- Daniel brinda entrevista a periodista estadounidense Max Blumenthal
6 Agosto, 2018
El Presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra conversó con el periodista estadounidense Max Blumenthal, sobre los pormenores de la intentona golpista que sectores de la oposición derechista ejecutaron en Nicaragua con el apoyo financiero de Estados Unidos.
El mandatario nicaragüense dijo a Blumenthal que desde que el FSLN retomó el poder a través del voto popular en el año 2007, se vienen desarrollando todo tipo de estrategias para desgastar al gobierno sandinista, que nunca fue del agrado de Estados Unidos.
“Fue una conspiración bien trabajada (…) ya que cuando nosotros retomamos el gobierno en el 2007 empezaron a formarse grupos armados, muchos de ellos vinculados al narcotráfico y con cajas de resonancia a través de las redes en Costa Rica y en Miami, y con vínculos con organismos de inteligencia norteamericanos y con financiamiento. Desde ese momento empezó una campaña tratando de establecer que había una oposición armada contra la dictadura sandinista, desde 2007”, explicó.
“Si uno revisa los periódicos de la derecha vas a ver como destacaban las fotos de los armados, presentándolos como patriotas, y ellos asesinando campesinos, asesinando sandinistas, asesinando autoridades locales y también lanzándose contra la policía y el ejército matando soldados y policías”, añadió.
El presidente Daniel destacó que el plan contra el gobierno sandinista se intensificó a partir del 18 de abril de este año, cuando se definió con claridad el objetivo golpista de la oposición.
“Los primeros incidentes se dieron el 18 de abril. El 19 de abril ya fue aquello una ofensiva militar. Hubieron manifestaciones pacíficas de la oposición y hay manifestaciones pacíficas que han transcurrido con calma, sin problemas, pero esa noche del 19 de abril, en las diferentes cabeceras departamentales del país, lanzaron ataques simultáneos grupos armados”, indicó.
Desde el comienzo “los golpistas armados andaban en cacería de sandinistas, buscándolos en sus casas, asesinándolos, quemándoles las viviendas, saqueándoselas y mientras tanto la policía acuartelada”, manifestó el presidente.
Víctimas de terrorismo buscaron como defenderse
Daniel explicó que en los primeros días de la violencia terrorista, la Conferencia Episcopal solicitó el acuartelamiento de la Policía Nacional, como condición para iniciar el diálogo nacional.
“Yo acepté acuartelar a la policía, pero más bien esto lo aprovecharon para intensificar los crímenes en todo el país y destruir escuelas, centros de salud, incendiar alcaldías, hospitales, todo lo que es terrorismo, actividades terroristas, sembrar el terror en la población, entonces era explicable que las familias sandinistas o no sandinistas que estaban siendo víctimas de esos ataques buscaran como defenderse. Es un principio constitucional, todo ciudadano tiene el derecho de defender la vida cuando es agredido, cuando es atacado”, afirmó.
El presidente mencionó que el pueblo nicaragüense vivió 55 días de terror impuesto por estos grupos criminales financiados y promovidos por las fuerzas de oposición, quienes en todo momento se “empeñaron en proteger los actos de violencia y de terror”.
“Fue demasiado tiempo realmente, porque eso lo que hizo fue provocar muchos muertos sandinistas, de familias sandinistas, hasta que viendo que el diálogo no daba resultados con restablecer la paz; que las fuerzas de oposición se empeñaban en proteger los actos de violencia, de terror, los crímenes, nos los condenaban ni los han condenado, se negaban a desmontar los tranques de la muerte, donde en muchos tranques torturaban, asesinaban, robaban, pero además tenían cautivo al pueblo en los diferentes municipios del país; tenían cautivos a 400 transportistas centroamericanos con más de 200 furgones, y se hicieron esfuerzos a través de la comisión del diálogo y con la CIDH para desmontar el que tenían en la zona de Carazo y en los días en que se realizaron las gestiones pasaron 10 días, durante 10 días nos asesinaron decenas de compañeros en Carazo. Entonces no podíamos seguir, y no hubo más que ir a desalojar los tranques”, expuso.
Guerra de desinformación
Daniel manifestó que en este asedio golpista, la guerra de información que se desarrolló en las redes sociales fue un componente nuevo e importante.
“Lo que nosotros vivimos en la lucha contra Somoza, en la guerra que nos impuso Estados Unidos en los 80, era sobre todo la comunicación de los medios televisivos y medios escritos, que eran la caja de resonancia para presentar una mala imagen de Nicaragua y justiciar la guerra contra Nicaragua”, recordó.
Señaló que en este nuevo gobierno sandinista, la guerra de la desinformación comenzó desde el año 2007, cuando grupos opositores comenzaron a posicionar e internacionalizar el problema generado en el INSS durante más de 10 años de desgobierno neoliberal, atribuyéndole la crisis del sistema de seguridad social al FSLN.
“Cuando nosotros regresamos al gobierno en el 2007, al poco tiempo empezó un movimiento de jubilados que no tenían la cobertura de la seguridad social, porque no habían cubierto las cuotas suficientes y nosotros recibimos el seguro social en condiciones muy críticas, y por nuestra sensibilidad la demanda resultaba justa y empezamos a examinarla a ver qué respuesta se le podía dar a los jubilados, pero apenas habían salido los jubilados inmediatamente apareció una etiqueta, que decía OcupaINSS y se internacionalizó”.
“Y fue la primera aparición también de altos dirigentes de la iglesia católica ante un conflicto de ese tipo, porque llegaron al sitio dos obispos que discutieron con jóvenes sandinista que estaban a favor de los jubilados y en contra de las acusaciones que se lanzaban en contra del gobierno de que éramos responsables de que estos jubilados no tuviesen un ingreso. Y lo que hicimos fue incorporarlos aun a costa de que se debilitara aún más la seguridad social”, esa fue la primera experiencia de la guerra de desinformación”, relató el presidente.
Una segunda experiencia fue con el incendio de la Reserva Indio Maíz; los grupos opositores lo aprovecharon para responsabilizar al gobierno y de paso, fraguar el inicio del golpe de Estado.
“Cuando Indio Maíz ellos explotaron con gran fuerza, internacionalizando la consigna que había que salvar Indio Maíz, que nosotros estamos destruyendo y estábamos incendiando Indio Maíz. Esto ya se vio articulado con movimientos también aquí en las ciudades, ya se trataba de desarrollar un plan mayor que apuntaba en esta dirección, pero no se nos ocurría que estuviesen pensando en un golpe de estado. Simplemente la vimos como una batalla donde trataban de desgastar el gobierno”, refirió Daniel.
Gobierno depura información sobre las muertes
En la entrevista, Daniel mencionó que se está trabajando en un proceso para depurar la información sobre las muertes registradas a causa de la ola de violencia provocada por la derecha golpista. Indicó que los organismos de derechos humanos en Nicaragua tienen una clara línea política en contra del gobierno, lo que ha contribuido a emitir cifras de fallecidos que no se ajustan a la verdad.
“Han sumado todo, es decir si han habido en estos meses en Nicaragua 200 muertos o 300 muertes, dicen que todas son víctimas del gobierno. Ninguno es sandinista, ninguno falleció por accidentes de tránsito, ninguno falleció por lo que son crímenes, porque indiscutiblemente tenemos mucha seguridad en Nicaragua, pero se producen crímenes, delitos comunes, asaltos, robos. Entonces ahí no está dicho cuántos fallecieron dentro de lo que son los delitos comunes, cuántos son de los grupos de la oposición, cuántos son sandinistas, y cuántos son ciudadanos que sin estar comprometidos ni con el gobierno ni con la oposición fueron víctimas en los tranques o fueron víctimas en otros lugares de agresiones, o situaciones como cuando en un tranque no dejaban pasar la ambulancia y fallecía la madre”.
El mandatario nicaragüense refirió que está demostrado que algunas personas están vinculadas a los actos de terror y violencia que sucedieron en el país, entre los que mencionó a Félix Maradiaga.
“Ahí en la Upoli este señor se paseaba con una gran barba y con hombres armados atrás. Se sentía como un personaje de Isis (…) luego cuando salió la denuncia, porque él está dentro de una denuncia donde se ha abierto un proceso, entonces corrió a cortarse la barba y viajar a Estados Unidos. Él está en un proceso, porque aquí tiene que haber justicia para todos”, indicó el presidente.
Daniel también se refirió a la forma en cómo ingresan recursos financieros al país, que luego son utilizados en acciones de desestabilización.
“Esos recursos se desvían y terminan financiando actividades terroristas y nosotros tenemos que ponerle atención lógicamente a la forma en que están fluyendo estos recursos aquí en Nicaragua. Y nosotros estamos en organismos internaciones, tenemos un compromiso de combate contra el terrorismo, y así como Estados Unidos se protege de que le ingresen fondos para el terrorismo, o fondos para incidir en elecciones o que, a través de las redes entren a influir en la política norteamericana, nosotros tenemos el derecho y la obligación de cuidar también, igual que en Estados Unidos, que no nos pase lo que nos ha estado pasando hasta la fecha”, afirmó.
EE.UU y su intromisión en Nicaragua
Daniel también se refirió a la intromisión histórica de Estados Unidos en los asuntos internos de Nicaragua.
“Cuando nosotros llegamos al gobierno indiscutiblemente sabíamos que EE.UU. iba a ser todo lo que pudiera para buscar cómo desgastar, debilitar a nuestro gobierno. Las primeras sanciones las tomó el presidente Obama, movido por quien, movido por el odio de La Florida. Yo veo claramente que en la política norteamericana el odio de La Florida sigue siendo muy fuerte, para luego ir a negociar con el gobierno en el Congreso leyes que son de interés del gobierno a cambio de que les aprueben leyes que son de interés de ellos en contra de Cuba, en contra de Venezuela, en contra de Nicaragua, en contra de los países que ellos consideran que no se someten a sus políticas”, dijo.
Recordó que aun con la presión de Estados Unidos, el Gobierno Sandinista logró avanzar y consolidar una alianza con los empresarios, aun sabiendo que éstos no eran sandinistas
“Nosotros logramos avanzar en lo que fue un acuerdo con los empresarios, trabajadores, gobierno, no era un acuerdo político ideológico, sino un acuerdo para fortalecer la economía del país, generar empleos, combatir la pobreza. Esa alianza empezó a ser torpedeada allá en Washington, y los nicaragüenses de los oenegés, de partidos políticos de extrema derecha, que hoy andan en el golpismo también fueron allá a decir que estaban haciendo mal los empresarios al estar en alianza con el sandinismo. Y ahí nació la famosa ley Nica Act. Ese fue un elemento muy importante para crear condiciones de desestabilización, para el golpe, para el intento del golpe, porque provocó una fractura en los empresarios, porque amenazaban con ponerlos en la lista Magnitsky por estar aliados con los sandinistas”, refirió el presidente.
Dijo que esto dividió al sector empresarial ya que unos decidieron ir contra el sandinismo, romper la alianza y aplaudir la ley y otros más responsables hicieron esfuerzos para que no se aprobara porque sabían que le haría daño a Nicaragua.
Daniel indicó que esa Ley viola las mismas normas que tiene Estados Unidos con organismos internacionales, donde EE.UU. está comprometido a no bloquear fondos que van para programas que van en beneficio de la población como carreteras, caminos, escuelas.
“Nosotros estamos conscientes de que es una ley que no es buena para Nicaragua y que todo esto que está aconteciendo a final de cuentas afecta a Nicaragua, afecta a la región centroamericana y afecta también a los Estados Unidos, porque Nicaragua ha sido un punto de contención contra el narcotráfico y el crimen organizado. En eso le prestamos una gran ayuda a los Estados Unidos”, subrayó.