A luchar por la paz con firmeza y sin odio

A luchar por la paz con firmeza y sin odio
  • Llama el presidente Daniel Ortega desde la Plaza de la Fe

A luchar por la paz con firmeza, con inteligencia y sin odio, llamó el presidente Daniel Ortega al pueblo de Nicaragua, al conmemorar el 39/19 junto a una inmensa concentración de ciudadanos. El mandatario detalló la estrategia empleada por la derecha golpista en contra del gobierno sandinista y de las grandes mayorías. “Es imprescindible que aquí todos los nicaragüenses, independientemente de Ideología, …del pensamiento político, …de la religión, juntemos fuerza para asegurar la paz, que es lo que nos da la seguridad y un futuro mejor para todas las familias nicaragüenses”, destacó. (Aquí sus palabras).

Hermanos nicaragüenses, familias de esta patria de Diriangén, de Darío y de Sandino. Hoy, 39 Aniversario del triunfo de la Revolución, es una fecha muy especial porque de abril a mayo, de mayo a junio, y de junio al 19 de julio, nos ha correspondido defender una vez más la paz para todos los nicaragüenses.

Y ha sido una batalla dolorosa, dolorosa porque hemos enfrentado una conspiración armada y financiada por fuerzas internas que todos conocemos, y por fuerzas externas que totalmente identificamos, porque ellos mismos se hacen cargo de dar a conocer el financiamiento que le dan a estos grupos que se convierten en instrumento de las políticas contra el pueblo, contra los pobres, contra los campesinos, contra la juventud.

Y se venía organizando el golpe, lo veíamos, parecía difícil habiendo tanta estabilidad en Nicaragua, 11 años de estabilidad, 11 años de seguridad, 11 años de crecimiento económico, 11 años de salud, educación, Calles para el Pueblo, Casas para el Pueblo, programas agroalimentarios, programas para el campo, programas para la ciudad; con índices de aprobación este gobierno del pueblo sin precedentes en la Historia de Nicaragua, los más altos índices de aprobación.

Claro, ellos no podían permitir que la Revolución se siguiese consolidando, y la fortaleza de la Revolución indiscutiblemente que residía en la paz, la seguridad, la estabilidad y que permitía a la vez que creciera la economía, en beneficio de los pequeños productores, en beneficio de los vendedores ambulantes, en beneficio de los campesinos, en beneficio de los grandes productores, en beneficio de la mediana empresa, en beneficio de la gran empresa, en beneficio del gran capital. Todos se beneficiaban, y era bueno que se beneficiaran, era una política correcta: ¡Beneficios para todos!

Pero para que pudiese haber ese crecimiento económico y ese beneficio para todos, tenía que haber paz y seguridad; entonces la conspiración dijo: tenemos que matar la paz, acabar con la paz, para que se destruya la economía y se destruya la Revolución, y se destruya el Gobierno Sandinista. Ese fue el plan, ese fue el plan.

Y empezaron a inventar nuevamente lo que ya venían trabajando desde hace unos años, con financiamiento de organismos, de agencias norteamericanas, empezaron a trabajar a través de las redes, empezaron a trabajar ya con mayor fuerza para provocar ese choque y destruir la paz.

El pretexto de la “protesta cívica”

Cuando se produjo el incendio en la Reserva de Indio Maíz, ahí empezaron a culpar al Gobierno del incendio en la Reserva Indio Maíz, y dijeron: Este es el momento; porque los especialistas que vinieron a apoyarnos frente a ese incendio en una reserva forestal, incluyendo especialistas, expertos norteamericanos nos decían que difícilmente ese incendio lográbamos controlarlo en 2 o 3 meses, y ponían como ejemplo los incendios que ellos sufren en los Estados Unidos que duran meses.

Nosotros lógicamente preocupados, y ellos trabajando su conspiración bajo ese principio, este incendio va para largo, este es el momento. Y empezaron la guerra a través de a las redes, tanto nacional como internacionalmente, y continuaron armándose, porque venían armándose ya, ya se venían armando.

Y, ¿bajo qué cobertura las protestas? Son “protestas cívicas” dicen… protestas cívicas, protestas cívicas, pero ¿con qué mataron al hijo de la Amada? ¿Con qué lo mataron? ¿Con qué lo asesinaron? Con armas de fuego, incluso armas de guerra, llegaron a acopiar armas de guerra. ¿Con qué asesinaron a los hermanos sandinistas que fueron a buscar a sus casas simplemente por ser sandinistas, y les pegaron un tiro? ¿Con qué los asesinaron?

La protesta cívica era nada más el pretexto, y hacían algunas marchas donde no iban armados, pero por otro lado tenían a los armados, y fueron instalando a los armados en puntos que se convirtieron en puntos de terror, donde se instalaron centros de tortura; utilizaron las universidades para instalar centros de tortura, para asesinar. Y decíamos nosotros: ¿hasta dónde piensan llegar? ¿Hasta dónde piensan llegar? Porque el incendio, gracias a la intensidad de las lluvias en la Zona Indio Maíz, desapareció rápidamente. ¡Y se quedaron sin el incendio!

Entonces vino el Decreto para atender la Seguridad Social, que es imprescindible, que es necesario para salvar la Seguridad Social. Y cuando sale el Decreto, ¡otra vez a la calle con la protesta cívica!, y con la protesta cívica arrancaron inmediatamente, ya a la medianoche, en la madrugada y los días siguientes con ataques armados en contra de las instituciones del Estado, con ataques armados en contra del Frente Sandinista de Liberación Nacional, de las instalaciones del Frente Sandinista, con ataques armados e incendios de locales de instituciones, y luego con el saqueo también de empresas, de supermercados. Se trataba de sembrar el caos.

Y en un acto de paciencia, de paciencia, evitando caer en la provocación, mandamos a retirar el Decreto; pero de nada les valió que retiráramos el Decreto, siguieron con su campaña, ellos, que iniciaron la agresión, ellos, que provocaron los muertos y que lanzaron a la muerte a muchachos, y sobre todo jóvenes de los barrios que les pagaron para que participaran como fuerzas de choque.

Obispos comprometidos con los golpistas

Pero no solamente retiramos la Ley, sino que dijimos: Bueno, vamos a un diálogo para hablar de la Ley, y sacar la Ley en un diálogo, y ellos dijeron que ya no se trataba de la Ley. ¿Y para dónde querrán ir? decíamos. Y les decíamos, ¿qué es lo que quieren? ¿Qué es lo que nos plantean? Queríamos escucharlos, queríamos conocer cuál era la estrategia que ellos tenían. Y fueron sacando las uñas, se fueron quitando las máscaras, y terminaron diciendo: ¡Tiene que irse ya! ¡Tiene que irse ya!

Lo dijeron, lógicamente, nuestros adversarios… ¡cargados de odio lo dijeron! Era explicable que ellos lo dijeran, pero más me sorprendió, o tal vez ni me sorprendió, cuando los mediadores, reunidos ahí en la Casa de los Pueblos con todos los señores obispos encabezados por el Cardenal, me leyeron la Cartilla, sacaron la estrategia, y ahí decían:

“Hay que cambiar ya, a partir del día 11”, nos daban un plazo de dos días, “hay que cambiar ya al Poder Judicial, al Poder Electoral, a la Contraloría, a todos los poderes del Estado, a la Asamblea Nacional, y hay que quitar al Presidente y adelantar las elecciones”. Ahí lo dijeron con toda claridad.

Yo cuando recibí el documento, dije: Bueno, esto es lo que ellos quieren realmente. Yo pensaba que eran mediadores, pero no, estaban comprometidos con los golpistas, eran parte del plan con los golpistas.  Y me duele mucho decir esto porque les tengo aprecio a los obispos, les respeto, soy católico, pero ellos ahí tienen posiciones, unos de mayor confrontación, otros, diría yo, más moderada, pero desgraciadamente siempre se impone la línea de la confrontación y no la línea de la mediación.

No acaban de entender que una mediación es para sentar a las dos partes y escuchar a las dos partes, y no tomar partido el mediador y decir: Se tiene que hacer esto en tantos días, en una semana. ¡Un Golpe de Estado querían provocar en Nicaragua, dicho por ellos!

Cuando me plantearon esto… bueno, yo siempre le pido a Dios que me llene de la paciencia de Job, y les dije: Bueno, si ustedes quieren plantear todo esto en el Diálogo, plantéenlo, ustedes pueden plantearlo, pero tiene que haber consenso, y para que haya consenso tiene que haber acuerdo entre las dos partes, pero ellos no esperaron consenso, simplemente aparecieron con un ultimátum.

Templos ocupados como cuarteles

Yo no quise hablarles con esa claridad, simplemente agarré la nota, la ojeé, me asombré, me dolió que mis señores obispos tuvieran esa actitud de golpistas… ¡me dolió! Y ahí mismo ellos se descalificaron como mediadores, se descalificaron como testigos, porque su mensaje claro fue ¡el golpe!, ¡el golpe!, y puesto día a día.

Cuando me presentaron ese listado, inmediatamente yo recordé lo que pasó con aquel señor Carmona Estanga, allá en Venezuela, cuando el Golpe de Estado contra Chávez, que vinieron y se reunieron alegremente dirigentes de la Iglesia, los capitalistas, los enemigos del pueblo se reunieron en la Casa Presidencial y empezaron entonces a decir: Se desaparece la Asamblea Nacional, se desaparece el Poder Electoral, se desaparece la Fiscalía de la República, se desaparece el Poder de Justicia. Y todos ellos aplaudiendo alegremente; luego llegó el pueblo, y el pueblo los sacó, los sacó, y Chávez regresó a ejercer la Presidencia legítima que tenía.

Es lo que más me ha dolido, porque yo llegué a pensar que con los señores bispos podríamos encontrar acuerdos que nos dieran paz, que nos ayudaran a consolidar la paz. Y la verdad es que, cada día que se iba al Diálogo y cuando se hablaba de los tranques, y que había que quitar los tranques que tenían aprisionado a nuestro pueblo por todos lados, a ellos no les gustaba, no les gustaba, a lo más que se llegó fue a un acuerdo de tregua de 3 días; fue a lo más que se llegó, a una tregua de 3 días.

Y hay que decir la verdad, hay que decir la verdad, yo no sé si todos los obispos, quiero creer que no todos los obispos, quiero creer que el Cardenal no sabía nada de esto, pero muchos templos fueron ocupados como cuarteles para guardar armamento, para guardar bombas, y para de ahí salir a atacar y asesinar.

Fíjense bien, dicen que la lucha de ellos era cívica, que la protesta de ellos era cívica.

Entonces, ¿quién mató al comisionado mayor Luis Emilio López Bustos, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al capitán Hilton Rafael Manzanares Alvarado, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente José Abraham Martínez, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente Douglas José Mendiola Viales, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente Marcos Antonio González Briceño, de la Policía Nacional? ¿quién mató Jean Kerry Luna Gutiérrez, de la Policía Nacional?

¿Quién mató al teniente Dixon Bismark Soza Enríquez, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente Carlos José Zamora Martínez, de la Policía Nacional? ¿Quién mató a la teniente Zaira Julissa Flores, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente Martín Ezequiel Sánchez, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente Hilario Jesús Ortiz Zavala, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente Marlon José Requene López, de la Policía Nacional?

La cara de los golpistas: la Alianza Cívica

¿Quién mató al teniente Lenin Ernesto Olivas Alaniz, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al teniente Gabriel de Jesús Vado, de la Policía Nacional?

¿Quién mató a la inspectora Juana Francisca Aguilar Cano, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al inspector Abelino Obando, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al inspector Ilish Aarón Urrutia, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al inspector Faber Antonio Vivas, de la Policía Nacional?

¿Quién mató al inspector Faustino Téllez Vargas, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al inspector Kelvin Javier Rivera Laínez, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al inspector Luis David López Hurtado, de la Policía Nacional? ¿Quién mató al suboficial Mayor Allan Alexander Rodríguez Hernández, de la Policía Nacional? ¿Quiénes hirieron de bala a 342 compañeros y 58 compañeras de la Policía Nacional? ¡Y esos son los pacifistas! ¡Esos son los pacifistas! ¡Esos son los pacifistas!

Y luego, ¿quién asesinó a decenas de sandinistas, centenares de sandinistas? ¡Casos dramáticos, dramáticos! En Jinotepe, llegan los golpistas, defendidos por la Alianza Cívica, defendidos por la Alianza Cívica que es la cara falsa de los golpistas, es la máscara de los golpistas, llegan los golpistas a buscar a un compañero a su casa; el compañero no estaba y abrió la puerta el hermano menor de él, y cuando les dijo que no estaba, entonces mataron al muchacho, y se fueron.

Luego apareció el padre del muchacho asesinado, después de los funerales, el padre doloroso, y no hablaba de odio, no hablaba de odiarlos,sino que le dolía lógicamente la muerte de su hijo, y la condenaba. ¿Y qué hicieron al día siguiente? Mataron también al padre del muchacho

¡Les inyectaron el veneno del odio! Los convirtieron en una fuerza diabólica, satánica, como esas que practican ritos satánicos. Cuando vemos la forma en que actuaban, torturando a los compañeros en los tranques, asesinándolos en los tranques, todo aquello como un rito satánico, y lo que es más terrible, que se ve que esta gente está totalmente satanizada, y es a los que deberían de buscar como exorcizarlos, señores obispos, a esos diablos, a esos demonios.

Fíjense cómo están de satanizados que todas las barbaridades, los crímenes que cometen, las torturas que cometen, recuerdan ustedes lo que hicieron con el hijo de Amada, ¿qué hacen? Bailan, brincan alrededor del cadáver mientras le pegan fuego, celebrándolo y filmándose y poniéndolo luego ellos mismos en las redes, ellos mismos acusándose como los criminales, como los asesinos de este pueblo, que le quieren robar la paz a los nicaragüenses.

Pacientes, pero responsables de la seguridad del pueblo

¡Cuánto dolor! ¡Cuánto dolor! ¡Cuánta tragedia! Pero ellos se confunden, uno de los obispos nos llegó a decir que el Frente Sandinista ya estaba acabado, que ya no tenía gente, que estaba liquidado y que era mejor que nos fuéramos, ¡así lo dijo, así lo dijo! No, no vamos tampoco a irrespetar a los obispos, no vamos a pelear con los obispos, pero por la verdad murió Cristo y como cristianos estamos obligados a decir la verdad, y a pedirles a los señores obispos que rectifiquen, por amor de Dios, que rectifiquen y no estén alentando a estas sectas satánicas, golpistas, asesinas.

Ellos pensaban que ya estábamos derrotados, simplemente porque teníamos paciencia, paciencia, paciencia. Y es que el plan de ellos era increíble, increíble, estaban tan coordinados que incluso recuerdo que nos pusieron como condición, para la reunión del Diálogo, para la instalación del Diálogo, que había que acuartelar a la Policía; es decir, encerrar a la Policía.

Dijimos: ¡Ve qué interesante, acuartelar a la Policía! Claro, ¿para qué? Para que la gente armada de los golpistas pudiese tranquilamente asesinar, matar, destruir y atacar a la misma Policía acuartelada. Y nuestra paciencia, nuestra flexibilidad llegó al extremo que aceptamos acuartelar a la Policía; pero llegó un momento en que dijimos: somos pacientes, pero también somos responsables de la seguridad de todo este pueblo.

Nos lo dijo esto incluso la embajadora de los Estados Unidos, que la Policía debía actuar; porque ya los “angelitos” que estaban en la UNAN, armados, ya habían asaltado a un oficial de la Embajada Americana, le habían quitado la pistola, le habían robado la camioneta. Y dije: Claro, como ahí hay su contubernio, luego buscaron la forma en que le regresaran la camioneta, pero la pistola ya apareció entre las armas capturadas a los que estaban en la UNAN, fíjense.

Entonces, no porque lo dijera la Embajadora de los Estados Unidos, sino porque sabemos que esa es una obligación del Estado nicaragüense velar por los ciudadanos. Dijimos: Esto se acabó y tenemos que restablecer el orden en nuestro país.

Y eso es lo que los tiene irritados, enfurecidos, y están llamando a exorcizarnos el día de mañana, a partir de mañana van a empezar, han mandado a decir que hay que hacer exorcismo, que hay que exorcizarnos. ¡Que exorcicen a los demonios que tienen ahí a la orilla! Que les digan que el camino no es la guerra, sino que es la paz, el diálogo.

Juntar fuerzas para asegurar la paz

Que les digan que tenemos que tener que restablecer de forma definitiva, total, permanente, la paz, la estabilidad para que el país pueda seguir creciendo, seguir desarrollándose, porque habrá que hacer un esfuerzo enorme para levantar la economía. Gracias a Dios, las bases de la actividad productiva están ahí, pero han caído lógicamente con esta situación, y esperamos que se puedan dinamizar rápidamente.

Pero para esto es imprescindible que aquí todos los nicaragüenses, independientemente de Ideología, independientemente del pensamiento político, independientemente de la religión, juntemos fuerza para asegurar la paz, que es lo que nos da la seguridad y un futuro mejor para todas las familias nicaragüenses.

Quiero agradecer el mensaje que nos ha traído el compañero canciller Bruno de parte del presidente Miguel Díaz-Canel y del comandante Raúl; y su mensaje, Bruno, es un mensaje con esa fortaleza, con esa convicción que ha tenido y va a tener siempre la Revolución Cubana, heredera de Martí, heredera de Fidel, heredera del Che.

Igualmente, agradecer el mensaje que nos ha traído el Canciller de la hermana República de Venezuela, un Canciller joven, muy joven, y que nos ha hablado con el corazón; y él cuando habla de la disposición de los venezolanos de acompañar nuestras batallas, nos recuerda la época de Sandino cuando hermanos venezolanos estuvieron en el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Sandino.

Gracias, querido compañero Jorge Arreaza, canciller de Venezuela. Y nuestro cariño, nuestro aprecio, nuestro agradecimiento para nuestro hermano Nicolás Maduro, para Diosdado, para todos los Compañeros de la Dirección y para ese valiente y heroico pueblo bolivariano.

Saludamos a los hermanos del Foro de Sao Paulo que nos acompañan en este 39 aniversario. Y saludamos desde esta Plaza de la Fe a los hermanos de todos y cada uno de los departamentos de nuestro país que en esta ocasión no pudieron venir. Y no pudieron venir ¿por qué? Porque la consigna fue, a celebrar el 19 cada uno en su departamento, en su municipio. ¿Y Managua? Aquí está Managua con los municipios de Managua.

Queremos ser sembradores de paz

Ha sido, por lo tanto, una celebración multitudinaria en la que han participado en todo nuestro país, desde la Costa del Caribe, desde la Región Autónoma del Caribe Norte al Caribe Sur, desde los departamentos de Nueva Segovia y de Madriz, de Matagalpa y Jinotega, de Boaco y Chontales, de San Carlos, Río San Juan, de Chinandega, de León, de Carazo, de Granada, de Rivas, de todo el país; todos participando, todos los departamentos, este día en esta gran fecha, y todos defendiendo la paz.

Bueno, tenemos que sacar experiencia de esto que ha acontecido, hay que luchar por la paz con firmeza, hay que luchar por la paz con inteligencia, hay que luchar por la paz sin odio, hay que luchar por la paz fortaleciendo los mecanismos de autodefensa, para que no sean asesinadas nunca más las familias sandinistas, ni sean incendiadas nunca más las casas de los sandinistas.

Y que se erradiquen de las redes esos mensajes tenebrosos, donde le están ofreciendo la muerte a familias enteras solamente por ser familias sandinistas. Y lo dicen ahí con toda claridad que van a matar al padre, a la madre, a los hijos, hasta a los niños tiernos los van a asesinar, dicen… ¿Qué cosa es eso? Eso es propio de sectas satánicas. Por favor, queridos obispos, exorcicen a esos demonios, exorcicen a esos demonios.

Y sin bajar la guardia, sin bajar la guardia, a seguir defendiendo nuestros derechos, a seguir defendiendo nuestras decisiones. Nuestras decisiones no están en Washington, están en Managua. Nuestras decisiones no están en Washington, están en Nicaragua. Y somos nosotros los que tenemos que defender nuestras propias decisiones para seguir defendiendo este modelo, que siga propiciando la paz, la reconciliación.

Porque nosotros jamás vamos a ser sembradores de odio, ni aun contra estos que tanto daño le han hecho al pueblo. ¡No los odiamos! Les decimos, rectifiquen, cambien, y que les ayuden a cambiar y que puedan entonces ser parte propositiva en la construcción de la paz en nuestro país. Queremos ser sembradores de paz, no sembradores de la muerte.

Quiero decirles, queridos hermanos, queridas familias nicaragüenses, en este día, que son ustedes, hermanos, los defensores de la paz con los héroes que dieron su vida defendiendo la paz. Aquí están los defensores de la paz en esta Plaza, y están en toda Nicaragua, y estamos llenos de fe en que conquistaremos una paz cada vez más sólida, porque la paz hay que estarla defendiendo todos los días, hay que estarla conquistando todos los días, para evitar que se repitan situaciones como estas.

¡Que viva el 39 aniversario del triunfo de la Revolución!

¡Sandino Vive… la Lucha Sigue!

¡Patria Libre o Morir!

¡Que Viva Nicaragua, Bendita y Siempre Libre!

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