- Hace 40 años el comandante Pomares trascendió a la inmortalidad
Con las primeras lluvias de mayo de 1979, el comandante Germán Pomares Ordoñez (El Danto) decidió romper los fuegos para arreciar la ofensiva final del Frente Sandinista contra la dictadura somocista. “Cuando caen las primeras lluvias los montes comienzan a crecer y nos podemos camuflar mejor”, les explicó a los combatientes del Frente Norte “Carlos Fonseca Amador”, bajo su dirección.
Y con la columna “Oscar Turcios”, integrada con alrededor de 600 combatientes, el 19 de mayo se lanzó a la toma de la ciudad de Jinotega. Menos de dos meses antes, el 26 de marzo había atacado el comando de la guardia somocista en El Jícaro, municipio de Nueva Segovia, para celebrar la unidad orgánica de las tres tendencias del FSLN ocurrida el 8 de marzo.
Tras dirigir la acción exitosa de El Jícaro, intentó la toma del municipio jinotegano de Wiwilí para apoyar a los combatientes sandinistas dirigidos por Francisco Rivera (El Zorro) que protagonizaban la segunda insurrección de Estelí en plena Semana Santa (abril de 1979). La acción en Wiwilí fue un revés militar.
Entonces, esperó a que cayeran las primeras lluvias de mayo para tomarse Jinotega. Luego de fuertes enfrentamientos en las calles, con apoyo de tropas helitransportadas, la guardia retomó el control de la ciudad porque no se pudo coordinar ataques simultáneos a otras ciudades, y la guardia aprovechó para enviar fuertes contingentes a la Ciudad de las Brumas.
Admirado y muy querido
Entre las tres y cinco de la tarde del 22 de mayo, tras 3 días de encarnizados combates y cuando él y otros mandos de la columna “Oscar Turcios” estaban en reunión para decidir la retirada, uno de los proyectiles de una ráfaga lanzada por la guardia penetró en su abdomen. Aun cuando fue herido gravemente, continuó dirigiendo a los combatientes.
Ordenó mantener las posiciones hasta que llegara la noche de ese día para poder replegarse. El comandante Pomares fue conducido sobre el lomo de una mula hacia el cerro La Cruz, cercano a la ciudad, donde trascendió a la inmortalidad a las tres de la madrugada del 24 de mayo.
Para evitar provocar un fuerte impacto negativo en la moral combativa de los guerrilleros sandinistas, los mandos decidieron ocultar por un tiempo la noticia que había muerto el jefe del Frente Norte “Carlos Fonseca“. Tenía 42 años y toda una ejemplar trayectoria de lucha revolucionaria que causaba cariño y admiración.
El Danto” había nacido en El Viejo, municipio deChinandega, el 17 de agosto de 1937. Sus padres fueron los campesinos Ángel Ordóñez y Cecilia Pomares, y por causa de la pobreza sólo pudo estudiar hasta tercer grado de primaria. Sus primeras acciones contra la dictadura somocista las hizo desde la juventud conservadora.
En 1963 participó en la guerrilla de Río Coco y Bocay; en 1967, en el movimiento armado de Pancasán; en 1969, en un fallido intento de rescate de Carlos Fonseca de las cárceles de Costa Rica; en 1970, fue hecho prisionero y liberado por presión de la población; y en 1974 fue responsable militar del Comando “Juan José Quezada” en la toma de la casa de Chema Castillo.
En todas esas actividades, el comandante Pomares se distinguió por su heroísmo. En 1976 fue trasladado a formar una columna guerrillera que dio origen al Frente Norte Carlos Fonseca. En 1977 estuvo dedicado a la preparación militar de los combatientes que integraron los comandos de asalto de los operativos de octubre, y en la ofensiva final fue jefe político-militar del Frente Norte.