Vamos a defender la paz, las victorias y la libertad

  • Presidente Daniel Ortega durante las festividades patrias

El presidente Daniel Ortega participó en la conmemoración del 162 Aniversario de la Batalla de San Jacinto y el 197 de la proclama de la Independencia de Centroamérica, haciendo un llamado a continuar con el legado de los próceres de la independencia que lucharon por una Nicaragua libre, soberana y en paz.

El mandatario nicaragüense inició las festividades patrias con el recibimiento de la Antorcha de la Libertad Centroamericana de parte del campeón mundial de boxeo Christopher Rosales, y que luego fue entregada a estudiantes destacados para que continuara su recorrido hacia la hermana República de Costa Rica.

“Esta antorcha que recorre la región centroamericana nos recuerda una sola patria al momento de la Independencia. Hasta el 15 de septiembre del año 1820 éramos colonia; 15 de septiembre de 1821 Centroamérica dejó de ser colonia cuando Guatemala era la capital, la cabecera de la región centroamericana, entonces Colonia del Reino Español, se proclamó la Independencia”, destacó el comandante Ortega.

Vamos a defender la paz, las victorias y la libertad

La antorcha representa el recorrido de jinetes por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica anunciando la firma del acta de la independencia proclamada en Guatemala, que fue firmada por autoridades civiles y religiosas de los países involucrados.

 

 “Y nacimos a la vida independiente unidos, y ahora que conmemoramos el recibimiento de la antorcha, que es el símbolo del compromiso de los pueblos centroamericanos con ese momento de grito de libertad, de grito de independencia, nos comprometemos a seguir trabajando juntos, luchando juntos por la paz, por la seguridad, por el bienestar de nuestros pueblos”, recalcó Daniel.

La tea hizo su recorrido por el territorio nacional de mano de atletas destacados y estudiantes de secundaria, quienes se comprometieron a continuar con el legado de los héroes y mártires que murieron por la Patria.

Batalla de San Jacinto: Gran Gesta Heroica

“…la antorcha se ha multiplicado en los departamentos ¿para qué?, para que la antorcha recorra todos los municipios de cada departamento; entonces son centenares de muchachos los que han portado esta antorcha, antorcha de esperanza, antorcha de libertad, antorcha de independencia”, subrayó el Presidente.

A su juicio, aunque la antorcha tenía que continuar su recorrido, “la antorcha está en la conciencia de todos nosotros, comprometidos en seguir luchando por una Nicaragua en paz, para el bienestar de las familias nicaragüenses y para un mejor presente y futuro de la juventud nicaragüense…, de los que vienen ya desde niños entrando al preescolar. Se queda la antorcha en toda nuestra conciencia, para que tengamos más energía para el estudio, más energía para luchar por la justicia, más energía para luchar por la paz”.

La primera antorcha salió en septiembre de 1959 desde el Monumento a los Próceres en la Cuidad de Guatemala hasta llegar a Cartago, antes capital de Costa Rica; fue nombrada “Carrera de la Antorcha de la Independencia” en homenaje a los hombres y mujeres que lucharon por la Independencia de la corona española.

El 14 de septiembre, con una gigantesca caminata por la paz, el pueblo nicaragüense celebró el 162 aniversario de la Batalla de San Jacinto, recordada por la gesta heroica del patriota Andrés Castro, quien logró derribar a un invasor yanqui lanzándole una piedra.

Acompañado por los embajadores de Cuba, Venezuela, Bolivia y El Salvador, acreditados en Nicaragua, el presidente Ortega destacó la importancia de esta fecha histórica para el pueblo nicaragüense, agregando que los pueblos de estos países “están presentes en estas luchas que estamos librando aquí los nicaragüenses, luchando por la paz”.

Siempre los peleles llamando al yanqui

Al respecto, el mandatario recordó uno de los primeros compromisos que asumieron los países de la región cuando crearon la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Cuba, donde “allí dijimos: América Latina y el Caribe, Zona de Paz. Así lo dijimos y así lo defenderemos: ¡América Latina, Zona de Paz!”.

Al referirse a la importancia del 14 de septiembre para los nicaragüenses, comentó que desde pequeños se va grabando lo que significa esta fecha histórica. “Es cierto, conocemos y se nos graba la fecha de la Independencia de España, pero está allí con mucha fuerza esta fecha, porque es la fecha en que nicaragüenses y centroamericanos defendimos por primera vez a estos países ya independientes, los defendimos de la invasión del yanqui”, rememoró.

“Allí todos unidos defendimos y, la Batalla de San Jacinto, el 14 de septiembre de 1856, es el testimonio de esa batalla, o de esas batallas que se libraron en toda Nicaragua. Y de esa gran victoria, donde en esa Casa-Hacienda, ese 14 de septiembre, los patriotas nicaragüenses, acompañados de indios flecheros de Matagalpa, resistieron y derrotaron a los yanquis invasores”, subrayó

El presidente leyó unos párrafos de un escrito del poeta Rubén Darío, publicado el 28 de septiembre de 1912 en el periódico La Nación de Buenos Aires, con el título “El fin de Nicaragua”, donde relata cómo los invasores yanquis intentaron apoderarse de Nicaragua con la complicidad de los vende patria de entonces.

Y dice Rubén: …William Walker era ambicioso; más el conquistador nórdico no llegó solamente por su propio esfuerzo, sino que fue llamado y apoyado por uno de los partidos en que se dividía el país. “Fíjense bien, como que la historia se repite. Siempre están los vendepatria, los peleles, llamando al yanqui”, resaltó Daniel, al hacer un parangón del actuar de los traidores a la patria de aquella época con los actuales.

La historia se repite

De acuerdo al artículo leído por el Presidente, Darío escribió: “Luego habrían de arrepentirse los que creyeron apoyarse con las armas del extranjero peligroso. Walker se comió el mandado, como suele decirse. Se impuso por el terror, con su bien apertrechada gente. Sembró el espanto en Granada. Sus tiradores cazaban nicaragüenses como quien caza venados o conejos. Fusiló notables, incendió… “Incendió Granada. Fíjense, la historia se repite. Fíjense bien, incendió Granada: arrasó”, reiteró.

“Dice en esa época Rubén: Y aún he alcanzado a oír cantar viejas coplas populares…, de la época de William Walker. Entonces Rubén cita las coplas, dice: La pobre doña Sabina, un gran chasco le pasó, por andar tras los yanquis, el diablo se la llevó”.

En consecuencia, el comandante Ortega advirtió a los golpistas terroristas: “Que piensen bien los sabinos y las sabinas, que andan detrás del yanqui ahorita, rogándole de rodillas, que la piensen bien; que vean lo que dice Rubén”.

 “Por eso es que hemos dicho que, después de esos días de terror, de horror, de esos días diabólicos que nos recuerdan los días de terror, los días de horror, los días diabólicos, cuando William Walker mataba, asesinaba a los nicaragüenses e incendiaba también; hemos dicho que esos crímenes, esos actos criminales, ¡no se volverán a repetir en Nicaragua!!”, aseguró.

Para eso, hizo un llamado a las familias nicaragüenses a defender la paz, la libertad y las victorias alcanzadas en estos últimos años. “Y aquí está este pueblo que está comprometido en esa batalla por la paz, y aquí está este pueblo que juramos que vamos a defender las victorias, juramos que vamos a defender la libertad, juramos que vamos a defender a las familias nicaragüenses, juramos que vamos a defender la paz, aún a riesgo de nuestra propia vida”, afirmó.

Tiempos de lucha por la libertad

Durante el desfile patrio, en celebración del Día de la Independencia, al dirigirse a los estudiantes, el mandatario resaltó la fuerza de la juventud nicaragüense. “Tiene una fuerza extraordinaria para transformarse y transformar, para bien a la patria, a Nicaragua”.

Daniel indicó que las batallas libradas para lograr la independencia fueron tiempos de lucha por la libertad, hasta que los mercenarios, encabezados por el filibustero norteamericano William Walker, intentaron apoderarse de Nicaragua.

“Goliat contra David, esa es la historia, Goliat contra David, tratando de humillar a este pueblo, porque es un pueblo pequeño, con poca población, con una economía bien frágil. Ya se sentía el yanqui dueño de Nicaragua y no le bastó nombrarse jefe del Ejército y fusilar a cuanto nicaragüense quiso, sino que también se nombró Presidente de la República de Nicaragua”, historió el comandante Ortega.

“¡Qué vergüenza! ¡Qué ignominia! Y los gobernantes de los Estados Unidos de esa época lo reconocieron como presidente y otros países como Inglaterra también lo reconocieron como presidente… Pero el pueblo de Nicaragua jamás lo reconoció ni como jefe del Ejército, ni como presidente, sino que sabía que era el yanqui invasor que venía a robar, a asesinar, a quemar. Y se rebeló el pueblo y se produjeron muchos combates, y la gloriosa Batalla de Jacinto, y allí Andrés lanzando la piedra contra el yanqui invasor, y José Dolores Estrada al frente de la tropa. Y allá en Rivas, el profesor Emmanuel Mongalo yendo a defender con su vida la dignidad de Nicaragua.

Esa fue la primera gran gesta heroica de Nicaragua, defendiendo, en el año 1854, 55, 56, defendiendo la Independencia que Nicaragua había alcanzado en el año 1821, que era a la vez la defensa de toda la región centroamericana, que es lo que hoy conmemoramos en esta tierra donde corre por nuestras venas, por nuestra sangre, por nuestro corazón, corre sangre indígena, la de Diriangén que resistió al invasor, y corre también la sangre, el fuego de Darío y de Sandino, padre de esta gran Patria que se llama Nicaragua”, manifestó.

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