas, planes de trabajo y acciones a través de las diferentes instituciones y ministerios. De acuerdo a Flores, esta política viene a retomar esos programas, a articularlos en un solo instrumento para fortalecer la interrelación entre las instituciones, y lograr mayor efectividad e impacto para la promoción de la cultura de paz.
“Si no existe la paz no puede haber desarrollo económico y social; no hay desarrollo humano. Y más allá de eso, la política está diseñada como un esfuerzo de país donde todos tenemos que contribuir retomando esos valores, sobre todo el legado cultural de nuestras familias, recordando que los que nos ha unido a las familias nicaragüenses es el respeto a las tradiciones y a partir de ahí ir encontrando esos puentes que nos acerquen para ir avanzando en esa construcción de esa cultura de paz y para que cada día vayamos encontrando soluciones pacíficas a nuestras controversias”, subrayó.
Proceso de consulta para ley
Uno de los objetivos de la política es el fomento del valor de la solidaridad y la cooperación mutua. “El primer paso que hay que dar es de entendimiento, que nos podamos sentar y buscar la solución pacífica de las controversias, que podemos llegar a soluciones que no impliquen promover estados de alteraciones, violencia y muerte”, dijo Flores.
Otras acciones serán fortalecer los valores en la comunidad, establecer acciones específicas y concretas que puedan hacer viable y efectiva la aplicación de esta política, y crear las condiciones para que el pueblo se apropie de esta cultura como una herramienta que ayude a buscar la resolución pacífica, el diálogo, el entendimiento y el encuentro para resolver los problemas.
“La política se ha diseñado porque es necesario realizar un esfuerzo de país, en el que partiendo de nuestro legado cultural de familias unidas y respetuosas de las tradiciones que nos acercan, que nos unen, podamos todos juntos avanzar en la construcción de una cultura de paz y entendimiento que nos permita avanzar en aras de salvaguardar la paz, la estabilidad, el bien común y la convivencia pacífica entre las y los nicaragüenses”, agregó.
La Propuesta de Política de Promoción de una Cultura de Paz y Reconciliación está dirigida a todos los nicaragüenses sin distingo de colores políticos, étnicos y religiosos. Por eso se está dando a conocer a las comunidades, sector agrícola, cooperativas, productores, entre otros sectores.
“Estamos en la etapa de enriquecimiento y cultura de todos los sectores, una vez que se obtenga todos los aportes y experiencias ya se le va a dar la forma de propuesta de ley para ser sometida a la Asamblea Nacional”, indicó, destacando que una vez que la propuesta se convierta en ley será política de Estado donde todos los nicaragüenses estarán involucrados.
“Esto es un esfuerzo de país donde estamos involucrados todos y que sea una ley significa que es de estricto cumplimiento, y todos debemos de contribuir y poner nuestra fortaleza para el cumplimiento de la misma”, reiteró. ¿Cómo se va a implementar?: con la participación de varias instituciones del Estado bajo el modelo familia, escuela y comunidad.
Golpistas no quieren paz
Ante el intento golpista que quebrantó la paz y la tranquilidad en Nicaragua en los meses de abril a julio, la Ministra refirió que los que promovieron esta destrucción, caos y muerte no quieren la paz y la reconciliación entre los nicaragüenses.
“Aquí lo que hubo fue una manipulación, maldad con nuestra familia y con nuestro pueblo porque hubo manipulación de informaciones, divulgación de información falsa, tergiversaciones de los hechos y eso promovió el desencadenamiento de odio”, consideró.
No obstante, destacó que cuando hay desencuentros dentro de la familia es en el seno de ésta donde está la respuesta a esas diferencias. De ahí la importancia de rescatar los valores familiares de hermandad y solidaridad que siempre ha caracterizado al pueblo nicaragüense.
“Siempre que hay esos desencuentros también existe una historia de amor, de cariño, de entendimiento y eso es lo que nosotros debemos de restaurar. Además, estamos retomando lo que ya se ha venido haciendo y ahora queremos traer a la memoria de nuestro pueblo esos valores para que se vayan empoderando y los tengamos presentes”, subrayó Flores.
Los grupos familiares, el sistema educativo, las iglesias en sus diferentes denominaciones religiosas, las comunidades y los centros de trabajo, entre otros, serán los principales promotores de la cultura de paz. En ese sentido, las iglesias, siendo mayoritariamente cristianas, constituyen un medio muy importante para la formación de valores y la generación de espacios de convivencia, actitudes y conductas que contribuyan a la cultura de paz.
“Una de nuestra fortaleza es que somos un pueblo muy espiritual, muy cristiano y si nosotros decimos que el centro de nuestra familia es Dios, es un Dios de amor, de misericordia y eso es lo que tenemos que tener siempre presente”, expresó la ministra.